Una mañana complicada en los tribunales penales de Trelew

El juicio por el caso del comisario Gómez, tal como adelantó Jornada, no se inició y comenzará hoy a las 8. La víctima se descompensó. En el caso de Juan Agüero, hubo problemas en el ingreso a la audiencia.

04 SEP 2014 - 22:05 | Actualizado

Ayer desde temprano se vio un alboroto en los tribunales de Trelew. Ocurre que se juntaron las partes en dos controvertidos casos que ocupan a la opinión pública. Por un lado, en el sexto piso de los tribunales de Trelew, debía constituirse como querellante el abogado de la familia de Juan Carlos Agüero, Adrián Morales.

Varias personas que acompañaban a la familia del hombre asesinado en la Alcaidía de Trelew se agolparon en el frente del edificio pero cuando quisieron entrar a la sala de audiencias no los dejaron pasar. El abogado Morales tampoco pudo ingresar con sus asesores. Hubo tensión con la escasa Policía.

A todo esto, en el tercer piso, desde las 8 de la mañana se aguardaba la resolución de los jueces César Zaratiegui y Adrián Barrios mediante la cual se iba a decidir si el fiscal jefe de Trelew, Arnaldo Maza, sospechado de estar al tanto de pedidos de coimas para dejar sin efecto el juicio contra el comisario Miguel Gómez, seguía o no involucrado en la toma de decisiones. De hecho, ya tomó la primera, que fue designar a uno de sus fiscales, el doctor Omar Rodríguez, como fiscal del caso. Lo que ocurrió fue que, ante las sospechas que recaen sobre Maza, el imputado y su abogado pidieron que actúe como fiscal jefe un letrado del mismo rango pero de otra circunscripción.

El juez Marcelo Di Biasse hizo que Maza siga involucrado, lo que motivó un recurso ante la Cámara de Apelaciones, la que sí vio el tenor del agravio hacia el imputado. Pero ayer fueron los jueces Zaratiegui y Barrios los que una vez más volvieron a desestimar los planteos de imparcialidad, transparencia y garantías constitucionales.

Decisión

Luego de un cuarto intermedio, a las 9.05 los jueces leyeron el resolutorio en el que se limitaron a explicar que habiendo reanudado la audiencia “fundan y resuelven en forma unánime no hacer lugar a la producción de prueba en esta instancia, solicitada por la defensa, toda vez que resulta exorbitante al objeto de la presente audiencia”. Así confirmaron la decisión de Di Biasse.

De esta manera, hoy desde las 8, en estas condiciones comenzará el debate por el controvertido caso quedando aún sospechas sobre buena parte del Poder Judicial.

“Llamen al médico”

Mientras todo eso ocurría, la víctima que denuncia al comisario inspector Gómez, Norma Beatriz Chingoleo, aguardaba como hace unos cuantos años, poder declarar y contar lo que pasó en 2009 cuando intervino el Grupo de Operaciones Especiales de la Policía en un procedimiento del cual resultó damnificada. Llegó cerca de las 8 y se fue con un pico de presión después de las 11. Su salud pende de un hilo y debe operarse. Pero antes debe declarar y el juicio no deja de postergarse.

En este caso el inicio del debate se programó para hoy pero no por desprolijidades de la Oficina Judicial, sino por una extensa demora del juez de debate quien se retardó en un allanamiento. Chingoleo no paraba de llorar y se la veía al borde del desmayo.

Con obesidad, diabetes e hipertensión, fue atendida por el médico Diego Rodríguez Jacob, del Cuerpo Médico Forense.

Luego llegó un equipo del hospital zonal que le tomó la presión y le midió la glucosa, mientras la defensora Ángela Gómez Lozano la acariciaba y trataba de calmarla.#

La denunciante del Caso Gómez debió ser atendida y estaba al borde del desmayo.

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04 SEP 2014 - 22:05

Ayer desde temprano se vio un alboroto en los tribunales de Trelew. Ocurre que se juntaron las partes en dos controvertidos casos que ocupan a la opinión pública. Por un lado, en el sexto piso de los tribunales de Trelew, debía constituirse como querellante el abogado de la familia de Juan Carlos Agüero, Adrián Morales.

Varias personas que acompañaban a la familia del hombre asesinado en la Alcaidía de Trelew se agolparon en el frente del edificio pero cuando quisieron entrar a la sala de audiencias no los dejaron pasar. El abogado Morales tampoco pudo ingresar con sus asesores. Hubo tensión con la escasa Policía.

A todo esto, en el tercer piso, desde las 8 de la mañana se aguardaba la resolución de los jueces César Zaratiegui y Adrián Barrios mediante la cual se iba a decidir si el fiscal jefe de Trelew, Arnaldo Maza, sospechado de estar al tanto de pedidos de coimas para dejar sin efecto el juicio contra el comisario Miguel Gómez, seguía o no involucrado en la toma de decisiones. De hecho, ya tomó la primera, que fue designar a uno de sus fiscales, el doctor Omar Rodríguez, como fiscal del caso. Lo que ocurrió fue que, ante las sospechas que recaen sobre Maza, el imputado y su abogado pidieron que actúe como fiscal jefe un letrado del mismo rango pero de otra circunscripción.

El juez Marcelo Di Biasse hizo que Maza siga involucrado, lo que motivó un recurso ante la Cámara de Apelaciones, la que sí vio el tenor del agravio hacia el imputado. Pero ayer fueron los jueces Zaratiegui y Barrios los que una vez más volvieron a desestimar los planteos de imparcialidad, transparencia y garantías constitucionales.

Decisión

Luego de un cuarto intermedio, a las 9.05 los jueces leyeron el resolutorio en el que se limitaron a explicar que habiendo reanudado la audiencia “fundan y resuelven en forma unánime no hacer lugar a la producción de prueba en esta instancia, solicitada por la defensa, toda vez que resulta exorbitante al objeto de la presente audiencia”. Así confirmaron la decisión de Di Biasse.

De esta manera, hoy desde las 8, en estas condiciones comenzará el debate por el controvertido caso quedando aún sospechas sobre buena parte del Poder Judicial.

“Llamen al médico”

Mientras todo eso ocurría, la víctima que denuncia al comisario inspector Gómez, Norma Beatriz Chingoleo, aguardaba como hace unos cuantos años, poder declarar y contar lo que pasó en 2009 cuando intervino el Grupo de Operaciones Especiales de la Policía en un procedimiento del cual resultó damnificada. Llegó cerca de las 8 y se fue con un pico de presión después de las 11. Su salud pende de un hilo y debe operarse. Pero antes debe declarar y el juicio no deja de postergarse.

En este caso el inicio del debate se programó para hoy pero no por desprolijidades de la Oficina Judicial, sino por una extensa demora del juez de debate quien se retardó en un allanamiento. Chingoleo no paraba de llorar y se la veía al borde del desmayo.

Con obesidad, diabetes e hipertensión, fue atendida por el médico Diego Rodríguez Jacob, del Cuerpo Médico Forense.

Luego llegó un equipo del hospital zonal que le tomó la presión y le midió la glucosa, mientras la defensora Ángela Gómez Lozano la acariciaba y trataba de calmarla.#

La denunciante del Caso Gómez debió ser atendida y estaba al borde del desmayo.


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