Las dos máximas potencias basquetbolísticas de Sudamérica confrontarán mañana, a partir de las 22.00 local (17.00 en la Argentina), en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid por un lugar en cuartos de final de la Copa del Mundo.
Y el equipo argentino, más allá del saldo a favor que tiene en el curso de los distintos Mundiales (4-1 es la ventaja), ostenta el hándicap de que eliminó a su par brasileño en tres de las más importantes competencias realizadas últimamente: Mundial Turquía 2010 (octavos), Preolímpico Mar del Plata 2011 (final) y Juegos Olímpicos Londres 2012 (cuartos).
"La historia en los clásicos no cuenta. Eso es para los periodistas, para los que llevan la estadística. Para nosotros los jugadores, a la hora de salir a la cancha, no existe paternidad ni diferencia", resaltó el jugador cordobés, de 23 años.
La flamante contratación de Real Madrid, que se unirá al plantel 'merengue' una vez que contraiga enlace dentro de dos semanas, le dijo a Télam: "los que estamos adentro (los jugadores) sabemos que los números previos sirven de poco en estas instancias decisivas".
"Es un clásico y no se necesita motivación extra. No quiero comparar pero yo tuve la suerte de jugar los Peñarol-Quilmes, en Mar del Plata, y las cosas que se viven son muy intensas. Pero en un Mundial es mucho más", aseguró Campazzo, el ídolo 'milrayita' que fue cuatro veces campeón de la Liga Nacional.
"Hay que estar concentrado en la cabeza y rendir en lo físico al máximo", espetó el valor surgido del club Municipalidad de Córdoba, que tiene el apoyo de su familia (madre, hermano, primos y madrina) en su primera experiencia mundialista con el seleccionado argentino.
"Tenemos que ser tácticos, llevar adelante una estrategia que nos indicó JUlio (Lamas) y, sobre todo, actuar con mucha intensidad. Esa será la fórmula", anunció Campazzo, que lleva un promedio de cinco asistencias por partido y figura cuarto en la tabla del Mundial en ese rubro, no muy lejos de la línea que, por ahora, establecen Ricky Rubio (España) y Petteri Koponen (Finlandia), los dos con 5,8 pases gol de media.
El futuro jugador del club Real Madrid resaltó que la receta estribará en "que el ritmo del juego lo llevemos nosotros", independientemente de "aislar o no" a Marcelinho Huertas, el conductor rival y habitual vía de gol del equipo de Rubén Magnano.
"Como jugamos en varios pasajes de la primera fase como contra Puerto Rico o con Senegal, les podemos ganar", se envalentonó Campazzo.
"Hay que reducir el margen de error al mínimo. Este es un partido que puede definirse por muy poco", completó el cordobés.
Las dos máximas potencias basquetbolísticas de Sudamérica confrontarán mañana, a partir de las 22.00 local (17.00 en la Argentina), en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid por un lugar en cuartos de final de la Copa del Mundo.
Y el equipo argentino, más allá del saldo a favor que tiene en el curso de los distintos Mundiales (4-1 es la ventaja), ostenta el hándicap de que eliminó a su par brasileño en tres de las más importantes competencias realizadas últimamente: Mundial Turquía 2010 (octavos), Preolímpico Mar del Plata 2011 (final) y Juegos Olímpicos Londres 2012 (cuartos).
"La historia en los clásicos no cuenta. Eso es para los periodistas, para los que llevan la estadística. Para nosotros los jugadores, a la hora de salir a la cancha, no existe paternidad ni diferencia", resaltó el jugador cordobés, de 23 años.
La flamante contratación de Real Madrid, que se unirá al plantel 'merengue' una vez que contraiga enlace dentro de dos semanas, le dijo a Télam: "los que estamos adentro (los jugadores) sabemos que los números previos sirven de poco en estas instancias decisivas".
"Es un clásico y no se necesita motivación extra. No quiero comparar pero yo tuve la suerte de jugar los Peñarol-Quilmes, en Mar del Plata, y las cosas que se viven son muy intensas. Pero en un Mundial es mucho más", aseguró Campazzo, el ídolo 'milrayita' que fue cuatro veces campeón de la Liga Nacional.
"Hay que estar concentrado en la cabeza y rendir en lo físico al máximo", espetó el valor surgido del club Municipalidad de Córdoba, que tiene el apoyo de su familia (madre, hermano, primos y madrina) en su primera experiencia mundialista con el seleccionado argentino.
"Tenemos que ser tácticos, llevar adelante una estrategia que nos indicó JUlio (Lamas) y, sobre todo, actuar con mucha intensidad. Esa será la fórmula", anunció Campazzo, que lleva un promedio de cinco asistencias por partido y figura cuarto en la tabla del Mundial en ese rubro, no muy lejos de la línea que, por ahora, establecen Ricky Rubio (España) y Petteri Koponen (Finlandia), los dos con 5,8 pases gol de media.
El futuro jugador del club Real Madrid resaltó que la receta estribará en "que el ritmo del juego lo llevemos nosotros", independientemente de "aislar o no" a Marcelinho Huertas, el conductor rival y habitual vía de gol del equipo de Rubén Magnano.
"Como jugamos en varios pasajes de la primera fase como contra Puerto Rico o con Senegal, les podemos ganar", se envalentonó Campazzo.
"Hay que reducir el margen de error al mínimo. Este es un partido que puede definirse por muy poco", completó el cordobés.