Caso Aballay: dolor y tensión en los Tribunales

El juez César Zaratiegui ordenó elevar a juicio el crimen de los hermanos Sergio y Matías Aballay, ocurrido en marzo pasado en Trelew. Ayer, el padre de las víctimas intentó agredir al presunto asesino, Horacio Blanco.

10 NOV 2014 - 22:12 | Actualizado

Horacio Blanco, imputado por el doble homicidio y el abuso de arma de fuego contra la mujer de Sergio Aballay, los habría matado a quemarropa luego de una discusión en un mercado de barrio Tiro Federal de Trelew. Seguirá en prisión hasta el juicio.

Todo se decidió en una audiencia preliminar en el 6º piso de Tribunales. Estaba previsto su inicio a las 11 pero la llegada del imputado se demoró una hora. Apenas empezó hubo un cuarto intermedio ya que los padres de los muchachos asesinados reclamaron a gritos por justicia. Miguel Aballay intentó agredir al acusado por el asesinato.

“¿Cómo voy a seguir viviendo ahora?”, gritó Norma, la mamá de los jóvenes. “¡A los dos los mataste!¡A los dos!”, dijo Miguel, expresando todo su dolor. Otros familiares sentados en la sala, llorando, también reclamaron justicia al ver la escena.

Por Fiscalía estuvieron María Tolomei y Lucas Koltsch. Además el querellante Martín Castro y el defensor Carlos Conti.

La extensa audiencia sirvió para que el juez pusiera a consideración de las partes algunas objeciones para la presentación de pruebas. Por ejemplo, la presentación del anticipo jurisdiccional brindado por la testigo principal, presente en el momento de los dramáticos hechos y víctima de los mismos; la defensa intentaba dejar de lado algunas manifestaciones hechas públicas al periodismo por su cliente. Finalmente estas pruebas fueron aceptadas y aclaró la fiscal Tolomei que la testigo podrá estar durante el debate y de no ser así, podrá ser considerado el anticipo de prueba, testimonio tomado en los primeros momentos posteriores al suceso.

Zaratiegui también mantuvo la prisión preventiva, por los riesgos de fuga y entorpecimiento. El querellante Castro calificó el hecho como “el más grave de la última década en la ciudad; es un daño de imposible reparación. Destruyó a toda la familia”.

La actitud

El relato de los acusadores “puso de manifiesto todo lo sucedido, recordando cómo habían sido los hechos, la actitud posterior de Blanco, quien contó con medios suficientes para alejarse de la zona, siendo encontrado días posteriores en un paraje situado a 60 kilómetros de Sierra Grande. Se enfatizó sobre la gravedad y el daño causado, el cual resulta irreparable, considerando que una posible condena no bajará de los 20 años de efectivo cumplimiento”, indicó. La lectura llevó 50 minutos. Aseguró que se elevará causa a juicio porque Fiscalía y querella plasmaron suficientes elementos para predicar que Blanco es con probabilidad el autor del homicidio doble.

“La sola probabilidad de que esta persona sea autor es requisito suficiente. Analicé la pieza acusatoria para ver si este grado de probabilidad se alcanzó. Y anticipo que sí. De la pieza acusatoria, se puede colegir sin dificultad cuáles son los elementos que tuvieron en cuenta Fiscalía y Querella”, subrayó.

“Está claro que tienen un caso suficiente fundado para debatirlo en juicio. Tienen en su poder el testimonio de la señora Alcucero, pareja o esposa de una de las víctimas, que estaba dentro del vehículo”, señaló. “Esta misma persona ratificó lo que venía manifestando ante los funcionarios policiales. Las circunstancias de hecho, tiempo y lugar donde esto ocurrió y la identidad de quien habría producido estos disparos”, reveló.

Zaratiegui explicó a los presentes que “no sólo el caso se construye con el testimonio de la señora sino que resulta de importancia la actuación policial. La inspección ocular, las pericias y el secuestro e inspección del vehículo”.

Resaltó que “predicaba la señora Alcucero que la persona que habría cometido estos crímenes había descendido de un VW Senda. La investigación corroboró que efectivamente ese auto pertenecía al señor Blanco que era a su vez, la persona que ella indicaba como autora”.

El juez, al finalizar la lectura de su decisión de elevar el caso a juicio, refirió que “quedó muy atrás el aforismo de que no se podía contar con un solo testigo. Hoy se requiere la apreciación de los indicios analizados en forma conglobada”, señaló. “Los elementos insertos en la acusación me llevan a la conclusión de que Blanco es con grado de probabilidad el autor de los delitos por los cuales fue acusado y voy a rechazar el pedido de sobreseimiento”.

Según Zaratiegui, “por la gravedad del hecho han sido elocuentes Fiscalía y el doctor Castro”. Según analizó, “de la sola lectura uno no puede decir menos que predicar la gravedad de los mismos. Se atentó el bien supremo y jurídico que se protege, que es la vida. Acá no en un caso sino en dos. Convierte este hecho en grave. También las circunstancias. No habría un motivo de escasa monta para que se produzca este resultado”, dijo.

Según la investigación fiscal, “Blanco habría seguido a las personas desde el lugar que discutieron para en otro lugar distinto acometer con un arma de fuego, lo que indefiende a la víctima. Si se conjuga la gravedad del hecho y la pena, claro está que el peligro de fuga está presente”, agregó.

El juez concluyó que el daño de quitar la vida es irreparable. Pero también lo es en la familia. “Del relato está clara la actitud que es haber producido este hecho gravoso y haberse alejado del lugar”, dijo al confirmar que además ordenaría la continuidad de la prisión hasta el debate.

El hecho

Según relató el Ministerio Público Fiscal, cerca de la 1.30 del domingo 9 de marzo, Sergio y Matías Aballay, de 26 y 23 años, se acercaron a un comercio del barrio Tiro Federal, acompañados por la señora del primero y la hija de dos años. Posteriormente se trasladaron en un vehículo Focus y compartían un asado en casa de los padres de Aballay, en barrio 53 Viviendas.

Cuando desciende del automóvil, Sergio observa disturbios y cuando intenta averiguar qué sucedía se habría presentado Blanco, acercándose en demasía, provocando que Aballay lo empujara. La mujer y el hermano, al ver lo que sucedía, se bajaron del auto y lo sacaron, decidiendo trasladarse a otro comercio, a unas tres cuadras. Nuevamente el que desciende es Sergio, para comprar cerveza en ese local. Mientras, quienes habían quedado en el vehículo observan que se les acerca un vehículo blanco, del cual baja el imputado portando un arma, realizando inclusive el gesto de la carga con proyectiles, provocando la expresión de la mujer: “Este tipo viene con un arma...”.

Allí habría reaccionado Matías, quien trata de ubicarse en el lugar de conductor intentando arrancar. Pero Blanco accede al lugar efectuando tres disparos que impactan en el parabrisas, en la puerta trasera y el restante por ventanilla hiriendo al nombrado. Ante los estampidos, Sergio vuelve rápido al sitio. Pero aproximándose, Blanco le pone el arma en la cabeza y le dispara, provocándole la muerte casi en el acto, para luego subir velozmente en su vehículo y escapar.

La testigo manifestó conocer a esta persona y luego, recabando mayores datos, se concluye que era Horacio Blanco. Se allana la vivienda del nombrado y se halla alguna documentación a su nombre; además se secuestra el auto con papeles que lo identificaban, estando ocupado por cuatro personas. El martes 11 del mismo mes, con una gran tarea policial, se detiene a Blanco en un paraje a 60 kilómetros de Sierra Grande.

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10 NOV 2014 - 22:12

Horacio Blanco, imputado por el doble homicidio y el abuso de arma de fuego contra la mujer de Sergio Aballay, los habría matado a quemarropa luego de una discusión en un mercado de barrio Tiro Federal de Trelew. Seguirá en prisión hasta el juicio.

Todo se decidió en una audiencia preliminar en el 6º piso de Tribunales. Estaba previsto su inicio a las 11 pero la llegada del imputado se demoró una hora. Apenas empezó hubo un cuarto intermedio ya que los padres de los muchachos asesinados reclamaron a gritos por justicia. Miguel Aballay intentó agredir al acusado por el asesinato.

“¿Cómo voy a seguir viviendo ahora?”, gritó Norma, la mamá de los jóvenes. “¡A los dos los mataste!¡A los dos!”, dijo Miguel, expresando todo su dolor. Otros familiares sentados en la sala, llorando, también reclamaron justicia al ver la escena.

Por Fiscalía estuvieron María Tolomei y Lucas Koltsch. Además el querellante Martín Castro y el defensor Carlos Conti.

La extensa audiencia sirvió para que el juez pusiera a consideración de las partes algunas objeciones para la presentación de pruebas. Por ejemplo, la presentación del anticipo jurisdiccional brindado por la testigo principal, presente en el momento de los dramáticos hechos y víctima de los mismos; la defensa intentaba dejar de lado algunas manifestaciones hechas públicas al periodismo por su cliente. Finalmente estas pruebas fueron aceptadas y aclaró la fiscal Tolomei que la testigo podrá estar durante el debate y de no ser así, podrá ser considerado el anticipo de prueba, testimonio tomado en los primeros momentos posteriores al suceso.

Zaratiegui también mantuvo la prisión preventiva, por los riesgos de fuga y entorpecimiento. El querellante Castro calificó el hecho como “el más grave de la última década en la ciudad; es un daño de imposible reparación. Destruyó a toda la familia”.

La actitud

El relato de los acusadores “puso de manifiesto todo lo sucedido, recordando cómo habían sido los hechos, la actitud posterior de Blanco, quien contó con medios suficientes para alejarse de la zona, siendo encontrado días posteriores en un paraje situado a 60 kilómetros de Sierra Grande. Se enfatizó sobre la gravedad y el daño causado, el cual resulta irreparable, considerando que una posible condena no bajará de los 20 años de efectivo cumplimiento”, indicó. La lectura llevó 50 minutos. Aseguró que se elevará causa a juicio porque Fiscalía y querella plasmaron suficientes elementos para predicar que Blanco es con probabilidad el autor del homicidio doble.

“La sola probabilidad de que esta persona sea autor es requisito suficiente. Analicé la pieza acusatoria para ver si este grado de probabilidad se alcanzó. Y anticipo que sí. De la pieza acusatoria, se puede colegir sin dificultad cuáles son los elementos que tuvieron en cuenta Fiscalía y Querella”, subrayó.

“Está claro que tienen un caso suficiente fundado para debatirlo en juicio. Tienen en su poder el testimonio de la señora Alcucero, pareja o esposa de una de las víctimas, que estaba dentro del vehículo”, señaló. “Esta misma persona ratificó lo que venía manifestando ante los funcionarios policiales. Las circunstancias de hecho, tiempo y lugar donde esto ocurrió y la identidad de quien habría producido estos disparos”, reveló.

Zaratiegui explicó a los presentes que “no sólo el caso se construye con el testimonio de la señora sino que resulta de importancia la actuación policial. La inspección ocular, las pericias y el secuestro e inspección del vehículo”.

Resaltó que “predicaba la señora Alcucero que la persona que habría cometido estos crímenes había descendido de un VW Senda. La investigación corroboró que efectivamente ese auto pertenecía al señor Blanco que era a su vez, la persona que ella indicaba como autora”.

El juez, al finalizar la lectura de su decisión de elevar el caso a juicio, refirió que “quedó muy atrás el aforismo de que no se podía contar con un solo testigo. Hoy se requiere la apreciación de los indicios analizados en forma conglobada”, señaló. “Los elementos insertos en la acusación me llevan a la conclusión de que Blanco es con grado de probabilidad el autor de los delitos por los cuales fue acusado y voy a rechazar el pedido de sobreseimiento”.

Según Zaratiegui, “por la gravedad del hecho han sido elocuentes Fiscalía y el doctor Castro”. Según analizó, “de la sola lectura uno no puede decir menos que predicar la gravedad de los mismos. Se atentó el bien supremo y jurídico que se protege, que es la vida. Acá no en un caso sino en dos. Convierte este hecho en grave. También las circunstancias. No habría un motivo de escasa monta para que se produzca este resultado”, dijo.

Según la investigación fiscal, “Blanco habría seguido a las personas desde el lugar que discutieron para en otro lugar distinto acometer con un arma de fuego, lo que indefiende a la víctima. Si se conjuga la gravedad del hecho y la pena, claro está que el peligro de fuga está presente”, agregó.

El juez concluyó que el daño de quitar la vida es irreparable. Pero también lo es en la familia. “Del relato está clara la actitud que es haber producido este hecho gravoso y haberse alejado del lugar”, dijo al confirmar que además ordenaría la continuidad de la prisión hasta el debate.

El hecho

Según relató el Ministerio Público Fiscal, cerca de la 1.30 del domingo 9 de marzo, Sergio y Matías Aballay, de 26 y 23 años, se acercaron a un comercio del barrio Tiro Federal, acompañados por la señora del primero y la hija de dos años. Posteriormente se trasladaron en un vehículo Focus y compartían un asado en casa de los padres de Aballay, en barrio 53 Viviendas.

Cuando desciende del automóvil, Sergio observa disturbios y cuando intenta averiguar qué sucedía se habría presentado Blanco, acercándose en demasía, provocando que Aballay lo empujara. La mujer y el hermano, al ver lo que sucedía, se bajaron del auto y lo sacaron, decidiendo trasladarse a otro comercio, a unas tres cuadras. Nuevamente el que desciende es Sergio, para comprar cerveza en ese local. Mientras, quienes habían quedado en el vehículo observan que se les acerca un vehículo blanco, del cual baja el imputado portando un arma, realizando inclusive el gesto de la carga con proyectiles, provocando la expresión de la mujer: “Este tipo viene con un arma...”.

Allí habría reaccionado Matías, quien trata de ubicarse en el lugar de conductor intentando arrancar. Pero Blanco accede al lugar efectuando tres disparos que impactan en el parabrisas, en la puerta trasera y el restante por ventanilla hiriendo al nombrado. Ante los estampidos, Sergio vuelve rápido al sitio. Pero aproximándose, Blanco le pone el arma en la cabeza y le dispara, provocándole la muerte casi en el acto, para luego subir velozmente en su vehículo y escapar.

La testigo manifestó conocer a esta persona y luego, recabando mayores datos, se concluye que era Horacio Blanco. Se allana la vivienda del nombrado y se halla alguna documentación a su nombre; además se secuestra el auto con papeles que lo identificaban, estando ocupado por cuatro personas. El martes 11 del mismo mes, con una gran tarea policial, se detiene a Blanco en un paraje a 60 kilómetros de Sierra Grande.


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