Por Lorena Leeming / Twitter: @loreleeming
El hecho ocurrió el 4 de noviembre de este año en el barrio Planta de Gas. María Alejandra Almonacid (35) en medio de una crisis de nervios mientras discutía con su pareja Carlos Hueche (42), tomó un cuchillo y lo mató. Asegura que era víctima de violencia de género “Yo lo amaba. Pensábamos tener hijos. No quise matarlo. Estoy viviendo la peor pesadilla. El me pegaba y me llenaba la cabeza con maltratos y malas palabras”.
Alejandra Almonacid relató en una entrevista con Jornada lo que sucedió aquel día. Lo hizo en su vivienda en donde se encuentra cumpliendo la pena de prisión domiciliaria hasta el juicio.
Aseguró que estaba en pareja desde hacía un año y medio con el fallecido. “Ultimamente estábamos re mal. Siempre peleando. Me celaba mucho. Me cortaba las salidas y los celulares. Me empezó a pegar. La primera vez fue una navidad del año pasado. Me pegó al lado de mi hijo. Pero esa vez, lo dejé pasar”, admitió.
Admite la mujer que de todas las veces que fue víctima de violencia, nunca hizo la denuncia. “No, yo no denunciaba porque después nos arreglábamos. Pero a él, se le hizo una costumbre insultarme. Pegarme, me daba patadas. Tomaba mucho. Yo le decía que no lo haga porque se ponía agresivo. Se iba con su hijo de 19 años y tomaban. Se peleaba con él y se la agarraba conmigo”, describió.
Alejandra, presa del temor y la impotencia por estar entrando de a poco en la realidad que le toca vivir, reveló que “me llenaba la cabeza con maltratos y malas palabras. Un día, me apuntó con un cuchillo. No me dejaba ir ni a la iglesia. Me celaba mucho. Era imposible vivir así. Ahora me vengo a enterar que le pegaba a sus ex mujeres. Les pegaba a todas”, sostuvo.
La joven mujer advirtió que “me empezó a pegar a mí. Me dolía mucho lo que me decía. Me estaba volviendo loca. Después decía que íbamos a estar mejor. Yo volvía con él porque le tenía miedo. Yo sabía que esto podía pasar. En cualquier momento se le iba a ir la mano a él o a mí. Yo estaba cansada”, admitió.
Se refirió al día del hecho. “Habíamos peleado el día anterior y él se presentó al mediodía del otro día. Vino a buscar sus cosas alcoholizados. Estábamos separados. Me habían dicho que había estado preso. Tenía los brazos marcados. Yo estaba en un estado de shock. Discutimos en la pieza. Lo corté. Lo quería asustar. No fue mi intención matarlo. Lo ví lleno de sangre” recordó.
Remitió Alejandra que su pareja le decía constantemente que “estaba loca”. Advirtió que también se lo decía a su padre. “Me insultaba, me decía que me quedaría sola como un perro”, sostuvo.
Resaltó además que siempre peleaban por alguna u otra razón. “Nunca podía salir sola al centro, me controlaba todo tiempo” dijo, a la vez que confió que a partir de lo sucedido no logra conciliar el sueño. “No puedo dormir. No duermo. Me afecta la vida con mis hijos. Es una pesadilla. Lo que me pasó, es una desgracia de la vida”, remarcó.
Apuntó la mujer que lo que estaba sufriendo es “un maltrato permanente”. Recaló que “me estaba volviendo loca. Me pegaba piñas y tenía los brazos morados. Se hacía el víctima con toda la familia. Yo lo tenía que tapar. Yo lo quería. Yo estaba enamoraba. Quería tener hijos. El me quería llevar al campo y que mi hija quede en un internado. No quería ir porque sabía que si me pegaba acá, en el campo me mataba”, advirtió.
Se sinceró Alejandra resaltando que “me arrepiento no haberme separado antes para que no pasara todo esto que me está pasando ahora”.
Se refirió además a un hecho puntual que le sucedió la semana pasada cuando por una afección de salud tuvo que ser trasladada al Hospital. Aseguró que policías la trataron mal. “Me tratan como criminal y asesina. Yo no le ando pegando a todo el mundo. Ahora lo estoy pagando. Me tratan mal”, sostuvo.
Para finalizar, se refirió a las mujeres que son víctimas de violencia de género. “Les digo que no se dejen golpear. Estoy viviendo una pesadilla. Ahora, con todo esto, la estoy pasando peor. No fue mi intención matar a mi marido. No soy agresiva. Nunca peleé. No me meto en nada. Nunca estuve presa. Esto es lo peor que me pudo pasar”, concluyó.
Por Lorena Leeming / Twitter: @loreleeming
El hecho ocurrió el 4 de noviembre de este año en el barrio Planta de Gas. María Alejandra Almonacid (35) en medio de una crisis de nervios mientras discutía con su pareja Carlos Hueche (42), tomó un cuchillo y lo mató. Asegura que era víctima de violencia de género “Yo lo amaba. Pensábamos tener hijos. No quise matarlo. Estoy viviendo la peor pesadilla. El me pegaba y me llenaba la cabeza con maltratos y malas palabras”.
Alejandra Almonacid relató en una entrevista con Jornada lo que sucedió aquel día. Lo hizo en su vivienda en donde se encuentra cumpliendo la pena de prisión domiciliaria hasta el juicio.
Aseguró que estaba en pareja desde hacía un año y medio con el fallecido. “Ultimamente estábamos re mal. Siempre peleando. Me celaba mucho. Me cortaba las salidas y los celulares. Me empezó a pegar. La primera vez fue una navidad del año pasado. Me pegó al lado de mi hijo. Pero esa vez, lo dejé pasar”, admitió.
Admite la mujer que de todas las veces que fue víctima de violencia, nunca hizo la denuncia. “No, yo no denunciaba porque después nos arreglábamos. Pero a él, se le hizo una costumbre insultarme. Pegarme, me daba patadas. Tomaba mucho. Yo le decía que no lo haga porque se ponía agresivo. Se iba con su hijo de 19 años y tomaban. Se peleaba con él y se la agarraba conmigo”, describió.
Alejandra, presa del temor y la impotencia por estar entrando de a poco en la realidad que le toca vivir, reveló que “me llenaba la cabeza con maltratos y malas palabras. Un día, me apuntó con un cuchillo. No me dejaba ir ni a la iglesia. Me celaba mucho. Era imposible vivir así. Ahora me vengo a enterar que le pegaba a sus ex mujeres. Les pegaba a todas”, sostuvo.
La joven mujer advirtió que “me empezó a pegar a mí. Me dolía mucho lo que me decía. Me estaba volviendo loca. Después decía que íbamos a estar mejor. Yo volvía con él porque le tenía miedo. Yo sabía que esto podía pasar. En cualquier momento se le iba a ir la mano a él o a mí. Yo estaba cansada”, admitió.
Se refirió al día del hecho. “Habíamos peleado el día anterior y él se presentó al mediodía del otro día. Vino a buscar sus cosas alcoholizados. Estábamos separados. Me habían dicho que había estado preso. Tenía los brazos marcados. Yo estaba en un estado de shock. Discutimos en la pieza. Lo corté. Lo quería asustar. No fue mi intención matarlo. Lo ví lleno de sangre” recordó.
Remitió Alejandra que su pareja le decía constantemente que “estaba loca”. Advirtió que también se lo decía a su padre. “Me insultaba, me decía que me quedaría sola como un perro”, sostuvo.
Resaltó además que siempre peleaban por alguna u otra razón. “Nunca podía salir sola al centro, me controlaba todo tiempo” dijo, a la vez que confió que a partir de lo sucedido no logra conciliar el sueño. “No puedo dormir. No duermo. Me afecta la vida con mis hijos. Es una pesadilla. Lo que me pasó, es una desgracia de la vida”, remarcó.
Apuntó la mujer que lo que estaba sufriendo es “un maltrato permanente”. Recaló que “me estaba volviendo loca. Me pegaba piñas y tenía los brazos morados. Se hacía el víctima con toda la familia. Yo lo tenía que tapar. Yo lo quería. Yo estaba enamoraba. Quería tener hijos. El me quería llevar al campo y que mi hija quede en un internado. No quería ir porque sabía que si me pegaba acá, en el campo me mataba”, advirtió.
Se sinceró Alejandra resaltando que “me arrepiento no haberme separado antes para que no pasara todo esto que me está pasando ahora”.
Se refirió además a un hecho puntual que le sucedió la semana pasada cuando por una afección de salud tuvo que ser trasladada al Hospital. Aseguró que policías la trataron mal. “Me tratan como criminal y asesina. Yo no le ando pegando a todo el mundo. Ahora lo estoy pagando. Me tratan mal”, sostuvo.
Para finalizar, se refirió a las mujeres que son víctimas de violencia de género. “Les digo que no se dejen golpear. Estoy viviendo una pesadilla. Ahora, con todo esto, la estoy pasando peor. No fue mi intención matar a mi marido. No soy agresiva. Nunca peleé. No me meto en nada. Nunca estuve presa. Esto es lo peor que me pudo pasar”, concluyó.