Crece el escándalo por las torturas de la CIA

El comité parlamentario de Seguridad e Inteligencia británico reclamó a las autoridades estadounidenses que entreguen material que documente una supuesta participación de Gran Bretaña en el programa de interrogatorios de la CIA después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

14 DIC 2014 - 11:58 | Actualizado

Sir Malcolm Rifkind, que encabeza ese comité de Inteligencia, escribió un editorial en el periódico dominical inglés The Sunday Telegraph, citado por la agencia Ansa, en el que admitió que el grupo determinará si el gobierno o las agencias de seguridad trataron de redactar partes del reporte del Senado que contenían información comprometedora para Londres.

El pedido fue hecho una semana después de que un reporte del Senado estadounidense concluyó que hubo trato "brutal" de agentes de la CIA a sospechosos del grupo Al Qaeda, incluidas practicas de tortura.

El Comité parlamentario británico está realizando una investigación por el trato dado a los detenidos por agentes de la Inteligencia británica en la década posterior a los atentados de 2001 en Estados Unidos.

El parlamentario indicó además que el comité evaluará otros asuntos, incluidos el uso del territorio británico de ultramar en la isla de Diego García, en el Océano Indico, por parte de agentes norteamericanos que participaban de programas de interrogatorios a sospechosos.

Rifkind dijo que el gobierno estadounidense deberá decidir si entrega el documento original como le pide el Parlamento británico o si lo hace directamente el Senado norteamericano, pero a partir de una versión más reducida que se hizo pública.

El reporte del Senado norteamericano reveló que la CIA llevó a cabo interrogatorios "brutales" a sospechosos de terrorismo en los meses posteriores a los atentados del 11 de septiembre.

Entre los abusos detalló prácticas de tortura como el método de "submarino", golpizas, posiciones estresantes y privación del sueño.

El documento detalló también que un sospechoso fue mantenido vivo durante horas dentro de una caja del tipo féretro y que otros fueron amenazados física y psicológicamente durante interrogatorios.

La CIA admitió que se cometieron "algunos errores", pero insistió en que el programa de interrogatorios salvó vidas y fue "crítico" para entender cómo operaba Al Qaeda.

Una versión del reporte fue finalizada en 2012, pero hubo muchos desacuerdos acerca de cómo debía ser publicado. Parte de

ese proceso fue una "revisión de clasificación" por parte de la CIA acerca de qué información debía seguir manteniéndose en secreto.

14 DIC 2014 - 11:58

Sir Malcolm Rifkind, que encabeza ese comité de Inteligencia, escribió un editorial en el periódico dominical inglés The Sunday Telegraph, citado por la agencia Ansa, en el que admitió que el grupo determinará si el gobierno o las agencias de seguridad trataron de redactar partes del reporte del Senado que contenían información comprometedora para Londres.

El pedido fue hecho una semana después de que un reporte del Senado estadounidense concluyó que hubo trato "brutal" de agentes de la CIA a sospechosos del grupo Al Qaeda, incluidas practicas de tortura.

El Comité parlamentario británico está realizando una investigación por el trato dado a los detenidos por agentes de la Inteligencia británica en la década posterior a los atentados de 2001 en Estados Unidos.

El parlamentario indicó además que el comité evaluará otros asuntos, incluidos el uso del territorio británico de ultramar en la isla de Diego García, en el Océano Indico, por parte de agentes norteamericanos que participaban de programas de interrogatorios a sospechosos.

Rifkind dijo que el gobierno estadounidense deberá decidir si entrega el documento original como le pide el Parlamento británico o si lo hace directamente el Senado norteamericano, pero a partir de una versión más reducida que se hizo pública.

El reporte del Senado norteamericano reveló que la CIA llevó a cabo interrogatorios "brutales" a sospechosos de terrorismo en los meses posteriores a los atentados del 11 de septiembre.

Entre los abusos detalló prácticas de tortura como el método de "submarino", golpizas, posiciones estresantes y privación del sueño.

El documento detalló también que un sospechoso fue mantenido vivo durante horas dentro de una caja del tipo féretro y que otros fueron amenazados física y psicológicamente durante interrogatorios.

La CIA admitió que se cometieron "algunos errores", pero insistió en que el programa de interrogatorios salvó vidas y fue "crítico" para entender cómo operaba Al Qaeda.

Una versión del reporte fue finalizada en 2012, pero hubo muchos desacuerdos acerca de cómo debía ser publicado. Parte de

ese proceso fue una "revisión de clasificación" por parte de la CIA acerca de qué información debía seguir manteniéndose en secreto.


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