Jordania ejecuta a dos miembros de Al Qaeda en venganza por el asesinato del piloto

Tras jurar venganza y prometer "una respuesta estremecedora, decisiva y fuerte", Jordania ejecutó a dos militantes que hacía años estaban presos en sus cárceles, en una evidente represalia por el asesinato de su piloto de la Fuerza Aérea, que fue quemado vivo por la milicia Estado islámico.

05 FEB 2015 - 2:27 | Actualizado

"La sangre del héroe mártir no quedará sin la respuesta severa de Jordania y de su Ejército a ese acto cobarde y criminal, porque esa organización terrorista no sólo lucha contra nosotros, sino también contra el islam y sus nobles valores", prometió el rey jordano Abdullah II durante una reunión con las cúpulas de las fuerzas de seguridad del país.

En un tono abiertamente dramático, el comunicado de la Casa Real, sostuvo que los mundos árabe e islámico están librando "una guerra sin cuartel para preservar su credo y los valores humanos", según informó la agencia de noticias EFE.

Ayer el EI difundió un video que mostraba cómo un grupo de combatientes prendía fuego al piloto Muaz Kasasbeh, quien había sido capturado en diciembre pasado cuando participaba de los ataques aéreos de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, sobre las posiciones de esa milicia islamista en el norte de Siria.

El asesinato del joven piloto jordano de 26 años desató una ira generalizada en el país, que rápidamente desembocó en la ejecución de Sayida al Rishawi, una militante de Al Qaeda de 44 años que pasó los últimos diez en una prisión jordana por participar de un atentado que dejó 38 muertos, y Ziad al Karboli, otro miembro de la organización, condenado por el asesinato de un ciudadano jordano.

Al Rishawi, la hermana de la mano derecha del fallecido líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqawi, había sido elegida por el EI para un canje de prisioneros junto al piloto, que finalmente se truncó.

Los dos militantes islamistas hacía tiempo que habían sido condenados a muerte por la Justicia jordana, pero la monarquía había dejado entrever que no ejecutaría la sentencia.

Pero la cruel muerte del joven piloto encendió los ánimos en Jordania y también en el resto de Medio Oriente.

En Egipto, la prestigiosa institución sunnita Al Azhar instó hoy a los musulmanes a castigar a los "terroristas" del EI, "a los agresores corrompidos que combaten a Dios y a su profeta", con "la muerte, la crucifixión o la amputación de sus manos y sus pies", según un comunicado firmado por el gran iman de la institución, el jeque Ahmed al Tayeb.

En tanto, el canciller israelí, Avigdor Lieberman, reivindicó la decisión de hoy del monarca jordano y dijo que "debería ser alabado por su pronta y enérgica reacción contra este acto de terror, al ejecutar a una terrorista cuya liberación fue exigida por EI, así como de un agente de Al Qaeda", según un comunicado difundido por su oficina.

"El mundo necesita un liderazgo firme dedicado a la aniquilación del terrorismo islámico, incluyendo al EI, Hamas, Hezbollah, Al Qaeda y sus socios", sentenció el canciller israelí.

Además de las dos ejecuciones, el rey Abdullah II también destacó hoy que el "horrible crimen demuestra lo correcta que ha sido la actitud de Jordania uniéndose a esta guerra contra el terrorismo".

Ammán junto con la mayoría de las monarquías conservadoras de la región se sumaron a la coalición creada por Washington en la segunda mitad de 2014 para "perseguir y destruir" al EI "donde quiere que esté", según las palabras del propio Barack Obama.

Hasta ahora, los bombardeos aéreos y la asistencia militar en el terreno se concentró en el oeste y el norte de Irak y en el norte de la vecina Siria.

En total, Washington estima que la milicia extremista que asesinó a Kasasbeh, a seis civiles de Estados Unidos, Reino Unido y Japón, y a cientos de iraquíes y sirios controlan más de un cuarto de los territorios de esos dos países vecinos de Medio Oriente.

Mientras el nuevo asesinato televisado del EI redobló la convicción de Ammán en la vía armada, fuentes de seguridad de los Emiratos Árabes Unidos adelantaron al diario británico The Guardian que ya no participarán de los bombardeos aéreos de la coalición internacional contra el EI en Irak y Siria.

Las fuentes no dieron más detalles, excepto que la decisión fue tomada luego de conocerse la muerte del piloto jordano y que la monarquía del Golfo continuará colaborando con Estados Unidos y sus aliados en la región con ayuda financiera y humanitaria.

Pese a la violenta reacción de la monarquía jordana, la comunidad internacional y, principalmente, el mundo islámico expresó hoy su apoyo a Ammán.

Mientras el rey Abdullah cosechó ayer la solidaridad de las principales potencias occidentales, hoy la Liga Árabe sostuvo que la ejecución del piloto jordano "viola las leyes internacionales" y "se remonta a la Edad Media".

Por su parte, el gobierno sirio, que hace casi cuatro años enfrenta una cruenta guerra civil protagonizada por grupos insurgentes, islamistas y laicos, apoyados por las potencias occidentales y sus aliados en la región, entre ellos la propia Jordania, instó a Ammán a unirse al Ejército sirio en la lucha contra el EI.

Por último, el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdelaziz, envió un telegrama para expresar sus condolencias a su par jordano, en el que aseguró que el asesinato cometido por el EI es un "crimen atroz" y es "contrario a la religión musulmana y al derecho humanitario", pese a que en ese país se continúan utilizando castigos muy similares a los que usa la milicia extremista en Irak y Siria.

La única voz disidente que se escuchó hoy dentro de la comunidad internacional fue la de Amnistía Internacional.

"La maliciosa ejecución sumaria de un piloto jordano, que fue quemado vivo por un grupo armado que se hace llamar el Estado Islámico, es un ataque atroz contra la humanidad, pero responder con ejecuciones no es la respuesta", sostuvo la organización en un comunicado difundido en su página web.

"La pena de muerte además no debería ser utilizada como venganza. No se debe permitir que las grotescas tácticas del EI alimenten un ciclo de ejecuciones sangrientas como represalia", agregó.

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05 FEB 2015 - 2:27

"La sangre del héroe mártir no quedará sin la respuesta severa de Jordania y de su Ejército a ese acto cobarde y criminal, porque esa organización terrorista no sólo lucha contra nosotros, sino también contra el islam y sus nobles valores", prometió el rey jordano Abdullah II durante una reunión con las cúpulas de las fuerzas de seguridad del país.

En un tono abiertamente dramático, el comunicado de la Casa Real, sostuvo que los mundos árabe e islámico están librando "una guerra sin cuartel para preservar su credo y los valores humanos", según informó la agencia de noticias EFE.

Ayer el EI difundió un video que mostraba cómo un grupo de combatientes prendía fuego al piloto Muaz Kasasbeh, quien había sido capturado en diciembre pasado cuando participaba de los ataques aéreos de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, sobre las posiciones de esa milicia islamista en el norte de Siria.

El asesinato del joven piloto jordano de 26 años desató una ira generalizada en el país, que rápidamente desembocó en la ejecución de Sayida al Rishawi, una militante de Al Qaeda de 44 años que pasó los últimos diez en una prisión jordana por participar de un atentado que dejó 38 muertos, y Ziad al Karboli, otro miembro de la organización, condenado por el asesinato de un ciudadano jordano.

Al Rishawi, la hermana de la mano derecha del fallecido líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqawi, había sido elegida por el EI para un canje de prisioneros junto al piloto, que finalmente se truncó.

Los dos militantes islamistas hacía tiempo que habían sido condenados a muerte por la Justicia jordana, pero la monarquía había dejado entrever que no ejecutaría la sentencia.

Pero la cruel muerte del joven piloto encendió los ánimos en Jordania y también en el resto de Medio Oriente.

En Egipto, la prestigiosa institución sunnita Al Azhar instó hoy a los musulmanes a castigar a los "terroristas" del EI, "a los agresores corrompidos que combaten a Dios y a su profeta", con "la muerte, la crucifixión o la amputación de sus manos y sus pies", según un comunicado firmado por el gran iman de la institución, el jeque Ahmed al Tayeb.

En tanto, el canciller israelí, Avigdor Lieberman, reivindicó la decisión de hoy del monarca jordano y dijo que "debería ser alabado por su pronta y enérgica reacción contra este acto de terror, al ejecutar a una terrorista cuya liberación fue exigida por EI, así como de un agente de Al Qaeda", según un comunicado difundido por su oficina.

"El mundo necesita un liderazgo firme dedicado a la aniquilación del terrorismo islámico, incluyendo al EI, Hamas, Hezbollah, Al Qaeda y sus socios", sentenció el canciller israelí.

Además de las dos ejecuciones, el rey Abdullah II también destacó hoy que el "horrible crimen demuestra lo correcta que ha sido la actitud de Jordania uniéndose a esta guerra contra el terrorismo".

Ammán junto con la mayoría de las monarquías conservadoras de la región se sumaron a la coalición creada por Washington en la segunda mitad de 2014 para "perseguir y destruir" al EI "donde quiere que esté", según las palabras del propio Barack Obama.

Hasta ahora, los bombardeos aéreos y la asistencia militar en el terreno se concentró en el oeste y el norte de Irak y en el norte de la vecina Siria.

En total, Washington estima que la milicia extremista que asesinó a Kasasbeh, a seis civiles de Estados Unidos, Reino Unido y Japón, y a cientos de iraquíes y sirios controlan más de un cuarto de los territorios de esos dos países vecinos de Medio Oriente.

Mientras el nuevo asesinato televisado del EI redobló la convicción de Ammán en la vía armada, fuentes de seguridad de los Emiratos Árabes Unidos adelantaron al diario británico The Guardian que ya no participarán de los bombardeos aéreos de la coalición internacional contra el EI en Irak y Siria.

Las fuentes no dieron más detalles, excepto que la decisión fue tomada luego de conocerse la muerte del piloto jordano y que la monarquía del Golfo continuará colaborando con Estados Unidos y sus aliados en la región con ayuda financiera y humanitaria.

Pese a la violenta reacción de la monarquía jordana, la comunidad internacional y, principalmente, el mundo islámico expresó hoy su apoyo a Ammán.

Mientras el rey Abdullah cosechó ayer la solidaridad de las principales potencias occidentales, hoy la Liga Árabe sostuvo que la ejecución del piloto jordano "viola las leyes internacionales" y "se remonta a la Edad Media".

Por su parte, el gobierno sirio, que hace casi cuatro años enfrenta una cruenta guerra civil protagonizada por grupos insurgentes, islamistas y laicos, apoyados por las potencias occidentales y sus aliados en la región, entre ellos la propia Jordania, instó a Ammán a unirse al Ejército sirio en la lucha contra el EI.

Por último, el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdelaziz, envió un telegrama para expresar sus condolencias a su par jordano, en el que aseguró que el asesinato cometido por el EI es un "crimen atroz" y es "contrario a la religión musulmana y al derecho humanitario", pese a que en ese país se continúan utilizando castigos muy similares a los que usa la milicia extremista en Irak y Siria.

La única voz disidente que se escuchó hoy dentro de la comunidad internacional fue la de Amnistía Internacional.

"La maliciosa ejecución sumaria de un piloto jordano, que fue quemado vivo por un grupo armado que se hace llamar el Estado Islámico, es un ataque atroz contra la humanidad, pero responder con ejecuciones no es la respuesta", sostuvo la organización en un comunicado difundido en su página web.

"La pena de muerte además no debería ser utilizada como venganza. No se debe permitir que las grotescas tácticas del EI alimenten un ciclo de ejecuciones sangrientas como represalia", agregó.


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