La grave crisis financiera del Parma, que lo tiene a un paso de la quiebra, hizo que el equipo debiera posponer un partido por segunda fecha consecutiva, ya que su encuentro de local contra Udinese no pudo jugarlo al no tener dinero para pagar el operativo de seguridad.
"No viajaremos a Génova. Hemos pedido que se postergue el partido", expresó hoy el capitán del Parma, Alessandro Lucarelli en declaraciones que reprodujo la agencia ANSA, representando la postura del equipo que conduce Roberto Donadoni.
"Hemos solicitado la postergación del partido y si no nos la conceden estamos dispuestos a parar, aún cuando esto signifique que nos den por perdido el partido por 3-0 (como indica el reglamento)", advertió Lucarelli.
De todas formas, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) suspendió el partido sin quitarle puntos a Parma. "Considerando el estado moral, ético, individual y deportivo de los jugadores, que no están en condiciones de dar lo máximo a nivel atlético y mental, evaluamos el pedido y decidimos hacer lugar al mismo. Pero es un hecho grave que difícilmente pueda repetirse", explicó Carlo Tavecchio, titular de la FICG.
Parma podría ser declarado en quiebra el próximo 19 de marzo, aunque se está investigando. Su flamante presidente, Giampietro Manenti, prometió cancelar parte de la deuda que el club mantiene no sólo con el plantel, sino con los empleados y con el fisco italiano.
Los jugadores no cobran sus sueldos desde junio y en total les adeudan una suma cercana a los 17 millones de euros.
La situación fiscal derivó en la confiscación de algunos de los bienes del club, como mobiliario, autobús y otros vehículos en los que se trasladaban el plantel y los dirigentes, que podrían ser subastados en la primera semana de marzo.
La grave crisis financiera del Parma, que lo tiene a un paso de la quiebra, hizo que el equipo debiera posponer un partido por segunda fecha consecutiva, ya que su encuentro de local contra Udinese no pudo jugarlo al no tener dinero para pagar el operativo de seguridad.
"No viajaremos a Génova. Hemos pedido que se postergue el partido", expresó hoy el capitán del Parma, Alessandro Lucarelli en declaraciones que reprodujo la agencia ANSA, representando la postura del equipo que conduce Roberto Donadoni.
"Hemos solicitado la postergación del partido y si no nos la conceden estamos dispuestos a parar, aún cuando esto signifique que nos den por perdido el partido por 3-0 (como indica el reglamento)", advertió Lucarelli.
De todas formas, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) suspendió el partido sin quitarle puntos a Parma. "Considerando el estado moral, ético, individual y deportivo de los jugadores, que no están en condiciones de dar lo máximo a nivel atlético y mental, evaluamos el pedido y decidimos hacer lugar al mismo. Pero es un hecho grave que difícilmente pueda repetirse", explicó Carlo Tavecchio, titular de la FICG.
Parma podría ser declarado en quiebra el próximo 19 de marzo, aunque se está investigando. Su flamante presidente, Giampietro Manenti, prometió cancelar parte de la deuda que el club mantiene no sólo con el plantel, sino con los empleados y con el fisco italiano.
Los jugadores no cobran sus sueldos desde junio y en total les adeudan una suma cercana a los 17 millones de euros.
La situación fiscal derivó en la confiscación de algunos de los bienes del club, como mobiliario, autobús y otros vehículos en los que se trasladaban el plantel y los dirigentes, que podrían ser subastados en la primera semana de marzo.