Pasutti vs. Judiciales

En un clima tenso, el presidente del Superior Tribunal de Justicia dio su discurso anual ante los diputados. Criticó a los empleados del Poder Judicial y a la “judicialización” de la política.

Papelitos. El ministro terminó su discurso y una lluvia de papel picado rompió la solemnidad del recinto.
19 MAR 2015 - 21:43 | Actualizado

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

"Mentiroso/Pasutti mentirooosooo/te vas a arrepentiiiir/cuando esté con ooootrooo”. Cantando Karina entre papel picado y silbidos, el Sindicato de Trabajadores Judiciales del Chubut despidió de la Legislatura al presidente del Superior Tribunal de Justicia, José Luis Pasutti, luego de un discurso de 40 minutos que lo mostró enojado como nunca con las interrupciones.

No lo insultaron pero sí le reclamaron a los gritos y lo ovacionaron con ironía cada vez que elogió su gestión.

El abucheo mayor fue al final, cuando destacó su “vocación de independencia, imparcialidad y transparencia” y garantizó: “Nunca cedí a presiones de cualquier sector, político o de la sociedad. Igual que con mis posiciones y opiniones públicas, que aunque me trajeron problemas nunca callé ni falseé argumentos para simpatizar con los gobiernos de turno”.

El gremio completó las dos bandejas altas con banderas y hasta encapuchados de papel. Los que no pudieron entrar lo disimularon: no hubo un segundo sin escuchar bombos y bombas de estruendo desde afuera.

En este escenario hostil, Pasutti criticó la judicialización de la política en Chubut. “No es saludable traspasar las decisiones de un poder a otro para resolver asuntos fundamentalmente políticos, ya que se sustituye la voluntad de legisladores o partidos políticos por la de los jueces”. Por eso exigió que “lo político y lo jurídico transiten por andariveles distintos”.

Ausente el gobernador Martín Buzzi, el secretario de Seguridad Oscar Martínez Conti fue el funcionario del Poder Ejecutivo de más jerarquía; el único intendente fue el gaimense Gabriel Restucha.

“Año difícil”

Pasutti admitió que “fue un año difícil para el Poder Judicial” aunque aclaró que funcionó bien “aún dentro de la conflictividad interna” que generó el amparo judicial de Magistrados y Funcionarios, y “las medidas de fuerza que frecuentemente toman los empleados”.

Entre silbidos, destacó la acordada que ajustó los aumentos salariales a los otorgados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Y se quejó de que ya van cuatro años sin presupuesto aprobado en Legislatura. “Así es imposible un plan racional de funcionamiento y de crecimiento organizado”.

“Las diferencias sustanciales se suscitan en la masa salarial, condicionada fuertemente por las sentencias judiciales de los magistrados respecto a la intangibilidad salarial, y se traslada a toda la escala de haberes en función a la Ley de Porcentualidad”, admitió. Este conflicto no se resolverá “sin un trabajo coordinado de los tres poderes; son necesarias acciones del Poder Judicial acompañado por el Ejecutivo, que recauda los fondos, y del Legislativo, para promover los instrumentos legales que viabilicen y cierren definitivamente esta delicada problemática. Si no se logra esto, cualquier arreglo será precario e inestable”.

“¿Qué le sucede a nuestro sistema político y a quienes lo representamos para que no se logren coincidencias básicas que permitan una aprobación presupuestaria, situación que no registra precedentes?”, se preguntó. “Al Poder Judicial le tocó navegar sin brújula, prácticamente durante un período electoral, reformulando cargos para poder funcionar y conviniendo con el Poder Ejecutivo el traspaso de partidas cuando fue necesario –se quejó-. Sería oportuno establecer un diálogo interpoderes para enderezar esta cuestión atascada; lo peor que podemos hacer es no hacer nada”.

También hubo críticas para el Digesto Jurídico. “Notamos errores ya que se derogaron leyes vigentes y a su vez, se incluyeron leyes derogadas, lo que hacía prever acciones legales altamente perjudiciales”. Por esta equivocación el Superior “recibió una andanada de juicios al Estado”. Y Provincia debe pagar las costas de casos con “miles” de demandantes.

“Podemos y debemos corregir todos la falta de diálogo y colaboración entre los poderes. Es necesario poder convenir la cifra de un presupuesto, o corregir leyes equivocadas que perjudicarán al Estado”.

Pasutti también criticó que no se apruebe el proyecto de nuevo Código Procesal Civil, que hace ya 12 años se envió a Legislatura. “No se logró avanzar un ápice en su estudio y tratamiento y seguimos sometidos al oprobio de operar con un Código Civil introducido por la dictadura del General Onganía, en 1967”, repasó.

De lo bueno destacó la creación del Juzgado de Lago Puelo. “Es la posibilidad de acceso a la justicia para muchos ciudadanos, que era muy difícil por las grandes distancias que unen a la región con Esquel, el tribunal más próximo; además de la dureza del clima, que torna difícil el tránsito por la zona”.

La actividad de ese Juzgado y los organismos que se creen “deben ser debidamente planificados y proveídos de recursos para llegar a una población fuertemente vulnerable, pues si bien existe una franja urbana organizada en Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, Cholila y El Maitén, la población rural en Cushamen, Gualjaina y El Molle, contiene gran parte de esa población que merece nuestro cuidado y atención”.

También se creó un Juzgado Laboral en Rawson. “Pero se necesitarían leyes complementarias ya que sin presupuesto, la planta de personal carece de vacantes para que funcione, y de edificio”. El ministro anticipó un proyecto de ley ampliando la competencia de ese juzgado a Civil, Comercial, Rural y de Minería. “Los juzgados podrían subrogarse mutuamente, compartir edificio y personal, reduciendo notablemente el gasto y facilitando su puesta en funcionamiento”.

En cuanto a las 6 hectáreas de la Ciudad Judicial de Comodoro Rivadavia, “es importante encontrar el financiamiento para concluirla ya que tiene un notable avance y es una injusticia notoria que la ciudad más importante de la provincia no tenga un edificio judicial propio”. Tener casa propia “permitirá devolver a la ciudad el histórico edificio que ocupamos, y ahorrar importantes montos por pago de alquileres”.

Pasutti repasó que “en los últimos años hubo fuertes críticas al trabajo de magistrados y funcionarios, opinión que no me ha sido ajena en los años en que ejercí la abogacía o fui diputado”. Sin embargo, “estos quince años en el Superior me hicieron reflexionar”.

“Jueces, fiscales y defensores tienen un difícil y calificado ingreso a la función y el Poder Judicial es el Poder más controlado. Sus sentencias son revisadas por otros jueces y reciben comentarios de la prensa, a veces justos y otras veces injustos, con el agravante de que es muy difícil que un juez pueda defender sus decisiones”.

“Es el único Poder del Estado que efectivamente está controlado”, insistió Pasutti. La única vez que se juzgó a un miembro del Poder Ejecutivo fue el juicio político al gobernador Roque González. “Tampoco nunca un diputado fue apartado de su cargo por incumplimiento de sus funciones”.

Según aclaró, “esta defensa de los magistrados no es corporativa pero no es fácil ser juez, fiscal o defensor público; por la complejidad de las materias a resolver y que la actividad se realiza con gran presión social, que viví y no puedo dejar de señalar”.

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Papelitos. El ministro terminó su discurso y una lluvia de papel picado rompió la solemnidad del recinto.
19 MAR 2015 - 21:43

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

"Mentiroso/Pasutti mentirooosooo/te vas a arrepentiiiir/cuando esté con ooootrooo”. Cantando Karina entre papel picado y silbidos, el Sindicato de Trabajadores Judiciales del Chubut despidió de la Legislatura al presidente del Superior Tribunal de Justicia, José Luis Pasutti, luego de un discurso de 40 minutos que lo mostró enojado como nunca con las interrupciones.

No lo insultaron pero sí le reclamaron a los gritos y lo ovacionaron con ironía cada vez que elogió su gestión.

El abucheo mayor fue al final, cuando destacó su “vocación de independencia, imparcialidad y transparencia” y garantizó: “Nunca cedí a presiones de cualquier sector, político o de la sociedad. Igual que con mis posiciones y opiniones públicas, que aunque me trajeron problemas nunca callé ni falseé argumentos para simpatizar con los gobiernos de turno”.

El gremio completó las dos bandejas altas con banderas y hasta encapuchados de papel. Los que no pudieron entrar lo disimularon: no hubo un segundo sin escuchar bombos y bombas de estruendo desde afuera.

En este escenario hostil, Pasutti criticó la judicialización de la política en Chubut. “No es saludable traspasar las decisiones de un poder a otro para resolver asuntos fundamentalmente políticos, ya que se sustituye la voluntad de legisladores o partidos políticos por la de los jueces”. Por eso exigió que “lo político y lo jurídico transiten por andariveles distintos”.

Ausente el gobernador Martín Buzzi, el secretario de Seguridad Oscar Martínez Conti fue el funcionario del Poder Ejecutivo de más jerarquía; el único intendente fue el gaimense Gabriel Restucha.

“Año difícil”

Pasutti admitió que “fue un año difícil para el Poder Judicial” aunque aclaró que funcionó bien “aún dentro de la conflictividad interna” que generó el amparo judicial de Magistrados y Funcionarios, y “las medidas de fuerza que frecuentemente toman los empleados”.

Entre silbidos, destacó la acordada que ajustó los aumentos salariales a los otorgados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Y se quejó de que ya van cuatro años sin presupuesto aprobado en Legislatura. “Así es imposible un plan racional de funcionamiento y de crecimiento organizado”.

“Las diferencias sustanciales se suscitan en la masa salarial, condicionada fuertemente por las sentencias judiciales de los magistrados respecto a la intangibilidad salarial, y se traslada a toda la escala de haberes en función a la Ley de Porcentualidad”, admitió. Este conflicto no se resolverá “sin un trabajo coordinado de los tres poderes; son necesarias acciones del Poder Judicial acompañado por el Ejecutivo, que recauda los fondos, y del Legislativo, para promover los instrumentos legales que viabilicen y cierren definitivamente esta delicada problemática. Si no se logra esto, cualquier arreglo será precario e inestable”.

“¿Qué le sucede a nuestro sistema político y a quienes lo representamos para que no se logren coincidencias básicas que permitan una aprobación presupuestaria, situación que no registra precedentes?”, se preguntó. “Al Poder Judicial le tocó navegar sin brújula, prácticamente durante un período electoral, reformulando cargos para poder funcionar y conviniendo con el Poder Ejecutivo el traspaso de partidas cuando fue necesario –se quejó-. Sería oportuno establecer un diálogo interpoderes para enderezar esta cuestión atascada; lo peor que podemos hacer es no hacer nada”.

También hubo críticas para el Digesto Jurídico. “Notamos errores ya que se derogaron leyes vigentes y a su vez, se incluyeron leyes derogadas, lo que hacía prever acciones legales altamente perjudiciales”. Por esta equivocación el Superior “recibió una andanada de juicios al Estado”. Y Provincia debe pagar las costas de casos con “miles” de demandantes.

“Podemos y debemos corregir todos la falta de diálogo y colaboración entre los poderes. Es necesario poder convenir la cifra de un presupuesto, o corregir leyes equivocadas que perjudicarán al Estado”.

Pasutti también criticó que no se apruebe el proyecto de nuevo Código Procesal Civil, que hace ya 12 años se envió a Legislatura. “No se logró avanzar un ápice en su estudio y tratamiento y seguimos sometidos al oprobio de operar con un Código Civil introducido por la dictadura del General Onganía, en 1967”, repasó.

De lo bueno destacó la creación del Juzgado de Lago Puelo. “Es la posibilidad de acceso a la justicia para muchos ciudadanos, que era muy difícil por las grandes distancias que unen a la región con Esquel, el tribunal más próximo; además de la dureza del clima, que torna difícil el tránsito por la zona”.

La actividad de ese Juzgado y los organismos que se creen “deben ser debidamente planificados y proveídos de recursos para llegar a una población fuertemente vulnerable, pues si bien existe una franja urbana organizada en Lago Puelo, El Hoyo, Epuyén, Cholila y El Maitén, la población rural en Cushamen, Gualjaina y El Molle, contiene gran parte de esa población que merece nuestro cuidado y atención”.

También se creó un Juzgado Laboral en Rawson. “Pero se necesitarían leyes complementarias ya que sin presupuesto, la planta de personal carece de vacantes para que funcione, y de edificio”. El ministro anticipó un proyecto de ley ampliando la competencia de ese juzgado a Civil, Comercial, Rural y de Minería. “Los juzgados podrían subrogarse mutuamente, compartir edificio y personal, reduciendo notablemente el gasto y facilitando su puesta en funcionamiento”.

En cuanto a las 6 hectáreas de la Ciudad Judicial de Comodoro Rivadavia, “es importante encontrar el financiamiento para concluirla ya que tiene un notable avance y es una injusticia notoria que la ciudad más importante de la provincia no tenga un edificio judicial propio”. Tener casa propia “permitirá devolver a la ciudad el histórico edificio que ocupamos, y ahorrar importantes montos por pago de alquileres”.

Pasutti repasó que “en los últimos años hubo fuertes críticas al trabajo de magistrados y funcionarios, opinión que no me ha sido ajena en los años en que ejercí la abogacía o fui diputado”. Sin embargo, “estos quince años en el Superior me hicieron reflexionar”.

“Jueces, fiscales y defensores tienen un difícil y calificado ingreso a la función y el Poder Judicial es el Poder más controlado. Sus sentencias son revisadas por otros jueces y reciben comentarios de la prensa, a veces justos y otras veces injustos, con el agravante de que es muy difícil que un juez pueda defender sus decisiones”.

“Es el único Poder del Estado que efectivamente está controlado”, insistió Pasutti. La única vez que se juzgó a un miembro del Poder Ejecutivo fue el juicio político al gobernador Roque González. “Tampoco nunca un diputado fue apartado de su cargo por incumplimiento de sus funciones”.

Según aclaró, “esta defensa de los magistrados no es corporativa pero no es fácil ser juez, fiscal o defensor público; por la complejidad de las materias a resolver y que la actividad se realiza con gran presión social, que viví y no puedo dejar de señalar”.


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