La gran pelea
Floyd Mayweather y Manny Pacquiao se encuentran hoy en el MGM de Las Vegas por la unificación del título welter. La transmisión arranca a las 22, por la TV Pública.
El invicto estadounidense Floyd Mayweather, campeón welter de la AMB y CMB, y el filipino Manny Pacquiao, titular de la OMB, unificarán hoy en Las Vegas sus coronas, en la primera gran pelea del siglo que acapara la atención en todo el mundo y que recaudará alrededor de 400 millones de dólares, una cifra jamás alcanzada en un combate de boxeo.
La velada se desarrollará en el MGM Grand Arena de Las Vegas y será transmitida para Argentina en directo desde las 22 por la TV Pública.
Mayweather percibirá una suma aproximada de 150 millones de dólares, mientras que Pacquiao embolsará alrededor de 100 millones, cifras jamás cobradas por boxeador alguno, ni en aquellos célebres enfrentamientos protagonizados por Muhammad Ali, George Foreman, Mike Tyson, Tommy Hearns, Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán, Sugar Ray Leonard, Marvin Hagler, Carlos Monzón, entre otros. Dos estilos diferentes. Dos escuelas opuestas estarán frente a frente en el ring del MGM Grand Arena: la técnica, defensa y la especulación por parte del tiempista Mayweather, y la enjundia y entrega que ejerce el fajador asiático.
Ambos púgiles llegan a este combate después de varios años de “amagues” y acusaciones mutuas, en especial por parte de Mayweather, quien nunca quiso concretar porque exigió controles periódicos de antidoping, dado que siempre sospechó que el filipino tomaba ‘estimulantes’ en cada pelea. Pero llegó la hora de las negociaciones y tanto la gente del estadounidense, comandada por el empresario Al Hammond y el veterano promotor neoyorquino Bob Arum, de la Top Rank, manejador de Pacquiao, “afilaron el lápiz” y concretaron un negocio nunca antes logrado.
“Concretar negocios soluciona problemas y acerca a la gente, aunque esté distanciada y enemistada. Es el poder del dinero”, afirmó Oscar De la Hoya cuando estuvo recientemente en Buenos Aires.
“Es hora de luchar ya. Ustedes vinieron aquí para ver la emoción. Ustedes vinieron para ver un gran evento. Eso es lo que traemos ambos púgiles a la mesa: emoción”, afirmó Mayweather.
El invicto estadounidense Floyd Mayweather, campeón welter de la AMB y CMB, y el filipino Manny Pacquiao, titular de la OMB, unificarán hoy en Las Vegas sus coronas, en la primera gran pelea del siglo que acapara la atención en todo el mundo y que recaudará alrededor de 400 millones de dólares, una cifra jamás alcanzada en un combate de boxeo.
La velada se desarrollará en el MGM Grand Arena de Las Vegas y será transmitida para Argentina en directo desde las 22 por la TV Pública.
Mayweather percibirá una suma aproximada de 150 millones de dólares, mientras que Pacquiao embolsará alrededor de 100 millones, cifras jamás cobradas por boxeador alguno, ni en aquellos célebres enfrentamientos protagonizados por Muhammad Ali, George Foreman, Mike Tyson, Tommy Hearns, Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán, Sugar Ray Leonard, Marvin Hagler, Carlos Monzón, entre otros. Dos estilos diferentes. Dos escuelas opuestas estarán frente a frente en el ring del MGM Grand Arena: la técnica, defensa y la especulación por parte del tiempista Mayweather, y la enjundia y entrega que ejerce el fajador asiático.
Ambos púgiles llegan a este combate después de varios años de “amagues” y acusaciones mutuas, en especial por parte de Mayweather, quien nunca quiso concretar porque exigió controles periódicos de antidoping, dado que siempre sospechó que el filipino tomaba ‘estimulantes’ en cada pelea. Pero llegó la hora de las negociaciones y tanto la gente del estadounidense, comandada por el empresario Al Hammond y el veterano promotor neoyorquino Bob Arum, de la Top Rank, manejador de Pacquiao, “afilaron el lápiz” y concretaron un negocio nunca antes logrado.
“Concretar negocios soluciona problemas y acerca a la gente, aunque esté distanciada y enemistada. Es el poder del dinero”, afirmó Oscar De la Hoya cuando estuvo recientemente en Buenos Aires.
“Es hora de luchar ya. Ustedes vinieron aquí para ver la emoción. Ustedes vinieron para ver un gran evento. Eso es lo que traemos ambos púgiles a la mesa: emoción”, afirmó Mayweather.