Más de la mitad de los chubutenses quiere una continuidad del modelo nacional
Leé La Columna del Domingo, la tradicional editorial de la edición dominical de Jornada, con la mejor información política de Chubut. Hoy, los detalles de una encuesta que muestra la preferencia del electorado en Chubut.
Casi un 53% de los chubutenses quiere una continuidad del modelo liderado por Cristina Fernández de Kirchner. Algunos, obviamente, harían algunos cambios, pero prefieren que se extienda en el futuro.
Así se desprende de una encuesta de 1.108 casos de toda la provincia que realizó la consultora TeleSurvey Marketing & Opinión Pública entre el 24 y el 26 de abril pasado, a la que Jornada accedió en exclusiva.
Según el trabajo, el 14,6% de los encuestados en las cinco principales ciudades de Chubut (Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Madryn, Esquel y Rawson), respondió que quiere que se mantenga una continuidad sin cambios en el modelo”. Mientras que un 38,3% pidió “una continuidad con algunos cambios.”
En las antípodas, un 38,4% exigió “un cambio total de modelo”, y un 8,7% “no sabe” si hay que cambiarlo o no.
El resultado está en línea con lo que muchas encuestas nacionales vienen detectando en los últimos meses: a medida que se acercan las elecciones, mejora la percepción del modelo nacional y la imagen de Cristina Fernández de Kirchner.
Mucha de la gente que suele subirse al barco de las críticas influenciada por la andanada opositora de algunos medios de comunicación expertos en ver “todo negativo”, se baja rápidamente cuando analiza los logros personales que alcanzó con el “modelo”. Quiere cambiar algunas cosas, pero no las centrales. Y su voto, al parecer, irá en ese sentido.
La imagen de la Presidenta de la Nación también subió de manera considerable en Chubut: los datos surgidos de la encuesta se podrán leer con mayor profundidad en nuestra edición de mañana.
Scioli habla con todos
La carrera electoral en Chubut estará llena de gestos, guiños y chicanas hasta su definición. Hay que saberlo para no sorprenderse pero, sobre todo, para entender lo que está pasando y lo que se viene.
La semana política arrancó con una importante reunión en Buenos Aires. Daniel Scioli, que no quiere dejar librado nada al azar en su camino a la Casa Rosada, le armó un virtual “comité de bienvenida” a su par de Chubut, Martín Buzzi, con la idea de que sus contactos con Mario Das Neves no generen confusión, al menos en el entorno del mandatario chubutense.
Scioli puede coquetear con quiera en Chubut, pero entiende el juego de principio a fin. Por eso se encargó de resaltar ante los periodistas su agradecimiento a Buzzi por haberse jugado por su candidatura en Chubut antes que ningún otro dirigente del Frente para la Victoria: “La lealtad es de ida y vuelta”, dijo para graficar el estrecho vínculo que tiene hoy con el gobernador de Chubut.
En privado, durante casi una hora, Scioli le admitió a Buzzi y a Carlos Eliceche que hay contactos con Das Neves pero que sólo se trata de gestos vinculados a la larga amistad que los une.
Buzzi se trajo la foto que ayudó a frenar el ímpetu de sus opositores –los de afuera y los de adentro- y siguió su agenda de contacto con la gente, esa que le ha permitido ir achicando una diferencia en las encuestas que hasta hace poco tiempo parecía indescontable.
Se viene una reunión
Buzzi debió lidiar esta semana con otro encuentro de dirigentes del Frente para la Victoria que siguen insistiendo con hallar una alternativa electoral a la que ofrece el gobernador.
Fue en Comodoro y estuvo encabezado, como de costumbre, por el exministro nacional Norberto Yauhar y por el intendente local, Néstor Di Pierro. No retrocedieron en sus críticas a la propuesta electoral de Buzzi pero abrieron la puerta a un diálogo para evaluar consensos básicos.
En el encuentro se decidió conformar una comisión que este martes por la tarde se reunirá en Rawson con el presidente del PJ, Carlos Eliceche, y con toda la Mesa de Conducción para hablar de estrategias a futuro.
En el Gobierno son cautos pero toman la reunión del martes como un pequeño triunfo de la corta gestión de Eliceche al frente del PJ. Tampoco le restan mérito a Di Pierro, que en público eleva la voz crítica pero en privado es cauto y cada vez más conciliador: ya tiene asegurada una banca en el Congreso Nacional y la garantía de que a su sucesor, Carlos Linares, no se le puede escapar la intendencia de Comodoro Rivadavia salvo una catástrofe.
Con Yauhar, la cosa es distinta. El exministro nacional es un hueso más duro de roer, pero un reparto razonable de las listas podría abrir una puerta y acercar los caminos que hoy parecen cruzarse sin remedio.
El test de Das Neves
Mario Das Neves jugó fuerte esta semana al instalar una posible candidatura de Mariano Arcioni para la intendencia de Comodoro Rivadavia. Tiempista como pocos, el exgobernador se encargó de testear en tiempo real esa posibilidad sin necesidad de mirar ninguna encuesta.
A Arcioni lo sorprendió la decisión y hasta pareció oponerse, pero en privado le explicaron que pasar de candidato a vicegobernador a aspirante a la intendencia de Comodoro Rivadavia no es ningún demérito ni una “bajada” a ningún lado. Ser el candidato a intendente de la ciudad más importante de Chubut, de la mano del dirigente político más influyente de los últimos 20 años, no es moco de pavo.
Lo que queda claro es que Das Neves está dispuesto a hacer todos los retoques que sean necesarios para llegar a las elecciones con la mejor oferta electoral. Nadie tiene la candidatura asegurada. Ni siquiera el aspirante a vicegobernador.
Claro que a nadie le va a sacar el banquito. Menos a los dasnevistas de la primera hora. Por eso el viernes prefirió quedarse en Trelew a compartir un acto con más de dos mil personas en la Sociedad Rural junto a Máximo Pérez Catán y una veintena de dirigentes gremiales.
Es más, el mismo viernes y para que nadie siembre dudas sobre su ausencia en el importante acto de Sergio Massa en el estadio de Vélez, Das Neves mandó como representante a su hijo Pablo. Massa agradeció el gesto, aunque no hace falta que Das Neves demuestre nada. Sabe que su alianza con el exgobernador de Chubut va más allá de cualquier situación electoral.
Cambió el tablero
Das Neves juega al ajedrez político desde que se levanta hasta que se acuesta, pero no siempre encuentra jugadores de su estatura que le sigan el ritmo. Por eso, a veces, parece gastar más energía de la que debería en explicar algunas jugadas estratégicas.
Sus cada vez más fluidos contactos con la Casa Rosada son un ejemplo de ello. Mientras algunos dirigentes dasnevistas siguen atacando por costumbre al kirchnerismo “Nac&Pop”, él viene tejiendo preacuerdos a diestra y siniestra. Habla con todos y abre puertas y posibilidades que hasta hace un tiempo parecían impensadas.
A los principales operadores políticos del Gobierno nacional se les puede criticar todo, menos que no sean pragmáticos. Para ellos, como para Das Neves, los viejos rencores nunca van a estar por encima de las oportunidades de construir poder. Para todos, el 9 de agosto y el 25 de octubre se juegan cosas muy importantes como para cerrarle la puerta a un acuerdo electoral.
Es verdad que no queda mucho tiempo para hacer una jugada “maestra” de este tipo: si Das Neves o el Gobierno nacional quieren jugar en tándem en las generales de octubre y con boleta compartida, la ley electoral los obliga a cerrar una alianza antes del 10 de junio. Parece poco probable pero no imposible.
Casi un 53% de los chubutenses quiere una continuidad del modelo liderado por Cristina Fernández de Kirchner. Algunos, obviamente, harían algunos cambios, pero prefieren que se extienda en el futuro.
Así se desprende de una encuesta de 1.108 casos de toda la provincia que realizó la consultora TeleSurvey Marketing & Opinión Pública entre el 24 y el 26 de abril pasado, a la que Jornada accedió en exclusiva.
Según el trabajo, el 14,6% de los encuestados en las cinco principales ciudades de Chubut (Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Madryn, Esquel y Rawson), respondió que quiere que se mantenga una continuidad sin cambios en el modelo”. Mientras que un 38,3% pidió “una continuidad con algunos cambios.”
En las antípodas, un 38,4% exigió “un cambio total de modelo”, y un 8,7% “no sabe” si hay que cambiarlo o no.
El resultado está en línea con lo que muchas encuestas nacionales vienen detectando en los últimos meses: a medida que se acercan las elecciones, mejora la percepción del modelo nacional y la imagen de Cristina Fernández de Kirchner.
Mucha de la gente que suele subirse al barco de las críticas influenciada por la andanada opositora de algunos medios de comunicación expertos en ver “todo negativo”, se baja rápidamente cuando analiza los logros personales que alcanzó con el “modelo”. Quiere cambiar algunas cosas, pero no las centrales. Y su voto, al parecer, irá en ese sentido.
La imagen de la Presidenta de la Nación también subió de manera considerable en Chubut: los datos surgidos de la encuesta se podrán leer con mayor profundidad en nuestra edición de mañana.
Scioli habla con todos
La carrera electoral en Chubut estará llena de gestos, guiños y chicanas hasta su definición. Hay que saberlo para no sorprenderse pero, sobre todo, para entender lo que está pasando y lo que se viene.
La semana política arrancó con una importante reunión en Buenos Aires. Daniel Scioli, que no quiere dejar librado nada al azar en su camino a la Casa Rosada, le armó un virtual “comité de bienvenida” a su par de Chubut, Martín Buzzi, con la idea de que sus contactos con Mario Das Neves no generen confusión, al menos en el entorno del mandatario chubutense.
Scioli puede coquetear con quiera en Chubut, pero entiende el juego de principio a fin. Por eso se encargó de resaltar ante los periodistas su agradecimiento a Buzzi por haberse jugado por su candidatura en Chubut antes que ningún otro dirigente del Frente para la Victoria: “La lealtad es de ida y vuelta”, dijo para graficar el estrecho vínculo que tiene hoy con el gobernador de Chubut.
En privado, durante casi una hora, Scioli le admitió a Buzzi y a Carlos Eliceche que hay contactos con Das Neves pero que sólo se trata de gestos vinculados a la larga amistad que los une.
Buzzi se trajo la foto que ayudó a frenar el ímpetu de sus opositores –los de afuera y los de adentro- y siguió su agenda de contacto con la gente, esa que le ha permitido ir achicando una diferencia en las encuestas que hasta hace poco tiempo parecía indescontable.
Se viene una reunión
Buzzi debió lidiar esta semana con otro encuentro de dirigentes del Frente para la Victoria que siguen insistiendo con hallar una alternativa electoral a la que ofrece el gobernador.
Fue en Comodoro y estuvo encabezado, como de costumbre, por el exministro nacional Norberto Yauhar y por el intendente local, Néstor Di Pierro. No retrocedieron en sus críticas a la propuesta electoral de Buzzi pero abrieron la puerta a un diálogo para evaluar consensos básicos.
En el encuentro se decidió conformar una comisión que este martes por la tarde se reunirá en Rawson con el presidente del PJ, Carlos Eliceche, y con toda la Mesa de Conducción para hablar de estrategias a futuro.
En el Gobierno son cautos pero toman la reunión del martes como un pequeño triunfo de la corta gestión de Eliceche al frente del PJ. Tampoco le restan mérito a Di Pierro, que en público eleva la voz crítica pero en privado es cauto y cada vez más conciliador: ya tiene asegurada una banca en el Congreso Nacional y la garantía de que a su sucesor, Carlos Linares, no se le puede escapar la intendencia de Comodoro Rivadavia salvo una catástrofe.
Con Yauhar, la cosa es distinta. El exministro nacional es un hueso más duro de roer, pero un reparto razonable de las listas podría abrir una puerta y acercar los caminos que hoy parecen cruzarse sin remedio.
El test de Das Neves
Mario Das Neves jugó fuerte esta semana al instalar una posible candidatura de Mariano Arcioni para la intendencia de Comodoro Rivadavia. Tiempista como pocos, el exgobernador se encargó de testear en tiempo real esa posibilidad sin necesidad de mirar ninguna encuesta.
A Arcioni lo sorprendió la decisión y hasta pareció oponerse, pero en privado le explicaron que pasar de candidato a vicegobernador a aspirante a la intendencia de Comodoro Rivadavia no es ningún demérito ni una “bajada” a ningún lado. Ser el candidato a intendente de la ciudad más importante de Chubut, de la mano del dirigente político más influyente de los últimos 20 años, no es moco de pavo.
Lo que queda claro es que Das Neves está dispuesto a hacer todos los retoques que sean necesarios para llegar a las elecciones con la mejor oferta electoral. Nadie tiene la candidatura asegurada. Ni siquiera el aspirante a vicegobernador.
Claro que a nadie le va a sacar el banquito. Menos a los dasnevistas de la primera hora. Por eso el viernes prefirió quedarse en Trelew a compartir un acto con más de dos mil personas en la Sociedad Rural junto a Máximo Pérez Catán y una veintena de dirigentes gremiales.
Es más, el mismo viernes y para que nadie siembre dudas sobre su ausencia en el importante acto de Sergio Massa en el estadio de Vélez, Das Neves mandó como representante a su hijo Pablo. Massa agradeció el gesto, aunque no hace falta que Das Neves demuestre nada. Sabe que su alianza con el exgobernador de Chubut va más allá de cualquier situación electoral.
Cambió el tablero
Das Neves juega al ajedrez político desde que se levanta hasta que se acuesta, pero no siempre encuentra jugadores de su estatura que le sigan el ritmo. Por eso, a veces, parece gastar más energía de la que debería en explicar algunas jugadas estratégicas.
Sus cada vez más fluidos contactos con la Casa Rosada son un ejemplo de ello. Mientras algunos dirigentes dasnevistas siguen atacando por costumbre al kirchnerismo “Nac&Pop”, él viene tejiendo preacuerdos a diestra y siniestra. Habla con todos y abre puertas y posibilidades que hasta hace un tiempo parecían impensadas.
A los principales operadores políticos del Gobierno nacional se les puede criticar todo, menos que no sean pragmáticos. Para ellos, como para Das Neves, los viejos rencores nunca van a estar por encima de las oportunidades de construir poder. Para todos, el 9 de agosto y el 25 de octubre se juegan cosas muy importantes como para cerrarle la puerta a un acuerdo electoral.
Es verdad que no queda mucho tiempo para hacer una jugada “maestra” de este tipo: si Das Neves o el Gobierno nacional quieren jugar en tándem en las generales de octubre y con boleta compartida, la ley electoral los obliga a cerrar una alianza antes del 10 de junio. Parece poco probable pero no imposible.