Caso Aballay: se dio vuelta

El fiscal Rodríguez acusó a un testigo de cambiar su declaración para favorecer al acusado del doble crimen en Trelew.

13 MAY 2015 - 21:09 | Actualizado

En la mañana de ayer continuaron las declaraciones de los testigos en el marco del juicio oral y público que se ventila en Trelew por el doble crimen de los hermanos Aballay. En este marco, el fiscal de la causa, Omar Rodríguez, apuntó que uno de los testigos varió su declaración.

Comenzó la tercera jornada de debate con el testimonio de Elías Hughes. Se trata del sujeto que en la tarde del mismo 9 de marzo de 2014, fue demorado en momentos que manejaba un Volkswagen Senda, propiedad de Horacio Blanco, el acusado de asesinar a Denis y Sergio Aballay, esa misma madrugada. Según fundamentó Rodríguez al finalizar la audiencia, Hughes contó en sede de la Fiscalía que lo había visto a Blanco con un arma 9 milímetros. Es el mismo calibre con el que mataron a los hermanos. Sin embargo, ayer en la audiencia, éste dijo que le pareció haber visto en manos de Blanco una pistola calibre 22. El fiscal consideró falso el testimonio y lo vinculó a la amistad que une al testigo con el imputado.

Aún así el acusador público le hizo reconocer su firma en la que declaró en marzo que el arma que vio fue una 9 milímetros. El testigo dio a entender que cuando dijo haber visto una 9 milímetros estuvo presionado. Por su parte, el abogado querellante de la familia Aballay, Martín Castro, deslizó que Hughes pudo haber sido presionado “por varios lados” para evitar que declare sobre la existencia del arma homicida en poder de Blanco.

Además Castro le quitó importancia a los términos referidos al calibre del arma, ya que a su entender, hay numerosos indicios que lo ubican a Blanco como tenedor de un arma como la usada para el crimen. Recordó que en un allanamiento se le secuestró una cartuchera específica para ese tipo de armas.

Secuestro del auto

La siguiente testigo fue una oficial subinspector quien relató detalles de su actuación, al arribar a la escena del crimen como integrante de la comitiva que se hizo presente en la escena desde la Seccional Segunda de Policía. La mujer indicó haber sido quien secuestró el automóvil Volkswagen Senda propiedad del imputado. Además fue quien hizo entrega de los cuerpos al padre de los hermanos asesinados. En su relato, dejó en claro que en el automóvil iban Hughes y otros amigos. Los mismos habrían manifestado que Hughes le pidió el auto prestado a Blanco para ir al velorio de un amigo.

Luego fue el turno del oficial subinspector Barría quien aportó más datos al juicio, convocado por el fiscal Omar Rodríguez. Dio cuenta de los orificios que presentaba el Ford Focus que fue refugio de Débora Alcucero, mientras su marido y cuñado eran baleados en su presencia.

Momento difícil

Después atestiguó quien secuestró las prendas de vestir de los hermanos Aballay mientras estaban en la morgue del hospital Adolfo Margara de Trelew. El fiscal le exhibió al policía las cajas con las fajas de secuestro para que reconozca su firma. Pero antes, el juez Adrián Barrios, recomendó a los padres de los hermanos que se retiren de la sala, ya que sería muy fuerte para ellos ver las zapatillas y otras indumentarias. El Servicio de Protección a las Víctimas del Delito (SAVD), acompañaron en todo momento a los padres. Volvieron a la sala y continuaron escuchando los testimonios.

A todo esto, en la sala quedaron familiares y amigos de los hermanos muertos. Se pudo oír un breve sollozo.

“Vamos bien”

El fiscal Rodríguez coincidió con el querellante, quien señaló que “vamos bien, las circunstancias del hecho están probadas. Pese a lo que ocurrió recién con el testigo venimos muy bien. La declaración de Débora Alcucero es difícil de rebatir”, indicó Castro. Además, adelantó que la semana próxima estaría en condiciones de presentar los alegatos. Por su parte, el fiscal Rodríguez aseguró que el juicio terminará pronto y que en un corto plazo habría sentencia.

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13 MAY 2015 - 21:09

En la mañana de ayer continuaron las declaraciones de los testigos en el marco del juicio oral y público que se ventila en Trelew por el doble crimen de los hermanos Aballay. En este marco, el fiscal de la causa, Omar Rodríguez, apuntó que uno de los testigos varió su declaración.

Comenzó la tercera jornada de debate con el testimonio de Elías Hughes. Se trata del sujeto que en la tarde del mismo 9 de marzo de 2014, fue demorado en momentos que manejaba un Volkswagen Senda, propiedad de Horacio Blanco, el acusado de asesinar a Denis y Sergio Aballay, esa misma madrugada. Según fundamentó Rodríguez al finalizar la audiencia, Hughes contó en sede de la Fiscalía que lo había visto a Blanco con un arma 9 milímetros. Es el mismo calibre con el que mataron a los hermanos. Sin embargo, ayer en la audiencia, éste dijo que le pareció haber visto en manos de Blanco una pistola calibre 22. El fiscal consideró falso el testimonio y lo vinculó a la amistad que une al testigo con el imputado.

Aún así el acusador público le hizo reconocer su firma en la que declaró en marzo que el arma que vio fue una 9 milímetros. El testigo dio a entender que cuando dijo haber visto una 9 milímetros estuvo presionado. Por su parte, el abogado querellante de la familia Aballay, Martín Castro, deslizó que Hughes pudo haber sido presionado “por varios lados” para evitar que declare sobre la existencia del arma homicida en poder de Blanco.

Además Castro le quitó importancia a los términos referidos al calibre del arma, ya que a su entender, hay numerosos indicios que lo ubican a Blanco como tenedor de un arma como la usada para el crimen. Recordó que en un allanamiento se le secuestró una cartuchera específica para ese tipo de armas.

Secuestro del auto

La siguiente testigo fue una oficial subinspector quien relató detalles de su actuación, al arribar a la escena del crimen como integrante de la comitiva que se hizo presente en la escena desde la Seccional Segunda de Policía. La mujer indicó haber sido quien secuestró el automóvil Volkswagen Senda propiedad del imputado. Además fue quien hizo entrega de los cuerpos al padre de los hermanos asesinados. En su relato, dejó en claro que en el automóvil iban Hughes y otros amigos. Los mismos habrían manifestado que Hughes le pidió el auto prestado a Blanco para ir al velorio de un amigo.

Luego fue el turno del oficial subinspector Barría quien aportó más datos al juicio, convocado por el fiscal Omar Rodríguez. Dio cuenta de los orificios que presentaba el Ford Focus que fue refugio de Débora Alcucero, mientras su marido y cuñado eran baleados en su presencia.

Momento difícil

Después atestiguó quien secuestró las prendas de vestir de los hermanos Aballay mientras estaban en la morgue del hospital Adolfo Margara de Trelew. El fiscal le exhibió al policía las cajas con las fajas de secuestro para que reconozca su firma. Pero antes, el juez Adrián Barrios, recomendó a los padres de los hermanos que se retiren de la sala, ya que sería muy fuerte para ellos ver las zapatillas y otras indumentarias. El Servicio de Protección a las Víctimas del Delito (SAVD), acompañaron en todo momento a los padres. Volvieron a la sala y continuaron escuchando los testimonios.

A todo esto, en la sala quedaron familiares y amigos de los hermanos muertos. Se pudo oír un breve sollozo.

“Vamos bien”

El fiscal Rodríguez coincidió con el querellante, quien señaló que “vamos bien, las circunstancias del hecho están probadas. Pese a lo que ocurrió recién con el testigo venimos muy bien. La declaración de Débora Alcucero es difícil de rebatir”, indicó Castro. Además, adelantó que la semana próxima estaría en condiciones de presentar los alegatos. Por su parte, el fiscal Rodríguez aseguró que el juicio terminará pronto y que en un corto plazo habría sentencia.


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