Unas 80 familias están en riesgo en el Lennart Englund por caída de piedras
Viven en condiciones precarias al pie del cerro en Esquel.
El presidente de la Asociación Vecinal de barrio Lennart Englund, Juan Sepúlveda, se manifestó preocupado porque “caen cada vez más seguido piedras del cerro”, y reconoció la rápida presencia en el sector de los secretarios de Gobierno y de Promoción Social, Pablo Durán y Mirna Mateos, respectivamente, y del director del área de Vivienda Municipal, Marcelo Morales.
Sepúlveda admitió que la solución es erradicar a las familias que están en riesgo por el derrumbe de rocas, y es competencia del Instituto Provincial de la Vivienda, aunque “a veces no nos tienen en cuenta y hay gente que está inscripta hace varios años”.
Estimó que son 80 las familias que habitan al pie del cerro, con el riesgo que conlleva, una cantidad que parece hasta exagerada. Explicó que se dan varios casos de jóvenes que no tienen una casa, y construyen como pueden en el mismo terreno de los padres. “No hay otra solución que ejecutar un plan de viviendas o facilitarle terrenos a la gente en otro sector de la ciudad”, remarcó.
También comentó que los días de intensas lluvias, en la costanera y calle Galina desbordó el arroyo, y afectó a ocho familias. Después se refirió al vecino José Calfín, que vive con su madre de manera muy precaria, con el agravante que la casilla se les llena de agua, y por la humedad se aflojó del terreno y está apenas afirmada.
Calfín dijo que necesita hacer un baño, pero las autoridades municipales más allá de la decisión de ayudarlo, le han transmitido que está radicado en un sector de riesgo, y por ende no se puede encarar la construcción.
Por otro lado Sepúlveda indicó que los trabajos de ampliación de la sede vecinal están paralizados, porque más allá de las condiciones climáticas adversas para la construcción, no le bajan los recursos del Gobierno Provincial como está acordado.
La asistencia municipal
Frente a las inclemencias climáticas de la semana pasada con las intensas lluvias, sumado a la acumulación de agua del último mes, el Área Social de Vivienda dependiente de la Secretaría de Promoción Social, a cargo de Marcelo Morales, se abocó a la atención de los damnificados.
Desde el martes hasta el sábado se atendió a los vecinos desde tempranas horas de la mañana hasta pasadas las 20, en horario corrido, con guardias telefónicas y del personal en instalaciones de la Secretaría.
También se visitaron a los vecinos que hicieron llegar su necesidad (desde roturas de techo, desmoronamientos de barrancas o ingreso de agua a las viviendas), y se atendieron sus situaciones, facilitando materiales que evitaran el paso del agua, ya sea de forma provisoria, o definitiva con chapas de zinc, leña, colchones, frazadas y en algunos casos alimentos.
La secretaria de Promoción Social, Mirna Mateos, indicó que se asistieron a más de 150 familias, de las cuales una de ellas tuvo que ser evacuada por las condiciones en las que se encontraba la vivienda.
En este marco de tareas, ante la contingencia, se trabajó conjuntamente con la Dirección de Acción Social; la Secretaría de Planeamiento Urbano, Obras y Servicios Públicos; Dirección General de Obras Públicas; bomberos voluntarios y diversas vecinales de los siguientes barrios: Ceferino, Lennart Englund, Badén, Bella Vista , Estación, Cañadón de Bórquez y Don Bosco. Destacaron desde el municipio el compromiso y trabajo llevado adelante por los agentes municipales, Daniela Calderero y Moisés Lima, ambos del Área Social de Vivienda.
El presidente de la Asociación Vecinal de barrio Lennart Englund, Juan Sepúlveda, se manifestó preocupado porque “caen cada vez más seguido piedras del cerro”, y reconoció la rápida presencia en el sector de los secretarios de Gobierno y de Promoción Social, Pablo Durán y Mirna Mateos, respectivamente, y del director del área de Vivienda Municipal, Marcelo Morales.
Sepúlveda admitió que la solución es erradicar a las familias que están en riesgo por el derrumbe de rocas, y es competencia del Instituto Provincial de la Vivienda, aunque “a veces no nos tienen en cuenta y hay gente que está inscripta hace varios años”.
Estimó que son 80 las familias que habitan al pie del cerro, con el riesgo que conlleva, una cantidad que parece hasta exagerada. Explicó que se dan varios casos de jóvenes que no tienen una casa, y construyen como pueden en el mismo terreno de los padres. “No hay otra solución que ejecutar un plan de viviendas o facilitarle terrenos a la gente en otro sector de la ciudad”, remarcó.
También comentó que los días de intensas lluvias, en la costanera y calle Galina desbordó el arroyo, y afectó a ocho familias. Después se refirió al vecino José Calfín, que vive con su madre de manera muy precaria, con el agravante que la casilla se les llena de agua, y por la humedad se aflojó del terreno y está apenas afirmada.
Calfín dijo que necesita hacer un baño, pero las autoridades municipales más allá de la decisión de ayudarlo, le han transmitido que está radicado en un sector de riesgo, y por ende no se puede encarar la construcción.
Por otro lado Sepúlveda indicó que los trabajos de ampliación de la sede vecinal están paralizados, porque más allá de las condiciones climáticas adversas para la construcción, no le bajan los recursos del Gobierno Provincial como está acordado.
La asistencia municipal
Frente a las inclemencias climáticas de la semana pasada con las intensas lluvias, sumado a la acumulación de agua del último mes, el Área Social de Vivienda dependiente de la Secretaría de Promoción Social, a cargo de Marcelo Morales, se abocó a la atención de los damnificados.
Desde el martes hasta el sábado se atendió a los vecinos desde tempranas horas de la mañana hasta pasadas las 20, en horario corrido, con guardias telefónicas y del personal en instalaciones de la Secretaría.
También se visitaron a los vecinos que hicieron llegar su necesidad (desde roturas de techo, desmoronamientos de barrancas o ingreso de agua a las viviendas), y se atendieron sus situaciones, facilitando materiales que evitaran el paso del agua, ya sea de forma provisoria, o definitiva con chapas de zinc, leña, colchones, frazadas y en algunos casos alimentos.
La secretaria de Promoción Social, Mirna Mateos, indicó que se asistieron a más de 150 familias, de las cuales una de ellas tuvo que ser evacuada por las condiciones en las que se encontraba la vivienda.
En este marco de tareas, ante la contingencia, se trabajó conjuntamente con la Dirección de Acción Social; la Secretaría de Planeamiento Urbano, Obras y Servicios Públicos; Dirección General de Obras Públicas; bomberos voluntarios y diversas vecinales de los siguientes barrios: Ceferino, Lennart Englund, Badén, Bella Vista , Estación, Cañadón de Bórquez y Don Bosco. Destacaron desde el municipio el compromiso y trabajo llevado adelante por los agentes municipales, Daniela Calderero y Moisés Lima, ambos del Área Social de Vivienda.