Incucai: aclaran sobre un polémico trasplante que fracasó

Ante versiones cruzadas, el coordinador en Chubut del INCUCAI explicó lo que pasó con el caso de una joven de Rawson. Dijo que en la terapia intensiva donde la joven donante estaba internada no se mantuvieron los órganos como corresponde y que sólo se salvaron las córneas. “No fue que llegamos tarde”, dijo.

Jorge Vecchio, coordinador en Chubut del INCUCAI.
12 JUL 2015 - 22:14 | Actualizado

El mes pasado falleció una joven en Rawson. Era donante de órganos. Se desató una fuerte polémica por kas redes sociales porque la ablación no fue exitosa. Pudieron solo extraer las córneas. Se culpó al INCUCAI. Pero la explicación desde allí es clara. Aseguran que no hubo responsabilidad alguna. Que el fracaso fue por la falta de mantenimiento que realizaron a la paciente en la terapia intensiva del Instituto que estaba internada. Se despuntaron infecciones que inhibieron la posibilidad de lograr la donación multiorgánica. “Los primeros interesados en que se logre el trasplante somos nosotros”, dijo el coordinador provincial Jorge Vecchio. “Cuando hay culpas, me hago cargo. En este caso, no. No es que llegamos tarde. Es que las condiciones del donante no eran las adecuadas para sacar los órganos”.

El caso conmocionó la opinión pública. En una entrevista con Jornada Jorge Vecchio confirmó que días pasados se comunicaron con los familiares de la joven fallecida para explicarles qué había sucedido.

Dijo que la paciente presentaba una infección pulmonar, que consta en la historia clínica. También tenía altas dosis de sustancias inotrópicas utilizadas para mantener el corazón funcionando, lo que descartó que el equipo médico de Buenos Aires accediera a llegar a la zona por este órgano. “Pero no es porque no estaba el avión, que llegamos tarde, etcétera. Fue que las condiciones del donante no eran las adecuadas para sacar los órganos”, aclaró el médico.

El operativo

Refirió Jorge Vecchio el procedimiento que se realiza para dar inicio a un operativo de trasplante. Explicó que en primer lugar se recibe la información proporcionada desde la Terapia Intensiva en la que esté internado el paciente. Tanto la terapia pública como privada tienen la obligación de informar cuándo hay un paciente con diagnostico con muerte encefálica.

Lo primero es sacar sangre para realizar el estudio de serología. Es para detectar algún virus que el paciente donante pueda tener para no infectar al receptor, ya sea HIV, hepatitis o una serie de virus: unos 7 u 8 en total, hay que estudiarlos para descartar infección.

Acto seguido, la sangre extraída se envía al hospital de Trelew que es donde se efectúa el minucioso examen. Una vez que se hizo eso, se procede a un diagnóstico con aparatología específica para determinar si el estudio clínico o la presunción clínica de muerte encefálica, es así. “Para eso se pueden hacer 3 o 4 estudios: un electroencefalograma, arteriografía para circulación cerebral, un ecodoppler transcraneal o potenciales evocados. Esos son los 4 que se pueden hacer”.

Médicos de INCUCAI

Explica Vecchio, que una vez cuando se hiciera el diagnostico de muerte encefálica clínicamente, recién los médicos del INCUCAI actúan. “Recién ahí se le dice al familiar del paciente que falleció que tiene muerte encefálica. El coordinador hospitalario se fija en el SINTRA (Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina) que es el sistema informático, si el paciente es donante o no”.

En caso de que el paciente esté registrado como donante, directamente se le comunica a la familia. Estan habilitados para hacer la procuración de los órganos. “Si no lo es, no se hace nada. En el caso de que el paciente no haya registrado su voluntad, se habla con la familia para ver si el núcleo familiar o él manifestó en alguna oportunidad si quería ser donante de órganos”, indicó.

Una vez cumplido este paso, se vuelve a tener una charla con la familia y se envía nuevamente sangre a Buenos Aires para comenzar con los estudios de compatibilidad para con las personas que están en lista de espera. El tiempo de este proceso difiere de acuerdo a las distancias. En el norte, es mucho más agil que en la Patagonia por la proximidad de los centros de trasplante. “En Buenos Aires, se manda en un taxi y en 10 minutos está el resultado. Nosotros acá, tenemos que esperar la ida de algún avión de línea o de la provincia, enviarlo en cajas especiales y con fajas del INCUCAI. Es todo un tema mandar sangre por avión de línea”, ejemplificó Vecchio.

Listas de espera

Este proceso es importantísimo porque a raíz del mismo, se comienza a confeccionar las listas de espera para ver qué compatibilidad tiene esa sangre para con el resto de los pacientes.

Mientras se va realizando todo el procedimiento, las Terapias Intensivas del hospital o centro privado en que se encuentre el paciente, tienen que hacer el correcto mantenimiento. Tiene que tenerlo en las mejores condiciones posibles. No tiene que estar infectado y tiene que estar funcionando bien con la menor cantidad de drogas posibles, los riñones tienen que estar en buen estado. “Si no, no pueden ser trasplantados. Si no funcionan bien, ningún centro de trasplante va a sacar órganos para trasplantarlos. Es lo que pasó en este caso”, remitió.

La donante

Sobre la joven en Rawson en particular, aseguró Vecchio que presentaba una infección en el pulmón. Por esa razón, los pulmones fueron descartados. Dijo que además estaba con drogas para mantener la función cardíaca. Tenía inotrópicos en dosis muy altas. Eso contraindica también, si está durante mucho tiempo, que se pueda trasplantar el corazón. Sólo quedaba el hígado al que no se había hecho estudios y los riñones. “El tema es que no tenemos aviones para transportar estos órganos ni médicos ablacionistas. Ellos vienen de Buenos Aires y se vuelven con los órganos”, sostuvo.

Agregó Jorge Vecchio que sólo hay dos ablacionistas renales. “Dependemos que estemos en la zona, que los órganos estén en buenas condiciones, etcétera. Se los pone en contenedores especiales. Se espera el avión de línea y recién ahí se transporta. Cuando la ablación es multiorgánica, que se puede sacar bien todo, vienen de centros de trasplante de Buenos Aires con aviones privados, los sacan y se los llevan, riñones incluidos.

-¿En las condiciones de la paciente tuvo que ver el mantenimiento en la clínica?

-El mantenimiento en cualquier terapia intensiva es fundamental.

-¿Qué se hubiese podido rescatar en caso que hubieran actuado como corresponde?

-Todos los órganos. Depende del mantenimiento. Hace dos años atrás, Chubut y otra más, éramos las únicas que teníamos el 100% de ablación de órganos. La terapia donde el mantenimiento estuvo fue correcto. Todo funcionaba bien. Si no están en condiciones no podemos hacer nada.

-¿Qué situaciones se dan?

-Que en algunas terapias puedan decir que por estar en muerte encefálica dicen que no les corresponde mantener el paciente, que se encargue INCUCAI. No es así. Si fuese así, no habría donaciones de órganos en la República Argentina. En Comodoro hay un solo medico. En Esquel no hay. Acá yo estoy solo, no puedo estar en todas las terapias. Si hay dos donaciones como hacemos. Si hay una sola en un centro privado no puedo ir ahí, dar órdenes y quedarme. Para eso tienen sus médicos de guardia. Es una solidaridad del centro privado o público, que hagan el mantenimiento como corresponde. Si no es así. No se hace como corresponde.

-¿Cómo toma usted las críticas sobre este caso? ¿Hay desinformación?

-Es un desconocimiento de una procuración. Tampoco la familia lo tiene que saber. Pero creo que hubo una malintención también de algunas personas de informarles cosas que no era verdad. Me hubiese gustado, en vez de decir lo que se dijeron, que hubiesen hablado conmigo. Llamamos al familiar que vive en Bahía Blanca para explicarle. No para lavar culpas sino para explicar como se hacen las cosas. Es un tema médico. Si tuviese culpa, me hago cargo. Donde no la tengo, no.

-¿Es habitual que se produzcan estas situaciones?

-Pasa en todos los lugares del país. No regularmente en ciudades grandes porque tienen centros de trasplantes a 10 cuadras. Ellos mismos llaman médicos y van a sacar los órganos. Acá se complica con los aviones. Acá es el doble de trabajo. Yo estoy solo, el de Comodoro también.

-Son los primeros interesados para que el operativo salga bien…

-No hay ninguna cuestión por la que no quisiéramos sacar los órganos. Al contrario. Necesitamos tener una cierta cantidad de donaciones por año para que la provincia siga estando en el lugar que está. Estamos entre 5 o 6 por año. Este año llevamos cero, no se hizo ninguna. Es la tercera. Dos antes no pudimos porque la familia no accedió. Esta, por mantenimiento. Acá no fue porque llegamos tarde ni porque Aerolíneas no la quiso llevar. Yo me di cuenta a la mañana siguiente de trámites administrativos de este panorama. Incucai me dijo que era difícil para que vengan a buscar los órganos y así fue.

-¿Tiene algún mensaje para las personas que se deciden para ser donantes?

-Acá fue un hecho fortuito. Se juntaron muchas cosas. Hay que seguir pensando que esto no es siempre así. A pesar de dificultades técnicas, nunca hemos perdido donación de órganos. En 14 años, es la primera vez que me pasa que no pudimos. El mantenimiento siempre se hizo de otra forma.

-¿Tuvo alguna explicación por parte del instituto?

-No. Después me llamaron por otra paciente pero era negativa para donación. Vamos a tener que afinar cómo se hacen los mantenimientos en las terapias intensivas. Hay todo un protocolo para seguir. En centros privados, se va a tener que hablar en extenso sobre este tema.

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Jorge Vecchio, coordinador en Chubut del INCUCAI.
12 JUL 2015 - 22:14

El mes pasado falleció una joven en Rawson. Era donante de órganos. Se desató una fuerte polémica por kas redes sociales porque la ablación no fue exitosa. Pudieron solo extraer las córneas. Se culpó al INCUCAI. Pero la explicación desde allí es clara. Aseguran que no hubo responsabilidad alguna. Que el fracaso fue por la falta de mantenimiento que realizaron a la paciente en la terapia intensiva del Instituto que estaba internada. Se despuntaron infecciones que inhibieron la posibilidad de lograr la donación multiorgánica. “Los primeros interesados en que se logre el trasplante somos nosotros”, dijo el coordinador provincial Jorge Vecchio. “Cuando hay culpas, me hago cargo. En este caso, no. No es que llegamos tarde. Es que las condiciones del donante no eran las adecuadas para sacar los órganos”.

El caso conmocionó la opinión pública. En una entrevista con Jornada Jorge Vecchio confirmó que días pasados se comunicaron con los familiares de la joven fallecida para explicarles qué había sucedido.

Dijo que la paciente presentaba una infección pulmonar, que consta en la historia clínica. También tenía altas dosis de sustancias inotrópicas utilizadas para mantener el corazón funcionando, lo que descartó que el equipo médico de Buenos Aires accediera a llegar a la zona por este órgano. “Pero no es porque no estaba el avión, que llegamos tarde, etcétera. Fue que las condiciones del donante no eran las adecuadas para sacar los órganos”, aclaró el médico.

El operativo

Refirió Jorge Vecchio el procedimiento que se realiza para dar inicio a un operativo de trasplante. Explicó que en primer lugar se recibe la información proporcionada desde la Terapia Intensiva en la que esté internado el paciente. Tanto la terapia pública como privada tienen la obligación de informar cuándo hay un paciente con diagnostico con muerte encefálica.

Lo primero es sacar sangre para realizar el estudio de serología. Es para detectar algún virus que el paciente donante pueda tener para no infectar al receptor, ya sea HIV, hepatitis o una serie de virus: unos 7 u 8 en total, hay que estudiarlos para descartar infección.

Acto seguido, la sangre extraída se envía al hospital de Trelew que es donde se efectúa el minucioso examen. Una vez que se hizo eso, se procede a un diagnóstico con aparatología específica para determinar si el estudio clínico o la presunción clínica de muerte encefálica, es así. “Para eso se pueden hacer 3 o 4 estudios: un electroencefalograma, arteriografía para circulación cerebral, un ecodoppler transcraneal o potenciales evocados. Esos son los 4 que se pueden hacer”.

Médicos de INCUCAI

Explica Vecchio, que una vez cuando se hiciera el diagnostico de muerte encefálica clínicamente, recién los médicos del INCUCAI actúan. “Recién ahí se le dice al familiar del paciente que falleció que tiene muerte encefálica. El coordinador hospitalario se fija en el SINTRA (Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina) que es el sistema informático, si el paciente es donante o no”.

En caso de que el paciente esté registrado como donante, directamente se le comunica a la familia. Estan habilitados para hacer la procuración de los órganos. “Si no lo es, no se hace nada. En el caso de que el paciente no haya registrado su voluntad, se habla con la familia para ver si el núcleo familiar o él manifestó en alguna oportunidad si quería ser donante de órganos”, indicó.

Una vez cumplido este paso, se vuelve a tener una charla con la familia y se envía nuevamente sangre a Buenos Aires para comenzar con los estudios de compatibilidad para con las personas que están en lista de espera. El tiempo de este proceso difiere de acuerdo a las distancias. En el norte, es mucho más agil que en la Patagonia por la proximidad de los centros de trasplante. “En Buenos Aires, se manda en un taxi y en 10 minutos está el resultado. Nosotros acá, tenemos que esperar la ida de algún avión de línea o de la provincia, enviarlo en cajas especiales y con fajas del INCUCAI. Es todo un tema mandar sangre por avión de línea”, ejemplificó Vecchio.

Listas de espera

Este proceso es importantísimo porque a raíz del mismo, se comienza a confeccionar las listas de espera para ver qué compatibilidad tiene esa sangre para con el resto de los pacientes.

Mientras se va realizando todo el procedimiento, las Terapias Intensivas del hospital o centro privado en que se encuentre el paciente, tienen que hacer el correcto mantenimiento. Tiene que tenerlo en las mejores condiciones posibles. No tiene que estar infectado y tiene que estar funcionando bien con la menor cantidad de drogas posibles, los riñones tienen que estar en buen estado. “Si no, no pueden ser trasplantados. Si no funcionan bien, ningún centro de trasplante va a sacar órganos para trasplantarlos. Es lo que pasó en este caso”, remitió.

La donante

Sobre la joven en Rawson en particular, aseguró Vecchio que presentaba una infección en el pulmón. Por esa razón, los pulmones fueron descartados. Dijo que además estaba con drogas para mantener la función cardíaca. Tenía inotrópicos en dosis muy altas. Eso contraindica también, si está durante mucho tiempo, que se pueda trasplantar el corazón. Sólo quedaba el hígado al que no se había hecho estudios y los riñones. “El tema es que no tenemos aviones para transportar estos órganos ni médicos ablacionistas. Ellos vienen de Buenos Aires y se vuelven con los órganos”, sostuvo.

Agregó Jorge Vecchio que sólo hay dos ablacionistas renales. “Dependemos que estemos en la zona, que los órganos estén en buenas condiciones, etcétera. Se los pone en contenedores especiales. Se espera el avión de línea y recién ahí se transporta. Cuando la ablación es multiorgánica, que se puede sacar bien todo, vienen de centros de trasplante de Buenos Aires con aviones privados, los sacan y se los llevan, riñones incluidos.

-¿En las condiciones de la paciente tuvo que ver el mantenimiento en la clínica?

-El mantenimiento en cualquier terapia intensiva es fundamental.

-¿Qué se hubiese podido rescatar en caso que hubieran actuado como corresponde?

-Todos los órganos. Depende del mantenimiento. Hace dos años atrás, Chubut y otra más, éramos las únicas que teníamos el 100% de ablación de órganos. La terapia donde el mantenimiento estuvo fue correcto. Todo funcionaba bien. Si no están en condiciones no podemos hacer nada.

-¿Qué situaciones se dan?

-Que en algunas terapias puedan decir que por estar en muerte encefálica dicen que no les corresponde mantener el paciente, que se encargue INCUCAI. No es así. Si fuese así, no habría donaciones de órganos en la República Argentina. En Comodoro hay un solo medico. En Esquel no hay. Acá yo estoy solo, no puedo estar en todas las terapias. Si hay dos donaciones como hacemos. Si hay una sola en un centro privado no puedo ir ahí, dar órdenes y quedarme. Para eso tienen sus médicos de guardia. Es una solidaridad del centro privado o público, que hagan el mantenimiento como corresponde. Si no es así. No se hace como corresponde.

-¿Cómo toma usted las críticas sobre este caso? ¿Hay desinformación?

-Es un desconocimiento de una procuración. Tampoco la familia lo tiene que saber. Pero creo que hubo una malintención también de algunas personas de informarles cosas que no era verdad. Me hubiese gustado, en vez de decir lo que se dijeron, que hubiesen hablado conmigo. Llamamos al familiar que vive en Bahía Blanca para explicarle. No para lavar culpas sino para explicar como se hacen las cosas. Es un tema médico. Si tuviese culpa, me hago cargo. Donde no la tengo, no.

-¿Es habitual que se produzcan estas situaciones?

-Pasa en todos los lugares del país. No regularmente en ciudades grandes porque tienen centros de trasplantes a 10 cuadras. Ellos mismos llaman médicos y van a sacar los órganos. Acá se complica con los aviones. Acá es el doble de trabajo. Yo estoy solo, el de Comodoro también.

-Son los primeros interesados para que el operativo salga bien…

-No hay ninguna cuestión por la que no quisiéramos sacar los órganos. Al contrario. Necesitamos tener una cierta cantidad de donaciones por año para que la provincia siga estando en el lugar que está. Estamos entre 5 o 6 por año. Este año llevamos cero, no se hizo ninguna. Es la tercera. Dos antes no pudimos porque la familia no accedió. Esta, por mantenimiento. Acá no fue porque llegamos tarde ni porque Aerolíneas no la quiso llevar. Yo me di cuenta a la mañana siguiente de trámites administrativos de este panorama. Incucai me dijo que era difícil para que vengan a buscar los órganos y así fue.

-¿Tiene algún mensaje para las personas que se deciden para ser donantes?

-Acá fue un hecho fortuito. Se juntaron muchas cosas. Hay que seguir pensando que esto no es siempre así. A pesar de dificultades técnicas, nunca hemos perdido donación de órganos. En 14 años, es la primera vez que me pasa que no pudimos. El mantenimiento siempre se hizo de otra forma.

-¿Tuvo alguna explicación por parte del instituto?

-No. Después me llamaron por otra paciente pero era negativa para donación. Vamos a tener que afinar cómo se hacen los mantenimientos en las terapias intensivas. Hay todo un protocolo para seguir. En centros privados, se va a tener que hablar en extenso sobre este tema.


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