“No soy un encubridor y mi único error fue haber aceptado la Jefatura de la Comisaría Cuarta”

El único comisario condenado por la muerte de Julián Antillanca no se guardó nada. Cuestionó el proceso judicial. Tuvo palabras para el padre de la víctima y reveló hechos insólitos a lo largo de los dos juicios que afrontó . Dijo que lo condenaron a 3 años de prisión pero que ya pasó otros 5 de calvario.

23 JUL 2015 - 22:15 | Actualizado

Carlos Sandoval ingresó a la fuerza policial de Chubut hace más de 20 años. A poco de su retiro, fue condenado por un tribunal por el delito de encubrimiento en el caso Julián Antillanca, el joven hallado muerto tras una noche en la zona de boliches de Trelew durante la primavera de 2010.

“No soy un encubridor. La Fiscalía me imputó sin pruebas concretas y la Fiscalía nunca estuvo en el lugar donde apareció Julián. Si yo soy un encubridor, la Fiscalía, que nunca estuvo presente aquella mañana a pesar de tener conocimiento, porque nunca fue un fiscal esa mañana en el lugar del hecho, ¿qué figura les cabría a ellos?”, apuntó el comisario en una charla sin pelos en la lengua con Jornada.

Una película

“Para mí todo esto fue como una película. Una noche dormía en mi casa y a las horas comencé a recibir un asedio de todos lados, de los medios, la Justicia. Hace 5 años que estoy sometido a proceso constante”, expresó Sandoval quien no pudo equiparar los tres años de condena que recibió con los años de sometimiento al proceso penal, que lleva desde la madrugada del 6 de septiembre de 2010.

Sandoval detalló todo lo que hizo esa mañana al arribar a la Comisaría luego de que le dieran aviso acerca de un joven muerto en la zona sur de Trelew. “Mi único error fue haber recibido la Comisaría Cuarta de Trelew como jefe”, expuso el comisario al añadir que “cuando uno va de jefe de una Comisaría no elige a la gente con la que debe trabajar. Vos llegás y te designa el personal y hay que trabajar con ellos. Yo no estaba las 24 horas del día en la Comisaría, cada uno cumplía una función. Había funciones asignadas, cada cual se ocupaba de su responsabilidad. La Unidad Regional disponía supervisores en ausencia nuestra, para controlar la jurisdicción. Pero parece que mi nombre resultaba más significativo para condenar”.

Consultado respecto de si considera que hubo responsabilidades superiores que no fueron alcanzadas por la acusación, Sandoval indicó que “esa mañana el director de Seguridad y el jefe de Unidad estuvieron conmigo toda la mañana en el procedimiento. El preventor de la causa era el subjefe de la Comisaría (Cuarta), mi función era coordinar y tratar de ordenar las tareas pero nunca borré pruebas ni modifiqué cuestiones de la causa, no hubiera podido. Tampoco se probó eso en juicio. A mí nunca me apartaron en los primeros minutos de la investigación. E insisto, la Fiscalía nunca estuvo en el lugar con nosotros”, enfatizó.

“Hubo cuestiones políticas”

Sandoval aceptó romper el silencio y accedió a contar cada una de sus sensaciones durante los dos juicios que atravesó. En 2012, tres jueces de primera instancia lo absolvieron al igual que los jueces camaristas. “Todos estos años hemos guardado silencio por respeto a Antillanca. Pero con el tiempo hemos visto que todo ha derivado en cuestiones personales que fueron variando la cuestión central”.

Reveló que en el año en que ocurrieron los hechos, recibió llamados de altos funcionarios y vinculó el reclamo por el esclarecimiento del asesinato con asuntos ajenos al crimen. “Ese año era eleccionario. A mí me llamaron altos funcionarios aparentemente con alguna intención. A alguien más buscaban. Yo creo que había una cuestión política en medio de todo el año de elecciones. Las consecuencias de todo eso creo que las sufrí yo”. Dos años después, en 2012, llegó el primer juicio. “Fuimos respetuosos de la Justicia, nos sentamos ahí, se presentaron las pruebas, los testimonios, se convocó a gente. No intervenimos en nada como policías, fue como ir a una cirugía anestesiados”, graficó.

“Bastante rápido”

Tras la absolución de 2012 que benefició a Sandoval y los otros policías, el Superior Tribunal de Justicia ordenó hacer de nuevo el juicio, tras una queja de la familia Antillanca y de la Fiscalía. “El Superior Tribunal bastante rápido se expidió. Uno de los miembros estaba de acuerdo con la absolución y Jorge Pfleger dice que no puede analizar la prueba del juicio. Sin embargo, hizo un análisis de los elementos ventilados en el debate y determinó que se haga todo de vuelta y ahí fuimos. Juicio nuevo”.

Agregó que fue desgastante en su vida personal ya que su familia sufrió las consecuencias. Tuvo problemas en su salud e incluso, lamentó haber perdido por completo su carrera policial.

“Todo esto me trajo serios problemas incluso dentro de la fuerza, estuve un año en disponibilidad”, apuntó.

La Justicia

Sandoval criticó el proceso judicial que terminó con 3 policías condenados a perpetua y su condena de 3 años. “Del lado de la Justicia hubo desprolijidades. Convengamos que el mismo juez que está condenando a perpetua a 3 personas dice que siente la presión social. Acá hubo algo más que un reclamo por justicia”, sospechó. Añadió que “hubo movimiento de medios, políticos, con todo esto que no deja de tener injerencia en el proceso”. Por último le envió un mensaje a la sociedad. “Que sepan que esos chicos condenados a perpetua son inocentes. Mucha gente sabe quién soy y la condena de un juez que actuó bajo presión no lo va a cambiar. Siempre consideré ser un buen funcionario. Soy inocente”.#

“Hoy César Antillanca es otra persona”

Se le consultó a Sandoval qué le diría a César Antillaca, padre de Julián. “Tiene un hijo muerto, ¿qué se le puede decir a un padre con tanto dolor? Ahora bien, ese dolor uno ve que llega a una cuestión personal, con la política, la candidatura a gobernador, ahora irán por una acción contra el Estado desde lo civil”. El comisario en ningún momento trató de ser agresivo con Antillanca ni polemizar con él pero no se calló nada. “Siempre aclaré que desde que comenzó todo esto, lo acompañé en su dolor y valoré que buscara justicia. Pero en este momento no le diría nada. Porque su actitud para mí no se condice con la de un padre luchador. Padre luchador era mi viejo que tenía 3 laburos para que fuésemos a la escuela. Son conceptos diferentes. Para mí hoy por hoy Antillanca es otra persona. En un principio era una cosa respetuosa. Mi visión fue mutando. Con todo esto incluso hay personas que resultaron favorecidas con esto. Hay gente que ha ascendido en sus puestos. Hay un oficial que tanto se cuestionó que terminó con un cargo en la Fiscalía”.

Dijo haber tomado conocimiento sobre un festejo de agrupaciones por las condenas a policías. “Sé que las condenas se festejaron como un triunfo, habiendo gente inocente en el medio. Hubo un chico muerto y lo festejaron como un gol”. #

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23 JUL 2015 - 22:15

Carlos Sandoval ingresó a la fuerza policial de Chubut hace más de 20 años. A poco de su retiro, fue condenado por un tribunal por el delito de encubrimiento en el caso Julián Antillanca, el joven hallado muerto tras una noche en la zona de boliches de Trelew durante la primavera de 2010.

“No soy un encubridor. La Fiscalía me imputó sin pruebas concretas y la Fiscalía nunca estuvo en el lugar donde apareció Julián. Si yo soy un encubridor, la Fiscalía, que nunca estuvo presente aquella mañana a pesar de tener conocimiento, porque nunca fue un fiscal esa mañana en el lugar del hecho, ¿qué figura les cabría a ellos?”, apuntó el comisario en una charla sin pelos en la lengua con Jornada.

Una película

“Para mí todo esto fue como una película. Una noche dormía en mi casa y a las horas comencé a recibir un asedio de todos lados, de los medios, la Justicia. Hace 5 años que estoy sometido a proceso constante”, expresó Sandoval quien no pudo equiparar los tres años de condena que recibió con los años de sometimiento al proceso penal, que lleva desde la madrugada del 6 de septiembre de 2010.

Sandoval detalló todo lo que hizo esa mañana al arribar a la Comisaría luego de que le dieran aviso acerca de un joven muerto en la zona sur de Trelew. “Mi único error fue haber recibido la Comisaría Cuarta de Trelew como jefe”, expuso el comisario al añadir que “cuando uno va de jefe de una Comisaría no elige a la gente con la que debe trabajar. Vos llegás y te designa el personal y hay que trabajar con ellos. Yo no estaba las 24 horas del día en la Comisaría, cada uno cumplía una función. Había funciones asignadas, cada cual se ocupaba de su responsabilidad. La Unidad Regional disponía supervisores en ausencia nuestra, para controlar la jurisdicción. Pero parece que mi nombre resultaba más significativo para condenar”.

Consultado respecto de si considera que hubo responsabilidades superiores que no fueron alcanzadas por la acusación, Sandoval indicó que “esa mañana el director de Seguridad y el jefe de Unidad estuvieron conmigo toda la mañana en el procedimiento. El preventor de la causa era el subjefe de la Comisaría (Cuarta), mi función era coordinar y tratar de ordenar las tareas pero nunca borré pruebas ni modifiqué cuestiones de la causa, no hubiera podido. Tampoco se probó eso en juicio. A mí nunca me apartaron en los primeros minutos de la investigación. E insisto, la Fiscalía nunca estuvo en el lugar con nosotros”, enfatizó.

“Hubo cuestiones políticas”

Sandoval aceptó romper el silencio y accedió a contar cada una de sus sensaciones durante los dos juicios que atravesó. En 2012, tres jueces de primera instancia lo absolvieron al igual que los jueces camaristas. “Todos estos años hemos guardado silencio por respeto a Antillanca. Pero con el tiempo hemos visto que todo ha derivado en cuestiones personales que fueron variando la cuestión central”.

Reveló que en el año en que ocurrieron los hechos, recibió llamados de altos funcionarios y vinculó el reclamo por el esclarecimiento del asesinato con asuntos ajenos al crimen. “Ese año era eleccionario. A mí me llamaron altos funcionarios aparentemente con alguna intención. A alguien más buscaban. Yo creo que había una cuestión política en medio de todo el año de elecciones. Las consecuencias de todo eso creo que las sufrí yo”. Dos años después, en 2012, llegó el primer juicio. “Fuimos respetuosos de la Justicia, nos sentamos ahí, se presentaron las pruebas, los testimonios, se convocó a gente. No intervenimos en nada como policías, fue como ir a una cirugía anestesiados”, graficó.

“Bastante rápido”

Tras la absolución de 2012 que benefició a Sandoval y los otros policías, el Superior Tribunal de Justicia ordenó hacer de nuevo el juicio, tras una queja de la familia Antillanca y de la Fiscalía. “El Superior Tribunal bastante rápido se expidió. Uno de los miembros estaba de acuerdo con la absolución y Jorge Pfleger dice que no puede analizar la prueba del juicio. Sin embargo, hizo un análisis de los elementos ventilados en el debate y determinó que se haga todo de vuelta y ahí fuimos. Juicio nuevo”.

Agregó que fue desgastante en su vida personal ya que su familia sufrió las consecuencias. Tuvo problemas en su salud e incluso, lamentó haber perdido por completo su carrera policial.

“Todo esto me trajo serios problemas incluso dentro de la fuerza, estuve un año en disponibilidad”, apuntó.

La Justicia

Sandoval criticó el proceso judicial que terminó con 3 policías condenados a perpetua y su condena de 3 años. “Del lado de la Justicia hubo desprolijidades. Convengamos que el mismo juez que está condenando a perpetua a 3 personas dice que siente la presión social. Acá hubo algo más que un reclamo por justicia”, sospechó. Añadió que “hubo movimiento de medios, políticos, con todo esto que no deja de tener injerencia en el proceso”. Por último le envió un mensaje a la sociedad. “Que sepan que esos chicos condenados a perpetua son inocentes. Mucha gente sabe quién soy y la condena de un juez que actuó bajo presión no lo va a cambiar. Siempre consideré ser un buen funcionario. Soy inocente”.#

“Hoy César Antillanca es otra persona”

Se le consultó a Sandoval qué le diría a César Antillaca, padre de Julián. “Tiene un hijo muerto, ¿qué se le puede decir a un padre con tanto dolor? Ahora bien, ese dolor uno ve que llega a una cuestión personal, con la política, la candidatura a gobernador, ahora irán por una acción contra el Estado desde lo civil”. El comisario en ningún momento trató de ser agresivo con Antillanca ni polemizar con él pero no se calló nada. “Siempre aclaré que desde que comenzó todo esto, lo acompañé en su dolor y valoré que buscara justicia. Pero en este momento no le diría nada. Porque su actitud para mí no se condice con la de un padre luchador. Padre luchador era mi viejo que tenía 3 laburos para que fuésemos a la escuela. Son conceptos diferentes. Para mí hoy por hoy Antillanca es otra persona. En un principio era una cosa respetuosa. Mi visión fue mutando. Con todo esto incluso hay personas que resultaron favorecidas con esto. Hay gente que ha ascendido en sus puestos. Hay un oficial que tanto se cuestionó que terminó con un cargo en la Fiscalía”.

Dijo haber tomado conocimiento sobre un festejo de agrupaciones por las condenas a policías. “Sé que las condenas se festejaron como un triunfo, habiendo gente inocente en el medio. Hubo un chico muerto y lo festejaron como un gol”. #


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