Rusia veta resolución de la ONU sobre avión caído en Ucrania
Rusia vetó hoy la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de un tribunal internacional para procesar a los culpables del accidente de avión MH17 de Malaysia Airlines, en el que hace un año murieron 298 personas.
Once de los miembros del Consejo de Seguridad votaron a favor del proyecto y tres (Angola, Venezuela y China) se abstuvieron, aunque el voto negativo de Rusia -que posee derecho a veto- fue suficiente para frenar el proyecto, informó la agencia rusa Tass.
Antes de la votación, el Consejo de Seguridad de la ONU guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas MH17, que murieron cerca de Donetsk, en el este de Ucrania, el 17 de julio de 2014.
El proyecto de resolución propuesto por Malasia, Australia, Bélgica, Malasia, Holanda y Ucrania -miembros del grupo que investiga la catástrofe- califica el incidente como una amenaza a la paz y la seguridad internacionales y prevé la creación de un tribunal para procesar a los responsables de los crímenes vinculados a la destrucción del avión Malaysia Airlines.
El embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vitaly Churkin, explicó ayer a los periodistas que Moscú no estaba de acuerdo con el proyecto, sobre el cual tiene objeciones legales, prácticas y políticas.
"Nunca antes se establecieron tribunales internacionales para investigar accidentes aéreos civiles en virtud del Capítulo VII de la Carta de la ONU. Ningún tribunal se creó para investigar el accidente de un avión ruso derribado por un misil antiaéreo de Ucrania en 2001, o un avión iraní destruido por Estados Unidos", sostuvo Churkin.
Rusia había presentado un proyecto de resolución alternativa al Consejo de Seguridad de la ONU destinado a apoyar una investigación internacional independiente sobre el accidente aéreo MH17.
El documento propuesto por Rusia sugiere la designación de un representante especial de Naciones Unidas para supervisar la investigación de la tragedia y exige que los culpables del accidente aéreo sean llevados ante la justicia.
Kiev y Occidente acusan a los separatistas del este de Ucrania de disparar los proyectiles que supuestamente derribaron el vuelo MH17, algo que es negado por Rusia, quien acusa a las autoridades ucranianas de encubrir pruebas.
El Consejo de Seguridad de Holanda, que lidera la investigación técnica del suceso, responsabiliza de la caída del aparato a un misil Buk tierra-aire lanzado por los rebeldes, según un borrador del informe que deberá hacer oficial en los próximos meses.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, criticó duramente la postura rusa y acusó al gobierno de Putin de tratar de "negar Justicia" para las víctimas y de ignorar el clamor ciudadano en los países afectados, informó la agencia de noticias EFE.
Por su parte, el canciller holandés Bert Koenders, lamentó que "un miembro del Consejo de Seguridad obstruya la Justicia en una tragedia que ha afectado a tantos. La impunidad enviaría una señal muy peligrosa y amenazaría la seguridad de la aviación civil".
En el derribo del vuelo, que hacía la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur, fallecieron 193 holandeses, 44 malasios, 27 australianos, 12 indonesios, nueve británicos, cuatro belgas, cuatro alemanes, tres filipinos, un canadiense y un neozelandés, aunque las cifras varían según los recuentos por la doble nacionalidad de varias víctimas.
Once de los miembros del Consejo de Seguridad votaron a favor del proyecto y tres (Angola, Venezuela y China) se abstuvieron, aunque el voto negativo de Rusia -que posee derecho a veto- fue suficiente para frenar el proyecto, informó la agencia rusa Tass.
Antes de la votación, el Consejo de Seguridad de la ONU guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas MH17, que murieron cerca de Donetsk, en el este de Ucrania, el 17 de julio de 2014.
El proyecto de resolución propuesto por Malasia, Australia, Bélgica, Malasia, Holanda y Ucrania -miembros del grupo que investiga la catástrofe- califica el incidente como una amenaza a la paz y la seguridad internacionales y prevé la creación de un tribunal para procesar a los responsables de los crímenes vinculados a la destrucción del avión Malaysia Airlines.
El embajador de Rusia ante las Naciones Unidas, Vitaly Churkin, explicó ayer a los periodistas que Moscú no estaba de acuerdo con el proyecto, sobre el cual tiene objeciones legales, prácticas y políticas.
"Nunca antes se establecieron tribunales internacionales para investigar accidentes aéreos civiles en virtud del Capítulo VII de la Carta de la ONU. Ningún tribunal se creó para investigar el accidente de un avión ruso derribado por un misil antiaéreo de Ucrania en 2001, o un avión iraní destruido por Estados Unidos", sostuvo Churkin.
Rusia había presentado un proyecto de resolución alternativa al Consejo de Seguridad de la ONU destinado a apoyar una investigación internacional independiente sobre el accidente aéreo MH17.
El documento propuesto por Rusia sugiere la designación de un representante especial de Naciones Unidas para supervisar la investigación de la tragedia y exige que los culpables del accidente aéreo sean llevados ante la justicia.
Kiev y Occidente acusan a los separatistas del este de Ucrania de disparar los proyectiles que supuestamente derribaron el vuelo MH17, algo que es negado por Rusia, quien acusa a las autoridades ucranianas de encubrir pruebas.
El Consejo de Seguridad de Holanda, que lidera la investigación técnica del suceso, responsabiliza de la caída del aparato a un misil Buk tierra-aire lanzado por los rebeldes, según un borrador del informe que deberá hacer oficial en los próximos meses.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, criticó duramente la postura rusa y acusó al gobierno de Putin de tratar de "negar Justicia" para las víctimas y de ignorar el clamor ciudadano en los países afectados, informó la agencia de noticias EFE.
Por su parte, el canciller holandés Bert Koenders, lamentó que "un miembro del Consejo de Seguridad obstruya la Justicia en una tragedia que ha afectado a tantos. La impunidad enviaría una señal muy peligrosa y amenazaría la seguridad de la aviación civil".
En el derribo del vuelo, que hacía la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur, fallecieron 193 holandeses, 44 malasios, 27 australianos, 12 indonesios, nueve británicos, cuatro belgas, cuatro alemanes, tres filipinos, un canadiense y un neozelandés, aunque las cifras varían según los recuentos por la doble nacionalidad de varias víctimas.