“Me quedó claro de qué lado vino mi despido”

El conocido periodista de espectáculos habló con Jornada tras su reciente despido de la revista Paparazzi. Dijo que se va con dolor y que la decisión la tomó “alguien que no estaba en la revista”. Sin nombrarlo apuntó sobre su excompañero de ruta, Jorge Rial, quien ya lo había sacado de Intrusos.

08 AGO 2015 - 22:34 | Actualizado

Por Carlos Guajardo / Especial para Jornada

-¿Te sorprendió el despido de Paparazzi?

-No, esta vez no. Sí fue sorpresivo lo de Intrusos.

-Entonces lo presentías, ¿por qué?

-Uno con tantos años en esto se va dando cuenta. La relación, las actitudes, las condiciones de trabajo. Hay cosas que pasan y que hacen que uno se de cuenta que no queda mucha tela para cortar.

-¿Te vas bien?

-Me voy con mucho dolor, sobre todo por la calidad de la gente con la que trabajaba. Todos dejaban y ponían todo. Fueron 15 largos años. Igual me llevo una gran experiencia.

Luis Ventura ya no es el director de Paparazzi. Ahora las editoriales que se van a leer en la página 3 serán escritas por Jorge Rial, su antiguo compañero de ruta. De esta manera, uno de los periodistas más influyentes del mundo del espectáculo de la última década deja otro lugar vacío. Seguirá con su programa vespertino en América 24. Ventura tiene con Jornada una relación de hace tiempo. Estuvo presente en el festejo de los 60 años del diario y firmó con nuestra editorial el convenio que hizo posible que la revista llegue todos los domingos con un ejemplar de este matutino. El convenio seguirá pero ya sin Ventura como director. El periodista no habló con ningún medio respecto a su alejamiento. Se limitó a escribir en su Twitter “me despidieron de Paparazzi. Las causas no las voy a contar como siempre hice”. Pero sí accedió a este reportaje exclusivo en el que revela algunas cuestiones relacionadas con la situación, inesperada para muchos.

-¿Alguna publicación de los últimos tiempos tuvo que ver con este despido?

-No, para nada. Todas las publicaciones e incluso las que merecieron tapa fueron consensuadas.

-¿Notaste alguna “mano negra” en todo esto?

-No, yo no la llamaría así. Pero es evidente que alguien que no estaba en la revista tuvo que ver. Y mucho. Porque durante mucho tiempo pidieron mi cabeza.

-¿Te referís a Jorge Rial?

-No voy a dar nombres. Eso queda para mí y para los que tuvieron responsabilidades en este tema.

-Igual, ¿te vas conforme?

-La verdad que sí. Conforme y orgulloso. Llegamos a ser la revista de más venta cuando los medios gráficos están en caída por el auge indiscutible que tiene Internet y lo que han crecido las redes sociales. Creo que empezamos con una revista pobre y me voy dejando una revista rica.

-¿Y cómo te sentís íntimamente?

-Mirá, sacando el dolor del que hablaba al principio, lo tomo como un ciclo que se cierra. Y hay veces que no lo podés evitar. De todas maneras no es para mi una derrota porque me quedó bien claro de dónde vino mi despido.

-¿El futuro?

-Es muy pronto para hablar de eso. Yo me siento bárbaro. La vida sigue. Y te digo que en las últimas horas se me abrieron 500 puertas. Estaré en otros lugares. Tal vez no estaré en donde la gente me quiere ver. Pero esta es una profesión que tiene muchas variantes. Ya pasé por esto varias veces. No es la primera vez. Además muchos colegas han pasado por lo mismo.

-¿No sentís bronca, rencores?

-Eso no te lleva a nada. Lo mejor ante circunstancias como estas es levantar la cabeza y seguir adelante. Yo se que en poco tiempo dejé o me hicieron dejar dos lugares importantes. Qué te puedo decir, marcaron a fuego esta última etapa de mi carrera. Pero yo sigo vivo. El periodismo es más que una profesión para mí. Es un sentimiento. Pienso que a esta altura no podría hacer otra cosa. Me críe en una redacción junto a mi papá y mi tío. En recuerdo y honor a ellos no voy a bajar los brazos.

-¿No habrá sido uno de los denominados “pase de factura” tu despido?

-No lo veo así. Fue una decisión empresarial, con alguno que metió la cola. Vos sabes que Paparazzi tiene dos dueños. Uno con el 70 por ciento de las acciones y otro con el 30. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Ya dije que no voy a dar demasiados datos.

-¿Tenés fuerzas y ganas para seguir?

-Por supuesto. Ya te dije que esto es lo mío. Además a mi me tenés que matar para sacarme de esto. Si me dejás herido no te va a servir de nada. Yo no me doy por vencido ni aún vencido. ¿Te quedó claro?

-Clarísimo.

08 AGO 2015 - 22:34

Por Carlos Guajardo / Especial para Jornada

-¿Te sorprendió el despido de Paparazzi?

-No, esta vez no. Sí fue sorpresivo lo de Intrusos.

-Entonces lo presentías, ¿por qué?

-Uno con tantos años en esto se va dando cuenta. La relación, las actitudes, las condiciones de trabajo. Hay cosas que pasan y que hacen que uno se de cuenta que no queda mucha tela para cortar.

-¿Te vas bien?

-Me voy con mucho dolor, sobre todo por la calidad de la gente con la que trabajaba. Todos dejaban y ponían todo. Fueron 15 largos años. Igual me llevo una gran experiencia.

Luis Ventura ya no es el director de Paparazzi. Ahora las editoriales que se van a leer en la página 3 serán escritas por Jorge Rial, su antiguo compañero de ruta. De esta manera, uno de los periodistas más influyentes del mundo del espectáculo de la última década deja otro lugar vacío. Seguirá con su programa vespertino en América 24. Ventura tiene con Jornada una relación de hace tiempo. Estuvo presente en el festejo de los 60 años del diario y firmó con nuestra editorial el convenio que hizo posible que la revista llegue todos los domingos con un ejemplar de este matutino. El convenio seguirá pero ya sin Ventura como director. El periodista no habló con ningún medio respecto a su alejamiento. Se limitó a escribir en su Twitter “me despidieron de Paparazzi. Las causas no las voy a contar como siempre hice”. Pero sí accedió a este reportaje exclusivo en el que revela algunas cuestiones relacionadas con la situación, inesperada para muchos.

-¿Alguna publicación de los últimos tiempos tuvo que ver con este despido?

-No, para nada. Todas las publicaciones e incluso las que merecieron tapa fueron consensuadas.

-¿Notaste alguna “mano negra” en todo esto?

-No, yo no la llamaría así. Pero es evidente que alguien que no estaba en la revista tuvo que ver. Y mucho. Porque durante mucho tiempo pidieron mi cabeza.

-¿Te referís a Jorge Rial?

-No voy a dar nombres. Eso queda para mí y para los que tuvieron responsabilidades en este tema.

-Igual, ¿te vas conforme?

-La verdad que sí. Conforme y orgulloso. Llegamos a ser la revista de más venta cuando los medios gráficos están en caída por el auge indiscutible que tiene Internet y lo que han crecido las redes sociales. Creo que empezamos con una revista pobre y me voy dejando una revista rica.

-¿Y cómo te sentís íntimamente?

-Mirá, sacando el dolor del que hablaba al principio, lo tomo como un ciclo que se cierra. Y hay veces que no lo podés evitar. De todas maneras no es para mi una derrota porque me quedó bien claro de dónde vino mi despido.

-¿El futuro?

-Es muy pronto para hablar de eso. Yo me siento bárbaro. La vida sigue. Y te digo que en las últimas horas se me abrieron 500 puertas. Estaré en otros lugares. Tal vez no estaré en donde la gente me quiere ver. Pero esta es una profesión que tiene muchas variantes. Ya pasé por esto varias veces. No es la primera vez. Además muchos colegas han pasado por lo mismo.

-¿No sentís bronca, rencores?

-Eso no te lleva a nada. Lo mejor ante circunstancias como estas es levantar la cabeza y seguir adelante. Yo se que en poco tiempo dejé o me hicieron dejar dos lugares importantes. Qué te puedo decir, marcaron a fuego esta última etapa de mi carrera. Pero yo sigo vivo. El periodismo es más que una profesión para mí. Es un sentimiento. Pienso que a esta altura no podría hacer otra cosa. Me críe en una redacción junto a mi papá y mi tío. En recuerdo y honor a ellos no voy a bajar los brazos.

-¿No habrá sido uno de los denominados “pase de factura” tu despido?

-No lo veo así. Fue una decisión empresarial, con alguno que metió la cola. Vos sabes que Paparazzi tiene dos dueños. Uno con el 70 por ciento de las acciones y otro con el 30. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Ya dije que no voy a dar demasiados datos.

-¿Tenés fuerzas y ganas para seguir?

-Por supuesto. Ya te dije que esto es lo mío. Además a mi me tenés que matar para sacarme de esto. Si me dejás herido no te va a servir de nada. Yo no me doy por vencido ni aún vencido. ¿Te quedó claro?

-Clarísimo.


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