Poltronieri: “Todos tenemos miedo pero cuando las papas queman, se te va”

El veterano de Malvinas Oscar Poltronieri llegó a Puerto Madryn para contar su experiencia, su historia de vida, tras aquella guerra. Una página dolorosa para el país que con su voz se convierte en un mensaje lleno de valores para los más jóvenes.

01 SEP 2015 - 23:12 | Actualizado

Poltronieri manifestó su alegría por estar en la ciudad: “Muy contento de estar, de contarles a los chicos lo que es Malvinas. Es muy fuerte saber lo que nosotros fuimos, fuimos por nuestro país, y hoy me toca recorrer todo el país”.

Para el veterano la Patagonia sintió como propia la guerra, pasaron lo mismo que ellos que pisaron las Islas, y siguen hoy manifestando ese sentimiento de dolor como propio, una experiencia compartida. “Acá lo siento como que la vivieron igual que nosotros. Casi como nosotros porque en toda la Patagonia estuvieron cerca, es muy diferente a Buenos Aires. Acá lo sintieron más, los chicos te escuchan porque lo vivieron, en cambio en Capital no te escuchan, capaz que vos estás contando y se ríen al costado”, dijo.

“A uno le da bronca porque quizás los padres no les enseñan, o quizás hablar de Malvinas era mala palabra. En Buenos Aires era como que sus padres estaban en el mundial, es todo distinto, es lo que veo”, comentó, y destacó que “yo veo a chicos de 10 u 11 años y recuerdo a esos chicos que nos daban cartas, que nos daban ánimo, y por ellos hago estas charlas, para capacitar”.

Sin miedo

Con sólo preguntar qué significa Malvinas, Poltronieri no duda: “Es un sentimiento para mí”. Y analiza su realidad actual, en donde recién está viviendo lo que pasó con plena consciencia. “Yo me siento que recién hoy, después de 33 años, estoy cayendo en lo que hice. Y por eso decidí recorrer todos los pueblos y ciudades, contar lo que hice yo, mis compañeros y mis jefes, porque éramos todos uno. Teníamos nuestros maestros, y yo le doy gracias a ellos por enseñarme a caminar en el campo, a manejar un arma y a poner el pecho por la patria, por nuestra bandera. Por eso al ingresar al servicio militar obligatorio juramos por la bandera hasta morir, y yo cumplí con eso”, contó.

“Me jugué mi vida y pude salvar muchas también. Tuve un Dios aparte que me ayudó a salir adelante, a hacer lo que hice y salir ileso. En ese momento no pensamos ni en nuestros padres, ni en hermanos, nada; uno quería hacer lo que le habían enseñado y lo que teníamos que hacer por la patria. Pusimos el pecho por todos los argentinos”, remarcó Poltronieri, y recordó que “cuando yo vi que mataron a un compañero mío, hice cualquier cosa, ni te imaginás. Todos tenemos miedo pero cuando las papas queman se te va el miedo, y ves que te matan a un compañero, es peor todavía”.

Dos guerras

Para Oscar la guerra tuvo dos partes. “No se olviden que hubo una guerra en Malvinas y otra, la peor, al volver, porque la mayoría de nuestros compañeros eran padres de familia, tenían sus hijitos y querían tener un trabajo digno como tenían los demás. Y nos cerraban las puertas, nos trataban de locos de la guerra, tuvimos unos años donde, así como me ve con medalla y todo, vendía calcomanías en los trenes”, reveló. “Era como si tuviéramos una puñalada en la espalda, donde de a poco, a los 25 años de la guerra, comenzaron a sacarlo”, manifestó.

Hace 5 años volvió a Malvinas, un momento especial para él donde pudo filmar y ser parte de un documental. “¿Cómo fue volver? Lloré todo el camino, no llegaba más, yo quería llegar y hasta que no llegó el avión que venía de Chile, hasta que no estuve arriba, no me sentí tranquilo, y después fue una eternidad”, contó, y remarcó que toda esa experiencia es lo que comparte con los chicos donde brinda las charlas.

Las más leídas

01 SEP 2015 - 23:12

Poltronieri manifestó su alegría por estar en la ciudad: “Muy contento de estar, de contarles a los chicos lo que es Malvinas. Es muy fuerte saber lo que nosotros fuimos, fuimos por nuestro país, y hoy me toca recorrer todo el país”.

Para el veterano la Patagonia sintió como propia la guerra, pasaron lo mismo que ellos que pisaron las Islas, y siguen hoy manifestando ese sentimiento de dolor como propio, una experiencia compartida. “Acá lo siento como que la vivieron igual que nosotros. Casi como nosotros porque en toda la Patagonia estuvieron cerca, es muy diferente a Buenos Aires. Acá lo sintieron más, los chicos te escuchan porque lo vivieron, en cambio en Capital no te escuchan, capaz que vos estás contando y se ríen al costado”, dijo.

“A uno le da bronca porque quizás los padres no les enseñan, o quizás hablar de Malvinas era mala palabra. En Buenos Aires era como que sus padres estaban en el mundial, es todo distinto, es lo que veo”, comentó, y destacó que “yo veo a chicos de 10 u 11 años y recuerdo a esos chicos que nos daban cartas, que nos daban ánimo, y por ellos hago estas charlas, para capacitar”.

Sin miedo

Con sólo preguntar qué significa Malvinas, Poltronieri no duda: “Es un sentimiento para mí”. Y analiza su realidad actual, en donde recién está viviendo lo que pasó con plena consciencia. “Yo me siento que recién hoy, después de 33 años, estoy cayendo en lo que hice. Y por eso decidí recorrer todos los pueblos y ciudades, contar lo que hice yo, mis compañeros y mis jefes, porque éramos todos uno. Teníamos nuestros maestros, y yo le doy gracias a ellos por enseñarme a caminar en el campo, a manejar un arma y a poner el pecho por la patria, por nuestra bandera. Por eso al ingresar al servicio militar obligatorio juramos por la bandera hasta morir, y yo cumplí con eso”, contó.

“Me jugué mi vida y pude salvar muchas también. Tuve un Dios aparte que me ayudó a salir adelante, a hacer lo que hice y salir ileso. En ese momento no pensamos ni en nuestros padres, ni en hermanos, nada; uno quería hacer lo que le habían enseñado y lo que teníamos que hacer por la patria. Pusimos el pecho por todos los argentinos”, remarcó Poltronieri, y recordó que “cuando yo vi que mataron a un compañero mío, hice cualquier cosa, ni te imaginás. Todos tenemos miedo pero cuando las papas queman se te va el miedo, y ves que te matan a un compañero, es peor todavía”.

Dos guerras

Para Oscar la guerra tuvo dos partes. “No se olviden que hubo una guerra en Malvinas y otra, la peor, al volver, porque la mayoría de nuestros compañeros eran padres de familia, tenían sus hijitos y querían tener un trabajo digno como tenían los demás. Y nos cerraban las puertas, nos trataban de locos de la guerra, tuvimos unos años donde, así como me ve con medalla y todo, vendía calcomanías en los trenes”, reveló. “Era como si tuviéramos una puñalada en la espalda, donde de a poco, a los 25 años de la guerra, comenzaron a sacarlo”, manifestó.

Hace 5 años volvió a Malvinas, un momento especial para él donde pudo filmar y ser parte de un documental. “¿Cómo fue volver? Lloré todo el camino, no llegaba más, yo quería llegar y hasta que no llegó el avión que venía de Chile, hasta que no estuve arriba, no me sentí tranquilo, y después fue una eternidad”, contó, y remarcó que toda esa experiencia es lo que comparte con los chicos donde brinda las charlas.


NOTICIAS RELACIONADAS