20 años de prisión al asesino de la diseñadora Celina Bergantiños

Miguel Ángel Santa Marinha fue condenado por el crimen de la diseñadora, quien era la mejor amiga de su esposa y fue hallada estrangulada en octubre de 2013 en su departamento del barrio porteño de San Telmo.

15 OCT 2015 - 15:57 | Actualizado

La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 12, que consideró a Miguel Angel Santa Marinha (36) autor material de "hurto agravado por uso de llave o ganzúa en concurso con homicidio simple y hurto simple".

Es que además del crimen, los jueces Claudia Moscato, Luis Marquez y Darío Medina lo consideraron responsable de dos robos cometidos en la casa de la diseñadora, uno antes y otro al día siguiente del homicidio.

Vestido con jeans y camisa a cuadros, Santa Marinha se mostró asombrado por la pena dictada y apenas terminó la lectura del veredicto lo retiraron de la sala esposado.

Mientras tanto, Lilian Castaño, madre de Celina, apretó fuerte un ramo de flores que tenía entre las manos y atinó a llorar, pero se contuvo, al igual que otros familiares que la acompañaban en la sala de audiencias.

"Esperábamos más, queríamos reclusión perpetua, pero igual agradezco el trabajo del abogado y de la fiscal (de instrucción) Paula Asaro y (de juicio) Gustavo Gerlero, que actuaron muy bien", dijo a Télam Castaño.

"Nadie me va a devolver a mi hija, pero es un poco de alivio", agregó la mujer tras escuchar la sentencia.

Por su parte, Cecilia, hermana de Celina, afirmó que "es bueno que haya un mensaje a la sociedad de que esto no quedó en la nada y hay una condena a veinte años de prisión".

La joven se mostró indignada de que en el juicio Santa Marinha se haya declarado "inocente" y contó que en las audiencias miraba a su familia "con soberbia" desde su asiento ubicado a sólo dos metros del público.

"Dijo que les pedía los padres que sigan luchando para encontrar a los asesinos de Celina, increíble. Yo les agradezco a los cuatro amigos de él que ayudaron a entregarlo cuando les fue a pedir ayuda", señaló Cecilia.

Luego agregó que "hay sospechas" sobre la intervención en el crimen de Romina Neu, esposa de Santa Marinha y mejor amiga de su hermana, aunque prefirió no dar más detalles porque ésta fue indagada la semana pasada como coautora del homicidio.

La jornada de hoy había comenzado con los alegatos del fiscal Gustavo Gerlero, que solicitó 16 años de cárcel para el acusado por los mismos delitos por los que terminó condenado.

Por su parte, el abogado querellante, Carlos Castellanos, había reclamado reclusión perpetua por los delitos de "robo agravado por uso de llave o ganzúa, homicidio doblemente agravado por alevosí­a y criminis causa y robo".

Finalmente, el letrado Salvador Rovito, defensor de Santa Marinha, solicitó la "absolución total", al asegurar que su asistido no tuvo participación alguna en los hechos que se investigan y hay solo "indicios" o "dichos de dichos" en su contra.

La diseñadora de interiores, que trabajaba en el shopping "Buenos Aires Design", fue hallada asesinada el 5 de octubre de 2013 por su padre en el departamento del primer piso de Bolí­var 743, donde según la autopsia, fue estrangulada y apuñalada.

Dos amigos del imputado que se presentaron a declarar fueron clave para esclarecer el caso en 72 horas, ya que contaron que Santa Marinha les habí­a confesado en una estación de servicio de Monte Grande la autorí­a del crimen. "La maté yo. No sé qué hice. Me mandé la cagada de mi vida", les dijo.

En su alegato, Gerlero dio por acreditado que Santa Marinha estuvo el miércoles 2 de octubre en la casa de Celina, entró con una ganzúa o llave sustraída y robó 350 dólares.

Entonces, el jueves la joven cambió la cerradura, pero como quedó puesta de forma precaria, organizó con Santamarinha para terminar de colocarla porque él tenía conocimientos de cerrajería.

Un indicio de que el sospechoso fue el que la mató es que cuando la Policía entró el sábado 5, la cerradura había sido colocada correctamente, lo que para el fiscal es prueba de que estuvo ahí.

Recordó además que la noche del jueves ella tenía una cita con un joven, a la que no acudió, y que ese muchacho estuvo esperándola en la calle y ella no salió: para el fiscal ya estaba muerta.

Acerca del viernes, para Gerlero no hay dudas de que el imputado reingresó para intentar borrar pruebas mediante un incendio o explosión, ya que tras robar un juego de llaves, un celular y una computadora, abrió todas las perillas de gas.

También valoró los testimonios de los cuatro amigos que declararon que Santamarinha los reunió el lunes siguiente al crimen en una estación de servicio de Monte Grande y les confesó que la había matado".

Y consideró importante el testimonio del empleado del garaje contiguo a la casa de Celina, que dijo que el acusado estuvo el jueves y viernes personalmente, y varias veces por teléfono, pidiendo que les entregará las grabaciones de las cámaras de seguridad en las que había quedado filmado el martes cuando estacionó su auto.

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15 OCT 2015 - 15:57

La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral Criminal (TOC) 12, que consideró a Miguel Angel Santa Marinha (36) autor material de "hurto agravado por uso de llave o ganzúa en concurso con homicidio simple y hurto simple".

Es que además del crimen, los jueces Claudia Moscato, Luis Marquez y Darío Medina lo consideraron responsable de dos robos cometidos en la casa de la diseñadora, uno antes y otro al día siguiente del homicidio.

Vestido con jeans y camisa a cuadros, Santa Marinha se mostró asombrado por la pena dictada y apenas terminó la lectura del veredicto lo retiraron de la sala esposado.

Mientras tanto, Lilian Castaño, madre de Celina, apretó fuerte un ramo de flores que tenía entre las manos y atinó a llorar, pero se contuvo, al igual que otros familiares que la acompañaban en la sala de audiencias.

"Esperábamos más, queríamos reclusión perpetua, pero igual agradezco el trabajo del abogado y de la fiscal (de instrucción) Paula Asaro y (de juicio) Gustavo Gerlero, que actuaron muy bien", dijo a Télam Castaño.

"Nadie me va a devolver a mi hija, pero es un poco de alivio", agregó la mujer tras escuchar la sentencia.

Por su parte, Cecilia, hermana de Celina, afirmó que "es bueno que haya un mensaje a la sociedad de que esto no quedó en la nada y hay una condena a veinte años de prisión".

La joven se mostró indignada de que en el juicio Santa Marinha se haya declarado "inocente" y contó que en las audiencias miraba a su familia "con soberbia" desde su asiento ubicado a sólo dos metros del público.

"Dijo que les pedía los padres que sigan luchando para encontrar a los asesinos de Celina, increíble. Yo les agradezco a los cuatro amigos de él que ayudaron a entregarlo cuando les fue a pedir ayuda", señaló Cecilia.

Luego agregó que "hay sospechas" sobre la intervención en el crimen de Romina Neu, esposa de Santa Marinha y mejor amiga de su hermana, aunque prefirió no dar más detalles porque ésta fue indagada la semana pasada como coautora del homicidio.

La jornada de hoy había comenzado con los alegatos del fiscal Gustavo Gerlero, que solicitó 16 años de cárcel para el acusado por los mismos delitos por los que terminó condenado.

Por su parte, el abogado querellante, Carlos Castellanos, había reclamado reclusión perpetua por los delitos de "robo agravado por uso de llave o ganzúa, homicidio doblemente agravado por alevosí­a y criminis causa y robo".

Finalmente, el letrado Salvador Rovito, defensor de Santa Marinha, solicitó la "absolución total", al asegurar que su asistido no tuvo participación alguna en los hechos que se investigan y hay solo "indicios" o "dichos de dichos" en su contra.

La diseñadora de interiores, que trabajaba en el shopping "Buenos Aires Design", fue hallada asesinada el 5 de octubre de 2013 por su padre en el departamento del primer piso de Bolí­var 743, donde según la autopsia, fue estrangulada y apuñalada.

Dos amigos del imputado que se presentaron a declarar fueron clave para esclarecer el caso en 72 horas, ya que contaron que Santa Marinha les habí­a confesado en una estación de servicio de Monte Grande la autorí­a del crimen. "La maté yo. No sé qué hice. Me mandé la cagada de mi vida", les dijo.

En su alegato, Gerlero dio por acreditado que Santa Marinha estuvo el miércoles 2 de octubre en la casa de Celina, entró con una ganzúa o llave sustraída y robó 350 dólares.

Entonces, el jueves la joven cambió la cerradura, pero como quedó puesta de forma precaria, organizó con Santamarinha para terminar de colocarla porque él tenía conocimientos de cerrajería.

Un indicio de que el sospechoso fue el que la mató es que cuando la Policía entró el sábado 5, la cerradura había sido colocada correctamente, lo que para el fiscal es prueba de que estuvo ahí.

Recordó además que la noche del jueves ella tenía una cita con un joven, a la que no acudió, y que ese muchacho estuvo esperándola en la calle y ella no salió: para el fiscal ya estaba muerta.

Acerca del viernes, para Gerlero no hay dudas de que el imputado reingresó para intentar borrar pruebas mediante un incendio o explosión, ya que tras robar un juego de llaves, un celular y una computadora, abrió todas las perillas de gas.

También valoró los testimonios de los cuatro amigos que declararon que Santamarinha los reunió el lunes siguiente al crimen en una estación de servicio de Monte Grande y les confesó que la había matado".

Y consideró importante el testimonio del empleado del garaje contiguo a la casa de Celina, que dijo que el acusado estuvo el jueves y viernes personalmente, y varias veces por teléfono, pidiendo que les entregará las grabaciones de las cámaras de seguridad en las que había quedado filmado el martes cuando estacionó su auto.


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