Massoni presentó denuncia por sobreprecios en la Alcaidía de Comodoro

La documentación fue remitida a la Procuración General de la Provincia. El funcionario indicó que se abrió una investigación por presunta defraudación al Estado en la compra de alimentos. “Entre otras cosas compraron un atado de acelga a $130, una docena de huevos a $95 y un kilo de papas a $64”, graficó el secretario de Seguridad.

28 OCT 2015 - 14:12 | Actualizado

El secretario de Seguridad y Justicia de la Provincia, Federico Massoni, junto al jefe y subjefe de la Policía del Chubut, Leonardo Bustos y Carlos Bidera, presentaron este miércoles ante el procurador general de la Provincia, Jorge Miquelarena, documentación original que acredita el pago de sobreprecios en la compra de alimentos para internos en la Alcaidía de Comodoro Rivadavia.

Massoni relató que “hemos presentado toda la documentación original acreditando lo que en principio podría estar incurso en lo que sería una defraudación al Estado, pago de sobreprecios y un delito en cuanto a la administración”.

En diálogo con Jornada, el secretario de Justicia dio detalles acerca de las compras que figuran realizadas con presuntos sobreprecios: “Entre otros muchos alimentos compraron un atado de acelga a $130, una docena de huevos a $95 y un kilo de papas a $64”.

Ante esta datos, el funcionario señaló que se realizó un cuadro comparativo en relación al consumo de alimentos de los internos de la Alcaidía de Trelew, ya que tiene alberga una cantidad similar de reclusos: “En Trelew se pagó por los mismos alimentos una cifra mucho menor un atado de acelga a $5, una docena de huevos a $35 y un kilo de papas a $4”.

“Para ser más específicos en la diferencia que hubo entre el consumo de ambas dependencias policiales, solo en verduras, en la Alcaidía de Trelew se gastaron $15.388 en julio; y en el mismo mes, en Comodoro, $168.525”, remarcó Massoni.

En el marco de esta investigación, se detecta que tampoco “se relacionaría la cantidad de alimentos que se compran con la cantidad de internos que realizan el consumo”.

En cuanto a los responsables del hecho, el secretario de Seguridad fue cauto y remarcó que esperará a que actúe la justicia; no obstante se puede deducir que habría una connivencia entre el proveedor de los alimentos y los compradores.

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28 OCT 2015 - 14:12

El secretario de Seguridad y Justicia de la Provincia, Federico Massoni, junto al jefe y subjefe de la Policía del Chubut, Leonardo Bustos y Carlos Bidera, presentaron este miércoles ante el procurador general de la Provincia, Jorge Miquelarena, documentación original que acredita el pago de sobreprecios en la compra de alimentos para internos en la Alcaidía de Comodoro Rivadavia.

Massoni relató que “hemos presentado toda la documentación original acreditando lo que en principio podría estar incurso en lo que sería una defraudación al Estado, pago de sobreprecios y un delito en cuanto a la administración”.

En diálogo con Jornada, el secretario de Justicia dio detalles acerca de las compras que figuran realizadas con presuntos sobreprecios: “Entre otros muchos alimentos compraron un atado de acelga a $130, una docena de huevos a $95 y un kilo de papas a $64”.

Ante esta datos, el funcionario señaló que se realizó un cuadro comparativo en relación al consumo de alimentos de los internos de la Alcaidía de Trelew, ya que tiene alberga una cantidad similar de reclusos: “En Trelew se pagó por los mismos alimentos una cifra mucho menor un atado de acelga a $5, una docena de huevos a $35 y un kilo de papas a $4”.

“Para ser más específicos en la diferencia que hubo entre el consumo de ambas dependencias policiales, solo en verduras, en la Alcaidía de Trelew se gastaron $15.388 en julio; y en el mismo mes, en Comodoro, $168.525”, remarcó Massoni.

En el marco de esta investigación, se detecta que tampoco “se relacionaría la cantidad de alimentos que se compran con la cantidad de internos que realizan el consumo”.

En cuanto a los responsables del hecho, el secretario de Seguridad fue cauto y remarcó que esperará a que actúe la justicia; no obstante se puede deducir que habría una connivencia entre el proveedor de los alimentos y los compradores.


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