Das Neves ejerce el poder del cambio y piensa más allá del 10 de diciembre

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07 NOV 2015 - 22:30 | Actualizado

Es casi obvio que iba a ser así pero la confirmación no deja de ser un punto para destacar: Mario Das Neves se prepara para que su tercer mandato como gobernador de Chubut sea el mejor.

Con más años sobre el lomo que aquella primera vez que se alumbró como gobernador en 2003, y sin perder las mañas que la política le exige tener a todo líder que se precie, Das Neves ha venido dejando que su entorno más cercano vaya terminando de definir el equipo de gobierno. Pero él ya está pensando más allá del 10 de diciembre, como corresponde.

Das Neves no sólo planea hacer la mejor gestión de su vida sino en volver a pararse como un jugador importante de la política regional y nacional. Para eso, cree, es importante un cambio. Propio y ajeno.

Sus primeros movimientos y gestos públicos fueron en ese sentido. Tuvo suerte: la elección nacional no se definió el 25 de octubre y ahora todos los que tienen un poco de poder territorial importan más que nunca para las grandes ligas de la política nacional.

¿Mauricio o Daniel?

Cuando todos creían que su vieja amistad con Daniel Scioli iba a pesar a la hora de inclinar la balanza de cara al balotaje del 22 de noviembre, Das Neves dio un paso al costado para caminar con mayor comodidad hacia adelante. Les dio “libertad” a sus votantes y envió un claro mensaje que no fue necesario decodificar.

Das Neves no perdió ni un poco el afecto personal y el vínculo político con el candidato presidencial del Frente para la Victoria, pero el chubutense siente que tiene la necesidad de armar su propio juego. Y no piensa subirse sin chistar a un carro que desde su punto de vista viene cuesta abajo.

Aunque coqueteó con la flor y nata del kirchnerismo en la previa de las PASO para sumarse a las boletas del FpV, el fracaso de aquellas negociaciones lo terminó de convencer de que algunos altos dirigentes nacionales del kirchnerismo lo detestan, inclusive más que él a ellos.

Por eso, ahora que ganó en Chubut con una boleta corta, sin apoyo de nadie más que de la gente, se siente con el oxígeno suficiente para jugar el partido que más le convenga a él y a los chubutenses. En ese esquema, no tiene prejuicios y se sentará a partir de diciembre en la Casa Rosada con el que la gente elija para llevar las riendas. Así de simple.

Contacto en CABA

Sin necesidad de exponerse personalmente, el lunes pasado estuvo atento a una importante reunión con los popes del comando de campaña de Mauricio Macri. Aunque estaba en la Ciudad de Buenos Aires, prefirió mantener distancia y envió a su hijo Pablo a una reunión con Emilio Monzó, el mayor armador político de Macri, tal vez el hombre más influyente del entorno macrista después del asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba.

Monzó, exministro de Agricultura de Daniel Scioli en la época de la 125 y con un paso por el denarvaismo antes de desembarcar como ministro de Gobierno porteño, fue en los ´80 un ferviente militante de la juventud de la UCeDé, en donde tejió una estrecha relación personal con otros dos jóvenes ultraliberales que hacían sus primeras armas: el excandidato presidencial Sergio Massa y el actual gobernador de Chubut, Martín Buzzi.

La charla de Pablo Das Neves con Monzó y otros dirigentes de la mesa chica del PRO, como Francisco “Pancho” Cabrera, el líder de los equipos técnicos del macrismo, fue más productiva de lo esperado. Más pragmático que su padre, Das Neves hijo es también más ducho a la hora de buscar consensos con un sector político que alguna vez el propio líder de Chubut Somos Todos calificó como su límite.

Das Neves y Monzó hablaron de trabajar juntos varios temas claves, sobre todo si el 10 de diciembre el PRO llega a la Casa Rosada. Y hasta se charló de manera informal la posibilidad de incorporar a Ricardo Irianni, el candidato a gobernador del PRO en las PASO de agosto pasado, aunque finalmente esa opción no prosperó.

Acuerdo

Aunque el dasnevismo le bajó el tono a la reunión, fue el propio macrismo el que salió a ventilar detalles del encuentro, sobre todo porque ellos lo consideraron muy productivo.

En una entrevista con FM Tiempo de Trelew, “Pancho” Cabrera dijo que “sé que Das Neves quiere discutir con nosotros nuestra postura sobre el tema petrolero y queremos darle tranquilidad. Seguramente firmaremos un acuerdo”, adelantó.

Cabrera, además, intentó despejar las dudas que sembró sobre el futuro de YPF y del sector petrolero el referente energético de Macri, el ex-CEO de Shell, Juan José Aranguren. Últimamente, cada vez que Aranguren abre la boca se muestra un poco más lejos de los intereses de la Patagonia. Esto, tal vez, explica por qué Macri no pudo ganar en ninguna provincia patagónica, y en casos como Chubut y Río Negro, salió tercero cómodo.

Pero Cabrera le puso empeño: “Con una macroeconomía ordenada, responsable, con un tipo de cambio unificado y la posibilidad de invertir trayendo dólares, creemos que habrá inversiones en el sector petrolero y que habrá más empleo”.

El 22 de noviembre se verá si los chubutenses quieren el cambio que propone Macri.

Comodoro juega

Aún shockeados por la ajustada derrota que al parecer no esperaban, muchos dirigentes del FpV de Chubut siguen deambulando por el tablero político tratando de pararse en el lugar de menor exposición.

Pero hay otros que amparados en su holgado triunfo en el “pago chico”, comenzaron a mostrar las uñas, inclusive al propio Das Neves, con quien antes de las elecciones tenían más coincidencias que desencuentros.

Néstor Di Pierro no tendrá cargos políticos desde diciembre pero quiere jugar un papel importante en la reorganización el peronismo, inclusive con más fuerza si el 22 de noviembre le toca perder a Scioli.

En este grupo hay que sumar al heredero político del “Tano”, el intendente electo de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, y al cada vez más combativo secretario general de los Petroleros Privados del Chubut, Jorge “Loma” Ávila.

El viernes pasado, los tres impulsaron una marcha por la ciudad petrolera para cuestionar con énfasis las políticas energéticas del macrismo: “Perjudicarán claramente a la industria de los hidrocarburos porque para ellos el tema petrolero pasa por el ajuste salarial”, disparó el “Loma”.

Ávila dijo también que los petroleros quieren que “Carlos Linares sea el mejor intendente de la ciudad y que Mario Das Neves quede en la historia por hacer un buen gobierno. Pero para trabajar en eso hay que por lo menos compartir ideas políticas. No se puede cambiar el discurso todos los días de acuerdo a cómo va saliendo el sol”, disparó.

Mañana, cumbre

Das Neves no necesita que nadie le explique los mensajes y en esta nueva etapa hasta parece haber cambiado esa vieja postura de subir la apuesta cuando alguien lo corre por izquierda. Por eso, el gobernador electo recibirá mañana en Trelew a Di Pierro, Linares y Ávila para acercar posiciones y dar señales de que, más allá de la coyuntura, a los cuatro los mueve su pasión por defender los intereses de Chubut.

Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista, dicen.

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07 NOV 2015 - 22:30

Es casi obvio que iba a ser así pero la confirmación no deja de ser un punto para destacar: Mario Das Neves se prepara para que su tercer mandato como gobernador de Chubut sea el mejor.

Con más años sobre el lomo que aquella primera vez que se alumbró como gobernador en 2003, y sin perder las mañas que la política le exige tener a todo líder que se precie, Das Neves ha venido dejando que su entorno más cercano vaya terminando de definir el equipo de gobierno. Pero él ya está pensando más allá del 10 de diciembre, como corresponde.

Das Neves no sólo planea hacer la mejor gestión de su vida sino en volver a pararse como un jugador importante de la política regional y nacional. Para eso, cree, es importante un cambio. Propio y ajeno.

Sus primeros movimientos y gestos públicos fueron en ese sentido. Tuvo suerte: la elección nacional no se definió el 25 de octubre y ahora todos los que tienen un poco de poder territorial importan más que nunca para las grandes ligas de la política nacional.

¿Mauricio o Daniel?

Cuando todos creían que su vieja amistad con Daniel Scioli iba a pesar a la hora de inclinar la balanza de cara al balotaje del 22 de noviembre, Das Neves dio un paso al costado para caminar con mayor comodidad hacia adelante. Les dio “libertad” a sus votantes y envió un claro mensaje que no fue necesario decodificar.

Das Neves no perdió ni un poco el afecto personal y el vínculo político con el candidato presidencial del Frente para la Victoria, pero el chubutense siente que tiene la necesidad de armar su propio juego. Y no piensa subirse sin chistar a un carro que desde su punto de vista viene cuesta abajo.

Aunque coqueteó con la flor y nata del kirchnerismo en la previa de las PASO para sumarse a las boletas del FpV, el fracaso de aquellas negociaciones lo terminó de convencer de que algunos altos dirigentes nacionales del kirchnerismo lo detestan, inclusive más que él a ellos.

Por eso, ahora que ganó en Chubut con una boleta corta, sin apoyo de nadie más que de la gente, se siente con el oxígeno suficiente para jugar el partido que más le convenga a él y a los chubutenses. En ese esquema, no tiene prejuicios y se sentará a partir de diciembre en la Casa Rosada con el que la gente elija para llevar las riendas. Así de simple.

Contacto en CABA

Sin necesidad de exponerse personalmente, el lunes pasado estuvo atento a una importante reunión con los popes del comando de campaña de Mauricio Macri. Aunque estaba en la Ciudad de Buenos Aires, prefirió mantener distancia y envió a su hijo Pablo a una reunión con Emilio Monzó, el mayor armador político de Macri, tal vez el hombre más influyente del entorno macrista después del asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba.

Monzó, exministro de Agricultura de Daniel Scioli en la época de la 125 y con un paso por el denarvaismo antes de desembarcar como ministro de Gobierno porteño, fue en los ´80 un ferviente militante de la juventud de la UCeDé, en donde tejió una estrecha relación personal con otros dos jóvenes ultraliberales que hacían sus primeras armas: el excandidato presidencial Sergio Massa y el actual gobernador de Chubut, Martín Buzzi.

La charla de Pablo Das Neves con Monzó y otros dirigentes de la mesa chica del PRO, como Francisco “Pancho” Cabrera, el líder de los equipos técnicos del macrismo, fue más productiva de lo esperado. Más pragmático que su padre, Das Neves hijo es también más ducho a la hora de buscar consensos con un sector político que alguna vez el propio líder de Chubut Somos Todos calificó como su límite.

Das Neves y Monzó hablaron de trabajar juntos varios temas claves, sobre todo si el 10 de diciembre el PRO llega a la Casa Rosada. Y hasta se charló de manera informal la posibilidad de incorporar a Ricardo Irianni, el candidato a gobernador del PRO en las PASO de agosto pasado, aunque finalmente esa opción no prosperó.

Acuerdo

Aunque el dasnevismo le bajó el tono a la reunión, fue el propio macrismo el que salió a ventilar detalles del encuentro, sobre todo porque ellos lo consideraron muy productivo.

En una entrevista con FM Tiempo de Trelew, “Pancho” Cabrera dijo que “sé que Das Neves quiere discutir con nosotros nuestra postura sobre el tema petrolero y queremos darle tranquilidad. Seguramente firmaremos un acuerdo”, adelantó.

Cabrera, además, intentó despejar las dudas que sembró sobre el futuro de YPF y del sector petrolero el referente energético de Macri, el ex-CEO de Shell, Juan José Aranguren. Últimamente, cada vez que Aranguren abre la boca se muestra un poco más lejos de los intereses de la Patagonia. Esto, tal vez, explica por qué Macri no pudo ganar en ninguna provincia patagónica, y en casos como Chubut y Río Negro, salió tercero cómodo.

Pero Cabrera le puso empeño: “Con una macroeconomía ordenada, responsable, con un tipo de cambio unificado y la posibilidad de invertir trayendo dólares, creemos que habrá inversiones en el sector petrolero y que habrá más empleo”.

El 22 de noviembre se verá si los chubutenses quieren el cambio que propone Macri.

Comodoro juega

Aún shockeados por la ajustada derrota que al parecer no esperaban, muchos dirigentes del FpV de Chubut siguen deambulando por el tablero político tratando de pararse en el lugar de menor exposición.

Pero hay otros que amparados en su holgado triunfo en el “pago chico”, comenzaron a mostrar las uñas, inclusive al propio Das Neves, con quien antes de las elecciones tenían más coincidencias que desencuentros.

Néstor Di Pierro no tendrá cargos políticos desde diciembre pero quiere jugar un papel importante en la reorganización el peronismo, inclusive con más fuerza si el 22 de noviembre le toca perder a Scioli.

En este grupo hay que sumar al heredero político del “Tano”, el intendente electo de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, y al cada vez más combativo secretario general de los Petroleros Privados del Chubut, Jorge “Loma” Ávila.

El viernes pasado, los tres impulsaron una marcha por la ciudad petrolera para cuestionar con énfasis las políticas energéticas del macrismo: “Perjudicarán claramente a la industria de los hidrocarburos porque para ellos el tema petrolero pasa por el ajuste salarial”, disparó el “Loma”.

Ávila dijo también que los petroleros quieren que “Carlos Linares sea el mejor intendente de la ciudad y que Mario Das Neves quede en la historia por hacer un buen gobierno. Pero para trabajar en eso hay que por lo menos compartir ideas políticas. No se puede cambiar el discurso todos los días de acuerdo a cómo va saliendo el sol”, disparó.

Mañana, cumbre

Das Neves no necesita que nadie le explique los mensajes y en esta nueva etapa hasta parece haber cambiado esa vieja postura de subir la apuesta cuando alguien lo corre por izquierda. Por eso, el gobernador electo recibirá mañana en Trelew a Di Pierro, Linares y Ávila para acercar posiciones y dar señales de que, más allá de la coyuntura, a los cuatro los mueve su pasión por defender los intereses de Chubut.

Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista, dicen.


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