“Él se encargó de robarle la vida, la niñez, todo, y la usó como mujer; hoy le cuesta recuperarse”

Habló la tía que tiene la tenencia provisoria de la nena abusada por Néstor Echegaray. Sugirió a los padres creer en sus hijos y escucharlos. “Tengan cuidado con quien los dejan. La madre de la nena dormía con el enemigo”, dijo. Contó lo sucedido y se refirió al estado actual de la adolescente.

Relato. Gladys accedió a dar detalles y cuidó su intimidad.
28 NOV 2015 - 23:12 | Actualizado

Por Lorena Leeming / Twitter: @loreleeming

Él se encargó de robarle la vida. La niñez, todo. Desde los 5 y hasta los 9 años la usó como mujer. Lamentablemente es así. Es muy duro escuchar lo que vivió”.

Así sintetiza Gladys, la tía de la niña abusada por el padrastro portero, la pesadilla de la que todos los días intenta sacar a la joven. Con su marido tienen la tenencia provisoria de la joven, hoy de 13 años. Dice que está recuperándose pero “le cuesta todo”.

Gladys accedió a una entrevista con Jornada en su vivienda. Se quiebra todo el tiempo. Llora de impotencia por el infierno que la chiquita atravesó. Pero es fuerte porque tiene que contenerla. Dice que sospechaba que algo pasaba cada vez que iba de visita a la casa en donde estaba la menor junto a su madre y el padrastro, Echegaray. Más allá de las discusiones y el pedido del hombre respecto a que no vuelva a ir a su domicilio, Gladys siguió yendo. “Es la casa de mis sobrinos. Voy a ir”, replicó.

Condena

Luego del largo proceso judicial que implicó revivir todo lo sucedido a flor de piel, la mujer manifestó su beneplácito por la condena que se logró con el agresor de su sobrinita.

“Me hubiese gustado que le den más años. Pero estoy eternamente agradecida a la fiscal Silvia Pereira, que puso todo. Más que nada por la nena. No le creían en principio lo que pasaba. No le creyó su mamá. Por eso llegamos a la instancia que llegamos. Podría haber sido una vez y no tantos años. No le creyeron nunca hasta que escapó. Pidió ayuda al tío. Sabía lo que estaba pasando. Es feo todo esto porque en principio te dicen que no tenés pruebas”, relató.

Lo primero que hizo la mujer fue comunicarse con el entorno directo de la menor. Hablar con sus tías. “Me dijeron que no pasaba nada. Que eran ideas mías. Algo que yo había visto más allá. Hasta que la nena llegó al hospital golpeada. Ahí surgieron las pruebas. Había cartas que ella relataba lo que le pasaba y daba el nombre de la persona. Yo sabía que era él. Creían que sólo tenía odio contra él”, recordó.

Las injurias familiares hacia su persona terminaron el día que la nena pudo hablar y confesar. “Me dijo a mí quién era”, afirmó. Apuntó además que hace 4 años que la tiene en su casa.

“Estuve un mes en el hospital. Me ayudó una de mis cuñadas. Ella la cuidaba de día y yo a la noche. Tengo la tutela provisora. Está conmigo. Me hice cargo de ella. Me la entregaron sin ropa, sin nada”, expresó con lágrimas en los ojos.

“No querían ver”

Recordó lo charlado el día en que la nena llegó con golpes al hospital. “Le dije a una de mis cuñadas que yo sabía lo que ellas no querían ver. La gente que estaba al lado era Policía y de fiscalía. No me di cuenta. Yo veo lo que vos no querés ver, le dije. Lo que está pasando con la chica. Si mi marido firmaba el ingreso al hospital, tal vez hubiese estado involucrado y lo único que hizo fue llevarla al hospital”, reveló.

Gladys confirmó que la pesadilla en la vida de su sobrina, víctima de maltratos y abusos, comenzó cuando tenía 5 años. No dudó nunca de que el autor era Echegaray. “Me llamaron de la escuela donde iba, en varias oportunidades. Las dos primeras las dejé pasar. Pensé que eran cosas de chicos y lo dejé pasar. Cuando me llamaron de tercer grado, me cayó la ficha y empecé a prestarle más atención. Me decían que se ensuciaba. Le presté más atención a la forma de ser de la chica. Yo los visitaba a ellos. Empecé a ver cosas raras. Estaba sola. No podía hablar. No tenía a nadie para decirle lo que estaba pasando. Sospechaba abuso pero no tenía pruebas”, apuntó.

Lo que pesa sobre los hombros de Gladys es el tiempo. Los años que la nena soportó el abuso sexual. “Son muchos años los que pasaron. De los cinco años que estaba con él, a los 9 años, la usó como mujer. Lamentablemente es así. Es muy duro escuchar lo que vivió. Iba a cumplir 9 años cuando la sacamos. Él se encargó de robarle la vida. La niñez, todo. Hoy es una nena que se está recuperando pero le cuesta todo. Conmigo está pero con otra persona no”, expresó y rompió en llanto.

“Bebé”

Reveló además que los primeros días que la nena llegó a su casa, no dormía. “Era una bebé. Yo no sabía hasta dónde llegaba la gravedad de lo que le había pasado. No pensé que era tanto. Cuando me dijeron todo, fue horrible. No pensé que había tanta maldad”, admitió.

Confirmó Gladys que actualmente la nena no tiene relación con su madre. Ella no puede acercarse. “No hizo el tratamiento que le dijeron y la manipuló. Pudo haberla recuperado pero no la supo valorar”, sostuvo.

El esfuerzo, la angustia de esperar largos días en un proceso judicial, el revivir las escenas más desgarradoras y estar de pie más allá de todo, no cayó en saco roto. La justicia llegó y el perverso padrastro de la nena fue condenado. Está preso.

Mensaje

Gladys a modo de mensaje a todas las víctimas de este tipo de delitos les sugiere “denunciar. La justicia llega. Te respaldan. Es difícil pero se llega. Se pasa por muchas cosas, pero tengo la tranquilidad de demostrarle que se puede”, dijo.

Un párrafo aparte merece la relación que los adultos deben construir con los chicos. “Hay que creerles. Hay que tener cuidado con quien dejás tu hijo. Tu propio enemigo puede estar en tu casa. Hay gente que duerme con su propio enemigo. Eso le pasó a la mamá de la nena”.

Para finalizar, esbozó una sonrisa y un suspiro por haber podido transmitir en la entrevista parte de lo tantos años que calló.

Y lo hizo para darle fuerzas a otras personas que estén pasando por situación similar. Reiteró el agradecimiento: “A Silvia, a Mariela Alonso. A muchísimas personas. Ellas, en especial. Estuvieron en todo momento conmigo. Agradecida a todos”.#

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Relato. Gladys accedió a dar detalles y cuidó su intimidad.
28 NOV 2015 - 23:12

Por Lorena Leeming / Twitter: @loreleeming

Él se encargó de robarle la vida. La niñez, todo. Desde los 5 y hasta los 9 años la usó como mujer. Lamentablemente es así. Es muy duro escuchar lo que vivió”.

Así sintetiza Gladys, la tía de la niña abusada por el padrastro portero, la pesadilla de la que todos los días intenta sacar a la joven. Con su marido tienen la tenencia provisoria de la joven, hoy de 13 años. Dice que está recuperándose pero “le cuesta todo”.

Gladys accedió a una entrevista con Jornada en su vivienda. Se quiebra todo el tiempo. Llora de impotencia por el infierno que la chiquita atravesó. Pero es fuerte porque tiene que contenerla. Dice que sospechaba que algo pasaba cada vez que iba de visita a la casa en donde estaba la menor junto a su madre y el padrastro, Echegaray. Más allá de las discusiones y el pedido del hombre respecto a que no vuelva a ir a su domicilio, Gladys siguió yendo. “Es la casa de mis sobrinos. Voy a ir”, replicó.

Condena

Luego del largo proceso judicial que implicó revivir todo lo sucedido a flor de piel, la mujer manifestó su beneplácito por la condena que se logró con el agresor de su sobrinita.

“Me hubiese gustado que le den más años. Pero estoy eternamente agradecida a la fiscal Silvia Pereira, que puso todo. Más que nada por la nena. No le creían en principio lo que pasaba. No le creyó su mamá. Por eso llegamos a la instancia que llegamos. Podría haber sido una vez y no tantos años. No le creyeron nunca hasta que escapó. Pidió ayuda al tío. Sabía lo que estaba pasando. Es feo todo esto porque en principio te dicen que no tenés pruebas”, relató.

Lo primero que hizo la mujer fue comunicarse con el entorno directo de la menor. Hablar con sus tías. “Me dijeron que no pasaba nada. Que eran ideas mías. Algo que yo había visto más allá. Hasta que la nena llegó al hospital golpeada. Ahí surgieron las pruebas. Había cartas que ella relataba lo que le pasaba y daba el nombre de la persona. Yo sabía que era él. Creían que sólo tenía odio contra él”, recordó.

Las injurias familiares hacia su persona terminaron el día que la nena pudo hablar y confesar. “Me dijo a mí quién era”, afirmó. Apuntó además que hace 4 años que la tiene en su casa.

“Estuve un mes en el hospital. Me ayudó una de mis cuñadas. Ella la cuidaba de día y yo a la noche. Tengo la tutela provisora. Está conmigo. Me hice cargo de ella. Me la entregaron sin ropa, sin nada”, expresó con lágrimas en los ojos.

“No querían ver”

Recordó lo charlado el día en que la nena llegó con golpes al hospital. “Le dije a una de mis cuñadas que yo sabía lo que ellas no querían ver. La gente que estaba al lado era Policía y de fiscalía. No me di cuenta. Yo veo lo que vos no querés ver, le dije. Lo que está pasando con la chica. Si mi marido firmaba el ingreso al hospital, tal vez hubiese estado involucrado y lo único que hizo fue llevarla al hospital”, reveló.

Gladys confirmó que la pesadilla en la vida de su sobrina, víctima de maltratos y abusos, comenzó cuando tenía 5 años. No dudó nunca de que el autor era Echegaray. “Me llamaron de la escuela donde iba, en varias oportunidades. Las dos primeras las dejé pasar. Pensé que eran cosas de chicos y lo dejé pasar. Cuando me llamaron de tercer grado, me cayó la ficha y empecé a prestarle más atención. Me decían que se ensuciaba. Le presté más atención a la forma de ser de la chica. Yo los visitaba a ellos. Empecé a ver cosas raras. Estaba sola. No podía hablar. No tenía a nadie para decirle lo que estaba pasando. Sospechaba abuso pero no tenía pruebas”, apuntó.

Lo que pesa sobre los hombros de Gladys es el tiempo. Los años que la nena soportó el abuso sexual. “Son muchos años los que pasaron. De los cinco años que estaba con él, a los 9 años, la usó como mujer. Lamentablemente es así. Es muy duro escuchar lo que vivió. Iba a cumplir 9 años cuando la sacamos. Él se encargó de robarle la vida. La niñez, todo. Hoy es una nena que se está recuperando pero le cuesta todo. Conmigo está pero con otra persona no”, expresó y rompió en llanto.

“Bebé”

Reveló además que los primeros días que la nena llegó a su casa, no dormía. “Era una bebé. Yo no sabía hasta dónde llegaba la gravedad de lo que le había pasado. No pensé que era tanto. Cuando me dijeron todo, fue horrible. No pensé que había tanta maldad”, admitió.

Confirmó Gladys que actualmente la nena no tiene relación con su madre. Ella no puede acercarse. “No hizo el tratamiento que le dijeron y la manipuló. Pudo haberla recuperado pero no la supo valorar”, sostuvo.

El esfuerzo, la angustia de esperar largos días en un proceso judicial, el revivir las escenas más desgarradoras y estar de pie más allá de todo, no cayó en saco roto. La justicia llegó y el perverso padrastro de la nena fue condenado. Está preso.

Mensaje

Gladys a modo de mensaje a todas las víctimas de este tipo de delitos les sugiere “denunciar. La justicia llega. Te respaldan. Es difícil pero se llega. Se pasa por muchas cosas, pero tengo la tranquilidad de demostrarle que se puede”, dijo.

Un párrafo aparte merece la relación que los adultos deben construir con los chicos. “Hay que creerles. Hay que tener cuidado con quien dejás tu hijo. Tu propio enemigo puede estar en tu casa. Hay gente que duerme con su propio enemigo. Eso le pasó a la mamá de la nena”.

Para finalizar, esbozó una sonrisa y un suspiro por haber podido transmitir en la entrevista parte de lo tantos años que calló.

Y lo hizo para darle fuerzas a otras personas que estén pasando por situación similar. Reiteró el agradecimiento: “A Silvia, a Mariela Alonso. A muchísimas personas. Ellas, en especial. Estuvieron en todo momento conmigo. Agradecida a todos”.#


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