Estado Islámico reivindica muerte de gobernador de Yemen

Un coche bomba mató hoy al gobernador de Adén, la segunda ciudad más importante de Yemen, el ex general Yafar Mohamed Saad, y a cinco de sus guardaespaldas, un ataque reivindicado por la milicia del Estado Islámico (EI) que demuestra que el conflicto en el país más pobre del mundo árabe se está profundizando cada vez más.

Una imagen de archivo de los ahora comunes ataques en Yemen.
06 DIC 2015 - 12:49 | Actualizado

El vehículo cargado con explosivos estalló en una calle cercana a la sede de la IV Zona Militar, justo cuando el convoy del gobernador pasaba. El gobernador había salido hacía unos minutos de su casa y se dirigía a su oficina, según informó una fuente de seguridad local a la agencia de noticias EFE.

Imágenes difundidas por medios locales mostraron al auto del gobernador completamente calcinado al lado de un enorme cráter en la calle.

Saad fue uno de los generales que lideró a las fuerzas de Yemen del sur durante la sangrienta guerra civil de los años 70 y 80, y luego de la reunificación del país de la Península Arábiga se exilió fuera del país.

Este año, cuando el movimiento insurgente hutí logró avanzar hasta tomar las dos principales ciudades del país, la capital Sanaa y el puerto de Adén, y forzó al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi a huir a la vecina Arabia Saudita, el mandatario le pidió a Saad que volviera a Yemen y se hiciera cargo de la convulsionada Adén.

Desde marzo, Arabia Saudita, apoyada por una decena de países árabes y por Estados Unidos, bombardea diariamente Yemen para forzar un repliegue de los hutíes y restituir a Hadi en el poder.

Además de una destrucción masiva y miles de muertos civiles, los bombardeos y el desembarco terrestre de cientos de tropas extranjeros permitieron recuperar en parte el control de Adén. Sin embargo, la situación aún es muy precaria y violenta.

Ayer un grupo de personas no identificadas acribillaron y mataron al presidente de un tribunal especializado en casos de "terrorismo" y vinculados a la organización Al Qaeda. El funcionario fue atacado cuando viajaba en auto por la ciudad.

Mientras el atentado del sábado no fue reivindicado por ningún grupo, el de hoy fue adjudicado por el EI.

"Con la ayuda de Alá y en una operación de seguridad planeada con precisión se llevó a cabo el asesinato del apóstata y cabeza de los infieles, Yafar Mohamed Saad, y ocho de sus verdugos", informó la milicia en un comunicado publicado en las redes sociales.

El mensaje, que informa de un nuevo de muertos diferente al saldo que comunicaron medios locales e internacionales, también amenazó con continuar con la campaña de asesinatos.

Los dos atentados de las últimas 24 horas no sólo evidencian el nivel de violencia que se vive en Adén, sino también la complejización que está adquiriendo el otrora conflicto interno yemení.

Ya no se trata sólo de una guerra civil entre las fuerzas leales del presidente Hadi y el movimiento insurgente hutí, de confesión chiita.

Ahora a los primeros los apoya militarmente -por aire, tierra y agua- el poderoso Ejército de Arabia Saudita, un férreo aliado y comprador de armas de Washington, mientras que los segundos contarían, según la Casa Blanca, con la ayuda de Irán.

Pero, además, milicias radicales con influencias extranjeras, como el EI y la rama local de Al Qaeda, Al Qaeda en la Península Arábiga, están ganando protagonismo. Pese a que los dos grupos armados comparten una visión ultraconservadora sunnita -similar a la de Arabia Saudita-, luchan entre sí y también contra el resto de los actores del conflicto yemení.

En otra palabras, el EI y Al Qaeda atacan tanto a los funcionarios leales de Hadi como a los rebeldes hutíes, al mismo tiempo que combaten entre ellos.

Con este contexto de fondo, ayer el enviado especial de la ONU para el Yemen, Ismail Ould Sheij Ahmed, se reunió en Adén con el presidente Hadi para impulsar nuevas conversaciones de paz entre el gobierno y los rebeldes hutíes.

Sin embargo, cuánto más tiempo pase y más protagonismo ganen el EI y Al Qaeda, más difícil será resolver el conflicto yemení sólo con la participación del gobierno de Hadi y los rebeldes hutíes.

Una imagen de archivo de los ahora comunes ataques en Yemen.
06 DIC 2015 - 12:49

El vehículo cargado con explosivos estalló en una calle cercana a la sede de la IV Zona Militar, justo cuando el convoy del gobernador pasaba. El gobernador había salido hacía unos minutos de su casa y se dirigía a su oficina, según informó una fuente de seguridad local a la agencia de noticias EFE.

Imágenes difundidas por medios locales mostraron al auto del gobernador completamente calcinado al lado de un enorme cráter en la calle.

Saad fue uno de los generales que lideró a las fuerzas de Yemen del sur durante la sangrienta guerra civil de los años 70 y 80, y luego de la reunificación del país de la Península Arábiga se exilió fuera del país.

Este año, cuando el movimiento insurgente hutí logró avanzar hasta tomar las dos principales ciudades del país, la capital Sanaa y el puerto de Adén, y forzó al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi a huir a la vecina Arabia Saudita, el mandatario le pidió a Saad que volviera a Yemen y se hiciera cargo de la convulsionada Adén.

Desde marzo, Arabia Saudita, apoyada por una decena de países árabes y por Estados Unidos, bombardea diariamente Yemen para forzar un repliegue de los hutíes y restituir a Hadi en el poder.

Además de una destrucción masiva y miles de muertos civiles, los bombardeos y el desembarco terrestre de cientos de tropas extranjeros permitieron recuperar en parte el control de Adén. Sin embargo, la situación aún es muy precaria y violenta.

Ayer un grupo de personas no identificadas acribillaron y mataron al presidente de un tribunal especializado en casos de "terrorismo" y vinculados a la organización Al Qaeda. El funcionario fue atacado cuando viajaba en auto por la ciudad.

Mientras el atentado del sábado no fue reivindicado por ningún grupo, el de hoy fue adjudicado por el EI.

"Con la ayuda de Alá y en una operación de seguridad planeada con precisión se llevó a cabo el asesinato del apóstata y cabeza de los infieles, Yafar Mohamed Saad, y ocho de sus verdugos", informó la milicia en un comunicado publicado en las redes sociales.

El mensaje, que informa de un nuevo de muertos diferente al saldo que comunicaron medios locales e internacionales, también amenazó con continuar con la campaña de asesinatos.

Los dos atentados de las últimas 24 horas no sólo evidencian el nivel de violencia que se vive en Adén, sino también la complejización que está adquiriendo el otrora conflicto interno yemení.

Ya no se trata sólo de una guerra civil entre las fuerzas leales del presidente Hadi y el movimiento insurgente hutí, de confesión chiita.

Ahora a los primeros los apoya militarmente -por aire, tierra y agua- el poderoso Ejército de Arabia Saudita, un férreo aliado y comprador de armas de Washington, mientras que los segundos contarían, según la Casa Blanca, con la ayuda de Irán.

Pero, además, milicias radicales con influencias extranjeras, como el EI y la rama local de Al Qaeda, Al Qaeda en la Península Arábiga, están ganando protagonismo. Pese a que los dos grupos armados comparten una visión ultraconservadora sunnita -similar a la de Arabia Saudita-, luchan entre sí y también contra el resto de los actores del conflicto yemení.

En otra palabras, el EI y Al Qaeda atacan tanto a los funcionarios leales de Hadi como a los rebeldes hutíes, al mismo tiempo que combaten entre ellos.

Con este contexto de fondo, ayer el enviado especial de la ONU para el Yemen, Ismail Ould Sheij Ahmed, se reunió en Adén con el presidente Hadi para impulsar nuevas conversaciones de paz entre el gobierno y los rebeldes hutíes.

Sin embargo, cuánto más tiempo pase y más protagonismo ganen el EI y Al Qaeda, más difícil será resolver el conflicto yemení sólo con la participación del gobierno de Hadi y los rebeldes hutíes.


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