Cepal estima que el PBI argentino creció 2% este año

El PIB argentino cerrará el año con una expansión de 2 por ciento, según la estimación de la Cepal, que destacó la incidencia del sector público y las medidas fiscales para dinamizar la economía y el menor peso de la actividad privada, mientras pronosticó un crecimiento de 0,8 por ciento o menos para 2016, según cómo se resuelva el frente externo.

27 DIC 2015 - 12:25 | Actualizado

El Balance Preliminar de las Economía de América latina y el Caribe de 2015, difundido esta semana, estimó para Argentina un crecimiento del PIB de 2 por ciento, "después de un probable estancamiento en los últimos meses del año, asociado a la agudización de la escasez de divisas".

El estudio, que se basó en datos oficiales, proyectó una expansión para 2016 de 0,8 por ciento, "podría ser menor, dependiendo de la forma en que se resuelvan los desequilibrios externos de la economía".

En el capítulo referido a Argentina, la Cepal evaluó que la economía logró un crecimiento de 2,2 por ciento en el primer semestre, producto de "cierta estabilización de las tensiones cambiarias", que contribuyeron "a que la inflación se desacelerara", pero manteniéndose "muy por encima del promedio regional".

"El sector público fue el factor más importante de la dinamización de la economía. El consumo privado también aumentó durante 2015, aunque de manera mucho más moderada", destacó el informe, en el que se resume que, en términos generales, "la actividad económica, en particular la inversión, siguió seriamente afectada por la incertidumbre cambiaria".

Además, "la contracción de la economía del Brasil, principal destino de las exportaciones manufactureras del país, y la caída del precio internacional de la soja, principal producto de exportación, afectaron negativamente la evolución de las ventas externas", agregó.

Ante "una economía restringida por la escasez de divisas, la política económica se orientó principalmente a mitigar tensiones cambiarias y a dinamizar la economía por la vía fiscal", con sesgo expansivo, que llevó a una que el gasto primario aumentara en términos interanuales 36,5 por ciento, superior al aumento de los ingresos totales de 28,7 por ciento, lo que dio lugar a un resultado primario negativo del -1,5 por ciento del PIB y de -3,5 por ciento tras el pago de los intereses de deuda.

Según el trabajo, la expansión del gasto se debió principalmente a los mayores montos destinados a prestaciones de la seguridad social (45,7%) y a las transferencias al sector privado (38,5 por ciento), incluidos tanto los subsidios a las tarifas de servicios públicos como las transferencias monetarias directas a los hogares.

En tanto, el aumento de los ingresos, obedeció, principalmente, a incrementos de los recursos tributarios (27,8%) y de las contribuciones a la seguridad social (38,5%), sostuvo la Cepal.

Pero el Tesoro Nacional "se financió además con 2.711 millones de pesos de adelantos transitorios del Banco Central, que tuvieron un incremento del 35 por ciento interanual, y recurrió al mercado para financiar parte de las necesidades de pesos, a través de la emisión del BONAR 2017 y del BONAD 17", precisó.

Así, "la deuda pública fue equivalente al 43,7 por ciento del PIB en septiembre de 2015, lo que implicó un incremento respecto del porcentaje registrado en 2014, que fue del 42,8 por ciento".

En materia de política monetaria, la Cepal relevó que las principales medidas tomadas "estuvieron orientadas a promover el crédito, estimular el ahorro en pesos y financiar la actividad productiva de las micro, pequeñas y medianas empresas", para lo cual el Banco Central "fijó límites máximos a las tasas de interés" tanto de determinadas líneas de crédito como para depósitos, mientras que la tasa de política monetaria tuvo poca variación en comparación a 2014.

Durante los primeros nueve meses de 2015, "el crédito al sector privado fue el factor más importante de expansión monetaria, en gran medida debido a los programas orientados a facilitar el acceso al financiamiento del consumo, que creció más que el financiamiento productivo (35% y 24%, respectivamente)".

"Así, el 54 por ciento de la expansión de los créditos al sector privado correspondió al financiamiento del consumo, el 41 por ciento al crédito comercial y el resto a los créditos hipotecarios y prendarios", mientras "continuó el financiamiento del sector público con recursos provenientes del Banco Central, lo que contribuyó a que la base monetaria creciera un 31 por ciento en el promedio acumulado a septiembre", precisó la Cepal.

Tras el alivio que trajo el canje de monedas con China por 11 mil millones de dólares, entre otras medidas para mitigar tensiones cambiarias, en el tercer trimestre la insuficiencia de divisas reapareció y se intensificó el racionamiento frente al "acervo de reservas internacionales por debajo de los 27.000 millones de dólares (4,3 por ciento del PIB), el nivel más bajo registrado desde julio de 2006", explicó el documento.

La Cepal ubicó el ritmo de devaluación mensual del peso con respecto al dólar en 1 por ciento durante los primeros ocho meses y en 1,3 por ciento en septiembre y octubre, lo que se reflejó en la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo de 45 por ciento en el noveno mes y de 68 por ciento en el décimo.

El análisis atribuyó este comportamiento a "una caída del 15,1 por ciento de las exportaciones de bienes y servicios –sobre todo por la disminución de la demanda brasileña y la baja de los precios de los principales productos de exportación–, que no llegó a ser compensada por la reducción de las importaciones (-10,4%), restringidas por la política de administración del comercio", que se sumó a la pérdida de divisas producida por la venta de dólares a particulares, de 2.800 millones de dólares.

La actividad económica exhibió un leve incremento de 2,2 por ciento en el primer semestre, "como resultado del crecimiento del consumo público y de la inversión en construcción, así como de un magro incremento del consumo privado", pero "el resto de las categorías del gasto se contrajeron".

"La inflación se desaceleró respecto de la registrada el año anterior, en buena medida debido a

la utilización del tipo de cambio como ancla nominal, pero se mantuvo bastante por encima de la media regional", sostuvo la Cepal que mencionó el índice de precios al consumidor nacional urbano (IPCNu) de 15,9 por ciento en los primeros diez meses de 2015 y los informes de los institutos de estadística provinciales, con una variación anual promedio de 26,6 por ciento en el mismo período.

Por último, la Cepal estimó un incremento del PIB de 0,8 por ciento para 2016, "en un escenario internacional que se presenta adverso".

Sin embargo, aclaró que el crecimiento de la actividad económica "estará sujeto a la reactivación de la inversión y de las exportaciones" en el marco de la eliminación de los derechos de exportación y de la reducción en el caso de la soja.

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27 DIC 2015 - 12:25

El Balance Preliminar de las Economía de América latina y el Caribe de 2015, difundido esta semana, estimó para Argentina un crecimiento del PIB de 2 por ciento, "después de un probable estancamiento en los últimos meses del año, asociado a la agudización de la escasez de divisas".

El estudio, que se basó en datos oficiales, proyectó una expansión para 2016 de 0,8 por ciento, "podría ser menor, dependiendo de la forma en que se resuelvan los desequilibrios externos de la economía".

En el capítulo referido a Argentina, la Cepal evaluó que la economía logró un crecimiento de 2,2 por ciento en el primer semestre, producto de "cierta estabilización de las tensiones cambiarias", que contribuyeron "a que la inflación se desacelerara", pero manteniéndose "muy por encima del promedio regional".

"El sector público fue el factor más importante de la dinamización de la economía. El consumo privado también aumentó durante 2015, aunque de manera mucho más moderada", destacó el informe, en el que se resume que, en términos generales, "la actividad económica, en particular la inversión, siguió seriamente afectada por la incertidumbre cambiaria".

Además, "la contracción de la economía del Brasil, principal destino de las exportaciones manufactureras del país, y la caída del precio internacional de la soja, principal producto de exportación, afectaron negativamente la evolución de las ventas externas", agregó.

Ante "una economía restringida por la escasez de divisas, la política económica se orientó principalmente a mitigar tensiones cambiarias y a dinamizar la economía por la vía fiscal", con sesgo expansivo, que llevó a una que el gasto primario aumentara en términos interanuales 36,5 por ciento, superior al aumento de los ingresos totales de 28,7 por ciento, lo que dio lugar a un resultado primario negativo del -1,5 por ciento del PIB y de -3,5 por ciento tras el pago de los intereses de deuda.

Según el trabajo, la expansión del gasto se debió principalmente a los mayores montos destinados a prestaciones de la seguridad social (45,7%) y a las transferencias al sector privado (38,5 por ciento), incluidos tanto los subsidios a las tarifas de servicios públicos como las transferencias monetarias directas a los hogares.

En tanto, el aumento de los ingresos, obedeció, principalmente, a incrementos de los recursos tributarios (27,8%) y de las contribuciones a la seguridad social (38,5%), sostuvo la Cepal.

Pero el Tesoro Nacional "se financió además con 2.711 millones de pesos de adelantos transitorios del Banco Central, que tuvieron un incremento del 35 por ciento interanual, y recurrió al mercado para financiar parte de las necesidades de pesos, a través de la emisión del BONAR 2017 y del BONAD 17", precisó.

Así, "la deuda pública fue equivalente al 43,7 por ciento del PIB en septiembre de 2015, lo que implicó un incremento respecto del porcentaje registrado en 2014, que fue del 42,8 por ciento".

En materia de política monetaria, la Cepal relevó que las principales medidas tomadas "estuvieron orientadas a promover el crédito, estimular el ahorro en pesos y financiar la actividad productiva de las micro, pequeñas y medianas empresas", para lo cual el Banco Central "fijó límites máximos a las tasas de interés" tanto de determinadas líneas de crédito como para depósitos, mientras que la tasa de política monetaria tuvo poca variación en comparación a 2014.

Durante los primeros nueve meses de 2015, "el crédito al sector privado fue el factor más importante de expansión monetaria, en gran medida debido a los programas orientados a facilitar el acceso al financiamiento del consumo, que creció más que el financiamiento productivo (35% y 24%, respectivamente)".

"Así, el 54 por ciento de la expansión de los créditos al sector privado correspondió al financiamiento del consumo, el 41 por ciento al crédito comercial y el resto a los créditos hipotecarios y prendarios", mientras "continuó el financiamiento del sector público con recursos provenientes del Banco Central, lo que contribuyó a que la base monetaria creciera un 31 por ciento en el promedio acumulado a septiembre", precisó la Cepal.

Tras el alivio que trajo el canje de monedas con China por 11 mil millones de dólares, entre otras medidas para mitigar tensiones cambiarias, en el tercer trimestre la insuficiencia de divisas reapareció y se intensificó el racionamiento frente al "acervo de reservas internacionales por debajo de los 27.000 millones de dólares (4,3 por ciento del PIB), el nivel más bajo registrado desde julio de 2006", explicó el documento.

La Cepal ubicó el ritmo de devaluación mensual del peso con respecto al dólar en 1 por ciento durante los primeros ocho meses y en 1,3 por ciento en septiembre y octubre, lo que se reflejó en la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo de 45 por ciento en el noveno mes y de 68 por ciento en el décimo.

El análisis atribuyó este comportamiento a "una caída del 15,1 por ciento de las exportaciones de bienes y servicios –sobre todo por la disminución de la demanda brasileña y la baja de los precios de los principales productos de exportación–, que no llegó a ser compensada por la reducción de las importaciones (-10,4%), restringidas por la política de administración del comercio", que se sumó a la pérdida de divisas producida por la venta de dólares a particulares, de 2.800 millones de dólares.

La actividad económica exhibió un leve incremento de 2,2 por ciento en el primer semestre, "como resultado del crecimiento del consumo público y de la inversión en construcción, así como de un magro incremento del consumo privado", pero "el resto de las categorías del gasto se contrajeron".

"La inflación se desaceleró respecto de la registrada el año anterior, en buena medida debido a

la utilización del tipo de cambio como ancla nominal, pero se mantuvo bastante por encima de la media regional", sostuvo la Cepal que mencionó el índice de precios al consumidor nacional urbano (IPCNu) de 15,9 por ciento en los primeros diez meses de 2015 y los informes de los institutos de estadística provinciales, con una variación anual promedio de 26,6 por ciento en el mismo período.

Por último, la Cepal estimó un incremento del PIB de 0,8 por ciento para 2016, "en un escenario internacional que se presenta adverso".

Sin embargo, aclaró que el crecimiento de la actividad económica "estará sujeto a la reactivación de la inversión y de las exportaciones" en el marco de la eliminación de los derechos de exportación y de la reducción en el caso de la soja.


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