Yemen: denuncian bombardeos contra más de 130 centros médicos

Más de 130 estructuras médicas fueron bombardeadas por tierra o desde el aire en los últimos meses en Yemen, denunció hoy el coordinador general de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), Juan Prieto.

18 ENE 2016 - 14:57 | Actualizado

Unas 6.000 personas murieron en Yemen desde marzo de 2015, cuando una coalición de naciones de la región, encabezada por Arabia Saudita, comenzó una campaña de ataques aéreos contra rebeldes chiitas que controlan gran parte del país, el más pobre del mundo árabe.

Desde entonces, los bombardeos de la coalición y los combates entre los rebeldes hutíes y sus aliados, y las tribus y las milicias favorables al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, quien está exiliado en Arabia Saudita, convirtieron a gran parte del país en un campo de batalla, con miles de muertos civiles y ciudades destruidas.

En declaraciones a la organización humanitaria, Prieto criticó que "los hospitales y las estructuras de salud, que deberían ser lugares seguros, de curación para la población, ya no parecen ser sitios seguros para los pacientes o para el personal sanitario que trabaja en ellos".

Por ello, exigió que "su trabajo y los edificios donde trabajan (los empleados médicos) deberían estar protegidos", ya que la situación actual "es un desastre", informó la agencia de noticias EFE.

El último de estos ataques se produjo el pasado día 10, cuando un proyectil impactó contra la entrada del hospital Shiara, en el distrito de Razeh de la provincia de Saada, fronteriza con Arabia Saudita y principal feudo de los rebeldes hutíes.

En ese ataque, perdieron la vida seis personas, la última de ellas ayer, tras no haber sido capaz de superar sus lesiones, detalló MSF, que añadió que todavía quedan siete heridos graves consecuencia del impacto.

Según Prieto, ese centro sanitario fue golpeado tres veces en el último año, por lo que "está considerado como un lugar peligroso" por la población, que "aún cree que los hospitales son objetivos e intenta evitarlos al máximo".

"Los únicos casos que aún recibimos son emergencias", lamentó Prieto, quien agregó que los que sí han vuelto al hospital son los trabajadores de MSF, pese a que "se sienten inquietos y amenazados".

El responsable humanitario insistió en la necesidad de "volver a la normalidad y reforzar el equipo" en el hospital, al igual que intentar clarificar lo sucedido "para establecer responsabilidades si es necesario y asegurar la seguridad" del personal.

En cuanto a la población de la zona, Prieto destacó que "ante todo, (necesita) protección".

"Es (un área) rica en recursos, por lo que las necesidades básicas están más o menos cubiertas, a diferencia de otras zonas en el Yemen, donde hay dificultades para conseguir comida y agua, para llevar alimentos a sus hijos. Aquí la amenaza es la guerra en sí", subrayó.

El pasado 3 de diciembre, la coalición militar liderada por Arabia Saudita bombardeó un hospital de campaña de MSF en la ciudad meridional de Taiz, donde nueve personas resultaron heridas, dos de ellas trabajadores de la ONG.

En octubre, otro hospital apoyado por MSF quedó completamente destruido tras ser bombardeado en el distrito de Haydan, en Saada.

Arabia Saudita negó entonces que la coalición que lidera en el conflicto en el Yemen bombardeara el hospital y criticó a la ONU por haberle atribuido el ataque.

MSF trabaja en ocho provincias yemeníes: Sanaá, Saada, Adén, Taiz, Amrán, Al Dalea, Ib y Haya.

18 ENE 2016 - 14:57

Unas 6.000 personas murieron en Yemen desde marzo de 2015, cuando una coalición de naciones de la región, encabezada por Arabia Saudita, comenzó una campaña de ataques aéreos contra rebeldes chiitas que controlan gran parte del país, el más pobre del mundo árabe.

Desde entonces, los bombardeos de la coalición y los combates entre los rebeldes hutíes y sus aliados, y las tribus y las milicias favorables al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, quien está exiliado en Arabia Saudita, convirtieron a gran parte del país en un campo de batalla, con miles de muertos civiles y ciudades destruidas.

En declaraciones a la organización humanitaria, Prieto criticó que "los hospitales y las estructuras de salud, que deberían ser lugares seguros, de curación para la población, ya no parecen ser sitios seguros para los pacientes o para el personal sanitario que trabaja en ellos".

Por ello, exigió que "su trabajo y los edificios donde trabajan (los empleados médicos) deberían estar protegidos", ya que la situación actual "es un desastre", informó la agencia de noticias EFE.

El último de estos ataques se produjo el pasado día 10, cuando un proyectil impactó contra la entrada del hospital Shiara, en el distrito de Razeh de la provincia de Saada, fronteriza con Arabia Saudita y principal feudo de los rebeldes hutíes.

En ese ataque, perdieron la vida seis personas, la última de ellas ayer, tras no haber sido capaz de superar sus lesiones, detalló MSF, que añadió que todavía quedan siete heridos graves consecuencia del impacto.

Según Prieto, ese centro sanitario fue golpeado tres veces en el último año, por lo que "está considerado como un lugar peligroso" por la población, que "aún cree que los hospitales son objetivos e intenta evitarlos al máximo".

"Los únicos casos que aún recibimos son emergencias", lamentó Prieto, quien agregó que los que sí han vuelto al hospital son los trabajadores de MSF, pese a que "se sienten inquietos y amenazados".

El responsable humanitario insistió en la necesidad de "volver a la normalidad y reforzar el equipo" en el hospital, al igual que intentar clarificar lo sucedido "para establecer responsabilidades si es necesario y asegurar la seguridad" del personal.

En cuanto a la población de la zona, Prieto destacó que "ante todo, (necesita) protección".

"Es (un área) rica en recursos, por lo que las necesidades básicas están más o menos cubiertas, a diferencia de otras zonas en el Yemen, donde hay dificultades para conseguir comida y agua, para llevar alimentos a sus hijos. Aquí la amenaza es la guerra en sí", subrayó.

El pasado 3 de diciembre, la coalición militar liderada por Arabia Saudita bombardeó un hospital de campaña de MSF en la ciudad meridional de Taiz, donde nueve personas resultaron heridas, dos de ellas trabajadores de la ONG.

En octubre, otro hospital apoyado por MSF quedó completamente destruido tras ser bombardeado en el distrito de Haydan, en Saada.

Arabia Saudita negó entonces que la coalición que lidera en el conflicto en el Yemen bombardeara el hospital y criticó a la ONU por haberle atribuido el ataque.

MSF trabaja en ocho provincias yemeníes: Sanaá, Saada, Adén, Taiz, Amrán, Al Dalea, Ib y Haya.


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