GIRSU: a los vecinos del Valle les cuesta $60 millones por año poder mantenerlo

Casi toda la plata se la lleva una firma española. Cada vez es más difícil sostenerlo.

24 ENE 2016 - 22:44 | Actualizado

Por Dario Roberts

Los municipios de la comarca VIRCh-Valdés gastan entre 55 y 60 millones de pesos por año para enterrar sus residuos. La gran mayoría de esos fondos van a parar a una empresa española cuya única función es recibir la basura, compactarla y trasladarla a un predio a mitad de camino entre Trelew y Puerto Madryn, para su disposición final.

El sistema, conocido como GIRSU, está integrado por un consorcio donde están representadas las municipalidades de Trelew, Puerto Madryn, Rawson, Gaiman y Dolavon. Es responsable por un sistema en el cual funcionan dos plantas de selectividad de Residuos Sólidos Urbanos y un centro de disposición final, aunque la operatividad de las tres unidades está concesionada por Urbaser SA.

La empresa, con una filial en Argentina, se lleva cerca del 90% de los recursos destinados al funcionamiento del sistema. Los municipios deben hacer frente a los costos de la recolección domiciliaria y el traslado a las plantas de tratamiento, operación que en algunos casos hace la empresa Ashira y en otros las propias comunas.

El GIRSU surgió como idea hace poco más de diez años, pero su puesta en marcha fue en 2013. En un principio los municipios pagaban mes a mes su parte del costo pero por distintas situaciones los depósitos no se concretaban. En poco tiempo se acumuló una deuda de $ 20 millones con la empresa que opera las plantas y realiza la disposición final.

El problema se zanjó de manera drástica. El Consorcio decidió retenerle directamente de la Coparticipación de Impuestos su parte a cada municipio y cada comuna tuvo que acudir a distintas herramientas tributarias para recuperar los fondos. El costo en definitiva es pagado por los contribuyentes aunque las fuentes consultadas indicaron que no todas las comunas logran reintegrar lo que cuesta el servicio a sus arcas.

Pese a estar conformado por ley y tener personería jurídica, no fue el consorcio intermunicipal quien adjudicó la operatoria del sistema a Urbaser. En junio de 2009 la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación licitó el diseño, construcción y operación del GIRSU de nuestra zona.

La empresa española se quedó con los dos tramos en los que se había dividido el proyecto. Para construir las dos plantas de transferencias y el centro de disposición final se estimó un costo de $ 36,39 millones. El 66% fueron aportes de Nación y el resto de la provincia.

La operación por tres años, también adjudicada a Urbaser, se estimó en $41,42 millones, con financiamiento del Consorcio Intermunicipal y el costo mensual promedio se estimó en $1.143.399. Por contrato ese valor se ajustaría a través de un factor de ajuste de precios. Los números se dispararon apenas empezó a operar el sistema en abril de 2013. Para ese entonces la responsabilidad del consorcio con la empresa era de $2.027.857 al mes y hacia fines de ese año ya el monto rondaba los $2,5 millones. Hoy el sistema GIRSU le cuesta a los vecinos del Valle unos $4,5 millones de pesos por mes, aunque algunas proyecciones serían menos favorables.

Para tener una idea del esfuerzo que deben realizar las comunas, sólo la Municipalidad de Trelew –que aporta el 44,79% de los fondos- tiene presupuestados este año $29.657.794,34 sólo para el GIRSU. Con esa base, la proyección de costos para todo el consorcio podría superar los $ 66 millones de pesos en 2016. El costo no contempla la recolección domiciliaria sino la operación de las dos plantas de selectividad de residuos de Trelew y Madryn, y del centro de disposición final a la vera de la ruta 3.

El consorcio cuenta, además del directorio de los intendentes, con una pequeña estructura: un gerente, un ingeniero responsable de la gestión, un contador, dos inspectores de planta y un empleado. También se hace cargo el Consorcio de los sueldos de los integrantes de las cooperativas que seleccionan la basura en ambas plantas. El costo de esa pequeña estructura representa un 10% del total de los fondos. El resto, para Urbaser.

El contrato entre el Consorcio Intermunicipal y Urbaser vence en los próximos meses. Los municipios son los dueños del GIRSU y apuestan a mantener el sistema para poder cerrar los basurales a cielo abierto. La tarea parece titánica pues el costo es varias veces millonario. Se tiene que dar cuenta no sólo lo que les retienen de la coparticipación sino también la inversión en la recolección domiciliaria y en operativos de limpieza especial para erradicar mini basurales.

Trelew, el que más paga

Si bien hay cinco municipios en el consorcio, el aporte es proporcional al Censo de Población 2010. Trelew es el que más fondos aporta a través de las retenciones mensuales de los fondos coparticipables, con un 44,79% del total. El segundo es Madryn, con un 36,17% de los fondos y Rawson, con el 13,92% de los recursos. Gaiman (3,64%) y Dolavon (1,48%) son las del aporte más reducido.

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24 ENE 2016 - 22:44

Por Dario Roberts

Los municipios de la comarca VIRCh-Valdés gastan entre 55 y 60 millones de pesos por año para enterrar sus residuos. La gran mayoría de esos fondos van a parar a una empresa española cuya única función es recibir la basura, compactarla y trasladarla a un predio a mitad de camino entre Trelew y Puerto Madryn, para su disposición final.

El sistema, conocido como GIRSU, está integrado por un consorcio donde están representadas las municipalidades de Trelew, Puerto Madryn, Rawson, Gaiman y Dolavon. Es responsable por un sistema en el cual funcionan dos plantas de selectividad de Residuos Sólidos Urbanos y un centro de disposición final, aunque la operatividad de las tres unidades está concesionada por Urbaser SA.

La empresa, con una filial en Argentina, se lleva cerca del 90% de los recursos destinados al funcionamiento del sistema. Los municipios deben hacer frente a los costos de la recolección domiciliaria y el traslado a las plantas de tratamiento, operación que en algunos casos hace la empresa Ashira y en otros las propias comunas.

El GIRSU surgió como idea hace poco más de diez años, pero su puesta en marcha fue en 2013. En un principio los municipios pagaban mes a mes su parte del costo pero por distintas situaciones los depósitos no se concretaban. En poco tiempo se acumuló una deuda de $ 20 millones con la empresa que opera las plantas y realiza la disposición final.

El problema se zanjó de manera drástica. El Consorcio decidió retenerle directamente de la Coparticipación de Impuestos su parte a cada municipio y cada comuna tuvo que acudir a distintas herramientas tributarias para recuperar los fondos. El costo en definitiva es pagado por los contribuyentes aunque las fuentes consultadas indicaron que no todas las comunas logran reintegrar lo que cuesta el servicio a sus arcas.

Pese a estar conformado por ley y tener personería jurídica, no fue el consorcio intermunicipal quien adjudicó la operatoria del sistema a Urbaser. En junio de 2009 la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación licitó el diseño, construcción y operación del GIRSU de nuestra zona.

La empresa española se quedó con los dos tramos en los que se había dividido el proyecto. Para construir las dos plantas de transferencias y el centro de disposición final se estimó un costo de $ 36,39 millones. El 66% fueron aportes de Nación y el resto de la provincia.

La operación por tres años, también adjudicada a Urbaser, se estimó en $41,42 millones, con financiamiento del Consorcio Intermunicipal y el costo mensual promedio se estimó en $1.143.399. Por contrato ese valor se ajustaría a través de un factor de ajuste de precios. Los números se dispararon apenas empezó a operar el sistema en abril de 2013. Para ese entonces la responsabilidad del consorcio con la empresa era de $2.027.857 al mes y hacia fines de ese año ya el monto rondaba los $2,5 millones. Hoy el sistema GIRSU le cuesta a los vecinos del Valle unos $4,5 millones de pesos por mes, aunque algunas proyecciones serían menos favorables.

Para tener una idea del esfuerzo que deben realizar las comunas, sólo la Municipalidad de Trelew –que aporta el 44,79% de los fondos- tiene presupuestados este año $29.657.794,34 sólo para el GIRSU. Con esa base, la proyección de costos para todo el consorcio podría superar los $ 66 millones de pesos en 2016. El costo no contempla la recolección domiciliaria sino la operación de las dos plantas de selectividad de residuos de Trelew y Madryn, y del centro de disposición final a la vera de la ruta 3.

El consorcio cuenta, además del directorio de los intendentes, con una pequeña estructura: un gerente, un ingeniero responsable de la gestión, un contador, dos inspectores de planta y un empleado. También se hace cargo el Consorcio de los sueldos de los integrantes de las cooperativas que seleccionan la basura en ambas plantas. El costo de esa pequeña estructura representa un 10% del total de los fondos. El resto, para Urbaser.

El contrato entre el Consorcio Intermunicipal y Urbaser vence en los próximos meses. Los municipios son los dueños del GIRSU y apuestan a mantener el sistema para poder cerrar los basurales a cielo abierto. La tarea parece titánica pues el costo es varias veces millonario. Se tiene que dar cuenta no sólo lo que les retienen de la coparticipación sino también la inversión en la recolección domiciliaria y en operativos de limpieza especial para erradicar mini basurales.

Trelew, el que más paga

Si bien hay cinco municipios en el consorcio, el aporte es proporcional al Censo de Población 2010. Trelew es el que más fondos aporta a través de las retenciones mensuales de los fondos coparticipables, con un 44,79% del total. El segundo es Madryn, con un 36,17% de los fondos y Rawson, con el 13,92% de los recursos. Gaiman (3,64%) y Dolavon (1,48%) son las del aporte más reducido.


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