Juez del caso Petrobras dice que la acción policial contra Lula no significa que sea culpable

05 MAR 2016 - 15:56 | Actualizado

El juez federal Sergio Moro, quien lleva el caso por el escándalo de corrupción en Petrobras, afirmó hoy en que el interrogatorio policial al que fue sometido ayer el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva no anticipa su "culpa", en una jornada en la que, según medios, la mandataria Dilma Rousseff visitará al líder del Partido de los Trabajadores (PT) para darle apoyo.

"Medidas de investigación buscan solo el esclarecimiento de la verdad y no significan la anticipación de culpa del ex presidente", señaló Moro en un comunicado sobre la declaración obligatoria ante las autoridades de Lula y el registro ayer a su casa, sus oficinas y otras propiedades de sus familiares y allegados.

Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, se convirtió en el nuevo blanco de la mayor investigación por corrupción en la historia del país, tras ser trasladado por la Policía desde su casa para prestar declaración en una comisaría por su supuesta implicación en el escándalo de desvíos en la petrolera estatal.

La acción policial volvió a caldear los ánimos entre simpatizantes y opositores del ex mandatario, quienes se movilizaron en varias ciudades para protestar a favor y en contra de Lula, incluso llegándose a agredir físicamente, como ocurrió en la sede de la Policía en San Pablo y frente a la casa del ex gobernante.

"Se lamenta que las diligencias hayan conducido puntuales enfrentamientos en manifestaciones políticas inflamadas, con agresiones a inocentes y eso era exactamente lo que se pretendía evitar", como justificaron los fiscales del caso, agregó Moro.

En ese sentido, el juez repudió los "actos de violencia de cualquier naturaleza, origen y dirección, así como la incitación a la práctica de violencia, ofensas o amenazas a quien quiera que sea, a investigados, a partidos políticos, a instituciones constituidas o a cualquier persona".

"Todos los cuidados fueron tenidos en cuenta para preservar, durante la diligencia (policial), la imagen del ex presidente", apuntó Moro, quien agregó que la "democracia en una sociedad libre reclama tolerancia en relación a las opiniones divergentes y respeto a la ley y a las instituciones".

Hoy, unos 300 militantes del gobernante PT, muchos de los cuales hicieron vigilia durante toda la noche frente al edificio donde queda el apartamento de Lula, en el municipio de Sao Bernardo do Campo, se congregaron en señal de apoyo a su líder político.

Por otro lado, la sede del Instituto Lula, orientado por el ex presidente, amaneció pintarrajeada con mensajes contra el ex gobernante. "Lula ladrón, basta de corrupción, la hora llegó, corrupto", fue el mensaje escrito en una de las paredes de la fachada del edificio donde funciona la institución y que fue uno de los varios locales registrados ayer en el operativo policial.

La Asesoría de Prensa del instituto señaló que analizará las imágenes de las cámaras de seguridad para ayudar en la identificación de los responsables.

En la residencia de Lula era esperada la visita de su sucesora, Dilma Rousseff, quien según medios locales haría una escala en San Pablo para encontrarse con su mentor político antes de seguir para Porto Alegre, donde tiene su residencia particular y pasará el fin de semana sin compromisos oficiales.

Según el Ministerio Pública (fiscalía), Lula está siendo investigado porque hay indicios de que él y su instituto recibieron dinero desviados de Petrobras a través de reformas en una casa de campo y un apartamento en la playa usados por él y su familia, a pesar de las propiedades estar a nombre de terceros.

Después del interrogatorio, Lula dio una declaración a la prensa y participó anoche de un acto político en el que denunció la "persecución" en su contra, manifestó ser "inocente" de las acusaciones por blanqueo y enriquecimiento ilícito y aseveró que los opositores tendrán que derrotarlo políticamente "en las calles".

05 MAR 2016 - 15:56

El juez federal Sergio Moro, quien lleva el caso por el escándalo de corrupción en Petrobras, afirmó hoy en que el interrogatorio policial al que fue sometido ayer el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva no anticipa su "culpa", en una jornada en la que, según medios, la mandataria Dilma Rousseff visitará al líder del Partido de los Trabajadores (PT) para darle apoyo.

"Medidas de investigación buscan solo el esclarecimiento de la verdad y no significan la anticipación de culpa del ex presidente", señaló Moro en un comunicado sobre la declaración obligatoria ante las autoridades de Lula y el registro ayer a su casa, sus oficinas y otras propiedades de sus familiares y allegados.

Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, se convirtió en el nuevo blanco de la mayor investigación por corrupción en la historia del país, tras ser trasladado por la Policía desde su casa para prestar declaración en una comisaría por su supuesta implicación en el escándalo de desvíos en la petrolera estatal.

La acción policial volvió a caldear los ánimos entre simpatizantes y opositores del ex mandatario, quienes se movilizaron en varias ciudades para protestar a favor y en contra de Lula, incluso llegándose a agredir físicamente, como ocurrió en la sede de la Policía en San Pablo y frente a la casa del ex gobernante.

"Se lamenta que las diligencias hayan conducido puntuales enfrentamientos en manifestaciones políticas inflamadas, con agresiones a inocentes y eso era exactamente lo que se pretendía evitar", como justificaron los fiscales del caso, agregó Moro.

En ese sentido, el juez repudió los "actos de violencia de cualquier naturaleza, origen y dirección, así como la incitación a la práctica de violencia, ofensas o amenazas a quien quiera que sea, a investigados, a partidos políticos, a instituciones constituidas o a cualquier persona".

"Todos los cuidados fueron tenidos en cuenta para preservar, durante la diligencia (policial), la imagen del ex presidente", apuntó Moro, quien agregó que la "democracia en una sociedad libre reclama tolerancia en relación a las opiniones divergentes y respeto a la ley y a las instituciones".

Hoy, unos 300 militantes del gobernante PT, muchos de los cuales hicieron vigilia durante toda la noche frente al edificio donde queda el apartamento de Lula, en el municipio de Sao Bernardo do Campo, se congregaron en señal de apoyo a su líder político.

Por otro lado, la sede del Instituto Lula, orientado por el ex presidente, amaneció pintarrajeada con mensajes contra el ex gobernante. "Lula ladrón, basta de corrupción, la hora llegó, corrupto", fue el mensaje escrito en una de las paredes de la fachada del edificio donde funciona la institución y que fue uno de los varios locales registrados ayer en el operativo policial.

La Asesoría de Prensa del instituto señaló que analizará las imágenes de las cámaras de seguridad para ayudar en la identificación de los responsables.

En la residencia de Lula era esperada la visita de su sucesora, Dilma Rousseff, quien según medios locales haría una escala en San Pablo para encontrarse con su mentor político antes de seguir para Porto Alegre, donde tiene su residencia particular y pasará el fin de semana sin compromisos oficiales.

Según el Ministerio Pública (fiscalía), Lula está siendo investigado porque hay indicios de que él y su instituto recibieron dinero desviados de Petrobras a través de reformas en una casa de campo y un apartamento en la playa usados por él y su familia, a pesar de las propiedades estar a nombre de terceros.

Después del interrogatorio, Lula dio una declaración a la prensa y participó anoche de un acto político en el que denunció la "persecución" en su contra, manifestó ser "inocente" de las acusaciones por blanqueo y enriquecimiento ilícito y aseveró que los opositores tendrán que derrotarlo políticamente "en las calles".


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