La Comisión Europea no quiere deportaciones masivas

Un día antes de la cumbre entre la Unión Europea (UE) y Turquía, la Comisión Europea (CE) aclaró hoy que no puede haber deportaciones masivas de refugiados sino que cada caso debe ser estudiado por separado.

16 MAR 2016 - 17:53 | Actualizado

"Cada persona tendrá que ser evaluada individualmente", recalcó en un conferencia de prensa el vicepresidente primero de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans.

"No puede haber deportaciones colectivas ni devoluciones en caliente", agregó el político holandés antes de destacar que las deportaciones sólo podrán realizarse en un marco de respeto de la legalidad tanto europea como internacional en materia de asilo.

Es decir, que cada persona tenga la posibilidad de una entrevista individual para solicitar asilo y que se le permita apelar, informó la agencia de noticias EFE.

Las declaraciones de Timmermans se dan en vísperas del Consejo Europeo que se celebrará entre mañana y el viernes en Bruselas.

En dicho encuentro, analizarán una propuesta turca que plantea que Ankara deberá recibir a todos los refugiados que lleguen a Europa de forma ilegal y que, a cambio, podrá enviar al continente el mismo número de peticionarios de asilo que hayan tramitado su demanda por una vía legal.

"No daremos la espalda" a aquellos que necesitan protección internacional, es nuestra "obligación moral y legal" ayudarlos, subrayó.

En cuanto al mecanismo propuesto por Turquía, Timmermans consideró que puede ser implementado en el marco de las medidas de reubicación y reasentamiento de la UE debido a que aún quedan plazas disponibles, aunque aclaró que para ello hará falta una decisión del Consejo Europeo.

Asimismo, adelantó que una vez que acabe este mecanismo "uno por uno", no podrá pasarse a otro "nadie por nadie" puesto que habrá que seguir apoyando a los socios turcos.

En cuanto a la liberalización de visados para los ciudadanos turcos que quieran viajar a algún país de la UE, señaló que todo depende de lo rápido que Ankara cumpla con los 72 requisitos que tiene pendientes.

En ese sentido, consideró que puede ser una vía de garantizar que Turquía avance hacia el respeto a los derechos humanos y la libertad de prensa o judicial, luego de que la semana pasada el gobierno tomara el control de un diario opositor.

En esa línea se manifestó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien hoy subrayó que una prioridad del acuerdo de la UE con Turquía para la devolución de inmigrantes irregulares y refugiados debe ser el respeto al derecho comunitario e internacional, y prevenir rutas alternativas a la de los Balcanes occidentales.

En su tradicional carta de invitación a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europeo (UE), el político polaco señala que quiere forjar en la cumbre europea y en el desayuno del viernes con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, un "acuerdo que sea aceptable para todos los 28 Estados miembros y para nuestros socios turcos.

"El trabajo progresa, pero queda aún mucho por hacer" para llegar a este punto, admitió Tusk, que ha recibido del Consejo Europeo un mandato para trabajar en seis principios, que incluyen la devolución a Turquía de todos los inmigrantes irregulares nuevos que lleguen a Grecia, y la acogida por la vía legal de un sirio en la UE por cada uno deportado.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, se mostró escéptica ante la posibilidad de que los turcos no precisen visas para viajar a Europa y abogó por seguir los procedimientos y cumplir con las condiciones requeridas para el proceso de adhesión a la UE de Ankara.

Ante el pleno del Bundestag (Cámara baja), Merkel subrayó que más allá de las negociaciones con Turquía por la crisis de refugiados, la UE seguirá tratando sus preocupaciones con Ankara sobre la libertad de prensa y el trato a los kurdos.

Sobre la cumbre de mañana, afirmó que el plan alcanzado entre la UE y Turquía es legal y seguro para los refugiados y controlable para Europa.

"La implementación de esta propuesta podría llevar a desbaratar el fundamento del negocio de los traficantes de personas en el Egeo y dar en su lugar una alternativa legal que sería más segura para los refugiados y controlable para Europa", argumentó.

Y agregó que de está manera se elimina el "aliciente para los refugiados de subirse a un barco de traficantes y emprender la arriesgada travesía hacia Europa".

Además, pretende "ordenar" los flujos de refugiados y lograr un "reparto justo de las cargas" derivadas de esta crisis, que afecta tanto a Turquía como a la UE.

La UE se comprometió el año pasado a reubicar en el plazo de dos años a 160.000 demandantes de asilo de los que ya se encontraban en Grecia e Italia y a reasentar a 22.000 personas que ya gozan del estatus de refugiado de la ONU y se encuentran en países terceros cercanos a las zonas en conflicto como Jordania, Líbano y Turquía.

Sin embargo, la oposición de algunos de los países miembros ha hecho fracasar el objetivo permitiendo la reubicación de apenas 937 personas, el 0,6% del objetivo inicial, informó hoy la CE en un informe en que aclara que el plan ha fracasado por "falta de voluntad política".

"La falta de voluntad política de los Estados miembros ha sido el factor más importante en la ralentización del proceso", reconoce abiertamente la CE en un comunicado, en el que admite que esto pone en peligro la capacidad del programa para convertirse en una alternativa a las rutas irregulares y peligrosas.

Ahora el objetivo es que en el plazo de dos semanas, antes de que se realice el próximo informe mensual del funcionamiento del sistema, se hayan realizado como mínimo 6.000 reubicaciones y otras 20.000 cuando se elabore el tercer informe mensual, en mayo.

16 MAR 2016 - 17:53

"Cada persona tendrá que ser evaluada individualmente", recalcó en un conferencia de prensa el vicepresidente primero de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans.

"No puede haber deportaciones colectivas ni devoluciones en caliente", agregó el político holandés antes de destacar que las deportaciones sólo podrán realizarse en un marco de respeto de la legalidad tanto europea como internacional en materia de asilo.

Es decir, que cada persona tenga la posibilidad de una entrevista individual para solicitar asilo y que se le permita apelar, informó la agencia de noticias EFE.

Las declaraciones de Timmermans se dan en vísperas del Consejo Europeo que se celebrará entre mañana y el viernes en Bruselas.

En dicho encuentro, analizarán una propuesta turca que plantea que Ankara deberá recibir a todos los refugiados que lleguen a Europa de forma ilegal y que, a cambio, podrá enviar al continente el mismo número de peticionarios de asilo que hayan tramitado su demanda por una vía legal.

"No daremos la espalda" a aquellos que necesitan protección internacional, es nuestra "obligación moral y legal" ayudarlos, subrayó.

En cuanto al mecanismo propuesto por Turquía, Timmermans consideró que puede ser implementado en el marco de las medidas de reubicación y reasentamiento de la UE debido a que aún quedan plazas disponibles, aunque aclaró que para ello hará falta una decisión del Consejo Europeo.

Asimismo, adelantó que una vez que acabe este mecanismo "uno por uno", no podrá pasarse a otro "nadie por nadie" puesto que habrá que seguir apoyando a los socios turcos.

En cuanto a la liberalización de visados para los ciudadanos turcos que quieran viajar a algún país de la UE, señaló que todo depende de lo rápido que Ankara cumpla con los 72 requisitos que tiene pendientes.

En ese sentido, consideró que puede ser una vía de garantizar que Turquía avance hacia el respeto a los derechos humanos y la libertad de prensa o judicial, luego de que la semana pasada el gobierno tomara el control de un diario opositor.

En esa línea se manifestó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien hoy subrayó que una prioridad del acuerdo de la UE con Turquía para la devolución de inmigrantes irregulares y refugiados debe ser el respeto al derecho comunitario e internacional, y prevenir rutas alternativas a la de los Balcanes occidentales.

En su tradicional carta de invitación a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europeo (UE), el político polaco señala que quiere forjar en la cumbre europea y en el desayuno del viernes con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, un "acuerdo que sea aceptable para todos los 28 Estados miembros y para nuestros socios turcos.

"El trabajo progresa, pero queda aún mucho por hacer" para llegar a este punto, admitió Tusk, que ha recibido del Consejo Europeo un mandato para trabajar en seis principios, que incluyen la devolución a Turquía de todos los inmigrantes irregulares nuevos que lleguen a Grecia, y la acogida por la vía legal de un sirio en la UE por cada uno deportado.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, se mostró escéptica ante la posibilidad de que los turcos no precisen visas para viajar a Europa y abogó por seguir los procedimientos y cumplir con las condiciones requeridas para el proceso de adhesión a la UE de Ankara.

Ante el pleno del Bundestag (Cámara baja), Merkel subrayó que más allá de las negociaciones con Turquía por la crisis de refugiados, la UE seguirá tratando sus preocupaciones con Ankara sobre la libertad de prensa y el trato a los kurdos.

Sobre la cumbre de mañana, afirmó que el plan alcanzado entre la UE y Turquía es legal y seguro para los refugiados y controlable para Europa.

"La implementación de esta propuesta podría llevar a desbaratar el fundamento del negocio de los traficantes de personas en el Egeo y dar en su lugar una alternativa legal que sería más segura para los refugiados y controlable para Europa", argumentó.

Y agregó que de está manera se elimina el "aliciente para los refugiados de subirse a un barco de traficantes y emprender la arriesgada travesía hacia Europa".

Además, pretende "ordenar" los flujos de refugiados y lograr un "reparto justo de las cargas" derivadas de esta crisis, que afecta tanto a Turquía como a la UE.

La UE se comprometió el año pasado a reubicar en el plazo de dos años a 160.000 demandantes de asilo de los que ya se encontraban en Grecia e Italia y a reasentar a 22.000 personas que ya gozan del estatus de refugiado de la ONU y se encuentran en países terceros cercanos a las zonas en conflicto como Jordania, Líbano y Turquía.

Sin embargo, la oposición de algunos de los países miembros ha hecho fracasar el objetivo permitiendo la reubicación de apenas 937 personas, el 0,6% del objetivo inicial, informó hoy la CE en un informe en que aclara que el plan ha fracasado por "falta de voluntad política".

"La falta de voluntad política de los Estados miembros ha sido el factor más importante en la ralentización del proceso", reconoce abiertamente la CE en un comunicado, en el que admite que esto pone en peligro la capacidad del programa para convertirse en una alternativa a las rutas irregulares y peligrosas.

Ahora el objetivo es que en el plazo de dos semanas, antes de que se realice el próximo informe mensual del funcionamiento del sistema, se hayan realizado como mínimo 6.000 reubicaciones y otras 20.000 cuando se elabore el tercer informe mensual, en mayo.


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