Gonzalo Abril, hombre de campo y nieto de Atilio Viglione

A los 38 años preside la Sociedad Rural de Camarones. Asegura que el trabajo de los productores muchas veces no es reconocido. Los problemas de comunicaciones y su aprendizaje intesivo en su viaje a Australia. Dice que el campo es casi un “enfermo casi terminal”.

20 MAR 2016 - 2:30 | Actualizado

Tras la elección de autoridades del campo el año pasado, Gonzalo Abril reemplazó a la actual diputada Cristina De Luca como presidente de la Sociedad Rural de Camarones.

Abril (38 años) es uno de los 6 nietos de Atilio Viglione, el primer gobernador de Chubut en la vuelta de la Democracia. Según cuenta, era uno de los nietos más cercanos, aunque lo recuerde como “Don Atilio”, por el respeto a su investidura.

Hoy, 20 de marzo, se cumplen 6 años de la muerte de Viglione. Abril es hombre de campo. Heredó la tradición de su padre, que también presidió la Rural de Trelew. Confiesa que su dedicación por el agro viene por la descendencia de los Abril, aunque también cuenta que su abuelo Atilio cuando era chico debió vender sus parcelas para poder pagarse la carrera de medicina.

En diálogo exclusivo con el Económico, el titular de la Rural de Camarones hizo el repaso de su formación y sus viajes a Australia para especializarse hasta llegar ahora a ser el máximo referente del agro en Camarones. Se refiere a la realidad del agro en Chubut, tras las nuevas medidas de impacto nacional como la quita de retenciones y la liberación del dólar.

Si bien reconoce que a priori son condiciones necesarias para el despegue, describe al campo chubutense como un “enfermo en terapia”. También contó algunas anécdotas de su abuelo Atilio Viglione, a quien visitaba en la residencia de Fontana 50 de forma seguida y también lo acompañaba en Buenos Aires, cuando ejercía como diputado nacional. Reconoce que en cuanto a la profesión, optaron por distintos caminos.

El encuentro, en la redacción del diario, se dio en medio de una visita del titular de la Rural de Camarones a Trelew, en medio de pleno trabajo de temporada, que recién a partir de mayo empieza a “tranquilizarse”. Y la comunicación fue mediante mensajes de texto, ya que por teléfono se hacía casi imposible. Ello denota una de las primeras carencias de Camarones, donde viven cerca de 3.000 habitantes: las comunicaciones.

“Camarones es un lugar pintoresco, pero tenemos el problema de las comunicaciones que no le escapa a nadie de la Argentina. A Camarones no nos llega la fibra óptica entonces no tenemos internet de banda ancha. No llega prácticamente el teléfono, entonces las empresas de telefonía no hacen las inversiones para que tengamos medios de comunicación eficientes. Estamos gestionando a nivel nacional desde la Rural de Camarones con algunos contactos para ver si nos brindan internet satelital”.

Abril posee un campo heredado de la familia en Camarones, donde vive de la venta de la lana y de la carne ovina. “Tengo un campo rentable y productivo, con energía eólica las 24 horas, porque tengo un molino en el campo que hago de base”.

Reconoce que debe dejar apoyado su celular en un lugar estratégico de una de las ventanas del campo, ya que en algún momento del día agarra señal y le llegan todos los mensajes juntos y varias llamadas perdidas.

Uno de los primeros pasos lo dio cuando con su padre lograron llegar a la lana de origen Camarones, que hizo que se abrieran nuevos negocios.

Hoy explota haber conseguido una marca en el mercado, aunque para ello hubo un largo camino. “Mi padre fue presidente de la Sociedad Rural de Trelew, siempre estuvo vinculado con el ruralismo y administraba campos.

Su nombre es Feliciano Alberto Abril. Él fue uno de los precursores de la lana de la denominación de origen Lana Camarones”. Sus estudios de chico transcurrieron en Trelew, hasta que fue a estudiar a Buenos Aires. “Estudié Agronomía, hice dos años. No me iba del todo mal, pero sentía que era inaplicable acá. Me dedique a la administración agropecuaria. Me especialice en lanas, trabajando en varias barracas, el Inta y estuve viviendo en Australia”.

Su experiencia en Australia La estadía en Australia fue corta, aunque sirvió como una suerte de especialización intensiva. “Cuando me recibí conseguí que me abrieran las puertas determinados campos en Australia. Quería ver lo más avanzado en tecnología. Me mostraron animales clonados, recorrí un mes el sur de Australia en los centros de investigaciones para la producción de carnes y lanas. En lana de trasplante de embriones. Hice como un posgrado”.

Hoy muchas de estas técnicas las aplica para Camarones: “Hoy se inseminan arriba de 2.000 animales y cuando yo llegue eran sólo 400. La mejora genética está basada en la selección de animales y sus crías. Se logró aumentar la productividad”.#

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20 MAR 2016 - 2:30

Tras la elección de autoridades del campo el año pasado, Gonzalo Abril reemplazó a la actual diputada Cristina De Luca como presidente de la Sociedad Rural de Camarones.

Abril (38 años) es uno de los 6 nietos de Atilio Viglione, el primer gobernador de Chubut en la vuelta de la Democracia. Según cuenta, era uno de los nietos más cercanos, aunque lo recuerde como “Don Atilio”, por el respeto a su investidura.

Hoy, 20 de marzo, se cumplen 6 años de la muerte de Viglione. Abril es hombre de campo. Heredó la tradición de su padre, que también presidió la Rural de Trelew. Confiesa que su dedicación por el agro viene por la descendencia de los Abril, aunque también cuenta que su abuelo Atilio cuando era chico debió vender sus parcelas para poder pagarse la carrera de medicina.

En diálogo exclusivo con el Económico, el titular de la Rural de Camarones hizo el repaso de su formación y sus viajes a Australia para especializarse hasta llegar ahora a ser el máximo referente del agro en Camarones. Se refiere a la realidad del agro en Chubut, tras las nuevas medidas de impacto nacional como la quita de retenciones y la liberación del dólar.

Si bien reconoce que a priori son condiciones necesarias para el despegue, describe al campo chubutense como un “enfermo en terapia”. También contó algunas anécdotas de su abuelo Atilio Viglione, a quien visitaba en la residencia de Fontana 50 de forma seguida y también lo acompañaba en Buenos Aires, cuando ejercía como diputado nacional. Reconoce que en cuanto a la profesión, optaron por distintos caminos.

El encuentro, en la redacción del diario, se dio en medio de una visita del titular de la Rural de Camarones a Trelew, en medio de pleno trabajo de temporada, que recién a partir de mayo empieza a “tranquilizarse”. Y la comunicación fue mediante mensajes de texto, ya que por teléfono se hacía casi imposible. Ello denota una de las primeras carencias de Camarones, donde viven cerca de 3.000 habitantes: las comunicaciones.

“Camarones es un lugar pintoresco, pero tenemos el problema de las comunicaciones que no le escapa a nadie de la Argentina. A Camarones no nos llega la fibra óptica entonces no tenemos internet de banda ancha. No llega prácticamente el teléfono, entonces las empresas de telefonía no hacen las inversiones para que tengamos medios de comunicación eficientes. Estamos gestionando a nivel nacional desde la Rural de Camarones con algunos contactos para ver si nos brindan internet satelital”.

Abril posee un campo heredado de la familia en Camarones, donde vive de la venta de la lana y de la carne ovina. “Tengo un campo rentable y productivo, con energía eólica las 24 horas, porque tengo un molino en el campo que hago de base”.

Reconoce que debe dejar apoyado su celular en un lugar estratégico de una de las ventanas del campo, ya que en algún momento del día agarra señal y le llegan todos los mensajes juntos y varias llamadas perdidas.

Uno de los primeros pasos lo dio cuando con su padre lograron llegar a la lana de origen Camarones, que hizo que se abrieran nuevos negocios.

Hoy explota haber conseguido una marca en el mercado, aunque para ello hubo un largo camino. “Mi padre fue presidente de la Sociedad Rural de Trelew, siempre estuvo vinculado con el ruralismo y administraba campos.

Su nombre es Feliciano Alberto Abril. Él fue uno de los precursores de la lana de la denominación de origen Lana Camarones”. Sus estudios de chico transcurrieron en Trelew, hasta que fue a estudiar a Buenos Aires. “Estudié Agronomía, hice dos años. No me iba del todo mal, pero sentía que era inaplicable acá. Me dedique a la administración agropecuaria. Me especialice en lanas, trabajando en varias barracas, el Inta y estuve viviendo en Australia”.

Su experiencia en Australia La estadía en Australia fue corta, aunque sirvió como una suerte de especialización intensiva. “Cuando me recibí conseguí que me abrieran las puertas determinados campos en Australia. Quería ver lo más avanzado en tecnología. Me mostraron animales clonados, recorrí un mes el sur de Australia en los centros de investigaciones para la producción de carnes y lanas. En lana de trasplante de embriones. Hice como un posgrado”.

Hoy muchas de estas técnicas las aplica para Camarones: “Hoy se inseminan arriba de 2.000 animales y cuando yo llegue eran sólo 400. La mejora genética está basada en la selección de animales y sus crías. Se logró aumentar la productividad”.#


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