Alconada Mon: “El kirchnerismo no es un capítulo cerrado y no hay que darlo por muerto”

El hombre de La Nación brindó una charla a sala llena en Comodoro Rivadavia, invitado por el portal ADN Sur. Explicó por qué ahora sus artículos sobre la época K tienen más repercusión pública. Y dijo que en la Patagonia “hay empresarios que tienen más influencia que intendentes y gobernadores”.

20 MAR 2016 - 21:12 | Actualizado

Por Ismael Tebes / @Ismaeltebes

Periodismo de periodista. Del mismo modo en el que Hugo Alconada Mon devuelve a los lectores desde La Nación su mirada de la actualidad, el autor de “Ciccone y la máquina de hacer billetes” mostró en su visita a Comodoro Rivadavia un perfil más relajado. Distendido pero sin perder de vista la realidad no descartó el regreso del kirchnerismo recargado y pidió “dejar andar” al actual presidente.

-¿Le sorprendió el impacto de su publicación sobre empresarios K?

-Sí y no. Me sorprendió en parte el impacto porque publicamos algunas investigaciones que eran tan o más fuertes que ésta, por ejemplo los hoteles de la expresidente donde revelamos toda la operatoria de presuntos lavados de activos con los hoteles, con Lázaro Báez y un grupo de empresas. Esa investigación nos permitió incluso ganar premios internacionales, pero no tuvo el impacto público social o institucional que tuvo ésta (N.d R. Investigación de las empresas de Cristóbal López). No me sorprendió porque también el contexto cambió. Por un lado la sociedad que había dado el 54 por ciento de los votos al kirchnerismo en 2011 ahora había mutado y girado hacia el macrismo y por otro lado también porque las autoridades son distintas. Si esto lo hubiéramos publicado con Ricardo Echegaray como titular de la AFIP, la reacción hubiera sido muy distinta. Esto habla más de la sociedad que de la investigación o del gobierno. Lo mismo pasó con Menem que pasó de ser rubio de ojos celestes al turco, negro, atorrante, delincuente, pirata y al “yo no lo voté”. Sobre lo que escribíamos sobre el menemismo en su momento como las cuentas en Suiza, no nos daban bola y después cuando vino el cambio social, cuando publicábamos sobre algunos temas que eran menores, tuvieron mucho más impacto.

Esperar y ver

-¿El escenario en el país es complejo?

-Estoy en una dinámica que es esperar y ver. Es prematuro, hay muchas variables en juego en lo económico, político; social y en el plano internacional. Hay que ver cómo se mueve el gobierno de Mauricio Macri. Algunas medidas son buenas. Hay indicios preocupantes. Por ejemplo, uno de los hombres de referencia del presidente es José Angelici, un operador judicial que no está haciendo movidas para promover el desarrollo institucional y la comunicación institucional entre el Poder Ejecutivo y el Judicial. Está operando, que es muy distinto, y con algunos de los muchachos que lo hicieron durante el kirchnerismo y antes, durante la Alianza y el menemismo. Estamos repitiendo los vicios. Es una mezcla. Esto es como un auto cero kilómetro. Antes de opinar cómo anda empecemos a rodarlo.

-¿Es posible que Cristina vuelva al ruedo político?

-Sí, totalmente. Hay gente que da por muerto al kirchnerismo, yo no. Una de las mejores y más grandes virtudes era que trabajaban las 24 horas al día los 365 días del año estando mentalizados en hacer política y eso lleva a que en la práctica esas personas estaban pensando de acá a 6 meses, a 2 años, a 4 años. Ella y el entonces secretario Legal y Técnico, Carlos Zaninni, hace por lo menos dos años que estaban pensando ya en como volver. Incluso analizaban qué había hecho bien y qué mal Carlos Menem en su intento fallido de volver a la Presidencia. No descarto y más aún, muchas de las chances que tenga Cristina de volver dependerá cuán bien o cuán mal le vaya a este gobierno. El kirchnerismo no es capítulo cerrado. Muchos dicen que soy antikirchnerista, pero me da exactamente igual el gobierno. Lo que trato de apuntar es al sistema. Hay un sistema de corrupción que no importa quién esté al frente de la Casa Rosada, los vicios se repiten. Investigué al menemismo, a la Alianza, a Duhalde, y todos pidieron mi cabeza al diario. Los Kirchner no pidieron mi cabeza pero sé que no me tienen mucho cariño. Esto excede un gobierno. Acá hay una metodología de trabajo que promueve la impunidad, un sistema que alienta a la corrupción. Si vos tenés oficialmente que para una campaña presidencial se gastaron, según dicen los candidatos, 200 millones de pesos y en la práctica a puertas cerradas con el grabador apagado te dicen que gastaron entre 1.000 y 1.500 millones de pesos. Cabe la pregunta: ¿cómo lo juntas?, ¿quién te los da?, ¿a cambio de qué? Es más: cada uno de esos empresarios puso dinero para un solo candidato o puso para los tres que venían liderando que eran Massa, Macri y Scioli. Ya el sistema está dado de un modo que tenemos que cambiar la situación.

Referencias

-¿Qué referencia tiene de Chubut?

-Es la primera vez que vengo pero me queda claro el peso gigantesco del petróleo, la influencia que tiene para bien y para mal; el peso que tienen algunas empresas para bien y para mal. Hay en definitiva algunos empresarios que terminan teniendo más influencias que intendentes y gobernadores y ese es un dato llamativo.

-¿Cuál es el lugar del periodismo?

-El periodismo es parte de la sociedad. Terminamos repitiendo mucho de los vicios de la sociedad. El que somos ligeros, corruptos y chantas. Mucho del desprestigio que tenemos como periodistas es válido y al mismo tiempo también tenemos un problema, es que por momentos nos están exigiendo que hagamos o tomemos decisiones o que logremos resultados que no nos corresponden. Nos adjudican que tenemos que solucionar el tema de los hospitales cuando sólo tenemos que informarlo. Podemos denunciar que hay corrupción pero no nos corresponde juzgar o condenar a jueces y fiscales o empresarios. A veces nos adjudican la violencia en el futbol pero hay que reconocer que la violencia está porque la sociedad es violenta. Que nosotros hablemos de los barrabrava es otra historia. En ese contexto se combina con otra confusión: muchos creen que nosotros, en parte porque los hay, somos mercenarios y creen que porque te entregan publicidad privada o pauta oficial vos vas a decir que el sol sale por el oeste o que en el verano hace frio. Eso ocurre porque en parte como gremio hemos promovido esa confusión, pero existe.

-¿La gente les cree a los periodistas pese a esto?

-Paulatinamente hay un aprendizaje y la sociedad de a poco ya no nos cree o desconfía como bloque. Lo que sí tenés es que hay periodistas que tienen más credibilidad que otros. Hay medios que tienen más credibilidad que otros. Internet es un aspecto democratizador en el sentido de que un lector de Comodoro ya no tiene que obligarse solamente a leer los medios locales. Quizás los lea porque hay temas que se abordan aquí pero luego puede leer otro medio de cualquier parte del mundo. Lo mismo con las radios y los canales. Eso te lleva a lo que los “gringos” llaman “volar hacia la calidad”. En el momento en que estamos “paveando” vemos algunos títulos televisivos de Crónica y todos nos reímos, pero cuando algo realmente pasa, ¿leés los títulos de Crónica o hacés zapping?. Cuando un lector ve un problema sensible en Comodoro se mete en uno o dos portales y nada más porque sabe que en los otros son “fruta”. Esa calidad se gana día a día, medio por medio y periodista por periodista.

“Hay un sistema de corrupción que no importa quién esté al frente de la Casa Rosada”, graficó.

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20 MAR 2016 - 21:12

Por Ismael Tebes / @Ismaeltebes

Periodismo de periodista. Del mismo modo en el que Hugo Alconada Mon devuelve a los lectores desde La Nación su mirada de la actualidad, el autor de “Ciccone y la máquina de hacer billetes” mostró en su visita a Comodoro Rivadavia un perfil más relajado. Distendido pero sin perder de vista la realidad no descartó el regreso del kirchnerismo recargado y pidió “dejar andar” al actual presidente.

-¿Le sorprendió el impacto de su publicación sobre empresarios K?

-Sí y no. Me sorprendió en parte el impacto porque publicamos algunas investigaciones que eran tan o más fuertes que ésta, por ejemplo los hoteles de la expresidente donde revelamos toda la operatoria de presuntos lavados de activos con los hoteles, con Lázaro Báez y un grupo de empresas. Esa investigación nos permitió incluso ganar premios internacionales, pero no tuvo el impacto público social o institucional que tuvo ésta (N.d R. Investigación de las empresas de Cristóbal López). No me sorprendió porque también el contexto cambió. Por un lado la sociedad que había dado el 54 por ciento de los votos al kirchnerismo en 2011 ahora había mutado y girado hacia el macrismo y por otro lado también porque las autoridades son distintas. Si esto lo hubiéramos publicado con Ricardo Echegaray como titular de la AFIP, la reacción hubiera sido muy distinta. Esto habla más de la sociedad que de la investigación o del gobierno. Lo mismo pasó con Menem que pasó de ser rubio de ojos celestes al turco, negro, atorrante, delincuente, pirata y al “yo no lo voté”. Sobre lo que escribíamos sobre el menemismo en su momento como las cuentas en Suiza, no nos daban bola y después cuando vino el cambio social, cuando publicábamos sobre algunos temas que eran menores, tuvieron mucho más impacto.

Esperar y ver

-¿El escenario en el país es complejo?

-Estoy en una dinámica que es esperar y ver. Es prematuro, hay muchas variables en juego en lo económico, político; social y en el plano internacional. Hay que ver cómo se mueve el gobierno de Mauricio Macri. Algunas medidas son buenas. Hay indicios preocupantes. Por ejemplo, uno de los hombres de referencia del presidente es José Angelici, un operador judicial que no está haciendo movidas para promover el desarrollo institucional y la comunicación institucional entre el Poder Ejecutivo y el Judicial. Está operando, que es muy distinto, y con algunos de los muchachos que lo hicieron durante el kirchnerismo y antes, durante la Alianza y el menemismo. Estamos repitiendo los vicios. Es una mezcla. Esto es como un auto cero kilómetro. Antes de opinar cómo anda empecemos a rodarlo.

-¿Es posible que Cristina vuelva al ruedo político?

-Sí, totalmente. Hay gente que da por muerto al kirchnerismo, yo no. Una de las mejores y más grandes virtudes era que trabajaban las 24 horas al día los 365 días del año estando mentalizados en hacer política y eso lleva a que en la práctica esas personas estaban pensando de acá a 6 meses, a 2 años, a 4 años. Ella y el entonces secretario Legal y Técnico, Carlos Zaninni, hace por lo menos dos años que estaban pensando ya en como volver. Incluso analizaban qué había hecho bien y qué mal Carlos Menem en su intento fallido de volver a la Presidencia. No descarto y más aún, muchas de las chances que tenga Cristina de volver dependerá cuán bien o cuán mal le vaya a este gobierno. El kirchnerismo no es capítulo cerrado. Muchos dicen que soy antikirchnerista, pero me da exactamente igual el gobierno. Lo que trato de apuntar es al sistema. Hay un sistema de corrupción que no importa quién esté al frente de la Casa Rosada, los vicios se repiten. Investigué al menemismo, a la Alianza, a Duhalde, y todos pidieron mi cabeza al diario. Los Kirchner no pidieron mi cabeza pero sé que no me tienen mucho cariño. Esto excede un gobierno. Acá hay una metodología de trabajo que promueve la impunidad, un sistema que alienta a la corrupción. Si vos tenés oficialmente que para una campaña presidencial se gastaron, según dicen los candidatos, 200 millones de pesos y en la práctica a puertas cerradas con el grabador apagado te dicen que gastaron entre 1.000 y 1.500 millones de pesos. Cabe la pregunta: ¿cómo lo juntas?, ¿quién te los da?, ¿a cambio de qué? Es más: cada uno de esos empresarios puso dinero para un solo candidato o puso para los tres que venían liderando que eran Massa, Macri y Scioli. Ya el sistema está dado de un modo que tenemos que cambiar la situación.

Referencias

-¿Qué referencia tiene de Chubut?

-Es la primera vez que vengo pero me queda claro el peso gigantesco del petróleo, la influencia que tiene para bien y para mal; el peso que tienen algunas empresas para bien y para mal. Hay en definitiva algunos empresarios que terminan teniendo más influencias que intendentes y gobernadores y ese es un dato llamativo.

-¿Cuál es el lugar del periodismo?

-El periodismo es parte de la sociedad. Terminamos repitiendo mucho de los vicios de la sociedad. El que somos ligeros, corruptos y chantas. Mucho del desprestigio que tenemos como periodistas es válido y al mismo tiempo también tenemos un problema, es que por momentos nos están exigiendo que hagamos o tomemos decisiones o que logremos resultados que no nos corresponden. Nos adjudican que tenemos que solucionar el tema de los hospitales cuando sólo tenemos que informarlo. Podemos denunciar que hay corrupción pero no nos corresponde juzgar o condenar a jueces y fiscales o empresarios. A veces nos adjudican la violencia en el futbol pero hay que reconocer que la violencia está porque la sociedad es violenta. Que nosotros hablemos de los barrabrava es otra historia. En ese contexto se combina con otra confusión: muchos creen que nosotros, en parte porque los hay, somos mercenarios y creen que porque te entregan publicidad privada o pauta oficial vos vas a decir que el sol sale por el oeste o que en el verano hace frio. Eso ocurre porque en parte como gremio hemos promovido esa confusión, pero existe.

-¿La gente les cree a los periodistas pese a esto?

-Paulatinamente hay un aprendizaje y la sociedad de a poco ya no nos cree o desconfía como bloque. Lo que sí tenés es que hay periodistas que tienen más credibilidad que otros. Hay medios que tienen más credibilidad que otros. Internet es un aspecto democratizador en el sentido de que un lector de Comodoro ya no tiene que obligarse solamente a leer los medios locales. Quizás los lea porque hay temas que se abordan aquí pero luego puede leer otro medio de cualquier parte del mundo. Lo mismo con las radios y los canales. Eso te lleva a lo que los “gringos” llaman “volar hacia la calidad”. En el momento en que estamos “paveando” vemos algunos títulos televisivos de Crónica y todos nos reímos, pero cuando algo realmente pasa, ¿leés los títulos de Crónica o hacés zapping?. Cuando un lector ve un problema sensible en Comodoro se mete en uno o dos portales y nada más porque sabe que en los otros son “fruta”. Esa calidad se gana día a día, medio por medio y periodista por periodista.

“Hay un sistema de corrupción que no importa quién esté al frente de la Casa Rosada”, graficó.


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