Mueren seis niños por día en Yemen, por la guerra

Al menos seis niños yemeníes murieron o resultaron heridos diariamente durante el último año por "los intensos combates, la extrema inseguridad y la escasez de alimentos y combustibles" derivados del conflicto que desangra al país, según un informe difundido hoy por Unicef, días después de cumplirse un año de su inicio.

29 MAR 2016 - 12:14 | Actualizado

En total, Unicef registró más de 900 niños asesinados y más de 1.300 heridos, aunque advierte que esta cifra probablemente sólo sea "la punta del iceberg", dado que sólo son las cifras que la entidad pudo verificar.

Según explicó a los medios en una teleconferencia el representante de Unicef en Yemen, Julien Harneis, la ciudad de Taíz es donde se registraron la mayoría de las muertes, ya que allí persisten violentos ataques y los niños son "víctimas colaterales de los francotiradores y de la artillería".

Otra de las áreas más perjudicadas es la gobernación de Sada, en el norte del país, donde se producen intensos ataques aéreos.

La agencia de Naciones Unidas registró también 848 casos de niños reclutados para combatir "con los dos bandos en conflicto", según el informe citado por la agencia de noticias EFE.

La crisis yemení comenzó cuando los hutíes irrumpieron en la capital Sanaá en septiembre de 2014 y desbancaron del poder al presidente Abdo Rabo Mansur Hadi, que ahora mantiene la sede provisional de su Gobierno en Adén, mientras que los rebeldes controlan el norte y la capital Sanaá.

La situación en Adén se deterioró en los últimos meses con la irrupción de grupos yihadistas, como el Estado Islámico (EI), que perpetró hoy un triple atentado suicida que causó al menos 22 muertos.

El 26 de marzo pasado se cumplió un año del inicio de los ataques aéreos y operaciones terrestres lanzados por la alianza militar liderada por Arabia Saudita, que buscaba restaurar en el poder a Hadi.

Según Harneis, en muchas zonas del país llevar armas "es un signo de masculinidad", por lo que hay una "expectativa social de que estos jóvenes tienen que unirse a los grupos armados para defender los intereses de su comunidad".

Pero el representante de Unicef alertó que si anteriormente la edad media de los menores reclutados era de 15 ó 16 años, actualmente se pueden observar casos de niños de hasta 8 años de edad.

Además, la intensificación del conflicto volvió aún más complicada la situación económica del país, que ya era el más pobre de la región, por lo que la afiliación de los hijos varones a un grupo armado supone una salida económica para muchas familias sin recursos.

El PBI del país ha caído un 28% en el último año.

El funcionario del organismo internacional denunció, además, el maltrecho estado de las instalaciones sanitarias que, según los últimos datos han sufrido unos 63 ataques.

Estos ataques afectan especialmente a los menores de edad, dado que se restringe el acceso al agua potable y al saneamiento, lo que se convierte en fuente de enfermedades contagiosas a las que los niños son especialmente vulnerables.

"El impacto de este conflicto entre los niños es tan grande que las agencias humanitarias por sí solas no podemos cubrir todas las necesidades de la población", dijo Harneis.

"La única solución a este problema y para los niños es la negociación del final del conflicto, y esperemos que pronto", concluyó.

29 MAR 2016 - 12:14

En total, Unicef registró más de 900 niños asesinados y más de 1.300 heridos, aunque advierte que esta cifra probablemente sólo sea "la punta del iceberg", dado que sólo son las cifras que la entidad pudo verificar.

Según explicó a los medios en una teleconferencia el representante de Unicef en Yemen, Julien Harneis, la ciudad de Taíz es donde se registraron la mayoría de las muertes, ya que allí persisten violentos ataques y los niños son "víctimas colaterales de los francotiradores y de la artillería".

Otra de las áreas más perjudicadas es la gobernación de Sada, en el norte del país, donde se producen intensos ataques aéreos.

La agencia de Naciones Unidas registró también 848 casos de niños reclutados para combatir "con los dos bandos en conflicto", según el informe citado por la agencia de noticias EFE.

La crisis yemení comenzó cuando los hutíes irrumpieron en la capital Sanaá en septiembre de 2014 y desbancaron del poder al presidente Abdo Rabo Mansur Hadi, que ahora mantiene la sede provisional de su Gobierno en Adén, mientras que los rebeldes controlan el norte y la capital Sanaá.

La situación en Adén se deterioró en los últimos meses con la irrupción de grupos yihadistas, como el Estado Islámico (EI), que perpetró hoy un triple atentado suicida que causó al menos 22 muertos.

El 26 de marzo pasado se cumplió un año del inicio de los ataques aéreos y operaciones terrestres lanzados por la alianza militar liderada por Arabia Saudita, que buscaba restaurar en el poder a Hadi.

Según Harneis, en muchas zonas del país llevar armas "es un signo de masculinidad", por lo que hay una "expectativa social de que estos jóvenes tienen que unirse a los grupos armados para defender los intereses de su comunidad".

Pero el representante de Unicef alertó que si anteriormente la edad media de los menores reclutados era de 15 ó 16 años, actualmente se pueden observar casos de niños de hasta 8 años de edad.

Además, la intensificación del conflicto volvió aún más complicada la situación económica del país, que ya era el más pobre de la región, por lo que la afiliación de los hijos varones a un grupo armado supone una salida económica para muchas familias sin recursos.

El PBI del país ha caído un 28% en el último año.

El funcionario del organismo internacional denunció, además, el maltrecho estado de las instalaciones sanitarias que, según los últimos datos han sufrido unos 63 ataques.

Estos ataques afectan especialmente a los menores de edad, dado que se restringe el acceso al agua potable y al saneamiento, lo que se convierte en fuente de enfermedades contagiosas a las que los niños son especialmente vulnerables.

"El impacto de este conflicto entre los niños es tan grande que las agencias humanitarias por sí solas no podemos cubrir todas las necesidades de la población", dijo Harneis.

"La única solución a este problema y para los niños es la negociación del final del conflicto, y esperemos que pronto", concluyó.


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