Crisis en Brasil: Cardoso y una propuesta para Temer

El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso defendió hoy la entrada de su fuerza, el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), en un eventual gobierno del vicepresidente Michel Temer, al que hasta ahora había dado apoyo parlamentario pero no un compromiso de incorporar ministros.

26 ABR 2016 - 12:54 | Actualizado

"Estoy a favor de entrar (en el gobierno) siempre y cuando las condiciones sean explícitas. Entrar como partido, indicando nombres, porque la situación de Brasil es más grave de lo que parece", señaló Cardoso, que fue presidente de Brasil entre 1995 y 2002.

En una entrevista al diario Folha de Sao Paulo, Cardoso afirmó que el PSDB tiene "responsabilidad política" al apoyar el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff, y por ello no podría rechazar su incorporación en una eventual gestión comandada por Temer.

El vicepresidente sucedería a Rousseff durante 180 días si el Senado decide finalmente que existen méritos jurídicos para iniciar un juicio político con miras a la destitución de la jefa de Estado, reelegida en octubre del 2014.

Si la Cámara Alta decide finalmente en el juicio apartar a Rousseff de su cargo, Temer completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019.

Cardoso señaló que, en caso de que Temer asuma la Presidencia, es necesario nombrar un ministro de Hacienda que domine la política fiscal y tenga capacidad de articulación en el Congreso.

En ese sentido, defendió la posible designación de José Serra, del PSDB y antiguo candidato presidencial vencido por Lula, para ocupar dicho cargo, aunque precisó que también "existen otros nombres".

El ex jefe de Estado reiteró que la presidenta Rousseff es una "mujer honesta" y "no una criminal", pero aclaró que el juicio en su contra es de carácter "político" y que la mandataria cometió "crimen de responsabilidades" al realizar maniobras fiscales para maquillar las cuentas públicas de 2014 y 2015.

"Cuando pierdes capacidad de agregar y de dar una dirección al país, te quedas en una posición frágil. Infelizmente, el gobierno de Dilma se debilitó. Ella cometió un delito de responsabilidades y contra la ley presupuestaria. Son acciones concretas", sostuvo.

Rechazó igualmente que se intente "criminalizar" al gobernante Partido de los Trabajadores (PT), formación a la que pertenecen Rousseff y Luis Inácio Lula da Silva y que se encuentra debilitada en medio de la crisis política y económica y el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrosas, que también afecta a los partidos de oposición, incluido el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del vicepresidente Temer.

"El PT tiene raíces, por lo tanto va a permanecer. Es bueno que permanezca. Erradicar el PT, criminalizar al PT, eso no cuenta mi apoyo", dijo.

26 ABR 2016 - 12:54

"Estoy a favor de entrar (en el gobierno) siempre y cuando las condiciones sean explícitas. Entrar como partido, indicando nombres, porque la situación de Brasil es más grave de lo que parece", señaló Cardoso, que fue presidente de Brasil entre 1995 y 2002.

En una entrevista al diario Folha de Sao Paulo, Cardoso afirmó que el PSDB tiene "responsabilidad política" al apoyar el proceso de destitución de la presidenta Dilma Rousseff, y por ello no podría rechazar su incorporación en una eventual gestión comandada por Temer.

El vicepresidente sucedería a Rousseff durante 180 días si el Senado decide finalmente que existen méritos jurídicos para iniciar un juicio político con miras a la destitución de la jefa de Estado, reelegida en octubre del 2014.

Si la Cámara Alta decide finalmente en el juicio apartar a Rousseff de su cargo, Temer completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019.

Cardoso señaló que, en caso de que Temer asuma la Presidencia, es necesario nombrar un ministro de Hacienda que domine la política fiscal y tenga capacidad de articulación en el Congreso.

En ese sentido, defendió la posible designación de José Serra, del PSDB y antiguo candidato presidencial vencido por Lula, para ocupar dicho cargo, aunque precisó que también "existen otros nombres".

El ex jefe de Estado reiteró que la presidenta Rousseff es una "mujer honesta" y "no una criminal", pero aclaró que el juicio en su contra es de carácter "político" y que la mandataria cometió "crimen de responsabilidades" al realizar maniobras fiscales para maquillar las cuentas públicas de 2014 y 2015.

"Cuando pierdes capacidad de agregar y de dar una dirección al país, te quedas en una posición frágil. Infelizmente, el gobierno de Dilma se debilitó. Ella cometió un delito de responsabilidades y contra la ley presupuestaria. Son acciones concretas", sostuvo.

Rechazó igualmente que se intente "criminalizar" al gobernante Partido de los Trabajadores (PT), formación a la que pertenecen Rousseff y Luis Inácio Lula da Silva y que se encuentra debilitada en medio de la crisis política y económica y el gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrosas, que también afecta a los partidos de oposición, incluido el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del vicepresidente Temer.

"El PT tiene raíces, por lo tanto va a permanecer. Es bueno que permanezca. Erradicar el PT, criminalizar al PT, eso no cuenta mi apoyo", dijo.


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