Crece la tensión en el Golfo Pérsico

La escalada de tensión entre las dos grandes potencias petroleras del Golfo Pérsico tuvo hoy un nuevo capítulo cuando el líder iraní, Alí Jamenei, calificó de "traidores" a la comunidad musulmana e "idólatras" a "algunos" gobiernos de países musulmanes que apoyan los "designios" de los Estados Unidos en la región y no siguen los dictados del Corán.

18 MAY 2016 - 12:01 | Actualizado

"Algunos gobiernos islámicos están traicionando a su propia gente y a la comunidad islámica al abrirle camino a la influencia estadounidense. Esos gobiernos, en lugar de aferrarse al Corán, se están aferrando a la idolatría. Estados Unidos es el Gran Satán, y es a lo que más adoran", indicó.

Jamenei, máxima figura política y religiosa de la República Islámica, se expresó así en Teherán durante la inauguración de un concurso internacional de recitadores del libro sagrado de los musulmanes, en el que participan musulmanes de todo el mundo.

Si bien el líder religioso no mencionó directamente a ninguno de estos gobiernos "traidores", con estas palabras el líder iraní aludió a las monarquías árabes del Golfo Pérsico, que mantienen una dura rivalidad política con Teherán, que empeoró en los últimos meses.

Jamenei apuntó a que son los "terroristas y afiliados wahabíes" los que están "trabajando para el enemigo", causando un "reino de terror en la región" que "deja en el olvido el asunto de Palestina".

"Los poderes satánicos están asustados del Islam y de sus 1.500 millones de fieles. Se han gastado enormes cifras de dinero en dañar el Islam, pero nosotros no tenemos duda de que la victoria será nuestra. El enemigo tiene miedo y por eso ataca a Irán", señaló.

Particularmente, Irán y Arabia Saudita, líderes respectivos de las comunidades chiitas y sunnitas del Islam, se enfrentan directamente en todos los conflictos regionales.

La ruptura de relaciones se produjo cuando Arabia Saudita ejecutó al clérigo chiita Nimr Bakr al-Nimr el 2 de enero pasado, acto que Teherán calificó de "asesinato", y multitudes furiosas atacaron sedes diplomáticas sauditas en Irán.

El reguero del conflicto se extendió también a la esfera religiosa, después de que Irán denunciara "sabotaje" de Riad y anunciara la suspensión este año de las peregrinaciones a la Meca debido a la falta de cooperación saudita para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.

Con este paso sin precedentes en tiempos recientes, Irán busca dañar la imagen de la monarquía saudita entre los musulmanes, ya que entre sus deberes principales se encuentra el de garantizar la seguridad de esa peregrinación obligatoria para todos los creyentes, obligación que -según Teherán- es incumplida.

Según recuerda la agencia de noticias iraní IRNA, el 24 de setiembre de 2015 murieron al menos 464 iraníes entre las casi 2100 personas que perdieron la vida en una estampida en Mina, durante el Hajj (la peregrinación que realizan los fieles musulmanes a La Meca) de ese año.

El gobierno de Arabia Saudita respondió a las acusaciones de "sabotaje" y reiteró que son las autoridades iraníes las responsables de impedir a sus ciudadanos efectuar la gran peregrinación.

"La decisión (de no acudir) depende de las autoridades iraníes, que serán responsables ante Dios y todo el mundo", subrayó el Consejo de Ministros saudita en un comunicado difundido ayer, después de la sesión ordinaria semanal.

18 MAY 2016 - 12:01

"Algunos gobiernos islámicos están traicionando a su propia gente y a la comunidad islámica al abrirle camino a la influencia estadounidense. Esos gobiernos, en lugar de aferrarse al Corán, se están aferrando a la idolatría. Estados Unidos es el Gran Satán, y es a lo que más adoran", indicó.

Jamenei, máxima figura política y religiosa de la República Islámica, se expresó así en Teherán durante la inauguración de un concurso internacional de recitadores del libro sagrado de los musulmanes, en el que participan musulmanes de todo el mundo.

Si bien el líder religioso no mencionó directamente a ninguno de estos gobiernos "traidores", con estas palabras el líder iraní aludió a las monarquías árabes del Golfo Pérsico, que mantienen una dura rivalidad política con Teherán, que empeoró en los últimos meses.

Jamenei apuntó a que son los "terroristas y afiliados wahabíes" los que están "trabajando para el enemigo", causando un "reino de terror en la región" que "deja en el olvido el asunto de Palestina".

"Los poderes satánicos están asustados del Islam y de sus 1.500 millones de fieles. Se han gastado enormes cifras de dinero en dañar el Islam, pero nosotros no tenemos duda de que la victoria será nuestra. El enemigo tiene miedo y por eso ataca a Irán", señaló.

Particularmente, Irán y Arabia Saudita, líderes respectivos de las comunidades chiitas y sunnitas del Islam, se enfrentan directamente en todos los conflictos regionales.

La ruptura de relaciones se produjo cuando Arabia Saudita ejecutó al clérigo chiita Nimr Bakr al-Nimr el 2 de enero pasado, acto que Teherán calificó de "asesinato", y multitudes furiosas atacaron sedes diplomáticas sauditas en Irán.

El reguero del conflicto se extendió también a la esfera religiosa, después de que Irán denunciara "sabotaje" de Riad y anunciara la suspensión este año de las peregrinaciones a la Meca debido a la falta de cooperación saudita para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.

Con este paso sin precedentes en tiempos recientes, Irán busca dañar la imagen de la monarquía saudita entre los musulmanes, ya que entre sus deberes principales se encuentra el de garantizar la seguridad de esa peregrinación obligatoria para todos los creyentes, obligación que -según Teherán- es incumplida.

Según recuerda la agencia de noticias iraní IRNA, el 24 de setiembre de 2015 murieron al menos 464 iraníes entre las casi 2100 personas que perdieron la vida en una estampida en Mina, durante el Hajj (la peregrinación que realizan los fieles musulmanes a La Meca) de ese año.

El gobierno de Arabia Saudita respondió a las acusaciones de "sabotaje" y reiteró que son las autoridades iraníes las responsables de impedir a sus ciudadanos efectuar la gran peregrinación.

"La decisión (de no acudir) depende de las autoridades iraníes, que serán responsables ante Dios y todo el mundo", subrayó el Consejo de Ministros saudita en un comunicado difundido ayer, después de la sesión ordinaria semanal.


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