Editorial / Poner lo que hay que poner

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Remerazo. Esquel marchó y le dio una muestra contundente de su rechazo a las tarifas de gas. Das Neves irá a Nación a defender a los chubutenses.
21 MAY 2016 - 20:51 | Actualizado

La reunión que mañana mantendrá el gobernador Mario Das Neves con el ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, será para alquilar balcones. No sólo porque miles de chubutenses esperarán el resultado para saber qué hacer con las desorbitantes facturas de gas que recibieron en los últimos días, sino también porque si hay un funcionario nacional con el que el gobernador tiene una relación tensa y antipática es, precisamente, el ex-CEO de Shell.

Ya Das Neves le había puesto los puntos a Aranguren en una de las tantas reuniones por la crisis petrolera, cuando a los gritos lo cuestionó en la mesa de negociaciones por hablar de números en vez de personas.

Aranguren llegará al encuentro a regañadientes, obligado por el presidente Mauricio Macri, que le ordenó que lo atienda a Das Neves y al resto de los gobernadores patagónicos: “Pará vos el quilombo que armaste”, dicen que le dijo el Presidente a “Tarifazo” Aranguren, como lo llaman en sorna los mandatarios provinciales.

En medio de la crisis por el tarifazo, Das Neves no se olvidó esta semana de poner las cosas en contexto y dedicarle varios misiles al exgobernador Martín Buzzi y al exministro de Planificación Federal de la Nación, Julio De Vido: “Firmaron convenios de obras vinculados a la distribución de gas por más de 1.500 millones de pesos y nunca se hicieron”, disparó.

Al hueso

Das Neves irá mañana a Buenos Aires con una sola posición: que se retrotraigan los aumentos. El mandatario provincial llevará a la mesa los cientos de facturas de las intendencias, cámaras empresariales y vecinos que recibieron las boletas de gas como un palazo en la espalda.

Para los chubutenses no es una novedad. Pero a algún observador ajeno a la historia política de Das Neves puede que se haya sorprendido por la fuerte apuesta que hizo el gobernador contra el Gobierno nacional. Para los que contaban a Das Neves como un “incondicional” de la gestión macrista, hubo una frase del chubutense que los devolvió a la realidad: “Todo fue producto de un desacierto grande como una casa. Puedo tener buena relación con el gobierno nacional y la voy a seguir teniendo, pero las cosas que están mal las voy a seguir diciendo porque es nuestra responsabilidad”, sentenció Das Neves.

Cautelares

Más allá de la gravedad de la situación por el tarifazo del gas, no se puede soslayar la rapidez de Das Neves, inclusive, para ganarle de mano a los legisladores nacionales y provincial -algunos de la oposición provincial pero “oficialistas” del Gobierno nacional-, que hablaron de presentar un amparo judicial, mientras el gobernador apuraba a su fiscal de Estado, Diego Martínez Zapata, para firmar un texto que en pocas horas ya estaba en el Juzgado Federal de Rawson. Por eso, y muchas otras cosas, Das Neves vuelve cuando algunos todavía están evaluando ir.

El pedido de inconstitucionalidad de los aumentos con el objetivo de “tutelar los bienes y servicios del Estado provincial”, son el argumento inicial del amparo presentado, pero el objetivo final es que este reclamo se haga extensivo a todos los habitantes de Chubut.

En medio de la crisis laboral que vive la Argentina, de la que Chubut no es ajena, el tarifazo del gas abre la puerta que miles de comercios y pequeños empresarios decidan bajar sus persianas, dejando en la calle a los empleados a los que hoy ya les cuesta pagarle el sueldo.

El objetivo del amparo firmado por Das Neves es mantener la matriz productiva provincial y, sobre todo, las fuentes laborales que hoy están en riesgo. “Vendría a ser como un tipo de acción de clase en representación de todos los chubutenses que es lo que hemos plasmado hoy en representación del gobernador”, explicó el fiscal de Estado.

Lo que se cuestiona de las medidas impulsadas por Aranguren es la arbitrariedad y la ilegalidad manifiesta, por cuanto violaron la audiencia pública que prescribe en materia de servicios públicos.

Además, se pide dejar sin efecto la nueva tabulación de tarifas en materia de gas y que se frene cualquier medida de aviso de corte de los usuarios que no paguen las “superfacturas”.

El objetivo es que se establezca una refacturación al valor anterior al tarifazo y, en el caso de lo que ya hayan pagado las mismas, se les establezca una compensación en futuras facturaciones.

La demanda de Das Neves no pretende quedarse en la formalidad de los papeles y apunta alto: los demandados son el Estado Nacional, el Ministerio de Energía, el Enargas y la empresa Camuzzi Gas del Sur.

La idea es que la Justicia Federal actúe rápido y dicte la medida de “no innovar” hasta que haya un fallo. Podrían pasar varios años hasta que se decida “liberar” la tarifa, algo que beneficiaría a los usuarios.

Remerazo

Por si todo esto fuera poco, el único ministro del Gobierno nacional que parecía tener un poco de muñeca política, el titular de la cartera de Interior, Rodolfo Frigerio, hizo un comentario desafortunado que le costará años superar, al menos en las provincias patagónicas.

Si no da una explicación razonable –ya pasaron varios días y no dijo una palabra-, a Frigerio se le va a hacer difícil pisar la Patagonia sin que le recuerden la ya famosa frase sobre la gente en remera dentro de sus casas, gastando gas porque era barato.

El viernes, en Esquel, la gente salió a la calle y protestó contra la quita de subsidios al gas y el aumento de tarifas, en una marcha que Jornada bautizó como “El remerazo”.

El hecho tiene un condimento político que vale la pena ser considerado: en Esquel ganó Cambiemos, el partido que hizo de la baja de subsidios una Biblia irrenunciable. Es más, su intendente, Sergio Ongarato, compartió boleta con Mauricio Macri. Quienes el viernes lo vieron al intendente encabezando la marcha en contra de los tarifazos de su compañero de boleta, no lo tomaron muy bien. Respetaron su derecho a estar ahí -inclusive hasta de sacar una tajada política-, pero a muchos ciudadanos comunes les caen mal estas actitudes hipócritas de los políticos olvidadizos.

El cambio que muchos pedían y votaron, en Esquel y en todo el país, también incluía estas medidas de fondo con “subsidios cero” y tarifas desbocadas. Se sabía de antemano.

Para los “indignados” que se salen de la vaina mientras leen este párrafo, va una aclaración: el reclamo popular no pierde legitimidad ni siquiera con la presencia de Ongarato y de otros férreos opositores de las épocas en las que los subsidios que ellos criticaban servían para frenar las tarifas.

Pero las cosas, como las ideas, hay que ponerlas en su lugar. Para no arrepentirse cuando ya es tarde.

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Remerazo. Esquel marchó y le dio una muestra contundente de su rechazo a las tarifas de gas. Das Neves irá a Nación a defender a los chubutenses.
21 MAY 2016 - 20:51

La reunión que mañana mantendrá el gobernador Mario Das Neves con el ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, será para alquilar balcones. No sólo porque miles de chubutenses esperarán el resultado para saber qué hacer con las desorbitantes facturas de gas que recibieron en los últimos días, sino también porque si hay un funcionario nacional con el que el gobernador tiene una relación tensa y antipática es, precisamente, el ex-CEO de Shell.

Ya Das Neves le había puesto los puntos a Aranguren en una de las tantas reuniones por la crisis petrolera, cuando a los gritos lo cuestionó en la mesa de negociaciones por hablar de números en vez de personas.

Aranguren llegará al encuentro a regañadientes, obligado por el presidente Mauricio Macri, que le ordenó que lo atienda a Das Neves y al resto de los gobernadores patagónicos: “Pará vos el quilombo que armaste”, dicen que le dijo el Presidente a “Tarifazo” Aranguren, como lo llaman en sorna los mandatarios provinciales.

En medio de la crisis por el tarifazo, Das Neves no se olvidó esta semana de poner las cosas en contexto y dedicarle varios misiles al exgobernador Martín Buzzi y al exministro de Planificación Federal de la Nación, Julio De Vido: “Firmaron convenios de obras vinculados a la distribución de gas por más de 1.500 millones de pesos y nunca se hicieron”, disparó.

Al hueso

Das Neves irá mañana a Buenos Aires con una sola posición: que se retrotraigan los aumentos. El mandatario provincial llevará a la mesa los cientos de facturas de las intendencias, cámaras empresariales y vecinos que recibieron las boletas de gas como un palazo en la espalda.

Para los chubutenses no es una novedad. Pero a algún observador ajeno a la historia política de Das Neves puede que se haya sorprendido por la fuerte apuesta que hizo el gobernador contra el Gobierno nacional. Para los que contaban a Das Neves como un “incondicional” de la gestión macrista, hubo una frase del chubutense que los devolvió a la realidad: “Todo fue producto de un desacierto grande como una casa. Puedo tener buena relación con el gobierno nacional y la voy a seguir teniendo, pero las cosas que están mal las voy a seguir diciendo porque es nuestra responsabilidad”, sentenció Das Neves.

Cautelares

Más allá de la gravedad de la situación por el tarifazo del gas, no se puede soslayar la rapidez de Das Neves, inclusive, para ganarle de mano a los legisladores nacionales y provincial -algunos de la oposición provincial pero “oficialistas” del Gobierno nacional-, que hablaron de presentar un amparo judicial, mientras el gobernador apuraba a su fiscal de Estado, Diego Martínez Zapata, para firmar un texto que en pocas horas ya estaba en el Juzgado Federal de Rawson. Por eso, y muchas otras cosas, Das Neves vuelve cuando algunos todavía están evaluando ir.

El pedido de inconstitucionalidad de los aumentos con el objetivo de “tutelar los bienes y servicios del Estado provincial”, son el argumento inicial del amparo presentado, pero el objetivo final es que este reclamo se haga extensivo a todos los habitantes de Chubut.

En medio de la crisis laboral que vive la Argentina, de la que Chubut no es ajena, el tarifazo del gas abre la puerta que miles de comercios y pequeños empresarios decidan bajar sus persianas, dejando en la calle a los empleados a los que hoy ya les cuesta pagarle el sueldo.

El objetivo del amparo firmado por Das Neves es mantener la matriz productiva provincial y, sobre todo, las fuentes laborales que hoy están en riesgo. “Vendría a ser como un tipo de acción de clase en representación de todos los chubutenses que es lo que hemos plasmado hoy en representación del gobernador”, explicó el fiscal de Estado.

Lo que se cuestiona de las medidas impulsadas por Aranguren es la arbitrariedad y la ilegalidad manifiesta, por cuanto violaron la audiencia pública que prescribe en materia de servicios públicos.

Además, se pide dejar sin efecto la nueva tabulación de tarifas en materia de gas y que se frene cualquier medida de aviso de corte de los usuarios que no paguen las “superfacturas”.

El objetivo es que se establezca una refacturación al valor anterior al tarifazo y, en el caso de lo que ya hayan pagado las mismas, se les establezca una compensación en futuras facturaciones.

La demanda de Das Neves no pretende quedarse en la formalidad de los papeles y apunta alto: los demandados son el Estado Nacional, el Ministerio de Energía, el Enargas y la empresa Camuzzi Gas del Sur.

La idea es que la Justicia Federal actúe rápido y dicte la medida de “no innovar” hasta que haya un fallo. Podrían pasar varios años hasta que se decida “liberar” la tarifa, algo que beneficiaría a los usuarios.

Remerazo

Por si todo esto fuera poco, el único ministro del Gobierno nacional que parecía tener un poco de muñeca política, el titular de la cartera de Interior, Rodolfo Frigerio, hizo un comentario desafortunado que le costará años superar, al menos en las provincias patagónicas.

Si no da una explicación razonable –ya pasaron varios días y no dijo una palabra-, a Frigerio se le va a hacer difícil pisar la Patagonia sin que le recuerden la ya famosa frase sobre la gente en remera dentro de sus casas, gastando gas porque era barato.

El viernes, en Esquel, la gente salió a la calle y protestó contra la quita de subsidios al gas y el aumento de tarifas, en una marcha que Jornada bautizó como “El remerazo”.

El hecho tiene un condimento político que vale la pena ser considerado: en Esquel ganó Cambiemos, el partido que hizo de la baja de subsidios una Biblia irrenunciable. Es más, su intendente, Sergio Ongarato, compartió boleta con Mauricio Macri. Quienes el viernes lo vieron al intendente encabezando la marcha en contra de los tarifazos de su compañero de boleta, no lo tomaron muy bien. Respetaron su derecho a estar ahí -inclusive hasta de sacar una tajada política-, pero a muchos ciudadanos comunes les caen mal estas actitudes hipócritas de los políticos olvidadizos.

El cambio que muchos pedían y votaron, en Esquel y en todo el país, también incluía estas medidas de fondo con “subsidios cero” y tarifas desbocadas. Se sabía de antemano.

Para los “indignados” que se salen de la vaina mientras leen este párrafo, va una aclaración: el reclamo popular no pierde legitimidad ni siquiera con la presencia de Ongarato y de otros férreos opositores de las épocas en las que los subsidios que ellos criticaban servían para frenar las tarifas.

Pero las cosas, como las ideas, hay que ponerlas en su lugar. Para no arrepentirse cuando ya es tarde.


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