Afirman que EEUU mató al máximo jefe talibán en Afganistán

Tanto el gobierno afgano como los servicios de inteligencia de ese país asiático informaron hoy que el máximo jefe de los insurgentes talibanes falleció ayer en un ataque de Estados Unidos sobre territorio paquistaní, pese a que un presunto mensaje de la milicia desmintió la noticia y sostuvo que su líder "está vivo".

22 MAY 2016 - 19:34 | Actualizado

"La muerte del mullah (Akhtar Mohamed) Mansur en el ataque de un dron carece de fundamento, está vivo y no hubo ningún ataque en su contra", sostuvo un miembro no identificado de los insurgentes en un mensaje publicado en la aplicación Telegram y citado por la agencia de noticias DPA.

El Mullah Mansur se convirtió en el máximo líder de la milicia más poderosa de Afganistán en agosto pasado, luego que el grupo confirmara un rumor que hacía tiempo circulaba en los medios y los pasillos gubernamentales, la muerte de su antecesor, el mullah Mohamed Omar.

Su ascenso provocó de inmediato tensiones internas entre los talibanes.

No sólo nunca llegó a unificar a todas las facciones detrás de su liderazgo, sino que además puso un freno a las incipientes negociaciones de paz con Kabul, al rechazar una y otra vez la oferta de los mediados internacionales -Estados Unidos, China y Pakistán- para sentar a la mesa y abrir un diálogo.

Ayer el Ejército estadounidense informó que atacó una zona remota en Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán, y que era "muy posible" que en el bombardeo hubiera fallecido el número uno de los talibanes afganos.

Tras 24 horas de silencio, el gobierno de Pakistán acusó a Estados Unidos de violar su espacio aéreo al bombardear al presunto convoy del mullah Mansur e informó que está intentando identificar el cadáver y comprobar si se trata del jefe talibán.

"Pakistán desea manifestar de nuevo que el ataque con un dron fue una violación de su soberanía, una cuestión tratada con Estados Unidos en el pasado", señalo la Cancillería en un comunicado, en una dinámica ya habitual con su aliado incondicional, Washington.

Islamabad explicó que hasta ahora su investigación determinó que un hombre con pasaporte y documento de identificación paquistaníes a nombre de Wali Mohammed y Sha Mohamed entró ayer en el país desde Irán, y que el auto en el viajaban él y un conductor fue destruido en el ataque estadounidense en la ruta de Kochaki, cerca de la frontera con Afganistán.

El conductor fue identificado como Mohamed Azam, pero la otra persona continúa sin ser identificada.

Mientras tanto, el gobierno vecino de Afganistán esquivó la cautela y anunció la muerte del mullah Mansur.

"En una sucesión de operaciones antiterroristas, las fuerzas estadounidenses lanzaron una operación con drones y alcanzaron el vehículo en el que Mansur estaba viajando dentro y fuera de territorio afgano", aseguró el presidente Abdullah Abdullah en un discurso difundido por la televisión pública y citado por la agencia de noticias EFE.

"Es muy probable que Akhtar Mohamed haya muerto como resultado de este ataque", agregó.

Poco después, uno de los voceros de sus servicios de inteligencia confirmó la muerte del jefe talibán a EFE.

"El líder talibán, Akhtar Mansur, murió ayer en un ataque aéreo en la zona de Dalbandin, en Baluchistán, de Pakistán", informó Jamil Sultani, el vicevocero del Directorio de Seguridad Nacional (NDS), el principal servicio de inteligencia del convulsionado país asiático.

"Los terroristas se deben dar cuenta de que en caso de continuar con sus ataques serán eliminados", agregó el vocero del NDS y sostuvo que, por eso, deben "abandonar las armas".

Sultani también explicó que el mullah Mansur hacía tiempo que estaba bajo vigilancia -no aclaró quién lo vigilaba-, lo que además confirmaría que el ataque de ayer del Ejército estadounidense fue un asesinato selectivo ya que su objetivo era matar al líder talibán.

Si el mullah Mansur realmente falleció, su muerte abrirá una nueva disputa dentro del movimiento insurgente talibán, con consecuencias aún impredecibles.

Pese a la inestabilidad de la cúpula, esta milicia logró seguir avanzando y ganando territorio en el último año y medio, especialmente tras la salida del grueso del contingente militar de la OTAN, a finales de 2014 y tras más de 13 años de una ocupación extranjera legitimada más tarde por la ONU.

Según un informe del Inspector General para la Reconstrucción de Afganistán de Estados Unidos, a finales de 2015, los talibanes volvían a controlar cerca de un tercio del territorio nacional.

22 MAY 2016 - 19:34

"La muerte del mullah (Akhtar Mohamed) Mansur en el ataque de un dron carece de fundamento, está vivo y no hubo ningún ataque en su contra", sostuvo un miembro no identificado de los insurgentes en un mensaje publicado en la aplicación Telegram y citado por la agencia de noticias DPA.

El Mullah Mansur se convirtió en el máximo líder de la milicia más poderosa de Afganistán en agosto pasado, luego que el grupo confirmara un rumor que hacía tiempo circulaba en los medios y los pasillos gubernamentales, la muerte de su antecesor, el mullah Mohamed Omar.

Su ascenso provocó de inmediato tensiones internas entre los talibanes.

No sólo nunca llegó a unificar a todas las facciones detrás de su liderazgo, sino que además puso un freno a las incipientes negociaciones de paz con Kabul, al rechazar una y otra vez la oferta de los mediados internacionales -Estados Unidos, China y Pakistán- para sentar a la mesa y abrir un diálogo.

Ayer el Ejército estadounidense informó que atacó una zona remota en Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán, y que era "muy posible" que en el bombardeo hubiera fallecido el número uno de los talibanes afganos.

Tras 24 horas de silencio, el gobierno de Pakistán acusó a Estados Unidos de violar su espacio aéreo al bombardear al presunto convoy del mullah Mansur e informó que está intentando identificar el cadáver y comprobar si se trata del jefe talibán.

"Pakistán desea manifestar de nuevo que el ataque con un dron fue una violación de su soberanía, una cuestión tratada con Estados Unidos en el pasado", señalo la Cancillería en un comunicado, en una dinámica ya habitual con su aliado incondicional, Washington.

Islamabad explicó que hasta ahora su investigación determinó que un hombre con pasaporte y documento de identificación paquistaníes a nombre de Wali Mohammed y Sha Mohamed entró ayer en el país desde Irán, y que el auto en el viajaban él y un conductor fue destruido en el ataque estadounidense en la ruta de Kochaki, cerca de la frontera con Afganistán.

El conductor fue identificado como Mohamed Azam, pero la otra persona continúa sin ser identificada.

Mientras tanto, el gobierno vecino de Afganistán esquivó la cautela y anunció la muerte del mullah Mansur.

"En una sucesión de operaciones antiterroristas, las fuerzas estadounidenses lanzaron una operación con drones y alcanzaron el vehículo en el que Mansur estaba viajando dentro y fuera de territorio afgano", aseguró el presidente Abdullah Abdullah en un discurso difundido por la televisión pública y citado por la agencia de noticias EFE.

"Es muy probable que Akhtar Mohamed haya muerto como resultado de este ataque", agregó.

Poco después, uno de los voceros de sus servicios de inteligencia confirmó la muerte del jefe talibán a EFE.

"El líder talibán, Akhtar Mansur, murió ayer en un ataque aéreo en la zona de Dalbandin, en Baluchistán, de Pakistán", informó Jamil Sultani, el vicevocero del Directorio de Seguridad Nacional (NDS), el principal servicio de inteligencia del convulsionado país asiático.

"Los terroristas se deben dar cuenta de que en caso de continuar con sus ataques serán eliminados", agregó el vocero del NDS y sostuvo que, por eso, deben "abandonar las armas".

Sultani también explicó que el mullah Mansur hacía tiempo que estaba bajo vigilancia -no aclaró quién lo vigilaba-, lo que además confirmaría que el ataque de ayer del Ejército estadounidense fue un asesinato selectivo ya que su objetivo era matar al líder talibán.

Si el mullah Mansur realmente falleció, su muerte abrirá una nueva disputa dentro del movimiento insurgente talibán, con consecuencias aún impredecibles.

Pese a la inestabilidad de la cúpula, esta milicia logró seguir avanzando y ganando territorio en el último año y medio, especialmente tras la salida del grueso del contingente militar de la OTAN, a finales de 2014 y tras más de 13 años de una ocupación extranjera legitimada más tarde por la ONU.

Según un informe del Inspector General para la Reconstrucción de Afganistán de Estados Unidos, a finales de 2015, los talibanes volvían a controlar cerca de un tercio del territorio nacional.


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