Obama llegó a Hiroshima, pero no pidió perdón

El presidente estadounidense, Barack Obama, homenajeó hoy en Hiroshima a las víctimas de la bomba atómica lanzada por su país en 1945 y dijo que su memoria no debe desaparecer porque da "esperanzas sobre un futuro mejor", en la primera visita de un mandatario norteamericano a esa ciudad de Japón.

27 MAY 2016 - 10:44 | Actualizado

En un histórico discurso en la ciudad arrasada por el bombardeo atómico, Obama, dijo que el "mundo cambió" con la bomba nuclear lanzada sobre esta ciudad en los momentos finales de Segunda Guerra Mundial, ya que se demostró que el hombre "tenía los medios para destruirse a sí mismo".

"Han pasado 71 años desde aquel día. Era una mañana luminosa y sin nubes. La muerte cayó del cielo y el mundo cambió", dijo Obama, quien como estaba previsto no pidió disculpas por el ataque estadounidense.

Unas 140.000 personas fallecieron en el bombardeo en Hiroshima, el 6 de agosto de 1945. Estados Unidos lanzó una segunda bomba nuclear tres días después sobre la ciudad de Nagasaki, donde murieron unas 74.000 personas, y seis días más tarde Japón se rindió y puso fin a la guerra.

El mandatario estadounidense, que se convirtió hoy en el primero en ejercicio en visitar Hiroshima, participó en una ceremonia en el Parque de la Paz de la ciudad junto al primer ministro nipón, Shinzo Abe, a la que también asistieron al menos tres supervivientes del ataque.

Obama, aseguró que la memoria de las víctimas de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima hace siete décadas "nunca debe desaparecer", ya que supone una "esperanza para el futuro" y "alimenta un cambio".

El presidente estadounidense quiso recordar "las voces de las víctimas" de la tragedia, y destacó la necesidad de "mantener viva su memoria, porque alimenta nuestra imaginación, nos permite cambiar y nos da esperanzas sobre un futuro mejor", informó la agencia de noticias EFE.

"Busquemos un futuro en el que Hiroshima y Nagasaki no sean conocidas como el amanecer de la guerra nuclear si no como el comienzo de nuestro despertar moral", añadió Obama, que pese a no pedir disculpas por los bombardeos atómicos sí intercambió breves palabras con tres supervivientes.

Uno de ellos, Sunao Tsuboi, dijo antes de la ceremonia que quería agradecer al mandatario de Estados Unidos su visita y decirle que no guarda ningún rencor.

Por su parte, Shigeaki Mori, otro superviviente de 88 años, se abrazó a Obama cuando éste se acercó a saludarlo pero según reconoció después, se le fue la cabeza y no recuerda lo que le dijo.

Obama ofreció el discurso tras depositar una ofrenda floral ante el cenotafio en memoria a los 140.000 fallecidos por el ataque, la mayoría civiles, y visitar brevemente el Museo de la Paz, que relata con detalle el efecto que tuvo la bomba en Hiroshima.

Por su parte, el primer ministro nipón que también habló durante el acto dijo que Japón había "esperado desde hace mucho esta visita" y que nunca más se deberá repetir lo que sucedió en Hiroshima y Nagasaki hace siete décadas.

"Nunca se debería volver a vivir esta dura experiencia, es nuestra responsabilidad que hagamos un esfuerzo por la paz", apuntó Abe.

Tras los discursos, los dos mandatarios dieron un breve paseo por el parque y se acercaron a los restos de la cúpula "Gembaku" que quedó en pie tras el ataque que arrasó la ciudad.

En ese momento los acompañó el canciller japonés, Fumio Kishida, originario de Hiroshima, que se encargó de explicar a Obama la historia del monumento.

Tras una ceremonia de poco menos de una hora, el presidente se dirigió a la base militar estadounidense de Iwakuni, desde donde partirá hacia Washington en el avión presidencial Air Force One.

Obama se desplazó hoy a Hiroshima tras participar en la cumbre de dos días de líderes del G7 en el parque natural de Ise-Shima, que queda a unos 400 kilómetros hacia el Este.

Aunque Obama es el primer presidente en el cargo en visitar Hiroshima, el demócrata Jimmy Carter lo hizo como expresidente en 1984, mientras que el republicano Richard Nixon acudió en 1964, cuatro años antes de convertirse en presidente.

27 MAY 2016 - 10:44

En un histórico discurso en la ciudad arrasada por el bombardeo atómico, Obama, dijo que el "mundo cambió" con la bomba nuclear lanzada sobre esta ciudad en los momentos finales de Segunda Guerra Mundial, ya que se demostró que el hombre "tenía los medios para destruirse a sí mismo".

"Han pasado 71 años desde aquel día. Era una mañana luminosa y sin nubes. La muerte cayó del cielo y el mundo cambió", dijo Obama, quien como estaba previsto no pidió disculpas por el ataque estadounidense.

Unas 140.000 personas fallecieron en el bombardeo en Hiroshima, el 6 de agosto de 1945. Estados Unidos lanzó una segunda bomba nuclear tres días después sobre la ciudad de Nagasaki, donde murieron unas 74.000 personas, y seis días más tarde Japón se rindió y puso fin a la guerra.

El mandatario estadounidense, que se convirtió hoy en el primero en ejercicio en visitar Hiroshima, participó en una ceremonia en el Parque de la Paz de la ciudad junto al primer ministro nipón, Shinzo Abe, a la que también asistieron al menos tres supervivientes del ataque.

Obama, aseguró que la memoria de las víctimas de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima hace siete décadas "nunca debe desaparecer", ya que supone una "esperanza para el futuro" y "alimenta un cambio".

El presidente estadounidense quiso recordar "las voces de las víctimas" de la tragedia, y destacó la necesidad de "mantener viva su memoria, porque alimenta nuestra imaginación, nos permite cambiar y nos da esperanzas sobre un futuro mejor", informó la agencia de noticias EFE.

"Busquemos un futuro en el que Hiroshima y Nagasaki no sean conocidas como el amanecer de la guerra nuclear si no como el comienzo de nuestro despertar moral", añadió Obama, que pese a no pedir disculpas por los bombardeos atómicos sí intercambió breves palabras con tres supervivientes.

Uno de ellos, Sunao Tsuboi, dijo antes de la ceremonia que quería agradecer al mandatario de Estados Unidos su visita y decirle que no guarda ningún rencor.

Por su parte, Shigeaki Mori, otro superviviente de 88 años, se abrazó a Obama cuando éste se acercó a saludarlo pero según reconoció después, se le fue la cabeza y no recuerda lo que le dijo.

Obama ofreció el discurso tras depositar una ofrenda floral ante el cenotafio en memoria a los 140.000 fallecidos por el ataque, la mayoría civiles, y visitar brevemente el Museo de la Paz, que relata con detalle el efecto que tuvo la bomba en Hiroshima.

Por su parte, el primer ministro nipón que también habló durante el acto dijo que Japón había "esperado desde hace mucho esta visita" y que nunca más se deberá repetir lo que sucedió en Hiroshima y Nagasaki hace siete décadas.

"Nunca se debería volver a vivir esta dura experiencia, es nuestra responsabilidad que hagamos un esfuerzo por la paz", apuntó Abe.

Tras los discursos, los dos mandatarios dieron un breve paseo por el parque y se acercaron a los restos de la cúpula "Gembaku" que quedó en pie tras el ataque que arrasó la ciudad.

En ese momento los acompañó el canciller japonés, Fumio Kishida, originario de Hiroshima, que se encargó de explicar a Obama la historia del monumento.

Tras una ceremonia de poco menos de una hora, el presidente se dirigió a la base militar estadounidense de Iwakuni, desde donde partirá hacia Washington en el avión presidencial Air Force One.

Obama se desplazó hoy a Hiroshima tras participar en la cumbre de dos días de líderes del G7 en el parque natural de Ise-Shima, que queda a unos 400 kilómetros hacia el Este.

Aunque Obama es el primer presidente en el cargo en visitar Hiroshima, el demócrata Jimmy Carter lo hizo como expresidente en 1984, mientras que el republicano Richard Nixon acudió en 1964, cuatro años antes de convertirse en presidente.


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