La primera cooperativa textil del país podría cerrar por la suba de tarifas
La Cooperativa Industrial Textil Argentina (CITA) ubicada en La Plata podría cerrar sus puertas en poco tiempo ante el nuevo cuadro tarifario en los servicios de electricidad y gas que complicaron la crisis generada por la baja de la demanda, advirtió el presidente de la entidad, Sergio Yosco.
“Estamos semana a semana resolviendo las obligaciones porque hasta nos cuesta comprar los insumos. Estamos con mucha angustia. Si esto sigue así evaluamos el cierre”, comentó Yosco a Télam al referirse a la situación actual de CITA.
La textil cuenta con 31 socios, “y 31 familias que dependen de ella”, señaló el directivo, quien detalló que se conformó como cooperativa en el año 1952, y se consolidó como la primera cooperativa en el país.
“Era la fábrica SAISA S.A. (Sociedad Anónima Industria Sérica Argentina) que se estableció en la ciudad en 1926 pero en 1952 entró en quiebra y los trabajadores se pusieron al frente para recuperarla. En ese momento eran 500 ahora somos 31”, relató Yosco.
Pese a vivir momentos de esplendor, -según el cooperativista estuvieron dentro de las 15 textiles más grandes del país-, y momentos de crisis, -la peor durante la dictadura militar bajo las políticas económicas de José Alfredo Martínez de Hoz-, mencionó el panorama actual “como el más difícil que tocó vivir”.
CITA produce telas de algodón, frazadas, ropa de trabajo, hospitalaria, guardapolvo y hace teñidos, pero el impacto del nuevo cuadro tarifario modificó la producción.
“Estábamos en 65.000 metros y ahora arañamos los 35 o 40.000, también por una caída en la demanda”, explicó el presidente de CITA.
“De los $18.000 de luz que vino el año pasado, el mismo mes de 2016 vino con una factura de $53.000. En cuanto al gas, de los de los $7.000 que pagamos en noviembre, ahora llegaron $27.000 y todo trabajando a un 40% del potencial”, lamentó.
Yosco remarcó que al ser una textil no pueden trasladar ese aumento a los productos y analizó como posible solución para atenuar ese impacto el proyecto de tarifa social que ayer fue presentado en el Senado provincial.
También comentó que para activar la economía de la cooperativa decidieron alquilar algunos de los galpones al municipio para “recaudar algo” y “buscarle la vuelta”.
Integrante de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra) que agrupa a 120 cooperativas, Yosco admitió que se esperanzan con un descuento en las tarifas para aliviar la situación.
“Podría resolver eso pero también pedimos políticas orientadas al fomento del trabajo. Este es un sector que cobija a gente que depende su trabajo”, subrayó.
“A nosotros también nos afecta la devaluación porque compramos anilina o materia prima importada pero la tarifa social, al menos, ayudaría en el impacto de los servicios”, subrayó.
“Estamos semana a semana resolviendo las obligaciones porque hasta nos cuesta comprar los insumos. Estamos con mucha angustia. Si esto sigue así evaluamos el cierre”, comentó Yosco a Télam al referirse a la situación actual de CITA.
La textil cuenta con 31 socios, “y 31 familias que dependen de ella”, señaló el directivo, quien detalló que se conformó como cooperativa en el año 1952, y se consolidó como la primera cooperativa en el país.
“Era la fábrica SAISA S.A. (Sociedad Anónima Industria Sérica Argentina) que se estableció en la ciudad en 1926 pero en 1952 entró en quiebra y los trabajadores se pusieron al frente para recuperarla. En ese momento eran 500 ahora somos 31”, relató Yosco.
Pese a vivir momentos de esplendor, -según el cooperativista estuvieron dentro de las 15 textiles más grandes del país-, y momentos de crisis, -la peor durante la dictadura militar bajo las políticas económicas de José Alfredo Martínez de Hoz-, mencionó el panorama actual “como el más difícil que tocó vivir”.
CITA produce telas de algodón, frazadas, ropa de trabajo, hospitalaria, guardapolvo y hace teñidos, pero el impacto del nuevo cuadro tarifario modificó la producción.
“Estábamos en 65.000 metros y ahora arañamos los 35 o 40.000, también por una caída en la demanda”, explicó el presidente de CITA.
“De los $18.000 de luz que vino el año pasado, el mismo mes de 2016 vino con una factura de $53.000. En cuanto al gas, de los de los $7.000 que pagamos en noviembre, ahora llegaron $27.000 y todo trabajando a un 40% del potencial”, lamentó.
Yosco remarcó que al ser una textil no pueden trasladar ese aumento a los productos y analizó como posible solución para atenuar ese impacto el proyecto de tarifa social que ayer fue presentado en el Senado provincial.
También comentó que para activar la economía de la cooperativa decidieron alquilar algunos de los galpones al municipio para “recaudar algo” y “buscarle la vuelta”.
Integrante de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra) que agrupa a 120 cooperativas, Yosco admitió que se esperanzan con un descuento en las tarifas para aliviar la situación.
“Podría resolver eso pero también pedimos políticas orientadas al fomento del trabajo. Este es un sector que cobija a gente que depende su trabajo”, subrayó.
“A nosotros también nos afecta la devaluación porque compramos anilina o materia prima importada pero la tarifa social, al menos, ayudaría en el impacto de los servicios”, subrayó.