Violencia y ocupación, ejes de la disputa entre israelíes y palestinos

El atentado de anoche en el centro comercial Sarona de Tel Aviv fue recibido con celebraciones en varias ciudades de Cisjordania y en Jerusalén este, y dirigentes israelíes y palestinos debatieron sobre los orígenes y solución a la violencia que volvió a instalarse ayer en el corazón de la geografía israelí, frente al Ministerio de Defensa.

09 JUN 2016 - 11:04 | Actualizado

Cientos de palestinos salieron a las calles a vitorear a los autores, repartieron caramelos a los peatones, efectuaron disparos al aire y lanzaron fuegos artificiales. Hamas, el grupo político que gobierna en la Franja de Gaza, anunció más atentados durante el Ramadán, informó la agencia de noticias DPA.

Del lado israelí también hubo declaraciones inquietantes. El atentado abrió un debate sobre qué medidas debe aplicar el país para aplacar la violencia, polarizado entre la mano dura que reclaman los partidos de derecha y llamamientos a la calma de las formaciones moderadas.

"Hay que cortar la cabeza a todo aquel que haya tuiteado mensajes de alegría por el atentado", declaró a medios locales el diputado Moti Yogev, del partido nacionalista Hogar Judío, que integra el gobierno y cuyo líder, Neftalí Bennett, mantiene una fuerte alianza con Benjamin Netanyahu.

Entre las voces más moderadas está la del presidente, Reuvén Rivlin, quien aseguró hoy en un comunicado que "la lucha contra el terrorismo es dura y larga", pero que su país no permitirá un "despertar del terrorismo" y "perseguirá a los autores".

Por su parte, el líder de la oposición laborista, Isaac Herzog, pidió contención porque "las promesas rimbombantes no sirven para nada", informó la agencia de noticias EFE.

"Sólo creo en los hechos, y hay pasos que se pueden dar a nivel de seguridad y político para rescatar a Israel del círculo de la violencia", estimó.

Del lado palestino, la presidencia de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) emitió hoy un escueto comunicado, distribuido por la agencia oficial WAFA, en el que no menciona el atentado de Tel Aviv pero rechaza la "violencia contra civiles" independientemente de quiénes sean las víctimas.

La nota agrega que la forma de "reducir la tensión y la violencia en la zona es mediante el logro de una paz justa y la creación de un clima positivo" e insta a todas las partes a "abstenerse de acciones que incrementen la tensión y la violencia".

Por su parte, el movimiento Al Fatah, que gobierna en Cisjordania ocupada, afirmó en un comunicado que fue una "respuesta individual y natural" al estado de violencia en la zona.

"Israel debe darse cuenta de las consecuencias de su insistencia en seguir la violencia, la política de demolición de casas, el desplazamiento forzoso de palestinos, las redadas de colonos en el complejo de Al Aqsa, y el asesinato a sangre fría de palestinos en los controles militares", dice una nota del portavoz del partido Munir al Jaghoub, difundida por la agencia Maan.

El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) señaló que el ataque representa un "cambio de paradigma" en la Intifada y hace notar también que se trata de una "respuesta natural" al alto número de palestinos muertos por las fuerzas israelíes.

Destaca el hecho de que el ataque tuviera lugar frente al Ministerio de Defensa de Israel, que consideró un fuerte mensaje al recién nombrado ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, y es la confirmación que la resistencia armada es la mejor vía para reclamar los derechos palestinos.

El atentado quebró varias semanas de relativa calma en la ola de violencia que comenzó en octubre del 2015, en la que murieron cerca de 200 palestinos (la mayoría atacantes o supuestos atacantes), y alrededor de 30 israelíes.

09 JUN 2016 - 11:04

Cientos de palestinos salieron a las calles a vitorear a los autores, repartieron caramelos a los peatones, efectuaron disparos al aire y lanzaron fuegos artificiales. Hamas, el grupo político que gobierna en la Franja de Gaza, anunció más atentados durante el Ramadán, informó la agencia de noticias DPA.

Del lado israelí también hubo declaraciones inquietantes. El atentado abrió un debate sobre qué medidas debe aplicar el país para aplacar la violencia, polarizado entre la mano dura que reclaman los partidos de derecha y llamamientos a la calma de las formaciones moderadas.

"Hay que cortar la cabeza a todo aquel que haya tuiteado mensajes de alegría por el atentado", declaró a medios locales el diputado Moti Yogev, del partido nacionalista Hogar Judío, que integra el gobierno y cuyo líder, Neftalí Bennett, mantiene una fuerte alianza con Benjamin Netanyahu.

Entre las voces más moderadas está la del presidente, Reuvén Rivlin, quien aseguró hoy en un comunicado que "la lucha contra el terrorismo es dura y larga", pero que su país no permitirá un "despertar del terrorismo" y "perseguirá a los autores".

Por su parte, el líder de la oposición laborista, Isaac Herzog, pidió contención porque "las promesas rimbombantes no sirven para nada", informó la agencia de noticias EFE.

"Sólo creo en los hechos, y hay pasos que se pueden dar a nivel de seguridad y político para rescatar a Israel del círculo de la violencia", estimó.

Del lado palestino, la presidencia de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) emitió hoy un escueto comunicado, distribuido por la agencia oficial WAFA, en el que no menciona el atentado de Tel Aviv pero rechaza la "violencia contra civiles" independientemente de quiénes sean las víctimas.

La nota agrega que la forma de "reducir la tensión y la violencia en la zona es mediante el logro de una paz justa y la creación de un clima positivo" e insta a todas las partes a "abstenerse de acciones que incrementen la tensión y la violencia".

Por su parte, el movimiento Al Fatah, que gobierna en Cisjordania ocupada, afirmó en un comunicado que fue una "respuesta individual y natural" al estado de violencia en la zona.

"Israel debe darse cuenta de las consecuencias de su insistencia en seguir la violencia, la política de demolición de casas, el desplazamiento forzoso de palestinos, las redadas de colonos en el complejo de Al Aqsa, y el asesinato a sangre fría de palestinos en los controles militares", dice una nota del portavoz del partido Munir al Jaghoub, difundida por la agencia Maan.

El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) señaló que el ataque representa un "cambio de paradigma" en la Intifada y hace notar también que se trata de una "respuesta natural" al alto número de palestinos muertos por las fuerzas israelíes.

Destaca el hecho de que el ataque tuviera lugar frente al Ministerio de Defensa de Israel, que consideró un fuerte mensaje al recién nombrado ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, y es la confirmación que la resistencia armada es la mejor vía para reclamar los derechos palestinos.

El atentado quebró varias semanas de relativa calma en la ola de violencia que comenzó en octubre del 2015, en la que murieron cerca de 200 palestinos (la mayoría atacantes o supuestos atacantes), y alrededor de 30 israelíes.


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