Esquel: condenaron a 2 años a directora de un Hogar de Ancianos por estafas a nueve abuelos

Se trata de Amelia Sonia Macayo Siena, que no podrá ejercer cargos públicos por cuatro años. La pena será en suspenso. La condenada les sacaba dinero a los ancianos.

30 JUN 2016 - 20:17 | Actualizado

La directora del Hogar de Ancianos “Juan Domingo Perón” de Esquel, Amelia Sonia Macayo Siena, fue condenada a la pena de dos años de prisión en suspenso e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por cuatro años, en un juicio llevado a cabo en esa ciudad por estafas a personas de la tercera edad que residían en ese establecimiento.

Por otros hechos similares y sucedidos entre 2007 y 2014 en relación a la afectación patrimonial de varios ancianos y en un juicio abreviado, había sido condenada Zulma Amed.

Nueve afectados

El juez Ricardo Rolón dictaminó su resolución condenatoria basada en el hecho que afectó a otros nueve internos: Luis Arce, Ismael Isidro Barrientos, Julio Bastías, Bartolo Caneo, Ambrosio López, Daniel López, Juan Millacan, Ciriaco Quintolef y Sirilo Real.

“Con la sola lectura de las afecciones generales que padecen las víctimas y su avance progresivo e irreversible, no dejan dudas que las mismas se encuentran en un estado de extrema vulnerabilidad”, apuntó el magistrado.

Tuvo por probado que de las cuentas de los internos del Hogar se extraían sumas de dinero en efectivo por ventanilla de la sede bancaria y por cajero automático, que esas sumas de dinero ingresaban a la Dirección del Hogar y eran guardadas en una caja metálica, en principio, en sobres con la identificación de cada interno junto a sus tarjetas de débito y sus claves.

Por otra parte el Hogar recibía un subfondo del Estado provincial, que era utilizado para cubrir los viajes, alimentos, vestimenta, limpieza, higiene, entre otros rubros de los internos. Rolón concedió que por efecto de la inflación, es probable que el subfondo se tornara insuficiente, pero “correspondía a la directora y sus administrativos documentar correctamente los gastos para obtener el próximo subfondo. Sin embargo decidieron que todas las compras de mercaderías para superar las necesidades `emergentes´ conforme lo declaró la anterior administradora del Hogar, Jésica Lorena Domínguez, se hicieran con dinero en efectivo de los abuelos – según sus dichos- por orden expresa de la directora.”

A lo largo de noventa páginas, el juez Ricardo Rolón reprodujo la prueba presentada en el debate y las postulaciones del fiscal Fidel González y de la defensora particular Graciela Conesa, analizó los elementos y concluyó de modo diferente en relación a cada uno de los dos hechos por los que Amelia Sonia Macayo Siena fue llevada a juicio.

Dudas

Sin embargo, hubo otra acusación en la que prevaleció la duda. Ricardo Rodríguez era un anciano que tenía una pierna amputada, se trasladaba en silla de ruedas, padecía ceguera y demencia. Estuvo internado en el hogar entre marzo de 2012 y marzo de 2014. El día 23 de este último mes falleció. La investigación se inició con una presentación de su hija al detectar un presunto error bancario en el pago del beneficio que cobraba su madre Josefa (por ese hecho fue condenada Amed). Esta situación despertó la inquietud de ella de saber qué ocurría con su padre.

Rolón juzgó probado que la tarjeta de débito de Rodríguez permanecía en una caja metálica en la Dirección del Hogar y que se registraron varios movimientos de extracción de dinero con ella.

“Atento el estado de salud de este interno, queda claro que no fue el titular de la cuenta el que hizo esas operaciones”. También tuvo en cuenta que ni su esposa ni su hija sabían utilizar los cajeros automáticos.

Sin embargo no encontró prueba relativa a que las extracciones con la tarjeta fueran realizadas por la directora, aunque sí respecto de la custodia que esta tenía de la tarjeta y la clave. De todas formas “no era la única que tenía acceso a las claves y tarjetas, lo tenían todas las personas que accedían a la administración”, valoró. Además de la duda respecto de la autoría, Rolón señaló que varios testigos sostuvieron que Josefa administraba el dinero de su marido.

Estas dudas impidieron que el juez dicte una sentencia condenatoria, indicó una gacetilla de prensa de la Fiscalía de Esquel.

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30 JUN 2016 - 20:17

La directora del Hogar de Ancianos “Juan Domingo Perón” de Esquel, Amelia Sonia Macayo Siena, fue condenada a la pena de dos años de prisión en suspenso e inhabilitación especial para ejercer cargos públicos por cuatro años, en un juicio llevado a cabo en esa ciudad por estafas a personas de la tercera edad que residían en ese establecimiento.

Por otros hechos similares y sucedidos entre 2007 y 2014 en relación a la afectación patrimonial de varios ancianos y en un juicio abreviado, había sido condenada Zulma Amed.

Nueve afectados

El juez Ricardo Rolón dictaminó su resolución condenatoria basada en el hecho que afectó a otros nueve internos: Luis Arce, Ismael Isidro Barrientos, Julio Bastías, Bartolo Caneo, Ambrosio López, Daniel López, Juan Millacan, Ciriaco Quintolef y Sirilo Real.

“Con la sola lectura de las afecciones generales que padecen las víctimas y su avance progresivo e irreversible, no dejan dudas que las mismas se encuentran en un estado de extrema vulnerabilidad”, apuntó el magistrado.

Tuvo por probado que de las cuentas de los internos del Hogar se extraían sumas de dinero en efectivo por ventanilla de la sede bancaria y por cajero automático, que esas sumas de dinero ingresaban a la Dirección del Hogar y eran guardadas en una caja metálica, en principio, en sobres con la identificación de cada interno junto a sus tarjetas de débito y sus claves.

Por otra parte el Hogar recibía un subfondo del Estado provincial, que era utilizado para cubrir los viajes, alimentos, vestimenta, limpieza, higiene, entre otros rubros de los internos. Rolón concedió que por efecto de la inflación, es probable que el subfondo se tornara insuficiente, pero “correspondía a la directora y sus administrativos documentar correctamente los gastos para obtener el próximo subfondo. Sin embargo decidieron que todas las compras de mercaderías para superar las necesidades `emergentes´ conforme lo declaró la anterior administradora del Hogar, Jésica Lorena Domínguez, se hicieran con dinero en efectivo de los abuelos – según sus dichos- por orden expresa de la directora.”

A lo largo de noventa páginas, el juez Ricardo Rolón reprodujo la prueba presentada en el debate y las postulaciones del fiscal Fidel González y de la defensora particular Graciela Conesa, analizó los elementos y concluyó de modo diferente en relación a cada uno de los dos hechos por los que Amelia Sonia Macayo Siena fue llevada a juicio.

Dudas

Sin embargo, hubo otra acusación en la que prevaleció la duda. Ricardo Rodríguez era un anciano que tenía una pierna amputada, se trasladaba en silla de ruedas, padecía ceguera y demencia. Estuvo internado en el hogar entre marzo de 2012 y marzo de 2014. El día 23 de este último mes falleció. La investigación se inició con una presentación de su hija al detectar un presunto error bancario en el pago del beneficio que cobraba su madre Josefa (por ese hecho fue condenada Amed). Esta situación despertó la inquietud de ella de saber qué ocurría con su padre.

Rolón juzgó probado que la tarjeta de débito de Rodríguez permanecía en una caja metálica en la Dirección del Hogar y que se registraron varios movimientos de extracción de dinero con ella.

“Atento el estado de salud de este interno, queda claro que no fue el titular de la cuenta el que hizo esas operaciones”. También tuvo en cuenta que ni su esposa ni su hija sabían utilizar los cajeros automáticos.

Sin embargo no encontró prueba relativa a que las extracciones con la tarjeta fueran realizadas por la directora, aunque sí respecto de la custodia que esta tenía de la tarjeta y la clave. De todas formas “no era la única que tenía acceso a las claves y tarjetas, lo tenían todas las personas que accedían a la administración”, valoró. Además de la duda respecto de la autoría, Rolón señaló que varios testigos sostuvieron que Josefa administraba el dinero de su marido.

Estas dudas impidieron que el juez dicte una sentencia condenatoria, indicó una gacetilla de prensa de la Fiscalía de Esquel.


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