Un tricampeonato ganado en el último suspiro
Barraca Central conquistó su tercer título al hilo cuando el partido agonizaba. Con un exquisito tanto de Yuliana Enrique que logró quebrar el persistente cerrojo de La Ribera, se alzó con una nueva corona liguista. Los Aromos logró el tercer puesto al golear 5-0 a Madryn.
Sin límites. Barraca Central no tiene límites. El equipo portuario conquistó ayer, en un reñido partido definido en tiempo de descuento, el anhelado tricampeonato de la Liga del Valle. Cuando los penales parecían tan inexorables como el empate en cero, Yuliana Enrique conquistó el único gol de la velada para concederle a su equipo el título de campeón.
La labor no fue sencilla para el elenco conducido por Roberto Monserrat. Barraca Central encontró en la final a un perseverante rival, La Ribera, que a base de un conveniente diagrama táctico, mantuvo el marcador cerrado. El cuerpo técnico ribereño, conciente de la magnitud del rival, elaboró un esquema de repliegue y contragolpe. En las dos anteriores ocasiones en las que se midieron este año, Las Canarias fueron goleadas por 3-0 y 6-0.
La historia no se repitió. El desarrollo del cotejo no admitió lugar para palizas ni goleadas humillantes. La Ribera adoptó la decisión de replgarse e invitó a Barraca, el favorito, a atacar. En el primer tiempo y buena parte del segundo, la receta funcionó.
En los primeros 35 minutos de juego, el elenco madrynense no gestó ocasiones de peligro ante el arco custodiado por Luna Sambueza. El cuadro capitalino no generaba oportunidades de gol, pero tampoco las sufría.
En el segundo tiempo, la estrategia ribereña no se modificó. No había necesidad. Además, Las "Canarias" estuvieron a punto de abrir el tanteador. Némesis Sosa, la "10" capitalina, con un tiro libre de 30 metros desde el flanco derecho, a los siete minutos, exigió a Clara Lemee.
El plan de Las Canarias funcionó sin fisuras hasta el minuto 20. Allí, Brenda Mena, mano a mano con Sambueza, efectuó un disparo rasante que besó el segundo poste.
A partir de allí, Barraca Central aprovechó el desgaste rival. Las ocasiones empezaron a surgir con mayor claridad. Cinco minutos después, un centro por derecha se desvió en Silvana San Martín y se estampó en la red. Sin embargo, Guillermo Ulloa, a instancias de Ariel Murillo, sancionó offside al considerar que la jugadora de Barracas que acompañaba a San Martín, estaba en posición adelantada e interfería con el desarrollo del juego. A falta de dos minutos para el final, tras una intervención de Sambueza, "Peky" Mena disparó al borde del área chica un remate que astilló el primer palo.
La consagración
En tiempo de descuento, se desataron las emociones. "Yuli" Enrique, dentro del área efectuó un tiro cruzado que superó la estirada de Sambueza e infló las redes por única vez. La Ribera, en una de las últimas maniobras, tuvo en un cabezazo el empate y los penales. Pero el destino tuvo otros planes.
La definición del encuentro generó intensas reacciones en ambos equipos. Por un lado, la alegría de Barracas Central, que logró con el último aliento el tricampeonato.
Por el otro, la tristeza y el sollozo desconsolado de "Las Canarias" por haber estado a un suspiro de la definición por penales en una final donde estuvo a la altura de las circunstancias.
Sin límites. Barraca Central no tiene límites. El equipo portuario conquistó ayer, en un reñido partido definido en tiempo de descuento, el anhelado tricampeonato de la Liga del Valle. Cuando los penales parecían tan inexorables como el empate en cero, Yuliana Enrique conquistó el único gol de la velada para concederle a su equipo el título de campeón.
La labor no fue sencilla para el elenco conducido por Roberto Monserrat. Barraca Central encontró en la final a un perseverante rival, La Ribera, que a base de un conveniente diagrama táctico, mantuvo el marcador cerrado. El cuerpo técnico ribereño, conciente de la magnitud del rival, elaboró un esquema de repliegue y contragolpe. En las dos anteriores ocasiones en las que se midieron este año, Las Canarias fueron goleadas por 3-0 y 6-0.
La historia no se repitió. El desarrollo del cotejo no admitió lugar para palizas ni goleadas humillantes. La Ribera adoptó la decisión de replgarse e invitó a Barraca, el favorito, a atacar. En el primer tiempo y buena parte del segundo, la receta funcionó.
En los primeros 35 minutos de juego, el elenco madrynense no gestó ocasiones de peligro ante el arco custodiado por Luna Sambueza. El cuadro capitalino no generaba oportunidades de gol, pero tampoco las sufría.
En el segundo tiempo, la estrategia ribereña no se modificó. No había necesidad. Además, Las "Canarias" estuvieron a punto de abrir el tanteador. Némesis Sosa, la "10" capitalina, con un tiro libre de 30 metros desde el flanco derecho, a los siete minutos, exigió a Clara Lemee.
El plan de Las Canarias funcionó sin fisuras hasta el minuto 20. Allí, Brenda Mena, mano a mano con Sambueza, efectuó un disparo rasante que besó el segundo poste.
A partir de allí, Barraca Central aprovechó el desgaste rival. Las ocasiones empezaron a surgir con mayor claridad. Cinco minutos después, un centro por derecha se desvió en Silvana San Martín y se estampó en la red. Sin embargo, Guillermo Ulloa, a instancias de Ariel Murillo, sancionó offside al considerar que la jugadora de Barracas que acompañaba a San Martín, estaba en posición adelantada e interfería con el desarrollo del juego. A falta de dos minutos para el final, tras una intervención de Sambueza, "Peky" Mena disparó al borde del área chica un remate que astilló el primer palo.
La consagración
En tiempo de descuento, se desataron las emociones. "Yuli" Enrique, dentro del área efectuó un tiro cruzado que superó la estirada de Sambueza e infló las redes por única vez. La Ribera, en una de las últimas maniobras, tuvo en un cabezazo el empate y los penales. Pero el destino tuvo otros planes.
La definición del encuentro generó intensas reacciones en ambos equipos. Por un lado, la alegría de Barracas Central, que logró con el último aliento el tricampeonato.
Por el otro, la tristeza y el sollozo desconsolado de "Las Canarias" por haber estado a un suspiro de la definición por penales en una final donde estuvo a la altura de las circunstancias.