Daniel Ortega es amplio favorito en presidenciales de Nicaragua

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, no solo logrará la reelección en los comicios del próximo 6 de noviembre sino que lo hará por un rotundo margen, nada menos que del 62,8 por ciento de los votos, según una encuesta divulgada en Managua.

09 AGO 2016 - 10:55 | Actualizado

El sondeo realizado por la firma local M&R ratificó que el Frente Sandinista de Liberación (FSLN), en el poder con Ortega desde 2007, arrasaría en la elección en la cual fue cuestionada la principal alianza opositora mediante un polémico fallo judicial, lo que llevó a su decisión de no participar en esos comicios.

Los minoritarios Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y Partido Liberal Independiente (PLI) obtendrían sólo el 4,7 y el 3,9 por ciento de los sufragios, respectivamente. Otras dos agrupaciones apenas conseguirían juntas el 1,9 por ciento, indicó DPA

De acuerdo al estudio, en la que se entrevistó a 2.000 personas en distintas zonas del país entre el 27 de julio y el 1 de agosto pasado, un 26,8 por ciento de los consultados no reveló su intención de voto.

Para Raúl Obregón, director de M&R, este segmento de población "muestra un sector de votantes indecisos que en la fecha próxima a las elecciones podría engrosar las cifras de abstención".

Aunque los nicaragüenses suelen acudir masivamente a las urnas, en estas elecciones voceros de la oposición comenzaron a llamar a la abstención, argumentando que "no hay por quién votar" porque los principales rivales de Ortega han sido excluidos.

En mayo pasado, la Coalición Nacional por la Democracia (CND) quedó seriamente averiada porque el Poder Judicial le retiró la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI, principal fuerza de esa alianza) al opositor Eduardo Montealegre.

Hace dos semanas, 28 diputados leales a Montealegre fueron destituidos del Parlamento mediante una resolución del tribunal electoral, a pedido de otro sector de la oposición.

La oposición acusó entonces a Ortega de dar un "golpe de Estado" a la democracia y a las instituciones del país, mientras que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cuestionó ese proceder e instó al gobierno "a garantizar el libre ejercicio de los derechos políticos del país".

El FSLN nominó a Ortega, de 70 años, y a su esposa Rosario Murillo, de 65, como sus candidatos a presidente y vicepresidenta, un hecho inédito en Nicaragua.

La CIDH también exhortó al Estado a "generar las condiciones y mecanismos adecuados para que los derechos políticos puedan ser ejercidos de forma efectiva, respetando el principio de igualdad y no discriminación".

También le recomendó adoptar las medidas necesarias para "garantizar el debido respeto a las facultades de los adversarios políticos que han sido electos e investidos por el mandato popular".

09 AGO 2016 - 10:55

El sondeo realizado por la firma local M&R ratificó que el Frente Sandinista de Liberación (FSLN), en el poder con Ortega desde 2007, arrasaría en la elección en la cual fue cuestionada la principal alianza opositora mediante un polémico fallo judicial, lo que llevó a su decisión de no participar en esos comicios.

Los minoritarios Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y Partido Liberal Independiente (PLI) obtendrían sólo el 4,7 y el 3,9 por ciento de los sufragios, respectivamente. Otras dos agrupaciones apenas conseguirían juntas el 1,9 por ciento, indicó DPA

De acuerdo al estudio, en la que se entrevistó a 2.000 personas en distintas zonas del país entre el 27 de julio y el 1 de agosto pasado, un 26,8 por ciento de los consultados no reveló su intención de voto.

Para Raúl Obregón, director de M&R, este segmento de población "muestra un sector de votantes indecisos que en la fecha próxima a las elecciones podría engrosar las cifras de abstención".

Aunque los nicaragüenses suelen acudir masivamente a las urnas, en estas elecciones voceros de la oposición comenzaron a llamar a la abstención, argumentando que "no hay por quién votar" porque los principales rivales de Ortega han sido excluidos.

En mayo pasado, la Coalición Nacional por la Democracia (CND) quedó seriamente averiada porque el Poder Judicial le retiró la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI, principal fuerza de esa alianza) al opositor Eduardo Montealegre.

Hace dos semanas, 28 diputados leales a Montealegre fueron destituidos del Parlamento mediante una resolución del tribunal electoral, a pedido de otro sector de la oposición.

La oposición acusó entonces a Ortega de dar un "golpe de Estado" a la democracia y a las instituciones del país, mientras que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cuestionó ese proceder e instó al gobierno "a garantizar el libre ejercicio de los derechos políticos del país".

El FSLN nominó a Ortega, de 70 años, y a su esposa Rosario Murillo, de 65, como sus candidatos a presidente y vicepresidenta, un hecho inédito en Nicaragua.

La CIDH también exhortó al Estado a "generar las condiciones y mecanismos adecuados para que los derechos políticos puedan ser ejercidos de forma efectiva, respetando el principio de igualdad y no discriminación".

También le recomendó adoptar las medidas necesarias para "garantizar el debido respeto a las facultades de los adversarios políticos que han sido electos e investidos por el mandato popular".


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