Semenya ganó el oro en 800 metros

La atleta sudafricana confirmó su favoritismo al adjudicarse la medalla dorada en los 800 metros llanos de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, pero el resultado reaviva la polémica sobre su sexo y reabre el debate sobre el género en las competencias deportivas.

20 AGO 2016 - 22:07 | Actualizado

Todas las miradas estaban puestas en la sudafricana, de 25 años, que terminó primera en la semifinal con un tiempo de 1:58.15 y se quedó con el oro en la final, con 1.55.28, cerca de batir el récord mundial de 1:53.28 en poder de la checa Jarmila Katrochvilova desde 1983.

Segunda se ubicó Francine Niyónsaba, de Burundi, con 1.56.49, y tercera fue Margaret Wanbui de Kenia, con 1.56.89.

La corredora, que ya fue oro en el Mundial de Berlin 2009 y medalla de plata en los Juegos de Londres 2012, fue observada por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) al hacer público el pedido de un test de verificación de sexo en las semanas precedentes a que Semenya ganara la medalla de Berlin debido a que los resultados de las pruebas realizadas en Sudáfrica, previamente al Campeonato del Mundo, mostraban unos niveles de testosterona tres veces superior a lo normal.

Su aspecto masculino, su musculatura, su físico y su predominio ante el resto de las atletas hicieron poner en duda su condición de mujer.

Semenya fue suspendida en 2009 por casi 11 meses, con la opción de volver a competir si reducía el nivel de testosterona a menos de 10 nanogramos por litro de sangre, según lo establecido por la IAAF, a través de una terapia hormonal.

El resultado de estos estudios, aunque no fueron revelados oficialmente, determinaron una condición biológica ‘intersexual’ o de ‘hiperandrogenismo’, lo que significa que produce más andrógenos -en su mayoría testosterona- que los que produce el sexo femenino.

La sudafricana arrastra una controversia de más de seis años. Una polémica que ha pasado por distintas etapas y que, aún y a pesar de las recientes medidas impuestas por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), no tiene una resolución definitiva y promete más capítulos.

En julio de 2010, la IAAF aceptó las conclusiones de un grupo internacional de expertos médicos, según las cuales Semenya puede competir como mujer sin limitación alguna.

Enterate de las noticias de DEPORTES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
20 AGO 2016 - 22:07

Todas las miradas estaban puestas en la sudafricana, de 25 años, que terminó primera en la semifinal con un tiempo de 1:58.15 y se quedó con el oro en la final, con 1.55.28, cerca de batir el récord mundial de 1:53.28 en poder de la checa Jarmila Katrochvilova desde 1983.

Segunda se ubicó Francine Niyónsaba, de Burundi, con 1.56.49, y tercera fue Margaret Wanbui de Kenia, con 1.56.89.

La corredora, que ya fue oro en el Mundial de Berlin 2009 y medalla de plata en los Juegos de Londres 2012, fue observada por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) al hacer público el pedido de un test de verificación de sexo en las semanas precedentes a que Semenya ganara la medalla de Berlin debido a que los resultados de las pruebas realizadas en Sudáfrica, previamente al Campeonato del Mundo, mostraban unos niveles de testosterona tres veces superior a lo normal.

Su aspecto masculino, su musculatura, su físico y su predominio ante el resto de las atletas hicieron poner en duda su condición de mujer.

Semenya fue suspendida en 2009 por casi 11 meses, con la opción de volver a competir si reducía el nivel de testosterona a menos de 10 nanogramos por litro de sangre, según lo establecido por la IAAF, a través de una terapia hormonal.

El resultado de estos estudios, aunque no fueron revelados oficialmente, determinaron una condición biológica ‘intersexual’ o de ‘hiperandrogenismo’, lo que significa que produce más andrógenos -en su mayoría testosterona- que los que produce el sexo femenino.

La sudafricana arrastra una controversia de más de seis años. Una polémica que ha pasado por distintas etapas y que, aún y a pesar de las recientes medidas impuestas por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), no tiene una resolución definitiva y promete más capítulos.

En julio de 2010, la IAAF aceptó las conclusiones de un grupo internacional de expertos médicos, según las cuales Semenya puede competir como mujer sin limitación alguna.


NOTICIAS RELACIONADAS