Mató a su pareja a martillazos y ahora dice que está arrepentido y no se acuerda de nada

Mario José Díaz pasó por la audiencia de detención y tendrá tres meses de prisión preventiva. La investigación del homicidio en el barrio Máximo Abásolo durará el mismo tiempo que el imputado esté en prisión. Si es hallado culpable, le puede caber prisión perpetua.

Mario José Díaz con visibles marcas en su rostro y con un vendaje en su cabeza. Acusado de matar a su mujer.
29 AGO 2016 - 21:57 | Actualizado

La jueza de Comodoro Rivadavia, Mariel Suárez, estableció la prisión preventiva por tres meses de Mario José Díaz, acusado de asesinar a su pareja, Valeria Palma, a martillazos el fin de semana en esa urbe petrolera. También formalizó la apertura de la investigación preparatoria. Se decidió tras la audiencia de control y detención del imputado en base a las características graves del hecho, los elementos de convicción suficientes y los peligros procesales de fuga y entorpecimiento.
La fiscal Mónica García solicitó se lo acuse de “homicidio agravado por el vínculo, en contexto de violencia de género”. La defensora pública, Lilian Bórquez no cuestionó el relato del hecho pero sí la calificación legal escogida ya que “no se han aportado elementos para probar la violencia de género”.
El crimen

La fiscal se refirió al hecho sucedido el sábado a las 23.20, en un inquilinato sobre la calle Ignacio Rucci del barrio Máximo Abásolo de Comodoro Rivadavia, que compartían el imputado Díaz y la víctima, Valeria Palma.
Luego de una discusión, el imputado tomó un martillo y comenzó a golpear con fuerza a la víctima. Al intervenir el dueño del inquilinato y quitarle el martillo, siguió agrediendo a la víctima con un cuchillo provocándole múltiples heridas en el rostro, pérdida de masa encefálica y 24 lesiones punzo cortantes en el tórax y abdomen. Palma falleció por un shock hipovolémico irreversible producido por las múltiples heridas. 
El hecho fue calificado provisoriamente como “homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido contra una mujer y perpetrado por un hombre, es decir femicidio”.
García mencionó que el imputado fue trasladado al hospital Regional por las curaciones de emergencia y también al Cuerpo Médico Forense para que le informen si comprendía lo que se le iba a informar en la audiencia de control. El forense determinó que se encuentra ubicado en tiempo y espacio, no padece alucinaciones auditivas o visuales y comprende la criminalidad de sus actos. 
Finalmente, García requirió la prisión preventiva por tres meses de Díaz e igual plazo de investigación en base a la existencia de elementos de convicción suficientes para tenerlos como probable autor del hecho. A su vez esgrimió la existencia de los peligros de fuga y entorpecimiento de la investigación por la gravedad del hecho y la pena que se espera:  prisión perpetua, ya que acabó con la vida de su pareja.
No se acuerda

Por su parte,  el imputado accedió a su derecho a declarar asegurando que no se acuerda de nada. “Tengo convulsiones y estaba todo bien con mi pareja, cuando recuperé el conocimiento ya estaba en prisión. No entiendo por qué hice esto, estoy arrepentido”.
La defensora no formuló objeciones respecto al suceso pero sí por la calificación legal. “No se han aportado elementos para probar la violencia de género y no debe prosperar esta calificación”. No objetó la legalidad de la detención pero sí que las características del hecho y la pena en expectativa no puede ser el único argumento para sostener la prisión preventiva. El peligro de entorpecimiento no existe porque las medidas probatorias que restan son técnicas. Objetó al plazo de tres meses de prisión preventiva y solicitó que se cumplan en el hospital Regional por su estado psiquiátrico. 
Es importante destacar que, cuando el personal policial de la comisaría distrito Séptima de Comodoro Rivadavia llegó al lugar, se vio obligado a intervenir ante el estado de shock del victimario, quien definió insólitamente a su víctima como “la mujer que siempre me dio una mano”, admitiendo que ella era quien solía asistirlo en distintos episodios relacionados con su salud. 
“Me arrepiento demasiado de haber hecho esto porque estábamos empezando una familia con mi pareja”, lamentó el acusado.
“Quiero declarar que no me acuerdo nada del hecho. Estaba todo bien ese día con mi pareja. Se me nubló la vista y cuando recuperé el conocimiento, ya estaba en prisión y con el vendaje de las heridas”, dijo con acento salteño y vistiendo aún la misma indumentaria con la que cometió el hecho, Mario José Díaz que reconoció un estado de “confusión”.# 
(Fuente: propias y Fiscalía 
de Comodoro Rivadavia)

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Mario José Díaz con visibles marcas en su rostro y con un vendaje en su cabeza. Acusado de matar a su mujer.
29 AGO 2016 - 21:57

La jueza de Comodoro Rivadavia, Mariel Suárez, estableció la prisión preventiva por tres meses de Mario José Díaz, acusado de asesinar a su pareja, Valeria Palma, a martillazos el fin de semana en esa urbe petrolera. También formalizó la apertura de la investigación preparatoria. Se decidió tras la audiencia de control y detención del imputado en base a las características graves del hecho, los elementos de convicción suficientes y los peligros procesales de fuga y entorpecimiento.
La fiscal Mónica García solicitó se lo acuse de “homicidio agravado por el vínculo, en contexto de violencia de género”. La defensora pública, Lilian Bórquez no cuestionó el relato del hecho pero sí la calificación legal escogida ya que “no se han aportado elementos para probar la violencia de género”.
El crimen

La fiscal se refirió al hecho sucedido el sábado a las 23.20, en un inquilinato sobre la calle Ignacio Rucci del barrio Máximo Abásolo de Comodoro Rivadavia, que compartían el imputado Díaz y la víctima, Valeria Palma.
Luego de una discusión, el imputado tomó un martillo y comenzó a golpear con fuerza a la víctima. Al intervenir el dueño del inquilinato y quitarle el martillo, siguió agrediendo a la víctima con un cuchillo provocándole múltiples heridas en el rostro, pérdida de masa encefálica y 24 lesiones punzo cortantes en el tórax y abdomen. Palma falleció por un shock hipovolémico irreversible producido por las múltiples heridas. 
El hecho fue calificado provisoriamente como “homicidio agravado por el vínculo y por ser cometido contra una mujer y perpetrado por un hombre, es decir femicidio”.
García mencionó que el imputado fue trasladado al hospital Regional por las curaciones de emergencia y también al Cuerpo Médico Forense para que le informen si comprendía lo que se le iba a informar en la audiencia de control. El forense determinó que se encuentra ubicado en tiempo y espacio, no padece alucinaciones auditivas o visuales y comprende la criminalidad de sus actos. 
Finalmente, García requirió la prisión preventiva por tres meses de Díaz e igual plazo de investigación en base a la existencia de elementos de convicción suficientes para tenerlos como probable autor del hecho. A su vez esgrimió la existencia de los peligros de fuga y entorpecimiento de la investigación por la gravedad del hecho y la pena que se espera:  prisión perpetua, ya que acabó con la vida de su pareja.
No se acuerda

Por su parte,  el imputado accedió a su derecho a declarar asegurando que no se acuerda de nada. “Tengo convulsiones y estaba todo bien con mi pareja, cuando recuperé el conocimiento ya estaba en prisión. No entiendo por qué hice esto, estoy arrepentido”.
La defensora no formuló objeciones respecto al suceso pero sí por la calificación legal. “No se han aportado elementos para probar la violencia de género y no debe prosperar esta calificación”. No objetó la legalidad de la detención pero sí que las características del hecho y la pena en expectativa no puede ser el único argumento para sostener la prisión preventiva. El peligro de entorpecimiento no existe porque las medidas probatorias que restan son técnicas. Objetó al plazo de tres meses de prisión preventiva y solicitó que se cumplan en el hospital Regional por su estado psiquiátrico. 
Es importante destacar que, cuando el personal policial de la comisaría distrito Séptima de Comodoro Rivadavia llegó al lugar, se vio obligado a intervenir ante el estado de shock del victimario, quien definió insólitamente a su víctima como “la mujer que siempre me dio una mano”, admitiendo que ella era quien solía asistirlo en distintos episodios relacionados con su salud. 
“Me arrepiento demasiado de haber hecho esto porque estábamos empezando una familia con mi pareja”, lamentó el acusado.
“Quiero declarar que no me acuerdo nada del hecho. Estaba todo bien ese día con mi pareja. Se me nubló la vista y cuando recuperé el conocimiento, ya estaba en prisión y con el vendaje de las heridas”, dijo con acento salteño y vistiendo aún la misma indumentaria con la que cometió el hecho, Mario José Díaz que reconoció un estado de “confusión”.# 
(Fuente: propias y Fiscalía 
de Comodoro Rivadavia)


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