Jones Huala: hoy se definirá su extradición

Hubo casi 7 horas de audiencia pero faltó el testimonio de un policía que, según la defensa, siguió los movimientos del líder de la resistencia mapuche. Pidieron protección para un testigo por los datos que reveló. Los detalles del resto de las declaraciones que se escucharon en el esperado proceso.

31 AGO 2016 - 20:13 | Actualizado

Luego de casi 7 horas de audiencia, el juicio para decidir la extradición de Facundo Jones Huala a Chile tendrá hoy a las 9 una nueva instancia. El juez federal de Esquel, Guido Otranto, pasó a un cuarto intermedio por la insistencia de la defensa para que declare el policía de la Brigada de Investigaciones Pablo Carrizo, mencionado en los testimonios como responsable de la División Investigaciones en Esquel y la zona entre fines de 2014 y 2015, cuando hubo hechos vinculados a la resistencia mapuche Puel Mapu, con participación de Jones Huala.
Además del imputado hablaron como testigos el subcomisario Víctor Veloso; el subcomisario Claudio Rodríguez; el joven Gonzalo Cabrera, de Gualjaina; la madre de Jones Huala, Isabel Huala, y su hermano Fernando. 
Los policías fueron indagados acerca de cómo investigaron a Puel Mapu en la zona, y cómo se enteraron de la presencia de Jones Huala en la zona, tras haberse fugado de Chile mientras cumplía un arresto domiciliario, acusado de un incendio de un campo. 
Veloso fue jefe de la Comisaría de El Maitén, donde se cometieron hechos como la quema de un camión en la Ruta 40, y la toma de campos de Benetton. Rodríguez tenía la misión de investigar, al mando de suboficiales.
Cabrera explicó su relación con el Lonko Jones Huala, quien lo visitó en enero de 2015 una semana, alojado en su casa. El testigo confirmó que en esos días hubo reuniones con gente de varios lugares, organizando actividades como pintadas proclamando la recuperación de territorios y sugiriendo muerte a los terratenientes.
Una noche, alcoholizado, el joven irrumpió en la estación de servicio de Gualjaina para robar. Lo detuvo la Policía. Según relató, era de madrugada y fue golpeado por los efectivos dentro del móvil y en la Comisaría. También dijo que lo presionaron para que cuente quiénes estaban en su domicilio y qué hacían. En un allanamiento encontraron ropa y libros de adoctrinamiento, que estuvieron en poder de Jones Huala y su gente. 
Admitió su amistad con el dirigente mapuche y actividades comandadas por Jones Huala en la localidad. Como contó varios datos que sirven a la causa, el juez Otranto ordenó protección hasta determinar su situación.
La madre del enjuiciado y su hermano Fernando narraron su estadía en Chile. Lo visitaban para asistirlo porque estuvo muy enfermo, aceptando que el joven fue a luchar contra las hidroeléctricas junto con la comunidad mapuche, desestimando que haya participado en el incendio en un campo.
Les costaba mucho dinero viajar a Valdivia o Río Bueno. Denunciaron que en Chile Facundo estuvo alojado en una cárcel en malas condiciones, y ellos al ser argentinos fueron maltratados. La defensa pidió la exhibición de varios videos sobre la tarea de Jones Huala en Chile. Duraron una hora y media. 
Como las defensoras Sonia Ivanof y Elizabeth Gómez Alcorta insistían con la necesidad de la declaración del oficial Pablo Carrizo, que no pudo llegar por estar cumpliendo otras tareas en la zona de Leleque, el juez postergó para hoy ese testimonio, los alegatos y el fallo. #
“Soy un preso político y un perseguido” 
El juicio por la extradición de Facundo Jones Huala arrancó pasadas las 10. Las defensoras son Sonia Ivanoff y Elisabeth Gómez Alcorta; la fiscal federal, Silvina Ávila, fue acompañada por Rafaella Riccono. Siguiendo de cerca la audiencia estuvieron el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el líder de la comunidad Qom, Félix Díaz; el presidente de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, Ernesto Moreau y la líder de la comunidad mapuche de Neuquén, Relmu Ñamku.
Los cargos por los que la justicia de Chile reclama la extradición de Jones Huala son tenencia ilegal de armas de fabricación artesanal, tenencia de municiones, incendio de un inmueble en zona rural e infracción a la Ley de Extranjería al haber ingresado a ese país de modo clandestino. La causa data de enero de 2013, con fuga a Argentina tras no haber asistido a una audiencia en octubre de 2014.
Desde temprano se ajustó la seguridad cerca del Escuadrón 36 de Gendarmería Nacional que con un exhaustivo control identificó a cada persona que ingresó al recinto. Policía custodió afuera del perímetro. 
En el boulevard un nutrido grupo de seguidores, entre ellos integrantes del Lof de Resistencia Cushamen, siguió atentamente la audiencia a través de las radios que lograron trasmitir en vivo hasta que llegó el momento de las declaraciones de los cinco testigos, entre ellos su hermano Fernando y su madre Isabel.     
Fuera y dentro del recinto la audiencia fue normal, pese a los datos que se hicieron públicos de la presencia en Esquel de organizaciones sociales como Quebracho, para alterar la paz social en la comunidad. 
Jones Huala, de 30 años, antes de escuchar a los testigos, se dirigió al Tribunal tras escuchar las acusaciones, y utilizando mapuzungun y en castellano, se refirió a los hechos por los que se lo acusa en Chile. “Soy un preso político y perseguido por los Estados argentino y chileno”. Aseveró que está involucrado en conflictos políticos y territoriales de la Nación Mapuche desde que era niño. Recordó que estuvo detenido en Valdivia y Río Bueno en el país trasandino y que fue monitoreado por los servicios de inteligencia de ambos países.
Remarcó que siempre apoya reclamos territoriales con la comunidad mapuche Puel Mapu. Acusó que fue atacado por la Policía y sufrió la quema de su casa. “Fui víctima de allanamientos ilegales”, sostuvo el acusado. Indicó que cruzó “ilegalmente” a la Argentina porque Policía le quitó sus documentos en los allanamientos. Y que fue detenido cuando estaba con la “Machi” (curandera), a la que conoció durante su detención, porque ella estaba vinculada con unos incendios.  “Se nos intentó estigmatizar como grupos terroristas”, planteó.
El Lonko respondió preguntas de Gómez Alcorta, una de sus defensoras. Explicó que se consideraba un preso político porque la comunidad a la que pertenece tiene una concepción del mundo diferente a la cultura occidental.
Mientras tanto, en la zona de Leleque, donde está asentado el Lof de Resistencia Cushamen, miembros de la comunidad encapuchados y con machetes cortaron la ruta Nº 40 pidiendo la liberación inmediata de Jones Huala. 
El corte fue pacífico y se originó al mediodía. La idea era seguir la interrupción hasta saber la decisión sobre la extradición. La comunidad pidió que no vaya la Policía ni el Escuadrón Nº 35 de El Bolsón de Gendarmería, para mantener la calma.              
La deuda 

La abogada de Jones Huala, Sonia Ivannoff, dijo que la audiencia es un recordatorio de la memoria histórica de un pueblo y la reivindicación del pueblo mapuche. “No estamos de acuerdo con que los Estados criminalicen un derecho, sino que entiendan que los pueblos son pre existentes de la conformaciones de los Estados”, dijo.
Cuestionó el operativo de seguridad desplegado para el juicio de extradición. “Para los patagónicos y para esta ciudad tan tranquila, la militarización atormenta un poco pero ni siquiera en los juicios por lesa humanidad hubo tanto dispositivo de seguridad”, indicó. 
Comentó que esa militarización confirma lo que ella y el pueblo mapuche aseveran: Jones Huala es un prisionero político. “El Estado argentino tiene una deuda con la comunidad mapuche”. Dijo que Chile tomó una decisión con represión y más de 40 presos políticos mapuches pero solicitó que nuestro país no imite esa metodología. #

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31 AGO 2016 - 20:13

Luego de casi 7 horas de audiencia, el juicio para decidir la extradición de Facundo Jones Huala a Chile tendrá hoy a las 9 una nueva instancia. El juez federal de Esquel, Guido Otranto, pasó a un cuarto intermedio por la insistencia de la defensa para que declare el policía de la Brigada de Investigaciones Pablo Carrizo, mencionado en los testimonios como responsable de la División Investigaciones en Esquel y la zona entre fines de 2014 y 2015, cuando hubo hechos vinculados a la resistencia mapuche Puel Mapu, con participación de Jones Huala.
Además del imputado hablaron como testigos el subcomisario Víctor Veloso; el subcomisario Claudio Rodríguez; el joven Gonzalo Cabrera, de Gualjaina; la madre de Jones Huala, Isabel Huala, y su hermano Fernando. 
Los policías fueron indagados acerca de cómo investigaron a Puel Mapu en la zona, y cómo se enteraron de la presencia de Jones Huala en la zona, tras haberse fugado de Chile mientras cumplía un arresto domiciliario, acusado de un incendio de un campo. 
Veloso fue jefe de la Comisaría de El Maitén, donde se cometieron hechos como la quema de un camión en la Ruta 40, y la toma de campos de Benetton. Rodríguez tenía la misión de investigar, al mando de suboficiales.
Cabrera explicó su relación con el Lonko Jones Huala, quien lo visitó en enero de 2015 una semana, alojado en su casa. El testigo confirmó que en esos días hubo reuniones con gente de varios lugares, organizando actividades como pintadas proclamando la recuperación de territorios y sugiriendo muerte a los terratenientes.
Una noche, alcoholizado, el joven irrumpió en la estación de servicio de Gualjaina para robar. Lo detuvo la Policía. Según relató, era de madrugada y fue golpeado por los efectivos dentro del móvil y en la Comisaría. También dijo que lo presionaron para que cuente quiénes estaban en su domicilio y qué hacían. En un allanamiento encontraron ropa y libros de adoctrinamiento, que estuvieron en poder de Jones Huala y su gente. 
Admitió su amistad con el dirigente mapuche y actividades comandadas por Jones Huala en la localidad. Como contó varios datos que sirven a la causa, el juez Otranto ordenó protección hasta determinar su situación.
La madre del enjuiciado y su hermano Fernando narraron su estadía en Chile. Lo visitaban para asistirlo porque estuvo muy enfermo, aceptando que el joven fue a luchar contra las hidroeléctricas junto con la comunidad mapuche, desestimando que haya participado en el incendio en un campo.
Les costaba mucho dinero viajar a Valdivia o Río Bueno. Denunciaron que en Chile Facundo estuvo alojado en una cárcel en malas condiciones, y ellos al ser argentinos fueron maltratados. La defensa pidió la exhibición de varios videos sobre la tarea de Jones Huala en Chile. Duraron una hora y media. 
Como las defensoras Sonia Ivanof y Elizabeth Gómez Alcorta insistían con la necesidad de la declaración del oficial Pablo Carrizo, que no pudo llegar por estar cumpliendo otras tareas en la zona de Leleque, el juez postergó para hoy ese testimonio, los alegatos y el fallo. #
“Soy un preso político y un perseguido” 
El juicio por la extradición de Facundo Jones Huala arrancó pasadas las 10. Las defensoras son Sonia Ivanoff y Elisabeth Gómez Alcorta; la fiscal federal, Silvina Ávila, fue acompañada por Rafaella Riccono. Siguiendo de cerca la audiencia estuvieron el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el líder de la comunidad Qom, Félix Díaz; el presidente de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, Ernesto Moreau y la líder de la comunidad mapuche de Neuquén, Relmu Ñamku.
Los cargos por los que la justicia de Chile reclama la extradición de Jones Huala son tenencia ilegal de armas de fabricación artesanal, tenencia de municiones, incendio de un inmueble en zona rural e infracción a la Ley de Extranjería al haber ingresado a ese país de modo clandestino. La causa data de enero de 2013, con fuga a Argentina tras no haber asistido a una audiencia en octubre de 2014.
Desde temprano se ajustó la seguridad cerca del Escuadrón 36 de Gendarmería Nacional que con un exhaustivo control identificó a cada persona que ingresó al recinto. Policía custodió afuera del perímetro. 
En el boulevard un nutrido grupo de seguidores, entre ellos integrantes del Lof de Resistencia Cushamen, siguió atentamente la audiencia a través de las radios que lograron trasmitir en vivo hasta que llegó el momento de las declaraciones de los cinco testigos, entre ellos su hermano Fernando y su madre Isabel.     
Fuera y dentro del recinto la audiencia fue normal, pese a los datos que se hicieron públicos de la presencia en Esquel de organizaciones sociales como Quebracho, para alterar la paz social en la comunidad. 
Jones Huala, de 30 años, antes de escuchar a los testigos, se dirigió al Tribunal tras escuchar las acusaciones, y utilizando mapuzungun y en castellano, se refirió a los hechos por los que se lo acusa en Chile. “Soy un preso político y perseguido por los Estados argentino y chileno”. Aseveró que está involucrado en conflictos políticos y territoriales de la Nación Mapuche desde que era niño. Recordó que estuvo detenido en Valdivia y Río Bueno en el país trasandino y que fue monitoreado por los servicios de inteligencia de ambos países.
Remarcó que siempre apoya reclamos territoriales con la comunidad mapuche Puel Mapu. Acusó que fue atacado por la Policía y sufrió la quema de su casa. “Fui víctima de allanamientos ilegales”, sostuvo el acusado. Indicó que cruzó “ilegalmente” a la Argentina porque Policía le quitó sus documentos en los allanamientos. Y que fue detenido cuando estaba con la “Machi” (curandera), a la que conoció durante su detención, porque ella estaba vinculada con unos incendios.  “Se nos intentó estigmatizar como grupos terroristas”, planteó.
El Lonko respondió preguntas de Gómez Alcorta, una de sus defensoras. Explicó que se consideraba un preso político porque la comunidad a la que pertenece tiene una concepción del mundo diferente a la cultura occidental.
Mientras tanto, en la zona de Leleque, donde está asentado el Lof de Resistencia Cushamen, miembros de la comunidad encapuchados y con machetes cortaron la ruta Nº 40 pidiendo la liberación inmediata de Jones Huala. 
El corte fue pacífico y se originó al mediodía. La idea era seguir la interrupción hasta saber la decisión sobre la extradición. La comunidad pidió que no vaya la Policía ni el Escuadrón Nº 35 de El Bolsón de Gendarmería, para mantener la calma.              
La deuda 

La abogada de Jones Huala, Sonia Ivannoff, dijo que la audiencia es un recordatorio de la memoria histórica de un pueblo y la reivindicación del pueblo mapuche. “No estamos de acuerdo con que los Estados criminalicen un derecho, sino que entiendan que los pueblos son pre existentes de la conformaciones de los Estados”, dijo.
Cuestionó el operativo de seguridad desplegado para el juicio de extradición. “Para los patagónicos y para esta ciudad tan tranquila, la militarización atormenta un poco pero ni siquiera en los juicios por lesa humanidad hubo tanto dispositivo de seguridad”, indicó. 
Comentó que esa militarización confirma lo que ella y el pueblo mapuche aseveran: Jones Huala es un prisionero político. “El Estado argentino tiene una deuda con la comunidad mapuche”. Dijo que Chile tomó una decisión con represión y más de 40 presos políticos mapuches pero solicitó que nuestro país no imite esa metodología. #


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