Los jóvenes piden paso pero hay veteranos aferrados a los sillones

Leé la Columna del Domingo, el tradicional editorial de la edición impresa de Jornada.

03 SEP 2016 - 21:00 | Actualizado

Espero que salgan a las calles y que hagan lío”, ya es una de las frases del Papa Francisco que pasó a la historia, pronunciada en un Encuentro Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en 2013.
Salvando las distancias, fue los que les dio a entender el jueves a la noche el gobernador Mario Das Neves a una treintena de funcionarios jóvenes de su Gabinete. “Tengan una participación más activa en la política pero sin dejar de ser eficientes en la gestión, porque a la gente no se la puede defraudar”, dijo el mandatario desde la cabecera de la mesa de la Sala de Situación a un auditorio que lo suele escuchar con respeto y hasta con cierta veneración.
No es la primera vez que Das Neves se fija en los jóvenes para oxigenar sus gestiones al frente de la provincia. El paso del tiempo no ha hecho más que confirmar un viejo pensamiento de él y de mucha gente que quiere cambiar la política: la experiencia importa pero hay momentos en que es mejor sumar jóvenes que se equivoquen a insistir con veteranos que están llenos de mañas y tienen placares cuyas puertas es mejor no abrir.
“Yo estoy convencido que este proyecto vino para quedarse, que me excede a mí, y que debe ser tomado por ustedes, por eso tenemos que seguir construyendo”, les dijo el gobernador.

Sube y baja
 
En ese sentido, fue muy aplaudida la llegada al Gabinete de jóvenes dirigentes como Pablo Mamet y Juan Ignacio Chachero, que vienen del sector privado. O la intención de sumar –aunque no en el corto plazo-, al macrista Ignacio Torres, que está desarrollando una buena gestión en la delegación del PAMI en Chubut.
En cambio, sigue pareciendo un error sostener a un ministro como Rafael Williams, que a poco de cumplir nueve meses de gestión no tiene nada para mostrar.
No es un capricho de esta Columna, ni las del resto de los medios de comunicación que resaltan el poco dinamismo de “Rafa”. No es una campaña ni un pase de facturas viejas ni nada que se le parezca. Ni siquiera se pone en duda todo lo que Williams hizo por Esquel en el pasado.
Un ministro no puede esconder su ineficacia en presuntas “campañas mediáticas”. Garantizarles la seguridad a los habitantes de una provincia es mucho más importante que sostener a un leal de los últimos tiempos. A veces, es mejor que las cosas caigan por su propio peso sin necesidad de gastar energías ni pagar costos políticos innecesarios por la ineficiencia de un funcionario.
El viernes, después de una nueva serie de hechos de inseguridad y violencia que sacudieron a la ciudad de Comodoro Rivadavia, el que tuvo que ir a poner la cara –como de costumbre- fue el jefe de la Policía del Chubut, Juan Luis Ale.
En nueve meses, Williams fue una sola vez a Comodoro Rivadavia, la ciudad que más dificultades tiene con la inseguridad. Fue en julio pasado, para visitar unos módulos carcelarios en construcción.
Demasiado poco, como su gestión.

Dinero fresco
 
El Gobierno provincial abrochó la semana pasada los convenios con los 27 municipios y las 20 comunas para distribuir algo más de 102 millones de dólares del bono de endeudamiento que les corresponde para realizar obras.
Fue el final de una etapa que llevó varios meses de gestión y el inicio de otra que, por ahora, representa una incógnita: cuándo se van a empezar a filtrar esos dólares a los municipios, porque lo que se firmó el miércoles y jueves pasado no fue la transferencia automática de esos fondos sino un compromiso de financiamiento de obras que los municipios y comunas deberán encarar.
Se presume que varios de los municipios grandes ya tienen los proyectos avanzados. Pero también se sabe que muchos otros municipios chicos -y no tan chicos- no tienen desarrolladas las carpetas y no van a recibir el dinero con tanta rapidez como suponen.
La administración indirecta de estos fondos, que muchos cuestionan en privado pero muy pocos en público, puede terminar siendo un problema para muchos intendentes que firmaron con cara de contentos pero que no verán la plata rápidamente.
Es clave que los proyectos se definan con celeridad. Hay miles de trabajadores de la construcción que dependen del arranque de esas obras para poder comenzar a trabajar y cobrar sus quincenas.
Otra incógnita son los 548 millones de dólares restantes del bono. El ministro Pablo Oca contestó con reservas cuando se le preguntó cómo venía el tema: lo único que se sabe es que están depositados en la cuenta que Chubut tiene en el Banco Central, y que hasta ahora se han pesificado unos cientos de miles de dólares para pagar a algunos de los proveedores del Estado provincial.
Saldar esas deudas equivaldría a inyectar fondos en el sistema comercial, que está con la cadena de pagos casi quebrada. Por ahora viene lento.

Doce años no es nada
 
El encuentro que esta semana que pasó tuvieron el tres veces gobernador Mario Das Neves y el dos veces gobernador Carlos Maestro, fue una nota destacada de los tiempos que corren, aunque los efectos de un encuentro de estas características no parecen pasar de la foto misma. O de un dato no menor pero anecdótico: entre los dos gobernaron 17 de los últimos 25 años de Chubut.
Parece ser muy poco lo que tiene para aportar a esta altura del partido un político acabado como tal en 2005, cuando perdió por escándalo la elección de diputados nacionales con un candidato de afuera de la política -cuyo estrellato duró poco y nada-, como Aldo Marconetto.
“Analizamos la realidad política y económica de Chubut, y coincidimos en la necesidad de trabajar todos juntos por Chubut”, dijo tras el encuentro.
Aunque a Maestro no se le escucha la voz por estos lares desde hace muchos años, dicen que dijo sobre los diputados provinciales opositores: “Cuando hay un gobernador que tiene el apoyo de la gente es muy difícil que se hagan cosas graves en contra del Gobierno”.

Adrián & Carlos
 
La otra reunión de dirigentes políticos que generó expectativas la semana pasada la protagonizaron los intendentes de Trelew, Adrián Maderna, y de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares.
Ambos se respetan mucho y los últimos chisperíos que hubo entre distintos sectores del peronismo por el futuro del Partido Justicialista siempre mantuvieron al margen la buena relación personal que se dispensan.
El encuentro no hizo más que confirmar lo que se venía rumoreando, sobre todo a la luz del fuerte acto político que la Agrupación “Celeste y Blanca” que lidera Maderna realizó en Trelew. Si alguno tenía apetencias de hacerle sombra a este heterogéneo grupo de dirigentes que integra la Celeste y Blanca -entre otros, Jorge Aidar Bestene, Dante Bowen, Ana Llanos, Enrique “Quique” D’Astolfo, Miguel “Coné” Díaz y Héctor González-, el acto de Trelew echó por tierra con cualquier posibilidad.
Linares nunca estuvo convencido de ir por el Partido Justicialista pero tampoco tenía ganas de dejarle el camino libre a la “Celeste y Blanca”. Pero la actitud unificadora y con visión de futuro de Maderna y los suyos, lo convencieron al comodorense que era mejor quedarse a discutir adentro de la unidad que balconear en la vereda de enfrente con Carlos Eliceche, Blas Meza Evans y Martín Buzzi, los responsables de las últimas grandes derrotas electorales del peronismo en Chubut.
Nadie cree que sea necesario que estos –y otros dirigentes- deban irse del peronismo. Pero sí le dejaron muy claro a Linares que el PJ necesita que den un paso al costado de las estructuras de conducción.
Se vienen tiempos electorales en los que el PJ intentará reconstruir su presencia y, para ello, necesita que sus conductores sean parte de la solución y no del problema.#

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03 SEP 2016 - 21:00

Espero que salgan a las calles y que hagan lío”, ya es una de las frases del Papa Francisco que pasó a la historia, pronunciada en un Encuentro Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en 2013.
Salvando las distancias, fue los que les dio a entender el jueves a la noche el gobernador Mario Das Neves a una treintena de funcionarios jóvenes de su Gabinete. “Tengan una participación más activa en la política pero sin dejar de ser eficientes en la gestión, porque a la gente no se la puede defraudar”, dijo el mandatario desde la cabecera de la mesa de la Sala de Situación a un auditorio que lo suele escuchar con respeto y hasta con cierta veneración.
No es la primera vez que Das Neves se fija en los jóvenes para oxigenar sus gestiones al frente de la provincia. El paso del tiempo no ha hecho más que confirmar un viejo pensamiento de él y de mucha gente que quiere cambiar la política: la experiencia importa pero hay momentos en que es mejor sumar jóvenes que se equivoquen a insistir con veteranos que están llenos de mañas y tienen placares cuyas puertas es mejor no abrir.
“Yo estoy convencido que este proyecto vino para quedarse, que me excede a mí, y que debe ser tomado por ustedes, por eso tenemos que seguir construyendo”, les dijo el gobernador.

Sube y baja
 
En ese sentido, fue muy aplaudida la llegada al Gabinete de jóvenes dirigentes como Pablo Mamet y Juan Ignacio Chachero, que vienen del sector privado. O la intención de sumar –aunque no en el corto plazo-, al macrista Ignacio Torres, que está desarrollando una buena gestión en la delegación del PAMI en Chubut.
En cambio, sigue pareciendo un error sostener a un ministro como Rafael Williams, que a poco de cumplir nueve meses de gestión no tiene nada para mostrar.
No es un capricho de esta Columna, ni las del resto de los medios de comunicación que resaltan el poco dinamismo de “Rafa”. No es una campaña ni un pase de facturas viejas ni nada que se le parezca. Ni siquiera se pone en duda todo lo que Williams hizo por Esquel en el pasado.
Un ministro no puede esconder su ineficacia en presuntas “campañas mediáticas”. Garantizarles la seguridad a los habitantes de una provincia es mucho más importante que sostener a un leal de los últimos tiempos. A veces, es mejor que las cosas caigan por su propio peso sin necesidad de gastar energías ni pagar costos políticos innecesarios por la ineficiencia de un funcionario.
El viernes, después de una nueva serie de hechos de inseguridad y violencia que sacudieron a la ciudad de Comodoro Rivadavia, el que tuvo que ir a poner la cara –como de costumbre- fue el jefe de la Policía del Chubut, Juan Luis Ale.
En nueve meses, Williams fue una sola vez a Comodoro Rivadavia, la ciudad que más dificultades tiene con la inseguridad. Fue en julio pasado, para visitar unos módulos carcelarios en construcción.
Demasiado poco, como su gestión.

Dinero fresco
 
El Gobierno provincial abrochó la semana pasada los convenios con los 27 municipios y las 20 comunas para distribuir algo más de 102 millones de dólares del bono de endeudamiento que les corresponde para realizar obras.
Fue el final de una etapa que llevó varios meses de gestión y el inicio de otra que, por ahora, representa una incógnita: cuándo se van a empezar a filtrar esos dólares a los municipios, porque lo que se firmó el miércoles y jueves pasado no fue la transferencia automática de esos fondos sino un compromiso de financiamiento de obras que los municipios y comunas deberán encarar.
Se presume que varios de los municipios grandes ya tienen los proyectos avanzados. Pero también se sabe que muchos otros municipios chicos -y no tan chicos- no tienen desarrolladas las carpetas y no van a recibir el dinero con tanta rapidez como suponen.
La administración indirecta de estos fondos, que muchos cuestionan en privado pero muy pocos en público, puede terminar siendo un problema para muchos intendentes que firmaron con cara de contentos pero que no verán la plata rápidamente.
Es clave que los proyectos se definan con celeridad. Hay miles de trabajadores de la construcción que dependen del arranque de esas obras para poder comenzar a trabajar y cobrar sus quincenas.
Otra incógnita son los 548 millones de dólares restantes del bono. El ministro Pablo Oca contestó con reservas cuando se le preguntó cómo venía el tema: lo único que se sabe es que están depositados en la cuenta que Chubut tiene en el Banco Central, y que hasta ahora se han pesificado unos cientos de miles de dólares para pagar a algunos de los proveedores del Estado provincial.
Saldar esas deudas equivaldría a inyectar fondos en el sistema comercial, que está con la cadena de pagos casi quebrada. Por ahora viene lento.

Doce años no es nada
 
El encuentro que esta semana que pasó tuvieron el tres veces gobernador Mario Das Neves y el dos veces gobernador Carlos Maestro, fue una nota destacada de los tiempos que corren, aunque los efectos de un encuentro de estas características no parecen pasar de la foto misma. O de un dato no menor pero anecdótico: entre los dos gobernaron 17 de los últimos 25 años de Chubut.
Parece ser muy poco lo que tiene para aportar a esta altura del partido un político acabado como tal en 2005, cuando perdió por escándalo la elección de diputados nacionales con un candidato de afuera de la política -cuyo estrellato duró poco y nada-, como Aldo Marconetto.
“Analizamos la realidad política y económica de Chubut, y coincidimos en la necesidad de trabajar todos juntos por Chubut”, dijo tras el encuentro.
Aunque a Maestro no se le escucha la voz por estos lares desde hace muchos años, dicen que dijo sobre los diputados provinciales opositores: “Cuando hay un gobernador que tiene el apoyo de la gente es muy difícil que se hagan cosas graves en contra del Gobierno”.

Adrián & Carlos
 
La otra reunión de dirigentes políticos que generó expectativas la semana pasada la protagonizaron los intendentes de Trelew, Adrián Maderna, y de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares.
Ambos se respetan mucho y los últimos chisperíos que hubo entre distintos sectores del peronismo por el futuro del Partido Justicialista siempre mantuvieron al margen la buena relación personal que se dispensan.
El encuentro no hizo más que confirmar lo que se venía rumoreando, sobre todo a la luz del fuerte acto político que la Agrupación “Celeste y Blanca” que lidera Maderna realizó en Trelew. Si alguno tenía apetencias de hacerle sombra a este heterogéneo grupo de dirigentes que integra la Celeste y Blanca -entre otros, Jorge Aidar Bestene, Dante Bowen, Ana Llanos, Enrique “Quique” D’Astolfo, Miguel “Coné” Díaz y Héctor González-, el acto de Trelew echó por tierra con cualquier posibilidad.
Linares nunca estuvo convencido de ir por el Partido Justicialista pero tampoco tenía ganas de dejarle el camino libre a la “Celeste y Blanca”. Pero la actitud unificadora y con visión de futuro de Maderna y los suyos, lo convencieron al comodorense que era mejor quedarse a discutir adentro de la unidad que balconear en la vereda de enfrente con Carlos Eliceche, Blas Meza Evans y Martín Buzzi, los responsables de las últimas grandes derrotas electorales del peronismo en Chubut.
Nadie cree que sea necesario que estos –y otros dirigentes- deban irse del peronismo. Pero sí le dejaron muy claro a Linares que el PJ necesita que den un paso al costado de las estructuras de conducción.
Se vienen tiempos electorales en los que el PJ intentará reconstruir su presencia y, para ello, necesita que sus conductores sean parte de la solución y no del problema.#


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