Indios y albaneses, orgullosos de la Madre Teresa

Centenares de indios se congregaron hoy en la sede de las Misioneras de la Caridad, en Calcuta, para seguir a través de pantallas gigantes la canonización de la Madre Teresa, fundadora de la orden, y lo propio hicieron un buen número de albaneses, pues ambas naciones comparten “el orgullo” de ser la tierra desde la que provino la hoy santa.

04 SEP 2016 - 12:15 | Actualizado

El presidente indio, Pranab Mukherjee, calificó a la religiosa de "mesías de los pobres y pilar de apoyo para los sufrientes", por lo que todos los indios se sienten orgullosos de la canonización de la monja, según un cable de Dpa.

En todo el país se celebra con misas especiales la canonización de la Nobel de la Paz llevada a cabo por el papa Francisco en un tiempo récord, 19 años después de la muerte de la religiosa.

En parroquias católicas del país se sirvieron además almuerzos comunitarios como referencia simbólica a la Madre Teresa, que dedicó su vida a servir a los más necesitados, dijo el padre Savarimuthu Sankar, de la archidiócesis católica de Delhi.

En tanto, los albaneses se sienten orgullosos y consideran "histórica" la canonización de su hija dilecta, Gonxhe Bojaxhiu, conocida como la Madre Teresa de Calcuta.

Algunos de sus seguidores mas fieles siguieron la ceremonia de la canonización a través de una gran pantalla colocada en la plaza que lleva su nombre en Tirana, mientras que otros optaron por verla en directo desde sus hogares.

"Para el pueblo albanés, la canonización de la Madre Teresa es un gran orgullo. Nos aumenta la dignidad y nos hace conocidos en todo el mundo", dijo a Efe Kujtim Kadriu, un musulmán, en el bulevar principal de Tirana adornado con banderas rojinegras nacionales y franjas blanco y azules, colores del vestido de la Madre Teresa.

"La figura de la Madre Teresa honra a nuestra nación. Su canonización es un privilegio para los albaneses y los musulmanes. Ella ha transmitido paz, amor, bondad en el mundo igual que el profeta Mahoma, Abraham y otros de otras religiones", indicó el derviche Saliu, de la comunidad bektashi, una secta musulmana.

Albania es un pequeño país balcánico con un 67 por ciento de musulmanes, el 10 por ciento católicos y el 7 por ciento ortodoxos.

"Somos afortunados de que es hija de esta tierra y símbolo de la cultura albanesa. Nacida en una sociedad albanohablante de mayoría musulmana, en Skopje que pertenecía a Yugoslavia, y que vivió en Calcuta prestando su vida a los pobres, hoy es una santa que pertenece a todo el mundo", dijo a Efe la ministra de Cultura albanesa, Mirela Kumbaro.

El nuncio apostólico en Albania, el español Ramiro Moliner Inglés, manifestó que para el pueblo albanés es un "gran orgullo" tener una persona que pertenece a ese pueblo que haya llegado tan alto, añadió.

"Cuando se reconoce como santa se convierte en una persona no sólo del país del que proviene, sino del mundo entero", comentó el nuncio mientras seguía en la plaza bajo un fuerte sol la misa celebrada por el papa Francisco.

Los albaneses pudieron conocer a la Madre Teresa sólo en vísperas de la caída de la dictadura comunista, en 1989.

Anteriormente, el régimen comunista le había prohibido entrar en el país para visitar a su madre enferma, Drane, quien murió en Tirana en 1974, como tampoco para ver a su hermana, Age, quien falleció dos años después.

La religión volvió a practicarse a partir de 1991 y desde entonces dos papas, Juan Pablo II y Francisco han visitado el país, un ejemplo de la convivencia pacífica y la armonía religiosa en el mundo.

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04 SEP 2016 - 12:15

El presidente indio, Pranab Mukherjee, calificó a la religiosa de "mesías de los pobres y pilar de apoyo para los sufrientes", por lo que todos los indios se sienten orgullosos de la canonización de la monja, según un cable de Dpa.

En todo el país se celebra con misas especiales la canonización de la Nobel de la Paz llevada a cabo por el papa Francisco en un tiempo récord, 19 años después de la muerte de la religiosa.

En parroquias católicas del país se sirvieron además almuerzos comunitarios como referencia simbólica a la Madre Teresa, que dedicó su vida a servir a los más necesitados, dijo el padre Savarimuthu Sankar, de la archidiócesis católica de Delhi.

En tanto, los albaneses se sienten orgullosos y consideran "histórica" la canonización de su hija dilecta, Gonxhe Bojaxhiu, conocida como la Madre Teresa de Calcuta.

Algunos de sus seguidores mas fieles siguieron la ceremonia de la canonización a través de una gran pantalla colocada en la plaza que lleva su nombre en Tirana, mientras que otros optaron por verla en directo desde sus hogares.

"Para el pueblo albanés, la canonización de la Madre Teresa es un gran orgullo. Nos aumenta la dignidad y nos hace conocidos en todo el mundo", dijo a Efe Kujtim Kadriu, un musulmán, en el bulevar principal de Tirana adornado con banderas rojinegras nacionales y franjas blanco y azules, colores del vestido de la Madre Teresa.

"La figura de la Madre Teresa honra a nuestra nación. Su canonización es un privilegio para los albaneses y los musulmanes. Ella ha transmitido paz, amor, bondad en el mundo igual que el profeta Mahoma, Abraham y otros de otras religiones", indicó el derviche Saliu, de la comunidad bektashi, una secta musulmana.

Albania es un pequeño país balcánico con un 67 por ciento de musulmanes, el 10 por ciento católicos y el 7 por ciento ortodoxos.

"Somos afortunados de que es hija de esta tierra y símbolo de la cultura albanesa. Nacida en una sociedad albanohablante de mayoría musulmana, en Skopje que pertenecía a Yugoslavia, y que vivió en Calcuta prestando su vida a los pobres, hoy es una santa que pertenece a todo el mundo", dijo a Efe la ministra de Cultura albanesa, Mirela Kumbaro.

El nuncio apostólico en Albania, el español Ramiro Moliner Inglés, manifestó que para el pueblo albanés es un "gran orgullo" tener una persona que pertenece a ese pueblo que haya llegado tan alto, añadió.

"Cuando se reconoce como santa se convierte en una persona no sólo del país del que proviene, sino del mundo entero", comentó el nuncio mientras seguía en la plaza bajo un fuerte sol la misa celebrada por el papa Francisco.

Los albaneses pudieron conocer a la Madre Teresa sólo en vísperas de la caída de la dictadura comunista, en 1989.

Anteriormente, el régimen comunista le había prohibido entrar en el país para visitar a su madre enferma, Drane, quien murió en Tirana en 1974, como tampoco para ver a su hermana, Age, quien falleció dos años después.

La religión volvió a practicarse a partir de 1991 y desde entonces dos papas, Juan Pablo II y Francisco han visitado el país, un ejemplo de la convivencia pacífica y la armonía religiosa en el mundo.


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