Escándalo en Abogacía: las insólitas firmas truchas que detectó la Justicia en la UNPSJB
A simple vista y con apuro, algunas podrían pasar por genuinas. Pero la mayoría no pueden más de groseras. Se trata de las firmas falsificadas de 23 profesores de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Bosco”. Por primera vez, Jornada revela cómo lucen las rúbricas truchas en los libros de actas que desataron el escándalo en la casa de altos estudios.
Por Rolando Tobarez.
Varias de las víctimas del fraude son de renombre por su trabajo en el Poder Judicial. Todos fueron convocados por el Juzgado Federal de Rawson para estampar su rúbrica, de modo que los especialistas de Criminalística pudieran peritarlas para compararlas con las actas de exámenes que se secuestraron.
Al caso lo denunciaron las empleadas administrativas Silvia Margusino y Lidia Villarroel. Por la causa, Pablo Pugh –exsecretario de la Facultad- está imputado por falsificación de instrumento público y el decano de Abogacía, Augusto Ferrari, por desobediencia. También está imputado el rector Alberto Ayape, por encubrimiento. Todos ya fueron indagados y para esta semana se espera la decisión del juez Hugo Sastre sobre su situación procesal.
Las siguientes rúbricas, comparadas con las originales, fueron adulteradas: José Luis Pasutti, Juan Gerber, Ricardo Nassif, Estela Lamas, Sergio Lucero, Adela Juárez Aldazábal, Guillermo Gregorio, Adriana Ferlan, Piedad Losano y Araceli Cifuentes Valenzuela.
También se imitaron las rúbricas de Pablo König, Fernando Gélvez, Leticia Brun, Hipólito Giménez, Alfredo Pérez Galimberti, Omar Florencio Minatta, Rodrigo Freire, Raúl Vergara, Hugo Gatica, Gustavo Sepúlveda, Elisa Rossi, María Posse y María Laura Torres.
Actas tocadas
Además de las firmas, el detallado informe de la pericia caligráfica en poder del Juzgado capitalino indica que tres libros de actas fueron sometidos a diversas maniobras de falsificación y adulteración en distintas fojas, al menos en siete.
Los peritos hallaron irregularidades producto de una concienzuda tarea de corte y confección en hojas de los documentos, tanto en hilos de cosidos como en el papel.
También hubo diferencias milimétricas en las tipografías y en el color de las actas. Además se detectaron raspados. El episodio de las falsificaciones fue la chispa de un gran revuelo interno en Ciencias Jurídicas. El expediente lo impulsa la fiscal subrogante Romina Patiño.
Además de las pericias, un testimonio clave fue el del ingeniero Pedro Bramati, profesor de esa Facultad en Trelew. Desde setiembre de 1970 hasta mayo del 73 trabajó con un librero en un taller de encuadernado y restauración. Y le dijo a la justicia que un ojo avezado podía detectar los retoques a primera vista. #
Por Rolando Tobarez.
Varias de las víctimas del fraude son de renombre por su trabajo en el Poder Judicial. Todos fueron convocados por el Juzgado Federal de Rawson para estampar su rúbrica, de modo que los especialistas de Criminalística pudieran peritarlas para compararlas con las actas de exámenes que se secuestraron.
Al caso lo denunciaron las empleadas administrativas Silvia Margusino y Lidia Villarroel. Por la causa, Pablo Pugh –exsecretario de la Facultad- está imputado por falsificación de instrumento público y el decano de Abogacía, Augusto Ferrari, por desobediencia. También está imputado el rector Alberto Ayape, por encubrimiento. Todos ya fueron indagados y para esta semana se espera la decisión del juez Hugo Sastre sobre su situación procesal.
Las siguientes rúbricas, comparadas con las originales, fueron adulteradas: José Luis Pasutti, Juan Gerber, Ricardo Nassif, Estela Lamas, Sergio Lucero, Adela Juárez Aldazábal, Guillermo Gregorio, Adriana Ferlan, Piedad Losano y Araceli Cifuentes Valenzuela.
También se imitaron las rúbricas de Pablo König, Fernando Gélvez, Leticia Brun, Hipólito Giménez, Alfredo Pérez Galimberti, Omar Florencio Minatta, Rodrigo Freire, Raúl Vergara, Hugo Gatica, Gustavo Sepúlveda, Elisa Rossi, María Posse y María Laura Torres.
Actas tocadas
Además de las firmas, el detallado informe de la pericia caligráfica en poder del Juzgado capitalino indica que tres libros de actas fueron sometidos a diversas maniobras de falsificación y adulteración en distintas fojas, al menos en siete.
Los peritos hallaron irregularidades producto de una concienzuda tarea de corte y confección en hojas de los documentos, tanto en hilos de cosidos como en el papel.
También hubo diferencias milimétricas en las tipografías y en el color de las actas. Además se detectaron raspados. El episodio de las falsificaciones fue la chispa de un gran revuelo interno en Ciencias Jurídicas. El expediente lo impulsa la fiscal subrogante Romina Patiño.
Además de las pericias, un testimonio clave fue el del ingeniero Pedro Bramati, profesor de esa Facultad en Trelew. Desde setiembre de 1970 hasta mayo del 73 trabajó con un librero en un taller de encuadernado y restauración. Y le dijo a la justicia que un ojo avezado podía detectar los retoques a primera vista. #