Julián “Conejo” Molinari, el delincuente más conocido de la Patagonia

A los 66 años, fue atrapado el sábado llevando 35 kilos de marihuana. Su sangriento paso por Chubut en los 90. Una historia de novela.

25 SEP 2016 - 21:18 | Actualizado

La detención de Julián Andrés Molinari, conocido, como “El Conejo”  en la mañana del pasado sábado en un puesto fitosanitario entre Bahía Blanca y la capital de Río Negro, Viedma cuando transportaba un importante cargamento de marihuana, hizo volver el tiempo atrás y recordar los frondosos antecedentes que el ladrón y conocido escapista posee, en particular, en la región patagónica.
En el operativo de este fin de semana, Molinari se dirigía al conglomerado que conforman las ciudades de Carmen de Patagones y Viedma, donde presuntamente se dirigía éste a depositar su cargamento de marihuana que comprendía 35 kilos, los que serían distribuidos en la región a través de una red narco instalada en el lugar.
En el operativo del sábado intervinieron efectivos del Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate (COER) de Río Negro, de la Policía de Patagones y de Bahía Blanca. 
La aprehensión de Molinari se produjo cerca de las seis de la mañana en el puesto fitosanitario ubicado a la vera de la ruta nacional N°3, entre Pedro Luro y Pradere, a unos 150 kilómetros al norte de Viedma en dirección a Bahía Blanca. 
En el marco de esta investigación que llevaría varios meses se realizaron allanamientos en Bahía Blanca, Necochea, Patagones y Viedma. Molinari integraría una organización dedicada al tráfico de estupefacientes y en ese marco no se descartan más detenciones. Ese mismo día fue trasladado hasta el departamento de Toxicomanía en Viedma por personal del COER. A las pocas horas fue retirado con la cabeza cubierta por un chaleco de identificación policial hacia la Alcaidía ubicada en el subsuelo del Juzgado Federal con sede en la capital rionegrina.

Increíble historia

“El Conejo” Molinari nació en Bahía Blanca y vivió en distintas ciudades del sur del país. Cuando tenía 17 años, en 1968, cometió en Punta Alta su primer asalto de importancia. 
En octubre de 1977, su único asesinato probado: mató a un suboficial de Policía que era el padre de su pareja de aquel tiempo. Por ese crimen lo condenaron a 19 años y 6 meses de cárcel. Pero en julio de 1983, se escapó del penal de Mar del Plata. Volvieron a capturarlo en pocas semanas y se fugó nuevamente un año después. 
Pasó varios años con un nombre falso y alternando distintos trabajos temporarios. Hasta vendió caballos de carrera. En 1995 dio uno de sus golpes más arriesgados: asaltó un camión blindado del Banco Provincial del Chubut en Las Chapas. Pero ese asalto no resultó como esperaba. Quería robar 2 millones de pesos, pero falló el entregador y uno de sus cómplices, Juan Muracciolli, un legendario ladrón de 75 años, recibió un balazo de FAL en el pecho y murió al costado de una ruta.
En marzo de 1996, Molinari habría protagonizado otro hecho resonante: el robo de un blindado que llevaba 800 mil pesos para el pago de sueldos de los empleados del hospital de Río Gallegos. 
A principios de noviembre el Tribunal Oral de Ushuaia lo absolvió por tenencia de 300 gramos de cocaína. Molinari, su pareja y Roberto “Haudini” Mariño habían sido detenidos en un allanamiento que formó parte del operativo “Filtro Blanco”, que detectó un cargamento de cocaína disimulado en filtros de nafta. Aunque para distraer a la Policía dio otro nombre, Molinari se entregó sin resistirse y admitió que la cocaína que le secuestraron era suya. Dos meses más tarde –septiembre de 1996- Molinari se escapó del escuadrón de Gendarmería Nacional de Río Grande, cuando dos mujeres se encargaron de distraer a los gendarmes que custodiaban los calabozos. Así, El Conejo y Mariño salieron por la puerta principal del escuadrón y pasaron al continente ante la falta de control, ya que todos miraban el partido entre Argentina-Chile.
Molinari volvió a ser detenido en enero de 1997. Fue en La Matanza, cuando estaba a punto de asaltar el Mercado Central. También escapó.

Después de la absolución en la causa de drogas de Río Grande, Molinari quedó preso en la U6. En Caleta Olivia integró una banda que asaltó una despensa a mano armada. Lo atraparon cuando su vehículo volcó en Las Heras y fue enviado a la comisaría de Caleta Olivia. Pero también logró fugarse el 21 de junio de 2001, cuando sobornó a dos policías que fueron procesados por este caso. Tras permanecer prófugo durante dos años, Molinari fue detenido cuando intentaba pasar un control policial en Valeria del Mar. Por lo menos 10 policías custodiaron su llegada a Caleta Olivia, como detenido. Allí se casó. Corría el 2003. Al parecer, se portó bien y recuperó su libertad.  Ahora, 13 años después vuelve a caer.# 
(Fuentes: Jornada, Clarín y La Nación).

Robo al blindado

Es una mañana gris en Trelew. Llueve por momentos ese 3 de octubre de 1995. Desde la sucursal del Banco del Chubut parte un flamante camión blindado con alrededor de 400 mil pesos para realizar pagos en el camino a la cordillera, por la ruta 25. Lo conducen los empleados bancarios Jesús Alan Pugh y Luis Alberto Toledo. Con ellos viajan como custodios policiales Sergio Aguerre y Humberto Bulacios, ambos cabos primero. Al llegar a la localidad de Las Chapas, un Renault 21 “Alize” se cruza en su camino y los obliga a detenerse. Del coche bajan tres sujetos armados con fusiles FAL, una escopeta y armas de puño. A los gritos pretenden que les abran las puertas del camión. Mientras, disparan en forma constante. Un tiro en una cubierta y dos en el parabrisas. También le vuelan las antenas y lo deja incomunicado. El cabo Aguerre saca el cañón de su fusil por una tronera. Hiere de muerte a un delincuente. 

El día que se casó el Conejo

Julián Molinari estuvo detenido, durante el año 2003 en la Alcaidía de la localidad santacruceña de Caleta Olivia, luego de que fuera recapturado tras permanecer durante dos años prófugo de la justicia.
Molinari que había logrado fugarse de la Alcaidía de Caleta cuando sobornó a los dos policías encargados de su custodia- se casó en ese mismo lugar con Romina Durbano, de 24 años, con quien tiene dos hijos, uno de 4 años y otro de ocho meses. El casamiento fue autorizado por la Cámara del Crimen y se celebró   en presencia de autoridades del Registro Civil local.
Se autorizó el casamiento por civil, aunque se entendió que, por razones de seguridad, debía realizarse en el mismo lugar donde cumplía su detención. 
También se informó que la pareja debió cumplir rigurosamente los exámenes prenupciales.
Molinari y Romina tienen dos hijos, Rodrigo y Luna, de 4 años y 8 meses, respectivamente. Y según decían sus íntimos por ese entonces, Molinari “hizo una vida tranquila y familiar” durante los años que estuvo fugado de la ley.
En ese 2003, la novia aseguraba que su futuro marido no se volvería escapar de la prisión y que esperaría el juicio oral por los delitos que lo acusaban. #

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25 SEP 2016 - 21:18

La detención de Julián Andrés Molinari, conocido, como “El Conejo”  en la mañana del pasado sábado en un puesto fitosanitario entre Bahía Blanca y la capital de Río Negro, Viedma cuando transportaba un importante cargamento de marihuana, hizo volver el tiempo atrás y recordar los frondosos antecedentes que el ladrón y conocido escapista posee, en particular, en la región patagónica.
En el operativo de este fin de semana, Molinari se dirigía al conglomerado que conforman las ciudades de Carmen de Patagones y Viedma, donde presuntamente se dirigía éste a depositar su cargamento de marihuana que comprendía 35 kilos, los que serían distribuidos en la región a través de una red narco instalada en el lugar.
En el operativo del sábado intervinieron efectivos del Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate (COER) de Río Negro, de la Policía de Patagones y de Bahía Blanca. 
La aprehensión de Molinari se produjo cerca de las seis de la mañana en el puesto fitosanitario ubicado a la vera de la ruta nacional N°3, entre Pedro Luro y Pradere, a unos 150 kilómetros al norte de Viedma en dirección a Bahía Blanca. 
En el marco de esta investigación que llevaría varios meses se realizaron allanamientos en Bahía Blanca, Necochea, Patagones y Viedma. Molinari integraría una organización dedicada al tráfico de estupefacientes y en ese marco no se descartan más detenciones. Ese mismo día fue trasladado hasta el departamento de Toxicomanía en Viedma por personal del COER. A las pocas horas fue retirado con la cabeza cubierta por un chaleco de identificación policial hacia la Alcaidía ubicada en el subsuelo del Juzgado Federal con sede en la capital rionegrina.

Increíble historia

“El Conejo” Molinari nació en Bahía Blanca y vivió en distintas ciudades del sur del país. Cuando tenía 17 años, en 1968, cometió en Punta Alta su primer asalto de importancia. 
En octubre de 1977, su único asesinato probado: mató a un suboficial de Policía que era el padre de su pareja de aquel tiempo. Por ese crimen lo condenaron a 19 años y 6 meses de cárcel. Pero en julio de 1983, se escapó del penal de Mar del Plata. Volvieron a capturarlo en pocas semanas y se fugó nuevamente un año después. 
Pasó varios años con un nombre falso y alternando distintos trabajos temporarios. Hasta vendió caballos de carrera. En 1995 dio uno de sus golpes más arriesgados: asaltó un camión blindado del Banco Provincial del Chubut en Las Chapas. Pero ese asalto no resultó como esperaba. Quería robar 2 millones de pesos, pero falló el entregador y uno de sus cómplices, Juan Muracciolli, un legendario ladrón de 75 años, recibió un balazo de FAL en el pecho y murió al costado de una ruta.
En marzo de 1996, Molinari habría protagonizado otro hecho resonante: el robo de un blindado que llevaba 800 mil pesos para el pago de sueldos de los empleados del hospital de Río Gallegos. 
A principios de noviembre el Tribunal Oral de Ushuaia lo absolvió por tenencia de 300 gramos de cocaína. Molinari, su pareja y Roberto “Haudini” Mariño habían sido detenidos en un allanamiento que formó parte del operativo “Filtro Blanco”, que detectó un cargamento de cocaína disimulado en filtros de nafta. Aunque para distraer a la Policía dio otro nombre, Molinari se entregó sin resistirse y admitió que la cocaína que le secuestraron era suya. Dos meses más tarde –septiembre de 1996- Molinari se escapó del escuadrón de Gendarmería Nacional de Río Grande, cuando dos mujeres se encargaron de distraer a los gendarmes que custodiaban los calabozos. Así, El Conejo y Mariño salieron por la puerta principal del escuadrón y pasaron al continente ante la falta de control, ya que todos miraban el partido entre Argentina-Chile.
Molinari volvió a ser detenido en enero de 1997. Fue en La Matanza, cuando estaba a punto de asaltar el Mercado Central. También escapó.

Después de la absolución en la causa de drogas de Río Grande, Molinari quedó preso en la U6. En Caleta Olivia integró una banda que asaltó una despensa a mano armada. Lo atraparon cuando su vehículo volcó en Las Heras y fue enviado a la comisaría de Caleta Olivia. Pero también logró fugarse el 21 de junio de 2001, cuando sobornó a dos policías que fueron procesados por este caso. Tras permanecer prófugo durante dos años, Molinari fue detenido cuando intentaba pasar un control policial en Valeria del Mar. Por lo menos 10 policías custodiaron su llegada a Caleta Olivia, como detenido. Allí se casó. Corría el 2003. Al parecer, se portó bien y recuperó su libertad.  Ahora, 13 años después vuelve a caer.# 
(Fuentes: Jornada, Clarín y La Nación).

Robo al blindado

Es una mañana gris en Trelew. Llueve por momentos ese 3 de octubre de 1995. Desde la sucursal del Banco del Chubut parte un flamante camión blindado con alrededor de 400 mil pesos para realizar pagos en el camino a la cordillera, por la ruta 25. Lo conducen los empleados bancarios Jesús Alan Pugh y Luis Alberto Toledo. Con ellos viajan como custodios policiales Sergio Aguerre y Humberto Bulacios, ambos cabos primero. Al llegar a la localidad de Las Chapas, un Renault 21 “Alize” se cruza en su camino y los obliga a detenerse. Del coche bajan tres sujetos armados con fusiles FAL, una escopeta y armas de puño. A los gritos pretenden que les abran las puertas del camión. Mientras, disparan en forma constante. Un tiro en una cubierta y dos en el parabrisas. También le vuelan las antenas y lo deja incomunicado. El cabo Aguerre saca el cañón de su fusil por una tronera. Hiere de muerte a un delincuente. 

El día que se casó el Conejo

Julián Molinari estuvo detenido, durante el año 2003 en la Alcaidía de la localidad santacruceña de Caleta Olivia, luego de que fuera recapturado tras permanecer durante dos años prófugo de la justicia.
Molinari que había logrado fugarse de la Alcaidía de Caleta cuando sobornó a los dos policías encargados de su custodia- se casó en ese mismo lugar con Romina Durbano, de 24 años, con quien tiene dos hijos, uno de 4 años y otro de ocho meses. El casamiento fue autorizado por la Cámara del Crimen y se celebró   en presencia de autoridades del Registro Civil local.
Se autorizó el casamiento por civil, aunque se entendió que, por razones de seguridad, debía realizarse en el mismo lugar donde cumplía su detención. 
También se informó que la pareja debió cumplir rigurosamente los exámenes prenupciales.
Molinari y Romina tienen dos hijos, Rodrigo y Luna, de 4 años y 8 meses, respectivamente. Y según decían sus íntimos por ese entonces, Molinari “hizo una vida tranquila y familiar” durante los años que estuvo fugado de la ley.
En ese 2003, la novia aseguraba que su futuro marido no se volvería escapar de la prisión y que esperaría el juicio oral por los delitos que lo acusaban. #


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