Franco Mera tiene 20 años y padece una enfermedad que se llama “Púrpura Trombocitopénica”. Es un mal hemorrágico autoinmune que se caracteriza por destruir plaquetas en forma prematura. Es de Trelew y está internado en el Sanatorio Franchín a la espera de un trasplante de médula por el que su familia viene peleando desde hace meses. Y este sábado, a poco de que se concrete la operación, le cumplieron el sueño: conoció a Carlitos Tevez. Su encuentro, fue difundido en diversos medios nacionales, entre ellos, Olé.
Oriundo de Trelew, llegó a Buenos Aires luego de que su hermana elevara un pedido formal de traslado para brindarle el tratamiento adecuado a fin de hacerle frente a la enfermedad. Comenzaron así las tratativas para que el otro deseo de Franco, ese que venía pintado de azul y oro, también se le cumpliera. Mediante un cartel en las redes sociales, el mismo joven manifestaba su voluntad de conocer al jugador. Y el “Apache” no hizo oídos sordos.
Enterado de que su sueño era conocerlo, Carlitos decidió ir a visitarlo. Agarró una camiseta, se puso la capucha y, acompañado por Crespi, se metió como uno más al Sanatorio. Llegó hasta la habitación de Franco y con buen humor y predisposición accedió a las fotografías y a enviar saludos a través de videos improvisados en el momento.
Franco Mera tiene 20 años y padece una enfermedad que se llama “Púrpura Trombocitopénica”. Es un mal hemorrágico autoinmune que se caracteriza por destruir plaquetas en forma prematura. Es de Trelew y está internado en el Sanatorio Franchín a la espera de un trasplante de médula por el que su familia viene peleando desde hace meses. Y este sábado, a poco de que se concrete la operación, le cumplieron el sueño: conoció a Carlitos Tevez. Su encuentro, fue difundido en diversos medios nacionales, entre ellos, Olé.
Oriundo de Trelew, llegó a Buenos Aires luego de que su hermana elevara un pedido formal de traslado para brindarle el tratamiento adecuado a fin de hacerle frente a la enfermedad. Comenzaron así las tratativas para que el otro deseo de Franco, ese que venía pintado de azul y oro, también se le cumpliera. Mediante un cartel en las redes sociales, el mismo joven manifestaba su voluntad de conocer al jugador. Y el “Apache” no hizo oídos sordos.
Enterado de que su sueño era conocerlo, Carlitos decidió ir a visitarlo. Agarró una camiseta, se puso la capucha y, acompañado por Crespi, se metió como uno más al Sanatorio. Llegó hasta la habitación de Franco y con buen humor y predisposición accedió a las fotografías y a enviar saludos a través de videos improvisados en el momento.