Noqueando en nombre de Dios

Para Ezequiel Matthysse el nocaut no es una cuestión de fe. Mañana peleará con el bonaerense Miguel García. A los 18 años quiere ser profesional y campeón del mundo.

Ezequiel Matthysse pelea mañana en Comodoro ante Miguel García.
12 OCT 2016 - 21:23 | Actualizado

Los chicos crecen y en algún momento, quieren tener nombre propio. Aunque no reniega de sus genes boxísticos, Walter Ezequiel Matthysse entiende que llegó el momento de escribir su propia historia. Desligarse del “Junior” que en el ring ya le queda chico y comenzar a defender el apellido con orgullo pero de otra manera.

El jóven heredero es por un lado un atleta disciplinado que llega a entrenar tres turnos diarios y por el otro, un soldado de la fe ya que desde hace siete meses profesa activamente en la Iglesia Cristiana.

Noqueando en nombre de Dios. Una cuestión no tiene que ver con la otra. Menos cuando a pesar de la juventud se tienen las cosas en claro. En lo suyo, Ezequiel es un pegador temible, fuerte y con carácter; difícil de aguantar y a la vez incorporó facetas que potenciaron su faceta ofensiva. Mañana volverá a combatir en el gimnasio Municipal Nro. Uno de Comodoro Rivadavia enfrentando al campeón de la Liga Bonaerense Miguel García, pupilo del “Team Castaño”.

“De acá a fin de año quiero seguir sumando las peleas amateurs que pueda. En el 2.017 puede ser que estemos pensando en el profesionalismo”, dijo el noqueador de 18 años y 4 en el boxeo.

Importa pelear sin importar dónde. Y por eso, indistintamente asume la amplitud de su localía.

Es local en Comodoro

“No me sentía local en Comodoro pero ahora sí. Llevaba poquitas peleas; noqueaba pero no duraban nada las peleas y no me podía mostrar mucho. Desde la pelea con (Gustavo) Chazarreta si empecé a sentir el apoyo de la gente”, reconoce. “Noqueador?. No sé. Las peleas no son todas iguales. Por ahí me toca ir para adelante a buscar al rival o boxear de contragolpe. En la pelea contra Enri Corbalán por ejemplo pude mostrar que boxeo y también pego, aunque duro poquito esa pelea”.

Lo de Ezequiel no es solamente apellido. Entrena a las órdenes de su tío Mario Narvaes en el gimnasio Body Fitness. Y también visita asiduamente el gym de Omar Narváez para guantear y hacer tareas específicas. Y después de su experiencia en los Estados Unidos donde trabajó con Robert Guerrero e hizo dos peleas, asume que en el boxeo nada se consigue sin esfuerzos. Su tío Lucas Matthysse lo acompañará en éste nuevo viaje a Comodoro Rivadavia ya que el ex campeón del mundo es uno de sus más fieles seguidores. “La verdad es que no hablamos mucho sobre su vuelta. Cuando él se sienta bien y listo para volver seguro lo hará. Creo que todavía le queda mucho”.

“Gloria a Dios”

Inevitable pensar que en el futuro, éste jóven y ascendente boxeador pueda convertirse en el tercer campeón mundial de la familia. “Ojalá Dios me ponga en lo más alto para predicar su palabra y salvar todas esas almas que están perdidas en el mundo, contar mi testimonio y ser un ejemplo para esos chicos que están en las drogas y en las calles. Me imagino y sueño a veces consagrándome campeón y gritando a las cámaras un “Gloria a Dios!!!!”. Así como hace Lucas claro, pero sin la mala palabra ja”.

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Ezequiel Matthysse pelea mañana en Comodoro ante Miguel García.
12 OCT 2016 - 21:23

Los chicos crecen y en algún momento, quieren tener nombre propio. Aunque no reniega de sus genes boxísticos, Walter Ezequiel Matthysse entiende que llegó el momento de escribir su propia historia. Desligarse del “Junior” que en el ring ya le queda chico y comenzar a defender el apellido con orgullo pero de otra manera.

El jóven heredero es por un lado un atleta disciplinado que llega a entrenar tres turnos diarios y por el otro, un soldado de la fe ya que desde hace siete meses profesa activamente en la Iglesia Cristiana.

Noqueando en nombre de Dios. Una cuestión no tiene que ver con la otra. Menos cuando a pesar de la juventud se tienen las cosas en claro. En lo suyo, Ezequiel es un pegador temible, fuerte y con carácter; difícil de aguantar y a la vez incorporó facetas que potenciaron su faceta ofensiva. Mañana volverá a combatir en el gimnasio Municipal Nro. Uno de Comodoro Rivadavia enfrentando al campeón de la Liga Bonaerense Miguel García, pupilo del “Team Castaño”.

“De acá a fin de año quiero seguir sumando las peleas amateurs que pueda. En el 2.017 puede ser que estemos pensando en el profesionalismo”, dijo el noqueador de 18 años y 4 en el boxeo.

Importa pelear sin importar dónde. Y por eso, indistintamente asume la amplitud de su localía.

Es local en Comodoro

“No me sentía local en Comodoro pero ahora sí. Llevaba poquitas peleas; noqueaba pero no duraban nada las peleas y no me podía mostrar mucho. Desde la pelea con (Gustavo) Chazarreta si empecé a sentir el apoyo de la gente”, reconoce. “Noqueador?. No sé. Las peleas no son todas iguales. Por ahí me toca ir para adelante a buscar al rival o boxear de contragolpe. En la pelea contra Enri Corbalán por ejemplo pude mostrar que boxeo y también pego, aunque duro poquito esa pelea”.

Lo de Ezequiel no es solamente apellido. Entrena a las órdenes de su tío Mario Narvaes en el gimnasio Body Fitness. Y también visita asiduamente el gym de Omar Narváez para guantear y hacer tareas específicas. Y después de su experiencia en los Estados Unidos donde trabajó con Robert Guerrero e hizo dos peleas, asume que en el boxeo nada se consigue sin esfuerzos. Su tío Lucas Matthysse lo acompañará en éste nuevo viaje a Comodoro Rivadavia ya que el ex campeón del mundo es uno de sus más fieles seguidores. “La verdad es que no hablamos mucho sobre su vuelta. Cuando él se sienta bien y listo para volver seguro lo hará. Creo que todavía le queda mucho”.

“Gloria a Dios”

Inevitable pensar que en el futuro, éste jóven y ascendente boxeador pueda convertirse en el tercer campeón mundial de la familia. “Ojalá Dios me ponga en lo más alto para predicar su palabra y salvar todas esas almas que están perdidas en el mundo, contar mi testimonio y ser un ejemplo para esos chicos que están en las drogas y en las calles. Me imagino y sueño a veces consagrándome campeón y gritando a las cámaras un “Gloria a Dios!!!!”. Así como hace Lucas claro, pero sin la mala palabra ja”.


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