Crece fuerte en el mundo el negocio de la videovigilancia
El negocio de la videovigilancia registrará este año un incremento del 7% a nivel global, según una consultora especializada, que destaca la aceleración de la adopción de estos sistemas en los usuarios residenciales, de la mano de los circuitos cerrados con tecnología 4K y las aplicaciones para acceso remoto.
Según la consultora IHS los segmentos que crecerán por encima del promedio del 7% a nivel global son los productos de cámaras de alta definición para circuitos cerrados con tecnología 4K y las aplicaciones para el acceso remoto al sistema de videovigilancia en el hogar.
Respecto de la situación en la Argentina, el gerente de Axis Communicatios para Argentina, Uruguay y Paraguay, Mauro Marmorato, aseguró que el negocio tiene una "expansión constante" y precisó que los "clientes originales fueron los mercados industriales para protección de los activos y pasivos de sus empresas".
Pero "hoy es casi imposible pensar un mercado que esté ajeno a estos sistemas: retail, industrias, comercios, salud, barrios cerrados, transporte, gobierno, seguridad ciudadana, hogares", enumeró.
El mercado argentino es muy exigente en tecnología, evalúa y entiende las diferencias de los productos y las soluciones que pueden brindar cada uno, aseguró el empresario.
A diferencia de otros equipos, las cámaras para videoseguridad no se fabrican en el país, comentó el empresario para agregar que por una cuestión de densidad poblacional, "se vende más en Buenos Aires" que en el interior del país.
Pero en los últimos meses "las provincias en general están incrementado y renovando los equipos instalados por tecnología de última generación".
"El mercado de seguridad ciudadana es el segmento de mayor crecimiento e inversión tecnológica en nuestro mercado", afirmó el empresario.
La tendencia crece tanto para las cámaras residenciales que observan lo que sucede fuera de la casa, como para las que registran lo que ocurre dentro del hogar.
En este segundo grupo se inscriben desde los preocupados por la hora a la que llega el personal de la casa, hasta los que necesitan desde lejos ver como están sus hijos o sus abuelos.
Sea una cámara o una red de ellas, todas requieren de conexiones a internet de calidad.
Al respecto, Marmorato indicó que hay nuevas tecnologías de compresión que pueden reducir el peso de las imágenes en aproximadamente entre un 30 y un 50% "sin perder la calidad de la imagen" .
"Gracias a estas últimas tecnologías de compresión podemos pensar en mayor transmisión de equipos sobre las mismas redes o reducción del ancho de banda como así también el ahorro del almacenamiento en resguardo de las imágenes", agregó.
Según la consultora IHS los segmentos que crecerán por encima del promedio del 7% a nivel global son los productos de cámaras de alta definición para circuitos cerrados con tecnología 4K y las aplicaciones para el acceso remoto al sistema de videovigilancia en el hogar.
Respecto de la situación en la Argentina, el gerente de Axis Communicatios para Argentina, Uruguay y Paraguay, Mauro Marmorato, aseguró que el negocio tiene una "expansión constante" y precisó que los "clientes originales fueron los mercados industriales para protección de los activos y pasivos de sus empresas".
Pero "hoy es casi imposible pensar un mercado que esté ajeno a estos sistemas: retail, industrias, comercios, salud, barrios cerrados, transporte, gobierno, seguridad ciudadana, hogares", enumeró.
El mercado argentino es muy exigente en tecnología, evalúa y entiende las diferencias de los productos y las soluciones que pueden brindar cada uno, aseguró el empresario.
A diferencia de otros equipos, las cámaras para videoseguridad no se fabrican en el país, comentó el empresario para agregar que por una cuestión de densidad poblacional, "se vende más en Buenos Aires" que en el interior del país.
Pero en los últimos meses "las provincias en general están incrementado y renovando los equipos instalados por tecnología de última generación".
"El mercado de seguridad ciudadana es el segmento de mayor crecimiento e inversión tecnológica en nuestro mercado", afirmó el empresario.
La tendencia crece tanto para las cámaras residenciales que observan lo que sucede fuera de la casa, como para las que registran lo que ocurre dentro del hogar.
En este segundo grupo se inscriben desde los preocupados por la hora a la que llega el personal de la casa, hasta los que necesitan desde lejos ver como están sus hijos o sus abuelos.
Sea una cámara o una red de ellas, todas requieren de conexiones a internet de calidad.
Al respecto, Marmorato indicó que hay nuevas tecnologías de compresión que pueden reducir el peso de las imágenes en aproximadamente entre un 30 y un 50% "sin perder la calidad de la imagen" .
"Gracias a estas últimas tecnologías de compresión podemos pensar en mayor transmisión de equipos sobre las mismas redes o reducción del ancho de banda como así también el ahorro del almacenamiento en resguardo de las imágenes", agregó.